Las indicaciones de la punción cricotiroidea son:
Obstrucción grave de la vía aérea superior que no pueda resolverse por otro medio disponible, siempre con el paciente inconsciente.
Imposibilidad para intubar la vía aérea cuando es imprescindible para mantener una ventilación adecuada del paciente.
Material
El material necesario para realizar esta técnica es el siguiente:
Solución antiséptica (povidona yodada).
Guantes, gasas y paños estériles.
Angiocatéter (14 o 12 G).
Pieza “en T” o adaptador (conexión de un TET nº 3).
Jeringas y esparadrapo.
Fuente de oxígeno.
Técnica
Para el correcto desarrollo de esta técnica deben seguirse los pasos que a continuación se enumeran:
1 Montar el angiocatéter sobre una jeringa con suero.
2 Colocar al paciente en decúbito supino, con la cabeza hiperextendida.
3 Localizar palpando la membrana cricotiroidea y estabilizarla con una mano.
4 Pinchar en el espacio cricotiroideo en dirección craneocaudal y con un ángulo de 45º con la piel, e ir avanzando con la aguja aspirando simultáneamente. Al atravesar la membrana cricotiroidea se percibe un resalte y se consigue aspirar aire con facilidad, observándose que el suero fisiológico de la jeringa burbujea, confirmando así la correcta colocación del catéter.
5 A continuación, se introduce el catéter a la vez que se retira la aguja y se conecta mediante el adaptador la pieza “en T”, y esta a su vez se conectará a la fuente de oxígeno. Abriremos el flujo de oxígeno a 15 l/min. Para proporcionar una ventilación intermitente o “jet” se ocluirá la boca libre de la pieza durante un segundo y se desocluirá durante 4-5 segundo cíclicamente.
6 Fijaremos el catéter a la piel con esparadrapo.
Complicaciones
Como toda técnica, también pueden derivarse complicaciones de su empleo, entre las que podemos destacar la perforación esofágica, enfisema subcutáneo, hipoxia, hipercapnia, hemorragias locales, neumotórax, etc.
Recuerde
La punción cricotiroidea consiste en practicar una vía de abordaje a través de la membrana cricotiroidea para instaurar una cánula que permita la apertura de la vía aérea.
La coniotomía o cricotiroidotomía es, al igual que la punción cricotiroidea, una técnica de emergencia para la apertura de la vía aérea consistente en practicar una vía de abordaje a través de la membrana cricotiroidea para instaurar una cánula que permita la apertura de la vía aérea. Sus indicaciones son las mismas y la elección de una u otra dependerá del material de que dispongamos y de la experiencia de quien la realice. Es una técnica que solo debe llevarse a cabo por parte de personal experto y en situaciones excepcionales.
Material
Para el correcto empleo de esta técnica, deberemos disponer del siguiente material:
Solución antiséptica (povidona yodada).
Gasas y guantes estériles.
Bisturí, tijeras pinzas, mosquito, coniótomo (este último es opcional).
Cánula de traqueostomía.
Tubo flexible y angiocatéter 12-14 G.
Jeringa de 10 ml.
Técnica
Deberán seguirse los siguientes pasos para su desarrollo:
1 Procederemos a colocar al paciente en decúbito supino con la cabeza hiperextendida y a continuación se desinfectará con solución antiséptica la cara anterior del cuello.
2 A continuación, vamos a localizar el espacio cricotiroideo, que es el lugar elegido para la realización de esta técnica. Para ello, en primer lugar procedemos a localizar el cartílago cricoides. Inmediatamente, por debajo y en la línea media hay una protuberancia más pequeña que es la quilla. Entre ambos elementos existe una pequeña depresión que es el espacio cricotiroideo.
3 Con la mano izquierda se fija el cartílago cricoides y a continuación con el bisturí realizamos una incisión en sentido horizontal de unos 2 cm en la piel y fascia subcutánea.
4 Posteriormente realizaremos un corte en el mismo sentido, de 1-2 cm, en la membrana cricotiroidea y profundizaremos solo lo necesario para penetrar en la tráquea.
5 A continuación, se procederá a agrandar el orificio que hemos practicado utilizando para ello un objeto romo, por ejemplo el mango del bisturí.
6 Se colocará un tubo de traqueostomía del nº 6 al 7, se aspirará la tráquea y se fijará el tubo.
7 En caso de que el paciente no presente ventilación espontánea, procederemos a ventilar con aquel dispositivo con el que contemos en ese momento: aire espirado, bolsa de ventilación, respiradores mecánicos, etc.
Recuerde
La punción cricotiroidea y la coniotomía son técnicas temporales de emergencia hasta que dispongamos de una vía aérea definitiva y que solo deben realizarse en situaciones excepcionales como último recurso y por parte de personal experto.
La toracocentesis es una técnica mediante la cual se procederá a la extracción de una acumulación anormal de aire o líquido entre las pleuras visceral y parietal mediante la inserción percutánea de una aguja o catéter en el espacio pleural. Está indicada en situaciones de emergencia con compromiso vital con el objetivo de disminuir la dificultad respiratoria que le ocasiona al paciente un derrame pleural cuantioso.
Esta técnica está indicada en las siguientes situaciones:
En caso de sospecha de neumotórax simple o hemotórax importantes.
Ante la presencia de signos clínicos de neumotórax a tensión (caracterizado por compromiso respiratorio y/o hemodinámico brusco y severo con cianosis, disnea, ingurgitación de la vena yugular, hipotensión, ausencia de ruidos respiratorios a la auscultación en el hemitórax afecto).
La realización de esta técnica en la atención prehospitalaria del paciente crítico dependerá del compromiso vital del paciente y de la distancia hasta el centro hospitalario.
Entre las contraindicaciones para la realización de una toracocentesis pueden destacarse las siguientes:
Cantidad mínima de derrame o neumotórax sin repercusión respiratoria.
Signos de infección cutánea en el lugar de punción.
Existencia de alteraciones de la coagulación.
Ventilación mecánica a presiones elevadas.
Empiema tuberculoso.
Para el correcto empleo de esta técnica se deberá contar con el siguiente material:
Guantes, apósitos, campo y gasas estériles.
Solución antiséptica (povidona yodada) y anestésico local (lidocaína 1%).
Jeringas de 10 y 20 ml.
Agujas 0,8 x 40 mm (intramusculares).
Llave de 3 pasos.
Catéter sobre aguja de 14 G.
Válvula de Heimlich (existen modelos comercializados de esta válvula o bien la podemos preparar con un dedo de guante seccionado en sus dos extremos).
Sistema de fijación: pinzas hemostáticas curvas y esparadrapo.
Los pasos que deben seguirse para la realización de este procedimiento son los siguientes:
1 Colocar al paciente en decúbito supino incorporado 30º.
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