Author: Dorian Derek
Coverdesign: Albert Castillo Art
ISBN: 978-94-0306-838-9
2020 © Las No Personas
Para Rosa Parks,
Gracias por no levantarte
Empecemos por el principio: "La mentira", ¿Qué es una mentira?:
Para Google: "afirmación que una persona hace consciente de que no es verdad". Para la RAE: "expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se piensa o se siente". Si buscamos en un diccionario normal: "expresión que contradice la verdad, dicha con intención de que sea creída". Si salimos de la lengua cervantina en el Cambridge Dictionary dice: "to say or write something that you know is not true" (algo que dices o escribes que sabes que no es verdad). En la reserva de significados francesa: "aquello que no es realmente lo que parece". La Biblia por otro lado la interpreta como: "el comienzo del pecado y su vinculación con el Diablo". Aquí nace la primera mentira, la propia definición de la 'mentira', algunos aseguran que solamente es lo que se dice, otros dan importancia a lo que se siente (la emoción), lo acompañan con el saber, cómo si hiciera falta saber la verdad para mentir, y algunos añaden también que la mentira es lo que se escribe. También dicen que no son lo que parecen, cuando muchas veces las mentiras parecen justo eso, mentiras, el hecho de que lo parezcan no las convierte en verdades: tienen armas de destrucción masiva, vamos a bajar los impuestos, mañana dejo de fumar, no tuve relaciones sexuales con Mónica Lewinsky son ejemplos de mentiras que siempre parecen mentiras y no serán verdades jamás. Por último la Biblia, los padres fundadores del tema central de este libro lo relacionan con el Diablo, sin embargo la sagrada escritura es famosa por contradecirse con frecuencia y dar por correctas verdaderas atrocidades ordenadas por un Dios que para unos tiene una forma y para otros tiene otra.
Al fin y al cabo busques donde busques olvidan lo más importante, las personas mentimos una media de 100 veces al día, desde que respondemos un "bien" hasta que preguntamos un "k tal?" y casi todas las mentiras se dicen con palabras. Por norma general mentimos a todo el mundo y la persona que más nos conoce no es una persona, es un teléfono móvil, puedes engañar a tu pareja pero nunca engañarás a Google. En el mundo virtual revelamos nuestros miedos más profundos y nuestros sueños más íntimos, ante el señor Google nos quitamos la ropa, la mordemos y se la lanzamos a la cara, nos quitamos la máscara y sacamos el verdadero "yo" a través de billones de gigabytes de datos, los cuales no puedes manipular diciendo "no es verdad, yo nunca busqué esto". El resurgimiento de los filtros, las luces, las redes, las apps de citas donde enseñamos a todos que somos mucho más felices que ellos, aunque te encuentres psicológicamente a kilómetros enterrado en un pozo. Necesitas que te envidien, sentirte importante, el más sexy, el que tiene más dinero y el que ha visitado hasta el último descampado de la tierra. La mentira es bidireccional porque mentimos al resto, pero también a nosotros mismos, queremos ser mejores de lo que somos, creamos a través de ilusiones imágenes mentales de como queremos ser y nosotros mismos nos lo acabamos tragando.
Todo el mundo miente, en absolutamente todo; en las copas que bebieron, en la frecuencia con la que van al gimnasio, en el precio de su nueva camiseta, cuando decimos estar enfermos y gozamos de una salud de oro, cuando dicen que te llamarán y jamás lo harán, te dicen que te quieren cuando no te quieren, te dejan de hablar esperando con ansia que les hables, cuando muestran ser felices y están deprimidos, cuando decimos tener más sexo del que en realidad tenemos, mentimos a nuestros padres, a nuestros amigos, a los médicos, a las mujeres, maridos y sobretodo nos mentimos a nosotros mismos. ¿Te has dado cuenta alguna vez qué te ves más bello en el espejo de lo que realmente eres?. Nos mentimos al confundir la necesidad con la voluntad, a veces estamos con personas por miedo a quedarnos solos, modificamos nuestro significado de creencias para asignar un nuevo significado a algunas de las palabras que entra en contradicción con lo que pensamos que somos o queremos ser, de esta manera podemos encajarla en nuestra propia mentalidad para creer que somos los únicos que somos únicos. Por eso cuando nos pasa algo malo no podemos creer que nos pase a nosotros y no a otro, porque a veces nos mentimos tan bien que no nos lo esperamos. Y yo te pregunto ¿por qué nuestra mente enferma? Porque nos empeñamos en centrarnos en los que se ve, en la apariencia, al final olvidamos crecer interiormente y cultivar a la persona, le damos la confianza de autodefinirnos al resto y creamos un "yo social" que hace que el "yo propio" se vuelva un actor secundario.a der ﷽﷽﷽﷽n " a quien nos rodea en vez de aceptarnos y superarnos. mpeño de interue este libro te enseña a ver man que eres much Cuando nos lanzan algún insulto o cuando nos enteramos de que nos critican nos venimos abajo, porque no se han creído nuestra mentira, nuestro autoconcepto está incompleto en el momento que otorgamos el poder de valorarnos a quienes nos rodean en vez de aceptarnos y superarnos. Lo que se ve, lo tangible, lo material, lo palpable es lo que pensamos que debe ser verdad, no queremos creer que lo que no se ve no es verdad, por eso mentimos tanto, por eso si llamas a alguien gordo se pondrá a dieta pero si lo llamas tonto no cogerá un libro. La mentira que usamos para conseguir deseabilidad social asesina a la autoestima, en otras palabras, de tanto mendigar amor ajeno acabamos con el propio. Pero siendo sinceros la mentira es una de nuestras capacidades superiores mejor desarrolladas por la evolución y nos ayuda a sobrevivir en ciertas situaciones. El autoengaño tiene dos funciones, por un lado permite engañar a los demás mucho mejor (nadie miente mejor que el que se miente a sí mismo), sobretodo a la hora relacionarse con los demás, es un tipo de inteligencia social donde la manipulación es la herramienta fundamental Por otro lado el autoengaño es una forma de evitación, pero ¿qué evitamos? Fácil, un golpe en el ego, una brecha en la autoestima que a su vez alimenta más la represión emocional. Disponemos de una gran infraestructura social para fomentar el autoengaño, algo muy usado en el lenguaje común son los refranes, siempre hay uno perfecto que puedes elegir para autoengañarte ese día: todo se merece una oportunidad/ las segundas partes nunca fueron buenas; el que sigue la consigue/ a la fuerza ni los zapatos entran; después de la tormenta siempre llega la calma/ al mal tiempo buena cara; no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy/ más vale tarde que nunca; quien te quiere no te hará llorar/ una vez al año no hace daño; más vale prevenir que curar/ si no arriesgas no ganas y un largo etcétera.
La mitomanía fue descrita por el psiquiatra suizo Anton Delbrük en 1981, los psicólogos también llamamos a este trastorno mentira patológica o pseudología fantástica. Este trastorno fue descrito como una afección padecida por aquellas personas que mentían de manera constante y repetitiva con el objetivo de conseguir la atención social y la admiración de los demás, estas personas falsifican y deforman la realidad. La característica especial de las historias de un mitómano es que las mentiras suelen ser siempre fascinantes e ideales, sin embargo no son imposibles o demasiado fantasiosas, toda su vida gira en torno a una mentira. En 1981 no sé, pero hoy en día nos hemos tenido que poner a la altura de las circunstancias y si nos guiamos por esta definición, los psicólogos pasaríamos el día generando diagnósticos solamente abriendo Instagram, así que consideramos un trastorno de mentira patológica si esto interfiere de una manera muy negativa en la persona y la incapacita para su vida diaria cuando son descubiertas, generan desconfianza en su entorno, tiene problemas legales, insatisfacción, malestar, rupturas amorosas por ello, magnifica la realidad o sufre una gran ansiedad por ello.
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