Raphael Bob-Waksberg - Alguien que te quiera con todas tus heridas

Здесь есть возможность читать онлайн «Raphael Bob-Waksberg - Alguien que te quiera con todas tus heridas» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Alguien que te quiera con todas tus heridas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Alguien que te quiera con todas tus heridas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hay una tendencia hacia un tipo de refinado pesimismo que abarca buena parte del colectivo. No es un tema reciente: ya en 1851,
Gustave Flaubert afirmaba que la tristeza es mejor compañera que la alegría forzada. Pero en la actualidad, la tristeza se celebra no se esconde.Con la misma ternura rota y el toque de melancólico cinismo de la ya icónica serie animada
BoJack Horseman, Alguien que te quiera con todas tus heridas es un recorrido por todo tipo de lugares imaginarios que el escritor une bajo la misma idea: «Busco en el dolor algo más profundo que la belleza». Cada una de las dieciocho historias de este libro recoge la inteligente mirada de
Bob-Waksberg, alternando el humor con las heridas de la modernidad. Un tránsito brillante entre la juventud y la madurez, en una época obsesionada por la visibilidad y la diferencia que, paradójicamente, nos hacen más iguales que nunca.A través de sus personajes rotos, el autor se ríe de lo que se asume como el triunfo, de la vanidad, del esfuerzo inútil de ser reconocido por los otros. Pero también indaga en la necesidad de brindar sentido al amor, la pena y el perdón. En medio de situaciones extravagantes,
Bob-Waksberg trata de encontrar un equilibrio entre todas sus pequeñas grietas y dolores invisibles, con tanta frescura como rebeldía. Los seres destartalados, solitarios, heridos, incompletos, encuentran en estas páginas un vínculo de emoción que los salva y los hace reconocibles por cualquier lector de este siglo XXI tan impredecible.Alguien que te quiera con todas tus heridastransforma el sufrimiento invisible de nuestro tiempo en algo más humano. Un improbable equilibrio que
Bob-Waksberg logra con una misteriosa sensibilidad.

Alguien que te quiera con todas tus heridas — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Alguien que te quiera con todas tus heridas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Kenny Sorgenfrei hace gestos de enfado, me mira de reojo y cierra la puerta.

Unos minutos después aparece Dorothy en albornoz. «¿Qué ocurre? ¿Qué ha pasado?».

«Lo primero: hola. Estás muy guapa».

«Peter, ¿qué sucede?».

«He estado pensando en la boda y creo que deberíamos ofrecer un sacrificio caprino».

Dorothy rápidamente convierte la palabra furiosa en verbo y furiosea directa hacia mí: «¿Es esa la emergencia?».

«Bueno, la boda es en dos semanas y tengo que encargarlas en el outlet de cabras…».

«Vale, así que cuando soy yo la que quiere yacer con el gran cura, es una tontería pasada de moda, pero como tu hermano sacrifica cabras, entonces…».

«No, no es por eso».

«¿No eras tú el que quería hacer algo sencillo?».

«En realidad», digo, «eras tú la que quería hacer algo sencillo. Pero podríamos sacrificar solo tres cabras, ¿qué más da? Contentaremos a mucha gente».

Se ajusta el albornoz. «Si hoy decidimos sacrificar diez cabras, mañana serán veintiocho, y antes de que nos demos cuenta estaremos celebrando una de esas bodas con doscientas cabras en las que la mayor parte de la ceremonia consiste en sacrificarlas».

«Yo lo único que digo es que si el Dios de Piedra maldice nuestra casa y nuestro primogénito nace hecho estatua, la que va a tener que parirlo eres tú».

Dorothy toma aire y por un momento parece que todo fuera a terminarse ahí, pero entonces dice: «Mira», y si algo sé yo de las relaciones es que nada bueno empie­­za con la palabra mira. Nadie dice: «¡Mira, qué buena idea! ¡Tienes razón! Acabemos ya mismo con esta discusión».

«Mira», dice. «He estado dándole muchas vueltas. En parte yo sola, y en parte… hablándolo con el Gran Cura Kenny Sorgenfrei».

«¿Hablándolo? ¿Hablando de qué?».

«De muchas cosas, Peter».

«¿Por qué hablas de muchas cosas con Kenny Sorgenfrei? Se supone que solo tienes que yacer con él, no hay necesidad de hablar».

«A veces, después de yacer, surge la conversación».

«Pero eso no forma parte del acto. ¿Desde cuándo es eso parte del acto?».

«Hay gente», dice con un ligero tono de urgencia en la voz, «a la que le gusta hablar después, en lugar de ponerse a dormir. Lo cierto es que resulta agradable».

«Vale, así que conversáis. ¿Y sobre qué son esas conversaciones?».

«Como bien sabes, Kenny yace con muchas futuras novias —la mayoría de ellas, vaya—, y dice que, normalmente, las novias que ve no tienen tantas… dudas».

Bueno, si algo sé yo de las relaciones es que si hay algo peor que un mira, eso es un tengo dudas.

«¿Tienes dudas?».

«Pues sí, algunas».

De repente siento como si estuviera hablándole a otra Dorothy, una Dorothy nueva, diferente, con la que no sé comunicarme. Intento encontrarme con su mirada, pero no lo consigo. «Tienes conversaciones, tienes dudas… ¿qué te pasa?».

«Últimamente has pasado mucho tiempo en la cantera. Siento que nunca te veo, y… No creo que eso presagie nada bueno sobre nuestro matrimonio».

«¿Presagie nada bueno? ¿Pero quién habla así? ¿Ha sido Kenny Sorgenfrei el que ha dicho eso?».

«Bueno, él lo expresó con palabras, pero yo sola ya sentía que el presagio no era demasiado bueno».

«Me he estado dejando la piel en la cantera para poder darte la boda perfecta».

«Pues no es eso lo que parece. Parece que te quedaras trabajando hasta las tantas porque no quieres pasar tiempo conmigo».

«¿Crees que no quiero pasar tiempo contigo?».

«¡Digo que es lo que parece!».

«Vale, si no quiero pasar tiempo a tu lado, ¿entonces por qué me caso contigo?».

«¡No lo sé!», grita. «¿¡Por qué lo haces!?».

Inmediatamente pienso en cien Cosas que No Debería Decir, pero no consigo pensar en una sola Cosa que Debería Decir, así que en lugar de eso grito la menos mala de las Cosas que No Debería Decir que se me ocurren, que es: «¡Por todos los motivos normales!».

Jamás he escuchado a una persona pronunciar una frase con el desdén con el que Dorothy me devuelve el: «¿Por todos los motivos normales?».

«Sí», digo. «Los motivos normales. Pues que te quiero y que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Los clichés manidos, como que aun cuando estoy enfadado contigo te quiero, o que el mejor momento del día es despertarme a tu lado. Y que no soporto que sean estas las cosas típicas y comunes a todos los enamorados, porque quiero pensar que nuestro amor es especial —que es más grande y tiene más interés que cualquier otro amor que alguien haya sentido antes—, pero la realidad desgarradora es que el amor que siento por ti es así de congruente y predecible y aburrido.

Percibo que Dorothy se tranquiliza un poco, lo que es bueno, ya que no tengo nada más que decirle.

«¿Es por eso por lo que quieres que haya cabras en nuestra boda?».

«Por lo que a las cabras respecta… Le he prometido a tu padre que sí que iba a haber. Tuve que pedirle dinero porque te compré el Huevo Promesa Felix Wojnowski y no lo podía pagar».

Dorothy se lleva una mano a la boca. Se le ilumina la mirada. «¿Me has comprado el Wojnowski?».

«Sí», digo. «Fue una estupidez. Toda esa historia es una chorrada. Pero… Te quiero».

Dorothy sonríe. «Bueno, eso no tiene nada de estúpido», lo dice en un tono desapegado que noto que intenta que resulte chulesco, pero como se le rompe la voz y los ojos le brillan por culpa de las lágrimas, suena como si fuese la cosa más sincera del mundo.

«¿No?», pregunto y ella sacude la cabeza.

«¿Estás de coña?», dice con suave dulzura. «Estoy encantada».

Ahora bien, dejadme que os diga, yo ya pensaba que Dorothy era guapa, pero cuando estoy de pie en el altar y la veo entrar en la Iglesia Buena vestida con su túnica nupcial —con las vidrieras detrás de ella—, en fin, podría llegar vivo a los cien años y seguiría siendo la cosa más hermosa que hubiera visto jamás. Y en ese momento pienso: esta es la mejor forma de celebrar una boda, porque es la clase de boda en la que, cuando tiene lugar, al final me caso con Dorothy.

Mi hermano pequeño se encarga del sacrificio de las cabras —nos plantamos en cincuenta, una cifra redonda— y todo sale según lo planeado, sin contar que media hora después, durante la lectura del poema de Gertrude Stein a cargo de la tía Estelle, resulta que una de las cabras no se ha muerto del todo y acaba saltando del altar de sacrificio y dando tumbos por el pasillo rebuznando, chillando y salpicando sangre por todas partes. Mi hermano pequeño salta y trata de atraparla, pero es un animalito resbaladizo, todo cubierto con la sangre y las tripas de las otras cuarenta y nueve cabras. La sangre salpica por todas partes y mi madre se inclina hacia mí y susurra: «Por eso hay que contratar a un profesional».

Y claro, todo esto desquicia a uno de los chicos del Coro Aullante.

Empieza a Llorar y Sacudirse y Proclamar Lamentos. Y entonces el chico que hay a su lado empieza a Llorar y Sacudirse y Proclamar Lamentos. Y antes de que te des cuenta, los doce han saltado de su bancada y están con los ojos en blanco, Llorando y Sacudiéndose y Proclamando Lamentos.

Mientras tanto, la tía Estelle todavía está leyendo el poema de Gertrude Stein, y como no sabe qué hacer, se pone a leerlo más y más alto.

Mi madre se inclina hacia mí y me susurra: «Por el amor de Dios, ¿puedes ir a echarle una mano a tu hermano?».

Y corro hacia el pasillo y mi hermano persigue a la cabra, que acaba entre mis brazos. Me resbalo con la sangre y caigo de culo, pero me aferro con fuerza al animal, que no para de retorcerse, para que no se escape. Mi hermano está temblando, y para cuando ya es demasiado tarde, me doy cuenta de por qué la mayoría de las parejas esperan a que llegue el final de la boda para darle el cuchillo ceremonial del sacrificio caprino al primo más pequeño y que lo tire por el barranco. Siempre me pareció algo cortarrollos cerrar con eso, que es el motivo por el que quisimos despachar pronto al pequeño Tucker, pero claro, ahora lo entiendo. Uno va a querer tener ese cuchillo bien a mano.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Alguien que te quiera con todas tus heridas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Alguien que te quiera con todas tus heridas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Alguien que te quiera con todas tus heridas»

Обсуждение, отзывы о книге «Alguien que te quiera con todas tus heridas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x