Walter Duer - Malditos Viajes
Здесь есть возможность читать онлайн «Walter Duer - Malditos Viajes» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Malditos Viajes
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:4 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Malditos Viajes: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Malditos Viajes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Walter Duer revela la intimidad de un periodista especializado en viajes con las alegrías y penurias que conlleva el ejercicio de dicha profesión.
Malditos Viajes — читать онлайн ознакомительный отрывок
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Malditos Viajes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Hay una larga tradición de libros satíricos sobre viajes en la que se inscribe más que dignamente el de Walter Duer: los del húngaro británico Georges Mikes sobre cómo ser un alien en Inglaterra; Un hotel es un lugar de Shelley Berman, un comediante de stand up norteamericano que describió con enorme gracia las desventuras que uno enfrenta habitualmente en esos establecimientos; Su atención por favor (Guía del turista perfecto) de Dave Barry, que ironiza acerca de las conductas de los viajeros ante “lo diferente” de cada destino. Lo que distingue a Malditos viajes es lo circunstanciado y preciso de sus anécdotas. Me recuerda a las muchas que incluye en su libro de memorias Un gran paso atrás el querido Jorge Schussheim, que recientemente partió para EL viaje, entristeciendo a quienes lo conocíamos, con la diferencia de que Jorge entraba en cólera ante cada contratiempo o enfrentamiento con choferes de taxi, changadores o recepcionistas de hoteles, eventos que describía con su agudo humor.
Seguramente cada lector se sentirá tentado de agregar sus propias experiencias en este campo. A mí mismo me costó reprimir el deseo de competir con el autor, incluyendo aquí algunas mías.
Soy (¿era?) uno de esos neuróticos relativamente pudientes que, después de mi retiro profesional, necesitaba tener por lo menos tres viajes a la vista planificados, con boletos y hoteles reservados, para ser feliz. Siento –y reconozco que es una frivolidad imperdonable– un síndrome de abstinencia cada vez que veo vacía la carpeta donde guardaba habitualmente los comprobantes impresos de esas reservas. No tengo derecho a quejarme por eso en estas circunstancias.
Leí inicialmente este libro hace varios años cuando su autor me lo presentó para que considerara la posibilidad de editarlo. Volví a leerlo ahora, antes de abocarme a estas líneas. En ambas oportunidades me hizo sonreír a menudo y reír a carcajadas varias veces. En el contexto en que va a aparecer, no sería extraño que los lectores terminen de leerlo llorando por la nostalgia ante los viajes imposibles y necesiten sus pañuelos, no para decir adiós en aeropuertos o estaciones, sino para enjugar sentidas lágrimas. A pesar de eso, invito a adentrarse en estas páginas de tersa prosa, por las que uno se desliza con la agilidad con que lo hace un esquiador haciendo slalom, experiencia que hasta ahora he sabido evitar.
Daniel Divinsky
American Advantage 4HF5086
Mileage Plus 00326 104 060
Fréquence Plus 1021 204 865
Aerolíneas Plus 04693230 (y siguen las firmas)
INTRODUCCIÓN
Por qué viajamos. En serio… ¿Por qué?
Disclaimer: este libro fue escrito antes de la pandemia de coronarivus de 2020, por lo que no solo se puede disfrutar como una crónica de viajes irreverente, sino también como un registro histórico.
Viajamos porque nos gusta. Viajamos porque necesitamos viajar. Viajamos porque amamos decir que viajamos. Viajamos para sacar fotos. Viajamos para comprar electrónicos que no se consiguen en nuestro país de origen. Viajamos porque se casan unos primos que viven en Inglaterra. Viajamos porque mamá murió en Buenos Aires y somos hijos únicos y alguien tiene que ir a vaciar la casa. Viajamos porque nos recomendaron un restaurante que queda a 140 kilómetros. Viajamos porque vivimos en un centro turístico y ahora que empieza la temporada alta se vuelve insoportable. Viajamos porque escapamos de una guerra o del hambre o de las dos cosas, que suelen venir empecinadamente juntas. Viajamos para estudiar afuera. Viajamos para visitar a un hijo que está estudiando afuera. Viajamos porque somos ejecutivos que nos tienen de aquí para allá todo el año, como si nos pagaran un sueldo que abarcara las 24 horas del día los siete días de la semana. Viajamos para dar una conferencia magistral. Viajamos para una feria. Viajamos porque tenemos que presentar un libro. Viajamos porque formamos parte de un circo. Viajamos para trabajar de lavacopas en Europa. Viajamos porque nos becaron. Viajamos para buscar un futuro mejor. Viajamos para olvidar un pasado peor. Viajamos para eludir un presente anodino. Viajamos.
Si uno se parase en una puerta de entrada de una estación de autobuses, de una terminal de trenes o de una aeropuerto y preguntase a cada uno de quienes pasan por allí: “¿Por qué viaja?”, lo más probable es que reciba una respuesta diferente por cada persona que decida contestar. Si la mini encuesta continuase, la segunda pregunta debería ser: “¿Le gusta viajar?”.
Aquí es donde sigue haciendo efecto el hechizo que en algún momento alguien ejerció sobre la humanidad toda y que aún no se rompe (y que, probablemente, no se rompa jamás): la mayoría dirá que sí, que seguro, que obvio, que faltaba más. En esa mayoría, habrá madres a punto de desmayarse porque llevan a upa a un niño de cuatro años desde hace horas, jóvenes con mochilas cuyos pesos duplican el de sus respectivas masas corporales y que ya establecieron un rictus de dolor en sus rostros, personas maduras que se acaban de despilfarrar medio sueldo sólo porque a los taxis que llevan hasta el aeropuerto decidieron cobrar más que el promedio y ancianos con problemas de movilidad que saben que tienen por delante horas y horas de incomodidad y esperas para llegar a una playita.
¿Cómo funciona? ¿Por qué una actividad tan orientada al público masoquista, como la de los viajes, tiene tantos adeptos?
No faltan las argumentaciones positivas, por supuesto:
Se conocen países, lugares, culturas, formas de vivir.
Se conciben amistades con personas afines que habitan en la otra punta del mundo.
Se aprenden idiomas, costumbres, historias.
Se saborean opciones gastronómicas nuevas, alternativas, diferentes.
Se acumulan recuerdos, aromas, romances, anécdotas, fotografías.
Y las dos más neoliberales:
Se juntan millas para seguir sufriendo en viajes sucesivos.
Se compran productos en el free-shop .
Aquí, entonces, se cuela el análisis basal que da origen a este libro (leer lo que está entre signos de interrogación a los gritos, por favor): ¿Eso es todo? ¿Y vale la pena? ¿Gastamos una fortuna en pasajes y alojamientos para ver unos cachivaches rotos de hace miles de años cuya autenticidad somos incapaces de develar? ¿Soportamos que nos cacheen en un aeropuerto como si fuésemos los hijos biológicos de Osama Bin Laden y hubiésemos heredado sus peores conductas para hacernos amigos de un tipo al que ni siquiera le entendemos del todo bien cuando nos habla? ¿Toleramos demoras eternas de los medios de transporte para ver un tipo con taparrabos que tranquilamente podemos visualizar a través de YouTube desde nuestro living? ¿Pasamos horas en el aire en un aparato idéntico al que se cayó en Lost para ir un rato a una playa, juntar tres caracoles, comprar una remera con la inscripción “Aruba” y volver a volar esa misma cantidad de horas? Inconcebible. Pero real.
Es hora de hacer una aclaración: amo viajar. Por mi profesión, paso una buena parte del año en aviones, automóviles en ruta, autobuses, barcos y otros medios de transporte. Y soy parte de ese hechizo maléfico. En Buenos Aires, donde vivo, tomo un café de la mejor calidad y a los pocos minutos mi esófago estalla cual Vesubio de bilis. En el avión, bebo ese brebaje que bien podría ser agua de alcantarilla y mi aparato digestivo lo recibe como si fuese arroz integral. En Buenos Aires paso más de tres minutos en un embotellamiento de tránsito y los ojos me salen disparados de las órbitas. En la sala de espera de la terminal de ómnibus avisan por el altoparlante que el que me corresponde saldrá con ocho horas de demora, si es que sale, y sólo atino a estirar las piernas y revisar en mi mochila cuál será mi siguiente lectura. En Buenos Aires un señor me pide permiso para toquetearme la entrepierna y corro a avisarle al primer policía disponible (siempre y cuando no haya sido el policía el del convite). En un aeropuerto, un señor de seguridad me pide permiso para toquetearme la entrepierna y separo mis extremidades, generoso.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Malditos Viajes»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Malditos Viajes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Malditos Viajes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.