Por último, en el suroeste del país se encuentra una llanura costera dominada por el monte Camerún y las desembocaduras de dos ríos: un vasto estuario en el caso del Wouri justo al pie del monte Camerún y el delta que conforma el Sanaga más al sur.
Estos relieves tan variados,fruto de una historia geológica de múltiples niveles, han recibido además la influencia de numerosos cursos de agua, cuya acción ha conformado accidentes geográficos como picos, domos o estribaciones rocosas, con caídas y rápidos a menudo espectaculares. Estos ríos generalmente tienen un caudal muy irregular (especialmente en el norte), con fuertes aumentos de los niveles de agua durante la temporada de lluvias.
Estas variaciones dificultan su utilización para el tráfico fluvial, pero representan un recurso muy interesante para la producción hidroeléctrica, lo que justifica la construcción de varios embalses (como en Edea, en la carretera de Duala a Yaundé, Song-Loulou, en las proximidades de Edea, Lagdo en el norte del país, Mbakaou, Koloza, etc.).
Y aunque el aguaha creado una geografía muy particular, los diferentes relieves de Camerún, por su parte, han impuesto a los ríos varias cuencas bien distintas. La más importante es la que conduce al océano Atlántico en el suroeste del país, por la que pasan ríos como el Nyong, el Wouri y el Sanaga. En el norte, el lago Chad es el destinatario de las aguas fluviales, especialmente las del río Logone (que marca la frontera entre Chad y Camerún). Todavía quedan dos últimas cuencas controladas por dos gigantescos ríos de los países vecinos, el Congo en el sur (el Ngoko) y el Níger en el oeste (el Benue).
Debido a los numerosos lagos, cascadas y ríos, a las lluvias a veces intensas, a sus cordilleras volcánicas —lejos de estar dormidas como demostró el monte Camerún hace apenas siete años—, a las regiones áridas en la frontera norte con el Sahel y a la quema de rastrojos, Camerún es realmente la tierra del agua y el fuego.
Clima
En términos climáticos, Camerún es también muy diverso. La parte del país al sur de Adamaua está bajo influencia ecuatorial, marcada por un clima cálido y húmedo, con lluvias abundantes y regulares (aunque menos intensas fuera de la estación lluviosa, es decir, entre noviembre y mayo), y temperaturas por encima de los 25 ºC casi todo el año.
Las provincias del litoral y el suroeste gozan de frecuentes precipitaciones; incluso pertenecen a las regiones del mundo con los índices de lluvia anual más altos: 8000 mm en las laderas del monte Camerún y hasta 10000 mm (¡o sea, 10 m de lluvia al año!) en las proximidades de Debunscha.
Más hacia el norte, nos dirigimos gradualmente hacia un clima tropical, con una distinción más marcada entre las estaciones lluviosas y las secas, tanto en términos de temperatura como de precipitaciones. Sin embargo, este clima tropical se ve atenuado por la altitud en las regiones montañosas del oeste y en la parte central del país, en las mesetas de Adamaua. Por último, el extremo norte, cerca del lago Chad, cuenta con un clima saheliano o tropical seco.
Flora y fauna
Fauna
GAROUA - Hipopótamo en la orilla del río Benue.
© Sébastien CAILLEUX
Aunque la fauna en Camerún no es tan rica y variada como en África oriental o austral, aquí pueden observarse la mayoría de los grandes animales de la sabana y de los bosques tropicales: leones, guepardos, elefantes, jirafas, hipopótamos, antílopes, gacelas, pangolines, facóqueros, alcéfalos o búbalos, manatíes, así como numerosas especies de monos (incluidos algunos gorilas, en el santuario de Mengeme, en el sureste del país), reptiles (tortugas, cocodrilos, serpientes), aves, peces e insectos.
Aves.Camerún presenta una gran diversidad de aves tropicales. En efecto, se pueden avistar más de novecientas especies, lo que sin duda satisfará a todos los ornitólogos, ya sean profesionales o aficionados. No obstante, semejante profusión de aves tiene sus inconvenientes —si es que podemos llamarlo así—, ya que es muy difícil para los científicos elaborar un inventario exacto y actualizado de los lugares de la población de las distintas especies y estudiarlas. Entre todas ellas (la mayoría están protegidas), cabe destacar el avestruz, el ave más grande del mundo, que encuentra refugio principalmente en el Parque Nacional de Waza; y el turaco, que se parece a un gran faisán con su abigarrado plumaje y que es fácil de reconocer por su canto repetitivo, que recuerda un poco al del gallo, aunque menos estridente; además del picatartes cuelliblanco o pavo calvo, un ave multicolor bastante rara, la garza real, el gran cálao terrestre norteño o abisinio, el lorito senegalés, las gangas, las francolinas…
Peces.Frente a las costas camerunesas, el océano está repleto de peces, y dado que la pesca no está muy desarrollada en el país, esta abundancia hace las delicias de los turistas que vienen a disfrutar de la pesca deportiva en el golfo de Guinea (los patrones de los barcos ofrecen excursiones desde el puerto deportivo de Duala o desde Kribi). De diciembre a mayo, se pueden ver marlines, peces espada, doradas, barracudas
(también abundantes en noviembre), tarpones… En noviembre, los peces que más se ven son sobre todo las grandes barracudas.
En cuanto a los ríos y los lagos (en particular el lago Chad), también albergan numerosas especies de peces. Además, se organizan excursiones de pesca en piraguas tradicionales que permiten observar muy de cerca a otros de los habitantes de los cursos de agua: los hipopótamos.
Elefante.El animal mítico de la sabana africana está bien representado en Camerún, especialmente en el parque de Waza, donde no es raro cruzarse con grandes manadas. En efecto, los elefantes suelen vivir en pequeños grupos familiares de entre diez y veinte individuos, que se agrupan regularmente alrededor de los puntos de agua (como la charca de los elefantes en el parque de Waza) o las zonas de alimentación para formar manadas mucho más importantes.
La vida social de los elefantes se rige por el matriarcado, es decir, son las hembras las que lideran el grupo. Un elefante tiene una esperanza de vida de entre sesenta y setenta años, pesa entre 5 y 6,5 toneladas e ingiere unos 250 kilos de comida al día. Es una especie protegida en Camerún, al igual que en otros lugares, pero lamentablemente también es abatido aquí por los cazadores furtivos en busca de marfil. Conviene remarcar que la legislación muestra una cierta laxitud respecto a los cazadores, ya que solo prohíbe la caza con arma de fuego, pero a menudo sigue tolerando la práctica tradicional —lanza, arco y flechas— para los cazadores locales. Así pues, la ley no impide el comercio fruto de esta caza y que se multipliquen las capturas, sobre todo teniendo en cuenta que se permite matar a los elefantes que causan daños a los cultivos… Un pretexto utilizado demasiadas veces.
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