Registro de propiedad intelectual / All rights reserved under: Nº 2021-A-2196
ISBN: 978-956-6048-48-0
ISBN digital: 978-956-6048-49-7
Imagen de portada / Cover image: Claudio Correa, Bling-Bling, 2019.
Fotografía / Photograph: Cristina Sandoval
Diseño / Design: Paula Lobiano Barría
Corrección / Proofreading: Edison Pérez
Traducción / Translated from the Spanish: Rodrigo Fuenzalida Del Favero
© ediciones / metales pesados, Santiago, 2021
© ediciones / metales pesados
© De las y los autores / From the Authors
© Claudio Correa
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Madrid 1998 - Santiago Centro
Teléfono: (56-2) 26328926
Diagramación digital: ebooks Patagonia
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Santiago, Chile, marzo, 2021
Proyecto financiado por FONDART, convocatoria 2018
Índice
Introducción: Recuperar la visión
Beatriz Bustos Oyanedel
De la ironía, el montaje y el deseo. Acerca de la obra de Claudio Correa
Ticio Escobar
Claudio Correa y la hiperrealidad de una historiografía reprimida
Cecilia Fajardo-Hill
Espectros visibles, poderes opacos
Alexandra Laudo [Heroínas de la Cultura]
Obras / Works
Blinking lights
Violence and institutional emblems in the work of Claudio Correa
Reseñas biográficas / Biographies
Introducción:
Recuperar la visión
Beatriz Bustos Oyanedel
Poder y jerarquía, política e ideología, son asuntos de interés para Claudio Correa. Los acontecimientos históricos y su devenir en diferentes imaginarios y símbolos, y como estos son plasmados en diferentes objetos y soportes, han sido su campo de investigación y producción artística durante los últimos años, con una mirada historiográfica, relacionada con el mundo hispanoamericano y especialmente de América Latina. Para llevar a cabo estas investigaciones ha hurgado en archivos, realizado entrevistas, identificado y clasificado objetos recolectados en ferias y colecciones. Posteriormente construye sus obras con estos elementos. Son obras construidas desde fragmentos. Fragmentada y con vacíos es posible narrar una historia de dictaduras y violencia.
Correa realiza un levantamiento acucioso de imaginarios visuales, en donde águilas, rostros de perfil o frontales, cuerpos, laureles, aparecen junto a himnos, partituras, sonidos. Estos son resignificados a través de sus cruces, materialidades y deconstrucciones. Quizá los cruces que establece Correa para reproducir estos nuevos imaginarios se basan en materiales opuestos: metal y cera, reflejo e imagen, sonido y silencio. Los modela para atenuar el peso de la violencia de los diferentes hechos históricos llevados a cabo por el mundo militar y delictual que están presentes en sus obras. Podremos así entrar a esos mundos.
La ironía con que Correa esboza sus obras se disuelve (como la cera), dando paso a sentimientos inclasificables en donde horror, rechazo, memoria, trauma y belleza se funden (como la cera) frente a nosotros.
Las puestas en escena de las obras de Correa nos invitan a repensar conceptos y nos interpelan más allá de la revisión que podamos realizar de ciertos acontecimientos históricos y sus contradicciones. Correa nos insta a observar nuestra propia relación con el poder y la jerarquía en el presente. Nos incita, tal como él hace a través del arte, a revertir órdenes preexistentes.
Las banderas e iconografías han omitido muchas veces los imaginarios de las diferentes culturas que traen consigo los flujos migratorios al desplazarse por diversas partes del globo. Estos objetos son una oportunidad para crear con ellos núcleos que disuelvan, desde el arte, los absolutismos todavía presentes y dar paso así a nuevas dinámicas más inclusivas y participativas. Acaso podamos de esta manera tomar conciencia, evitar, o al menos aplazar la consecuencia más devastadora que los acontecimientos históricos de violencia y abusos de poder dejan como legado: la imposibilidad de ver. Correa y su obra nos llama a recuperar la visión.
Recorremos este libro junto a tres ensayos escritos el 2020, cuya profundidad y particularidad aportan en ampliar nuestras miradas y a la vez son una posibilidad más para inscribir en el campo de las artes visuales la rigurosa investigación de Correa. Es así como “De la ironía, el montaje y el deseo” de Ticio Escobar, “Claudio Correa y la hiperrealidad de una historiografía reprimida” de Cecilia Fajardo-Hill y “Espectros visibles, poderes opacos” de Alexandra Laudo, se cruzan junto a la presentación de las obras que van del 2013 al 2019, periodo en que Correa profundiza en la iconografía de los emblemas.
Fig. 1: Croquis a tinta de grabación de voces de Libertad, Igualdad, Fatalidad, 2016, por María Elena Cárdenas.
Ink sketch of voice recordings from Freedom, Equality, Fatality, 2016, by María Elena Cárdenas.
Fig. 2: Partituras de Marsellesas en Castellano transformadas en himnos de fuerzas políticas: Marsellesa Socialista de Chile, Marsellesa Aprista del Perú, Marsellesa Anarquista de Argentina y Marsellesa de la II República de España. Recreaciones hechas por Claudio Correa, Santiago, Chile, 2011.
Marseillaise scores in Spanish transformed into hymns of political forces: Socialist Marseillaise of Chile, Aprista Marseillaise of Peru, Anarchist Marseillaise of Argentina, and Marseillaise of the II Republic of Spain.
Recreations made by Claudio Correa, Santiago, Chile, 2011.
Fotografía / Photograph: Claudio Correa.
De la ironía, el montaje y el deseo.
Acerca de la obra de Claudio Correa
Ticio Escobar
1.
La ganancia de las obras que apuestan fuerte es su contundencia: los resultados potentes provienen de las propuestas más jugadas en su planteamiento y su desarrollo. Claudio Correa encara con temeridad situaciones cuya extrema complicación las hace, en general, ser evitadas o, al menos, ser encaradas mediante merodeos cautelosos y sesgados. La impresión que causan las instalaciones de Correa se origina en la audacia con que él se lanza, directamente, a asumir cuestiones riesgosas. Asuntos expuestos a caer en denuncialismos y obviedades, proclives a apelar a efectos espectaculares o conceptos por demás resbalosos.
Pero Correa sabe que el asunto más peligroso, el más dispuesto a tragar las formas, o estetizarlas, requiere el oficio de la distancia. Acercarse mucho es apostar fuerte; supone la agilidad necesaria para zafarse a tiempo e implica la aptitud de interponer mediaciones capaces de desviar el resultado previsible y despertar preguntas nuevas. El arte plantea el desafío de tratar cualquier contenido siempre que adopte posiciones rápidas, aptas para preservar esa distancia. La mínima distancia requerida por la mirada, exigida por el deseo; la que permite registrar el brillo furtivo del aura. Las obras más firmes resultan de haber zozobrado sobre bordes filosos, en cornisas y márgenes inseguros: un breve traspié habría bastado para arrojarlas a uno u otro lado (el del contenidismo ramplón o el del formalismo esteticista).
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