Comprender la jerarquización del patrón de asentamiento diferenciando espacios favorables en relación con el acceso a recursos estratégicos y la ubicación privilegiada para realizar actividades de subsistencia agrícola, lacustre, de caza o recolección.
Examinar el patrón de asentamiento distinguiendo sus elementos característicos para analizarlos mediante modelos geográficos y modelos de formación social, que permitan la clasificación de sitios, niveles de interacción entre sitios y su función en el paisaje.
Conocer la tendencia de los sitios arqueológicos a determinadas actividades, lo cual nos permitirá buscar evidencias que nos hablen de una economía especializada.
La arqueología es una disciplina envuelta en relaciones multidisciplinarias que, constantemente, se abre espacios y se nutre con innovaciones de otros campos de la ciencia; sus relaciones y aperturas con distintas disciplinas han hecho de ella un albergue propicio para nuevas propuestas teórico-metodológicas favorables para entender las sociedades pretéritas a partir de las evidencias materiales.
Una de estas innovaciones, incorporada de manera paulatina por los arqueólogos en su quehacer científico, es la aplicación de los Sistemas De Información Geográfica (sig), plataformas digitales enfocadas, inicialmente, en la geografía y, después, en otras disciplinas, en las que el componente espacial y territorial es significativo (Howey y Brouwer-Berg , 2017).
En la actualidad, se usan para almacenar información con el propósito de utilizarla en análisis espaciales que permitan ver patrones culturales en sus áreas de estudio. La habilidad de los sig para combinar un amplio número de capas de información medioambiental y cultural ha permitido ampliar el panorama de la interpretación de los paisajes arqueológicos y, con ello, el conocimiento de la estructura social de culturas pretéritas.
Existe un creciente interés en círculos académicos por la aplicación de los sig en arqueología, debido a su potencial (Brughmans et al., 2017, 2018; Chapman et al., 2003; Conolly, J. y Lake, M., 2006; Gillings, 2012, 2015, 2017; Huggett, 2013; Johnson, J., 2006; Kohut, 2018; Landeschi, 2018; Llobera, 2003, 2012; Parcak, 2009; Wescott y Brandon, 2000; Wheatley, 2014; Wheatley y Gillings, 2002); la razón es que “es un poderoso conjunto de herramientas para la recolección, almacenamiento, recuperación, transformación y demostración de datos espaciales del mundo real, estos propuestos a objetivos particulares” (Burrough y McDonnell, 1998: 11). 3
Aplicación de los sig en este estudio
Los sig son una herramienta que los arqueólogos acogieron rápidamente por sus beneficios: su capacidad de manejar grandes volúmenes de datos espaciales y su desarrollo en el análisis espacial, lo cual ha permitido a los investigadores plantearse problemáticas complejas, antes impensables.
En este sentido, esta investigación utiliza varias aplicaciones de sig para realizar determinados análisis que ayuden a comprender el espacio de la tradición Teuchitlán. el uso de estas aplicaciones es recurrente en la arqueología (Chrysanthi et al., 2012; Conolly, J. y Lake, M., 2006; Cooper y Green, 2015; Ćučković, 2015, 2016a, 2016b; Fovet y Zaksek, 2014; Newhard et al., 2008; Llobera y Sluckin, 2007; Llobera, 2011; Van Lanen et al., 2015; Verhagen et al., 2016). En este caso se retoman metodológicamente los análisis realizados por Grau Mira (2002, 2017) para el caso del territorio en el área central de la contestania Ibérica y se combina con la propuesta teórica de arqueología del paisaje (Criado, 1999; Parcero, 2002). Esta conjunción de enfoque teórico y metodología permiten abordar los objetivos planteados en esta investigación.
Las formas del espacio
Creación de cartografía digital especializada para realizar análisis básicos y presentación adecuada de los resúmenes obtenidos
Los sig son una herramienta potente que permite almacenar, gestionar, analizar y visualizar información georreferenciada. Esta información es indispensable para el tratamiento de datos. En este apartado se hacen labores de búsqueda, recolección, procesamiento y almacenamiento de información de tipo medioambiental y arqueológica. El objetivo es mostrar un panorama de los aspectos fisiográficos de la zona de estudio, recabando no solamente datos medioambientales actuales, sino, en lo posible, datos paleoambientales. En este mismo apartado se describen los sitios arqueológicos utilizados en la investigación.
La deconstrucción del espacio
Realización de análisis de explotación económica
En este apartado se realiza el análisis formal y deconstructivo del espacio arqueológico, por lo que se han empleado, básicamente, tres tipos de análisis para cumplir tres propósitos: primero, conocer la relación y explotación económica de los sitios arqueológicos con el espacio físico o natural; segundo, la interrelación entre los sitios arqueológicos y su patrón de movimiento y, finalmente, las condiciones de visibilidad y cuencas visuales de los sitios arqueológicos (Mayoral et al., 2017; Parcero, 2001, 2002; Parcero et al., 2019).
El estudio de los patrones de territorialidad y su explotación económica están estrechamente relacionados con cómo está estructurada espacialmente una sociedad; sus estudios se originan en la llamada arqueología procesual, también denominada Nueva Arqueología. este tipo de arqueología fue fuertemente influenciada por la utilización de modelos geográficos aplicados con ciertas variantes a problemáticas arqueológicas.
Uno de estos modelos de explotación económica es el Análisis de Captación De Sitio (sca, por sus siglas en inglés). este término lo introdujo en la literatura arqueológica Vita-Finzi y Higgs, en 1970. Ellos lo definen como “el estudio de las relaciones entre la tecnología y los recursos naturales que se encuentran dentro del rango económico de los sitios individuales” (Vita-Finzi y Higgs, 1970: 5). 4
De acuerdo con Roper (1979: 121), el sca se desarrolló, originalmente, como una respuesta a la constatación de que, en diferentes momentos y lugares del entorno biofísico, se pueden ofrecer posibilidades muy distintas para la explotación, teniendo en cuenta que hay una distancia finita que las personas están dispuestas a viajar para explotar su medio ambiente.
El sca es un método para el estudio de la ubicación de sitios arqueológicos con respecto a los recursos económicos que están disponibles en torno a ellos, y se deriva de la teoría de forrajeo óptimo. El principio básico de este método es que entre más alejados estén de los recursos básicos del sitio, mayor será el coste económico de su explotación (Wheatley y Gillings, 2002: 144).
Una de las críticas más importantes se refiere a la forma de aproximarse al espacio, el modo tradicional en el que se ha usado el sca no considera la topografía y trata el paisaje como un plano cartesiano, las distancias y territorios se calculan utilizando la geometría euclidiana, la cual no considera los accidentes del terreno, es decir, que es mucho más fácil moverse en un plano en comparación con una pendiente pronunciada. Por esta razón, es más adecuado considerar el tiempo tomado o costos que se originan cuando se investiga el movimiento entre sitios o territorio de asignación (Wheatley y Gillings, 2002: 151), por lo que se realiza un análisis de superficie de coste para compensar este aspecto.
El propósito de la aplicación del análisis de costos de superficie se basa en encontrar una similitud de la representación geográfica digital más acorde con la realidad, modificando los rasgos topográficos naturales por medio de modelos matemáticos —denominados superficies de fricción—, para simular los costos de desplazamiento en distancia, tiempo y/o energía.
Читать дальше