•Mente: ¡Va! Para media hora ni saco los apuntes.
•Tú: No los sacas, no estudias, y posiblemente estás un buen rato diciendo: «La verdad es que algo podría haber estudiado».
•Mente: ¡Qué va! Solo era media hora, no te da tiempo ni a respirar.
Y así podréis estar las dos, durante horas, con el tira y afloja de buscar excusas para no generarnos dolor.
•Situación: está nublado y hace fresquete. Tenías programado salir a correr.
•Mente: ¡Ufff, seguro que hace frío! Si salgo puede que me resfríe. Mejor lo dejo para mañana.
(Y ahí es cuando coges el móvil y te pones a ver tonterías en las redes, perdiendo un tiempo valiosísimo…). Tu mente empieza a lanzarte millones de excusas y todas te cuadran.
•Situación: quieres adelgazar unos kilitos.
•Mente: El lunes empiezo a cuidarme. Total, si empiezo dos días antes dará igual. Para eso, lo hago el lunes y así disfruto el fin de semana.
(Y ese lunes casi nunca llega).
¿Entiendes que, si no la educamos, la mente (que es muy poderosa) hará lo que quiera con nosotros? ¡No podemos dejarla que vaya a sus anchas!
Un truco para esto es que cada vez que tu mente vaya a buscar una excusa o te esté contando un cuento chino, le digas:
Yo contigo no negocio
Y posteriormente, sigue haciendo lo que tu verdadero «yo» quería hacer y la mente no le dejaba. Comprobarás que, tarde o temprano, la mente se cansará y dejará de hacer de las suyas y serás dueño y señor pleno de ella.
Por eso, lo ideal es que cada vez que obtengas un resultado no deseado (sea en la situación que sea, y que siempre dependa de ti), elijas entre dos opciones: buscar excusas o centrarte en el resultado.
Si elijes buscar excusas, no te preocupes ni sufras en exceso. La mente tiene toda una gama variada y extensa de las más variopintas justificaciones que te van a venir bien en multitud de ocasiones. A veces, hasta podrás reutilizarlas. Y otras, te verás conscientemente pensando: «A ver, ¿qué excusa me busco?».
En cambio, si elijes enfocarte en los resultados puedes hacerte estas tres preguntas y así la próxima vez serán mejores:
•¿En qué contexto global he obtenido este resultado? Miro más allá del propio hecho y evalúo la situación en toda su perspectiva.
•¿Cuál es el pensamiento erróneo que da origen a ese resultado? Aquí analizo qué es lo que suelo pensar o qué genero en mi mente para obtener ese resultado.
•¿Qué voy a hacer para que el resultado sea diferente la próxima vez, y sea el que yo quiero obtener? Es decir, qué debo cambiar para obtener el resultado que quiero.
Como ejercicio para comprender mejor esto, te propongo que escribas en un folio de qué te responsabilizas al 100 % y respondas a las tres preguntas. Así, la próxima vez sabrás actuar de otra manera y mejorarás tus resultados.
Me responsabilizo de………………………………
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Preguntas:
¿En qué contexto global he obtenido ese resultado?
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¿Cuál es el pensamiento erróneo que da origen a ese resultado?
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¿Qué voy a hacer para que el resultado sea diferente la próxima vez, y sea el que yo quiero obtener?
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Quesitos de la vida
La rueda de la vida, o los «quesitos de la vida», como yo la he llamado, fue creada por Paul J. Meyer, autor de conocido renombre en el campo del desarrollo personal. Esta herramienta es un clásico del coaching, muy fácil de rellenar, pero al mismo tiempo es difícil porque debes ser absolutamente franco contigo mismo y no engañarte en el puntaje que te das.
La rueda de la vida (figura 1) nos proporciona una visión amplia de las parcelas de nuestra vida y una perspectiva un tanto alejada que nos permite separarnos un poco de lo que está ocurriendo, para tomar distancia y verlo de una manera más objetiva e imparcial.
A mí me gusta mucho porque su simpleza la convierte en una de las herramientas más potentes que existen para darme cuenta de qué va mal en mi vida. Es muy gráfica y expone plenamente áreas a mejorar y aquellas que están como nos gustan.
Lo bueno de hacer este ejercicio es que yo soy la que mido y valoro el resultado, sabiendo a simple vista si algún área está como yo pienso o si debería cambiar o mejorar algo.
Como verás en la imagen que pongo más abajo, el funcionamiento de la rueda es terriblemente sencillo. Yo he puesto las áreas que uso generalmente con mis clientes; son genéricas y suelen ser las que más comúnmente preocupan a las personas.
Tú podrás rellenar cada quesito con la parcela que consideres. Igualmente puedes añadir o eliminar la porción que quieras, aunque al principio te insto a que la rellenes así y luego experimentes, porque de esta forma tendrás una visión general de lo que son las parcelas en la globalidad de todo ser humano.
Figura 1: Rueda de la vida genérica
Las parcelas que yo propongo de forma genérica son muy fáciles de entender. Sin embargo, hay un par de ellas que requieren aclaración, y es conveniente hacer un repaso por todas.
•Salud. Es un área bastante sencilla de entender y valorar. Una manera muy fácil de sacar un valor aquí es con la observación. ¿Eres de las personas que enferman con asiduidad? ¿Haces deporte con regularidad? ¿Tus analíticas (colesterol, glucosa, tensión arterial…) están dentro de los estándares de normalidad? ¿Estás lleno de vida o por el contrario vas «arrastrándote» por todos lados? ¿Es más fácil encontrarte bebiendo bebidas azucaradas o agua? ¿Has aumentado de peso los últimos meses y/o años?
Puedes enumerar cientos de preguntas, todas relacionadas con la salud y sus efectos colaterales. Piensa en todas las posibilidades y responde según consideres.
•Dinero. Aquí es importante la relación que tienes con el dinero. ¿Gastas por encima de tus posibilidades o ahorras? ¿Te permites el lujo de algún caprichito o por el contrario vives comprándote cosas innecesarias? ¿Sabes salir y disfrutar de una cena pese a que sea un pelín cara? ¿Sabes en qué nivel económico te encuentras? ¿Quieres más o te es suficiente con lo que tienes? Imagina todas las posibilidades y premisas y responde desde la más absoluta franqueza.
•Amor. Si tienes pareja, ¿es la persona con la que quieres estar? Y si no tienes, ¿crees que dispones de tiempo suficiente para conocer a esa persona que te llenaría? ¿Crees que mereces ser amado? ¿Consideras que el estar en pareja es algo bonito y conveniente? O por el contrario piensas que es una pérdida de tiempo. ¿Las relaciones te duran mucho o acaban pronto? ¿Tu nivel de compromiso contigo mismo y con tu pareja es igual, mayor o menor?
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