JOSÉ RAMÓN HERRERA GOYA
LUMBRE
EXLIBRIC
ANTEQUERA 2021
LUMBRE
© José Ramón Herrera Goya
Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric
Iª edición
© ExLibric, 2021.
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ISBN: 978-84-18730-28-3
JOSÉ RAMÓN HERRERA GOYA
LUMBRE
A mis amigos Anabel, Ane, Manolo, Rober y Xabi,que celebran conmigo los momentos felicesy me apoyan en las situaciones difíciles.
PRÓLOGO PRÓLOGO Una experiencia cumbre es indescriptible, inefable. Las palabras no llegan a definir lo absoluto. Por eso, debemos experimentarla, y la poesía puede acercarnos. Digamos que es un intento de aproximación. Sabemos que somos materia y energía, así como todo lo que nos rodea, todo el universo, incluidos nuestros seres queridos y nuestro propio ser. En nuestra esencia somos pura energía, energía de vida, como la de una margarita o un pez; solamente nos diferencia la forma, es decir, la materia. La expresión de dicha energía es diferente, pero la esencia es la misma: es la vida que podemos sentir en nosotros mismos y en el movimiento del universo. Es sencillo ver la materia; sin embargo, a veces la energía no se puede ver, solamente se siente; quizás como una caricia o como un golpe. Es fácil sentir la energía que nos transmiten los demás, por ejemplo, un beso. Pero ¿sentimos la energía que hay en nuestro interior? Para poder captarla con facilidad podemos recurrir a la luz, porque la luz es también un tipo de energía que se puede ver. Incluso la electricidad pasa inadvertida hasta que se transforma en luz. ¡Haz una prueba! Cierra suavemente los ojos y observa la luz que traspasa tus párpados; puede ser roja, naranja, amarilla, verde o azul. Dependiendo de la intensidad luminosa del exterior, podrás llegar a ver todos los colores del arcoíris. Relájate y contempla la luz que, poco a poco, penetra por tus ojos, invade tu cerebro y paulatinamente llena todo tu ser. Si esto lo repites todos los días, con serenidad y en estado meditativo, un día la luz te inundará y llegarás a sentirte uno con ella. Habrás experimentado la esencia de la vida, la energía, que —como sabes— ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Una sencilla experiencia cumbre. Este poemario, Lumbre, contiene intentos de transmitir diferentes experiencias cumbre, sobre todo en el capítulo dedicado a mi luz, y deseo que te ayude a que tú tengas las tuyas propias. José Ramón Herrera Goya
MI POESÍA MI POESÍA
MI LUZ MI LUZ
MI FILOSOFÍA
DEDICATORIAS
Una experiencia cumbre es indescriptible, inefable. Las palabras no llegan a definir lo absoluto. Por eso, debemos experimentarla, y la poesía puede acercarnos. Digamos que es un intento de aproximación.
Sabemos que somos materia y energía, así como todo lo que nos rodea, todo el universo, incluidos nuestros seres queridos y nuestro propio ser. En nuestra esencia somos pura energía, energía de vida, como la de una margarita o un pez; solamente nos diferencia la forma, es decir, la materia. La expresión de dicha energía es diferente, pero la esencia es la misma: es la vida que podemos sentir en nosotros mismos y en el movimiento del universo.
Es sencillo ver la materia; sin embargo, a veces la energía no se puede ver, solamente se siente; quizás como una caricia o como un golpe. Es fácil sentir la energía que nos transmiten los demás, por ejemplo, un beso. Pero ¿sentimos la energía que hay en nuestro interior?
Para poder captarla con facilidad podemos recurrir a la luz, porque la luz es también un tipo de energía que se puede ver. Incluso la electricidad pasa inadvertida hasta que se transforma en luz.
¡Haz una prueba! Cierra suavemente los ojos y observa la luz que traspasa tus párpados; puede ser roja, naranja, amarilla, verde o azul. Dependiendo de la intensidad luminosa del exterior, podrás llegar a ver todos los colores del arcoíris. Relájate y contempla la luz que, poco a poco, penetra por tus ojos, invade tu cerebro y paulatinamente llena todo tu ser.
Si esto lo repites todos los días, con serenidad y en estado meditativo, un día la luz te inundará y llegarás a sentirte uno con ella. Habrás experimentado la esencia de la vida, la energía, que —como sabes— ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Una sencilla experiencia cumbre.
Este poemario, Lumbre, contiene intentos de transmitir diferentes experiencias cumbre, sobre todo en el capítulo dedicado a mi luz, y deseo que te ayude a que tú tengas las tuyas propias.
José Ramón Herrera Goya
Mi poesía es para el pueblo,
porque se comprende al vuelo,
aunque tenga fondo y argumento
de manera muy simple está expuesto.
Si alguna complicación me huelo,
la quito y por eso hago lo que puedo
para decir lo mismo sin tener ensueño,
evitando así estar por florituras envuelto.
Cualquiera puede entrar en mi ruedo,
pues a todos lanzo el señuelo
y, al final, mi único sueño
es que estés risueño.
Un día sin poesía
es como un cielo gris,
que en donde el sol lucía
ahora solo sombra está ahí.
Un día sin poesía
la tristeza llega a ti,
pues ella es la alegría
que siempre te hace feliz.
Un día sin poesía
no lo quiero para mí,
porque su canto es vida
cual agua que en fuente bebí.
Poeta es el que juega,
las palabras menea
y a su manera
la rima crea.
También espera
que quizás lo leas
y por eso se esmera
para que él te merezca. Tal vez te ruega
que sensible seas
y así tú comprendas hasta qué cima llegas.
De gran alegría te llenas,
y quitando las penas,
al poeta besas,
eso él desea.
Lo bueno de la poesía
es que no es pragmática,
sin tener una meta escondida.
Lo bueno de la poesía
es que delata la hipocresía
de esta sociedad de la mentira.
Lo bueno de la poesía
es que no utiliza la rima
para vender una mercancía.
Lo bueno de la poesía
es que vale por sí misma,
no necesita una madrina.
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