Paola Freinquel Schleifer - Péndulo Hebreo Originario

Lo anterior, es muy importante aclararlo a la persona que se acerca a realizarse una sesión, en mi opinión tanto de Péndulo Hebreo como de otras disciplinas. Aclarar por un lado que el terapeuta no es un Médico, Curandero, ni nada similar y por el otro lado que mucho más de él depende el resultado (paciente) como del mantenimiento de la sanación a la que se va a abrir a recibir.

Por ende, es muy importante indicar a todo paciente que “tiene que abrir la conciencia” y que él también tiene “que decretar y tener su propia/s convención/es”.

También es importantísimo poner un claro de madurez y transparencia respecto al post tratamiento: cada uno debe continuar por sí mismo su sanación y evolución, más allá de la necesidad de una nueva sesión o no. Sino la persona no avanza, no evoluciona.

Lo importante es entender que más allá de cualquier intermediario

/ sanador / guía es que cuando se tiene el conocimiento de cómo y porqué suceden las cosas, nadie puede ser sometido por el entorno, y así, el poder original permanece intacto en cada persona.

Así es como posterior a cualquier sesión de Péndulo Hebreo (y en mi opinión, cualquier tipo de sanación) es que “la responsabilidad” pasa al paciente/persona receptor de esta bendición llamada Péndulo Hebreo. Y depende de él su evolución y crecimiento.

Lo mismo que al terapeuta le compete delegar ese poder y transmitir esa confianza y fe en el paciente, invitándolo a la auto sanación, lo que hablará de una evolución como sanador, tanto o más importante que cualquier exitosa sesión que realice.

El Péndulo Hebreo puede ser de Madera de Haya, de Nogal o sino de Cerezo. Lo que pude encontrar en común en estas tres maderas es que son las Maderas consideradas Duras y Resistentes. Su tamaño debe ser aproximadamente de 5cm de largo por 3cm de diámetro.

Dos ranuras de una lado, tipo estrías: que cuando es colocado hacia abajo - paciente “emite - restaura - da” es decir irradia las “ondas forma”, el otro lado liso: que cuando es colocado hacia abajo “detecta”.

Lo atraviesa un cordón de entre 15 cm. a 20 cm. de largo de 3 Hilos, que de uno y otro lado tiene un nudo para que pueda darse vuelta el hilo y usar así el péndulo de uno y otro lado.

El Péndulo Hebreo no se tiene que lavar, ni enterrar, ni exponerlo al sol o a la luna, como otros instrumentos, piedras o péndulos. Es bueno contar con dos Péndulos, por cualquier eventualidad.

El hilo puede ser blanco o negro según gusto – necesidad. Intuitivamente comparto que el hilo negro podría usarse para casos de mayor peso y/o enfermedad física profunda. Como así también se podría intercambiar en la misma sesión los Péndulos si así lo siente el terapeuta.

Lo mismo que al terapeuta le compete delegar ese poder y transmitir esa confianza y fe en el paciente, invitándolo a la auto sanación, lo que hablará de una evolución como sanador, tanto o más importante que cualquier exitosa sesión que realice.

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