Tiffany McDaniel - Betty

Здесь есть возможность читать онлайн «Tiffany McDaniel - Betty» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Betty: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Betty»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un coming-of-age lírico, espiritual y feminista ambientado en el Ohio rural de los años sesenta e inspirado en la historia familiar de la autora. Soy Betty Carpenter, nací en una bañera en 1954 y crecí en el pueblo de Breathed, Ohio. De mis ocho hermanos fui la única que heredé la piel oscura de mi papá Landon, que era cheroqui. De niña creía que ser cheroqui significaba estar atado a la luna. También quería ser una princesa con un vestido hecho de carcasas de cigarra y alas de violetas.¿Tú te has visto en el espejo?, me decía mi mamá Alka, que arrastraba tantas piedras del pasado como las que tenía mi hermanito Lint en la cabeza. Yo ofrendaba flores de cerezo y medias de nailon de mamá al río para quitarme el moreno, pero no funcionaba. Tampoco le funcionaba el río a mi hermana Flossie, que le mandaba cartas a Elvis en botellas que nunca recibían respuesta.Flossie nació para ser una estrella. Mi dulce hermana mayor Fraya, en cambio, lo hizo para cargar con las piedras malditas de las mujeres de la familia. Y yo nací, según papá, para ser la calabaza, la protectora de mis hermanas. Ese es tu cometido, Pequeña India. Él, con su magia ancestral y su infinita ternura, me enseñó que era poderosa.

Betty — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Betty», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Subí silenciosamente al parachoques y me metí a gatas por la ventanilla abierta del portón trasero. Me escondí debajo de unas mantas y esperé. No hice ningún ruido cuando mamá salió de casa dejando que la puerta mosquitera se cerrase de un portazo. Llevaba su bolso raído abierto debajo del brazo y usaba las manos libres para abrir un pasador con el que recogerse la parte más rubia del cabello.

—¿Fraya? —gritó ella en tono áspero.

Fraya se levantó rápido y corrió a la parte delantera. Se detuvo a mitad de los escalones del porche con un pie descalzo encima del otro.

—¿Sí, mamá? —preguntó.

—Vigila a Lint. —Mamá sacó el bolso de debajo del brazo y lo cerró—. Está en la cocina. Si se pone a llorar, enséñale una piedra. Tengo que ir a recoger a tu padre. Jesús bendito. Con ese hombre, cuando no es una cosa, es otra.

Fraya subió los escalones de lado haciendo sitio para que pasase mamá.

—Y cuando vuelva no quiero oír que Lint te llama mamá otra vez —advirtió mamá a Fraya—. ¿Entendido, muchacha?

—Lo hace él solo. —Fraya bajó la vista—. Yo no se lo enseño.

—No te hagas la inocente conmigo. Sé a lo que te dedicas, acunándolo y llamándolo «mi bebé». Más vale que te enmiendes y empieces a portarte como una hermana con él. ¿Me oyes, muchacha? Tienes quince años y todavía tengo que estar encima de ti como cuando tenías cuatro.

Fraya mantuvo la vista gacha mientras subía el resto de los escalones asintiendo con la cabeza.

—Ya puedo dar el día por perdido —dijo mamá subiendo al coche.

Lanzó el bolso al salpicadero y se frotó las manos antes de meter la llave de contacto. Después de tres intentos, el motor arrancó. Mamá giró bruscamente en el jardín para salir al camino de tierra.

—Ese hombre no se para a pensar que tengo otras cosas que hacer —dijo hablando en voz alta consigo misma, agarrando el volante con una mano y dándole manotazos con la otra—. La colada y los platos y la educación de sus hijos no importan. Nooo. Yo tengo todo el tiempo del mundo para estar en la carretera.

Encendió la radio. Aproximadamente a mitad de una canción, se puso a cantar. Tenía una voz que cuando la oías decías: «Vaya, seguro que es una madraza».

Conforme nos acercábamos a las minas, me tapé los oídos para protegerme del ruido de los camiones que pasaban. Mamá apagó la radio y redujo la velocidad al entrar en el aparcamiento de la oficina. Yo pensaba salir de repente y sorprender a papá, pero cuando me asomé por debajo de las mantas para mirar por la ventanilla, me asusté al ver qué se acercaba.

—El monstruo de la mina —susurré para mis adentros.

Tenía la piel negra de la carbonilla. Cojeaba arrastrando la pierna derecha. Supe que estaba dolorido por cómo se inclinaba hacia delante, apoyando el brazo en la barriga como si se hubiese hecho daño en las costillas. Tenía el labio inferior abierto y un corte profundo encima de la ceja izquierda. Aunque las heridas eran recientes, costaba creer que la sangre y el dolor no le hubiesen acompañado siempre.

Me pregunté por qué se dirigía a nosotras, pero a medida que se acercaba, le vi los ojos. Me di cuenta de que el hombre encorvado no era el monstruo de la mina. Era mi padre.

—Pero ¿qué diantres…?

Mamá puso el coche en punto muerto y dio un tirón al freno de mano.

Estaba a punto de abrir la puerta, pero papá le hizo un gesto con la mano para que se quedase dentro.

—Vamos, Landon.

Ella miró rápido a su alrededor, y me recordó un ciervo en un campo desprotegido.

Papá avanzaba tambaleándose con las manos en la barriga. Me di cuenta de que le dolían las costillas. Había visto a mi padre tiznado de negro antes, pero esta vez parecía que tuviese distintas capas de color. En la mejilla izquierda se le habían corrido las capas y le habían quedado unas rayas. Le miré la frente. Alguien había deslizado un dedo húmedo por el carbón y había escrito una palabra. Ya había oído a los demás llamar eso a mi padre. Pronuncié la palabra mudamente al mismo tiempo que mamá la susurraba en voz alta mirándole también la frente.

Clavé los dientes en la manta para no gritar.

¿Cómo se atreven a hacerle eso?, pensé. ¿No saben quién es mi padre?

Era un hombre que sabía que había que plantar una semilla a una profundidad equivalente al segundo nudillo de un dedo. Y que sabía que no había que poner el maíz muy junto.

—Si no, los tallos crecen más débiles —decía—. Las mazorcas salen más pequeñas. Y los granos no tan llenos.

¿Acaso no sabían eso? ¿Que era el hombre más sabio del puñetero país? ¿Y tal vez del mundo entero?

Me escondí debajo de las mantas y escuché a papá gemir mientras se sentaba en el asiento delantero, dejando la pierna derecha fuera.

—Me han roto la pierna como si fuese de cristal —dijo introduciendo la pierna en el coche.

Mamá lo apremiaba a que cerrase la puerta más rápido.

—Venga —lo instó—. Date prisa antes de que vengan a rematar la faena.

Una vez que él estuvo dentro del coche, mi madre metió una marcha. Manejaba la palanca de cambio mejor que la mayoría, pero los nervios le hicieron soltar el embrague. El coche avanzó dando tumbos, me impulsó contra el respaldo del asiento, y el motor se paró.

—Calma, Alka. Calma. —Papá procuró que no le temblase la voz—. No pasa nada. Arranca otra vez.

—Jesús bendito, cierra la puerta.

Le salió una voz aguda mientras giraba la llave rezando para que se encendiese el motor. Cuando arrancó, dio gracias a Dios. Se obligó a levantar el pie despacio del embrague.

—Así se hace.

Papá miró por la ventanilla a los hombres que nos observaban. Ellos también estaban negros del carbón, pero cuando se quitaron las gafas de protección, vi que tenían la piel blanca alrededor de los ojos.

—Salgamos de aquí —dijo papá.

Mamá aceleró levantando polvo con las ruedas. Cuando salió a la carretera principal, giró tan bruscamente que pensé que íbamos a dar una vuelta de campana.

—No tan deprisa, Alka. —Papá miró el velocímetro—. Si nos para la policía, será peor.

Después de reducir la velocidad al límite permitido, ella lo miró y le preguntó qué demonios había pasado.

—Prefiero que vayamos a casa y no hablemos del asunto —contestó papá.

Vio carbonilla en la puerta del coche. Se dio cuenta de lo sucio que estaba. Se inclinó hacia delante como si quisiese salvar el asiento.

—Quiero saber qué narices ha pasado —insistió ella.

—Nada nuevo, Alka. La misma mierda de siempre.

Él le explicó que desde el día que había entrado a trabajar en la mina, los demás hombres no habían querido llamarlo Landon. Le habían puesto apodos como Tonto y Loro Sentado.

—Y también otras cosas —dijo, alzando la vista hacia su frente.

Acto seguido le contó que los hombres se negaban a montar en el ascensor con él.

—Como entres con el bueno de Landon Carpenter, saldrás sin la cabellera.

Dijo que daban alaridos y se tapaban la boca imitando un grito de guerra indio que lo más probable es que hubiesen visto en una película del Oeste llena de tipis de atrezo y tópicos de Hollywood.

—Cualquiera diría que en las minas —dijo—, donde todos los hombres acaban negros del carbón, no habría separación entre nosotros. Que trabajaríamos unidos.

—Tú nunca serás uno de ellos. —Mamá no apartaba la mirada de la carretera—. Ellos solo necesitan jabón y agua para ser mejor que tú.

—¿Eso es lo que piensas? —preguntó él.

—Es lo que piensa el mundo, Landon. ¿No lo entiendes? No puedes quitártelo por mucho que te laves.

—No quiero quitármelo —aclaró él—. Solo quiero poder trabajar en paz y sin miedo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Betty»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Betty» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Betty»

Обсуждение, отзывы о книге «Betty» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x