Emilio Parra Rubio - Una gabardina azul

Здесь есть возможность читать онлайн «Emilio Parra Rubio - Una gabardina azul» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Una gabardina azul: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Una gabardina azul»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Qué nos depara el destino? ¿Qué turbulencias pueden zarandear nuestra existencia sin percatarnos de ello? ¿De verdad creemos que la buena suerte nos va a acompañar toda la vida? Este personaje lo ha perdido todo, no sabe dónde refugiarse y se expone a los avatares de la dura realidad. ¿Qué le queda después del fracaso? ¿A qué puede agarrarse? Quizá a una simple prenda de abrigo…Una gabardina azul narra la rocambolesca historia de un hombre, un simple vagabundo, cuya vida cambia cuando lo confunden con un famoso escritor. El protagonista se debate entre la duda y la determinación, lo que le lleva a vivir una aventura plagada de situaciones extremas y adversidades.Con estilo directo pero poco convencional, esta obra transmite un vaivén de emociones y reivindicaciones sociales plasmadas en un personaje culto y sensible con el que cualquiera podría sentirse identificado.

Una gabardina azul — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Una gabardina azul», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Una foto, una maldita foto que prueba la evidencia de mi desfachatez. Rodrigo sonríe y hace palmas en señal de victoria. Yo muevo la cabeza en señal de negación.

En un momento dado están los dos fuera de la barra rodeándome mientras uno retrata al otro. Media sonrisa en mi cara, que más bien es una mueca de desagrado, delata las pocas ganas que tengo de permanecer inmortalizado, quizá colgado de alguna de estas paredes.

—Mándame una copia —exclama Rodrigo visiblemente entusiasmado a su compañero.

—Está bien, gracias. —Sigo sin saber muy bien qué decir.

Veo en el espejo tintado que tengo enfrente cómo la mujer del pelo castaño ha dejado de escribir en su libreta, se levanta del sillón y se acerca a la barra, justo en el lado donde estoy yo.

El corazón comienza a latirme con más fuerza. Es absurdo.

—¿Qué te debo? —le pregunta al camarero mientras rebusca en un pequeño bolso que lleva colgado del hombro.

Saca un monedero forrado en hilo de diversos colores y se dispone a pagar. Gira su cabeza hacia mí y me regala una sonrisa con cierta dosis de atrevimiento. Creo que no me he inmutado lo más mínimo, pero cuando vuelvo la vista a mi taza de café, soy incapaz de pensar en otra cosa que no sea la mujer que tengo aquí a mi lado.

—Uno con veinte —responde el barman.

Inevitablemente vuelvo a mirarla. Ella levanta de nuevo sus párpados hacia mí. Ahora el que esboza una sonrisa partida soy yo.

—Hoy debe de ser mi día de suerte —susurro lo suficientemente fuerte para que me oiga.

Ahora su sonrisa se vuelve más espléndida si cabe.

—¿Por casualidad es usted Roberto Gallián? —pregunta refrendando mi frase anterior.

El pelo castaño le cae lacio sobre los hombros cubriendo en parte dos delicadas orejas adornadas por un par de perlas nacaradas. Me mira con unos ojos color miel que dejan entrever su determinación. La luz de la lámpara se refleja en su iris como si de un túnel a ninguna parte se tratara. Casi puedo asomarme para mirar dentro y solo he dicho unas pocas palabras. Tiene unos labios finos pero bien enmarcados. Dos pequeñas líneas que se forman justo en la comisura le proporcionan una expresión de felicidad perturbadora.

—Eso dicen —contesto a sabiendas de que no le estoy mintiendo.

El camarero sigue frente a nosotros contemplando la escena.

La mujer respira hondo. Yo casi me quedo sin aliento cuando pronuncia su nombre y furtivamente nos damos un par de besos en la mejilla. Cuánto tiempo hacía que no besaba..., que no sentía esas interferencias eléctricas que por un momento desconectan mis neuronas dejándome completamente alelado. Tanto tiempo que ya ni me acordaba.

El camarero ha ido a atender a otro cliente que acaba de entrar.

Margarita es su nombre.

—¿Le importaría firmarme un autógrafo?

Lo que me faltaba hoy.

—En fin, no me importaría si en realidad fuera...

—Es para mi sobrina, que ha leído alguno de sus libros. Yo he de confesarle que no he tenido la oportunidad —me interrumpe sin darme tiempo a terminar la frase.

—Bueno, siendo así... —respondo automáticamente. Me dejo llevar, sin justificación alguna, por la enorme mentira que se va forjando a mi alrededor.

La mujer mete la mano en el bolso y saca una pequeña libreta mostrándome la última página. Página en blanco esperando ser manchada por mi tembloroso garabato.

—¿Cómo se llama su sobrina? —pregunto con una ligera desgana.

—Andrea.

Con afecto para Andrea. R. G . Un par de iniciales tan retorcidas como mi dudosa honestidad.

—Gracias, seguro que le hará mucha ilusión —dice guardando el bloc.

Su perfume impregna mi mente de sensaciones nuevas que no reconozco. La miro y percibo cierto nerviosismo, no inferior al que recorre mi cuerpo. Intuyo que tiene prisa, la prisa de quien tiene alguien que le espera.

—¿Qué le trae por aquí? —pregunta cordialmente.

—Un asunto familiar. —Se produce un silencio incómodo—. Nada relevante, hacía mucho tiempo que no venía por aquí y decidí hacerlo por pura nostalgia. Puede incluso que me quede una temporada, ya veremos.

—¿Tiene familia en esta ciudad?

—La tuve en su día —respondo sin calibrar muy bien lo que digo.

—Bueno, espero que todo le vaya bien.

Una despedida intrascendental como no podía ser de otra forma y me quedo frío, frío como la noche y solo, solo como siempre.

La cafetería se ha quedado insulsa, apagada y aburrida. No aguanto ni un minuto sobre el taburete.

Todo el buen estado de ánimo que tenía hace un momento ha ido decayendo conforme avanzo por el bulevar. Roberto Gallián va dejando sus trozos esturreados por la acera desde el mismo instante que he abandonado la cafetería, hasta dejarme completamente en pelotas frente al maldito espejo.

La cena de la residencia me sabe de distinta manera. La comida no me agrada el paladar como otras veces. Lo mejor: el vaso de vino que me calienta el alma. Me siento profundamente deprimido. La realidad comienza a golpearme con sus latigazos de pobreza inmunda. Pobreza inmunda y real que me conduce con una fuerza invisible arrastrando los pies hacia el parque. Esta noche no dormiré caliente, no tengo derecho a despertar bajo un techo protector. Me debo una penitencia y mi cuerpo no merece muchas más atenciones. Tras sobornar con piropos a la secretaria de la asociación, adquiero media botella de vino con los vales del economato y me voy derecho a buscar un lugar donde dar rienda suelta a mis extremidades. La noche y sus estrellas harán el resto. Llevo en la riñonera mi vieja libreta y lo que queda de un lápiz. Así me encuentra la media luna que asoma fugazmente entre las nubes, beodo, en horas bajas, sin fuerzas para mantener mi autoestima erguida, profundamente aturdido por una melancolía inusual. Hace tanto tiempo que no lloro que tengo grietas en los párpados y el lagrimal seco como el páramo.

Lagrimal seco de flujo escaso ,

garganta roma que no acepta un trago ,

piernas cansadas, esqueleto vago ,

raído, quebrado, no me hace caso .

Los hombros, ¡ay, los hombros!..., caídos

buscando el suelo por donde piso .

Colgando unos brazos que

no he pedido .

¿Para qué los quiero?

Si no dan abrazos

o los dan sin sentido...

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Una gabardina azul»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Una gabardina azul» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Una gabardina azul»

Обсуждение, отзывы о книге «Una gabardina azul» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x