Por otra parte, más allá de los modos, los grados de polemicidad oscilan entre diversos puntos posibles, tres de ellos dan lugar a subdisciplinas y formas tipificadas de argumentación:
• El antagonismo de la erística, que practica y estudia la argumentación como combate
• La polémica dialéctica, que busca la convicción racional
• El contrato de la negociación, que pretende resolver un conflicto entre las partes por mutuo acuerdo
Tras la negociación, el diálogo diluye la argumentación hasta llegar a su grado cero en la conversación como mero intercambio narrativo descriptivo. Otras formas de la discusión como la discordia, la conciliación y la colusión ocupan también un sitio, pero no dan lugar a formas claramente desarrolladas en la teoría, aunque la conciliación tiende a emerger como todo un cuerpo teórico en el análisis de asuntos privados como la familia y el matrimonio, y en asuntos públicos como el fin de las guerras o de los enfrentamientos raciales o étnicos. En algunas discusiones emergentes de la ciencia política, es vital la función conciliadora, para mantener la estabilidad y sanar las heridas que dejan los conflictos sociales, ideológicos y de poder. Los soportes significantes, por último, son tres y constituyen el campo de las ciencias del lenguaje:
• La argumentación verbal
• La argumentación paraverbal (es decir, lo que acompaña al habla) que es un componente necesario de toda argumentación oral
• La argumentación no verbal, que resulta cada vez más importante de analizar en un mundo regido por los medios audiovisuales, la computadora y el internet (estudiado por Gilbert dentro de lo que llama el modo de la argumentación «visceral», que alude a lo físico, a los hechos y a lo contextual)
Dada la escasez de críticas autónomas, recuentos y reflexiones latinoamericanas, no he querido centrarme en un solo tipo de texto al tratar las distintas subdisciplinas, modos y soportes del argumentar, sino que oscilo entre diversas orientaciones que permitan al libro constituirse en un punto de referencia global, con las posibilidades y límites que ello implica:
• La exposición teórica de múltiples aproximaciones a cada subdisciplina (lógica, dialéctica, retórica, semiótica, hermenéutica y de análisis del discurso) para mostrar diversas interconexiones así como los puntos de vista incompatibles y los focos de conflicto con el enfoque discursivo social; esto fomenta el aprecio de la amplitud y totalidad del campo, aunque impide profundizar en muchos casos y obliga a algunos juicios cuyos fundamentos no siempre pueden exponerse con suficiente amplitud. De cualquier manera, el lector que domina la lengua inglesa y esté interesado en penetrar más hondo en algún enfoque o concepto puede acudir a la bibliografía citada y en particular al extenso libro Fundamentals of Argumentation Theory, que detalla muchas de las teorías de la argumentación contemporánea.
• La exposición polémica de los enfoques y ensayistas que más interesan al autor debido a sus consecuencias filosóficas, teóricas y políticas; la elección, aunque justificada, es en parte subjetiva y se centra en los siguientes autores: Naess, Crawshay-Williams, Toulmin, Habermas, van Eemeren y Grootendorst, Perelman, Ducrot, Grize y Vignaux. Por razones de trayectoria y afinidad personal abundo en las referencias a Plantin, Gilbert y Haidar, quienes han sido mis maestros. Los enfoques más atendidos son el dialéctico erístico y el semiótico discursivo. Acentúo además la exposición sobre los temas de lo no verbal y lo emocional. En todos los casos cito bibliografía útil para adentrarse en los distintos autores, enfoques y temas cuando así se desee.
Los ejes polémicos principales son los siguientes: la insuficiencia de los enfoques lógico y dialéctico crítico para comprender la argumentación natural; la inadecuación de la exclusión de lo emocional, lo no verbal y el conflicto en el análisis de la argumentación cotidiana; la defensa de un enfoque lo más integral posible en la teoría de la argumentación frente a las visiones nacionalistas y reduccionistas; la valoración de la razón poética, así como de la complejidad de la razón discursiva natural, sobre todo para fines de evaluación de la argumentación cotidiana y de las ciencias sociales; y la necesidad de ampliar la visión de la pragmática hacia la consideración de los componentes ideológico, político y social de los argumentos. Con esto último, hago una defensa de la importancia y aportes de las aproximaciones discursiva, hermenéutica y semiótica que ligan el estudio de los argumentos a sus condiciones globales de producción, recepción y circulación.
• La exposición enciclopédica que busca dejar pocas cosas fuera y permitir al lector ubicar autores y problemáticas nucleares; es claro que no es posible profundizar en todos los puntos tocados desde esta perspectiva tan amplia, ya que esto será materia de varios libros futuros más específicos y acotados. Sin embargo, el lector podrá, a partir del texto, acudir a otras referencias para aceptar o rechazar con mayor conocimiento de causa los puntos de vista del autor. La visión panorámica del presente libro se justifica porque no existe en ningún otro texto en español y el lector interesado de habla castellana tendría que acudir a una montaña de textos para hacerse de una idea global.
• La exposición histórica se limita a los trabajos posteriores a 1947 y excluye las menciones extensas al pensamiento crítico, la lógica informal y diversos acercamientos lógicos que han sido más difundidos por los académicos mexicanos.
En suma, la virtud de este enfoque mixto a la vez enciclopédico, teórico, polémico y parcialmente histórico es dar al lector una panorámica crítica de la producción de 1947 a la fecha desde la perspectiva del análisis del discurso, la argumentación natural y el pensamiento democrático radical. El texto contribuye además con propuestas teóricas para el estudio de la emoción, el conflicto, lo no verbal, y al análisis de los funcionamientos discursivo-argumentativos. Aunque los funcionamientos discursivos son el objeto de análisis del libro Argumentación y discurso, y lo no verbal es materia de un libro en preparación sobre la argumentación visual.
El defecto de una aproximación tan general es que impide tratar en profundidad algunos de los conceptos y aspectos tocados, además de que imposibilita la exposición del suficiente número de ejemplos deseables para un texto de aplicación analítica. De cualquier manera, en cada capítulo incluimos algunos ejemplos y nos adentramos en el análisis de ciertos aspectos argumentativos del texto de la primera «Declaración de la selva lacandona» emitida por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el primero de enero de 1994 (mismo ejemplo que utilizamos también en el libro Argumentación y discurso) como una ilustración que permita captar la multidimensionalidad de un texto argumentativo, así como la realidad dialógica de todo discurso, aunque la plena argumentación se da en la confrontación real de posiciones independientes y contrapuestas respecto a determinado problema en un contexto de debate.
La amplitud de cobertura del libro obedece a una vocación de complejidad y humanismo moderno radical que guarda nexos con la totalidad de Pascal y Hegel, así como con la de Feyerabend y la epistemología del caos, la complejidad y la incertidumbre de Morin o Capra. El conjunto de puntos esbozados, entre los cuales se presentan algunos cruces, da lugar al capitulado nuclear de este libro que comprende las siguientes secciones:
• La argumentación: discusión de aspectos generales del argumentar (definiciones, operaciones y funciones argumentativas nucleares, así como estudio del campo de la problematicidad en lengua castellana) para introducir al lector en el tema a partir de ciertos elementos compartidos de base.
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