y quedó encantado por su derrota en las elecciones presidenciales de 1960. Considerado al vencedor, el senador de Massachusetts John F. Kennedy, como un socio mucho más presumible para la distensión, , pero fue sorprendido por las duras declaraciones del recién estrenado Presidente norteamericano y las acciones durante los primeros días de su administración. Jrushchov logró una victoria propagandística en abril de 1961 con el primer vuelo espacial tripulado y Kennedy una derrota con el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos. Mientras que Jrushchov había amenazado de defender a Cuba con misiles soviéticos, el primer ministro se limitó a comentarios agresivos después de los hechos. El fracaso en Cuba llevó a la determinación de Kennedy de no hacer concesiones en la Cumbre de Viena prevista para el
03 de junio de 1961. Tanto Kennedy como Jrushchov tomaron una línea dura, con Jrushchov exigiendo un tratado que reconociera a los dos Estados alemanes y rechazara a ceder en las cuestiones pendientes obstruyendo un tratado de prohibición de ensayos nucleares. Kennedy por otro lado había sido llevado a creer que el tratado de prohibición de ensayos nucleares podría concluirse en la cumbre y consideró que un acuerdo sobre Berlín tendría que esperar al alivio de las tensiones entre el Este y el Oeste. Kennedy describió las negociaciones con Jrushchov a su hermano Robert, diciendo "es como tratar con papá. Dar todo y recibir nada".
La máxima extensión territorial de los países del mundo bajo la soviética, después de la
de 1959 y antes de la
oficial de 1961.
Un aplazamiento indefinido de la acción sobre Berlín era inaceptable para Jrushchov si por ninguna otra razón Alemania Oriental estaba sufriendo una continua "fuga de cerebros" ya que los alemanes orientales con un alto nivel de educación estaban huyendo a Occidente a través de Berlín. Mientras que la frontera entre ambos Estados alemanes había sido fortificada en otros lugares, Berlín, administrada por las cuatro potencias aliadas, se mantuvo abierta. Envalentonado por las declaraciones del ex embajador de los Estados Unidos en Moscú, Charles E. Bohlen y el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos J. William Fulbright acerca de que Alemania Oriental tenía todo el derecho a cerrar sus fronteras, algo que no fue desautorizado por la administración Kennedy, Jrushchov autorizó al líder de la RDA, Walter Ulbricht a iniciar la construcción de lo que fue conocido como el Muro de Berlín, que rodeaba a Berlín Occidental. Los preparativos de la construcción se hicieron en secreto, y la frontera fue cerrada en las primeras horas del Domingo, 13 de agosto de 1961, cuando la mayoría de los trabajadores de Alemania Oriental que ganaban divisas por trabajar en el oeste de Berlín estaban en sus casas. El muro fue un desastre propagandístico y marcó el fin de los intentos de Jrushchov por concluir un tratado de paz entre las cuatro potencias y los dos Estados alemanes. Este tratado no sería firmado hasta septiembre de 1990, como preludio inmediato a la reunificación alemana.
Crisis del Caribe y tratado de ensayos nucleares (1962–1964)
Las tensiones entre las superpotencias culminaron en la Crisis de los
misiles en Cuba (en la URSS, "Crisis del Caribe") de octubre de 1962, cuando la Unión Soviética trató de instalar misiles nucleares de alcance medio en Cuba, a unos 140 km de la costa estadounidense. El Presidente cubano Fidel Castro se mostró reacio a aceptar los misiles y, una vez que fue convencido, advirtió a Jrushchov de su oposición al transporte de los misiles en secreto. Castro declaró, treinta años más tarde: "Tuvimos un derecho soberano de aceptar los misiles. No estábamos violando el Derecho internacional. ¿Por qué hacerlo en secreto—como si no tuviéramos el derecho a hacerlo? Advertí a Nikita que el secreto daría la ventaja a los imperialistas."
El 16 de octubre, Kennedy fue informado de que los vuelos de U-2 sobre Cuba habían descubierto lo que eran probablemente sitios de misiles de medio alcance y aunque él y sus asesores consideraron acercarse a Jrushchov por la vía diplomática, debía hacerlo de una forma que no pareciera ser débil. El 22 de octubre, Kennedy se dirigió a su nación por televisión, revelando la presencia de los misiles y anunciando un bloqueo contra Cuba. Informado antes de la intervención pero no (hasta una hora antes) del contenido, Jrushchov y sus asesores temían una invasión de Cuba. Incluso antes del discurso de Kennedy, ordenó a los comandantes soviéticos en Cuba que utilizaran todas las armas contra un ataque—excepto armas atómicas.
A medida que la crisis se desarrollaba, las tensiones eran altas en los Estados Unidos; no tanto en la Unión Soviética, donde Jrushchov hizo varias apariciones públicas y fue al Teatro Bolshói a escuchar al cantante de ópera estadounidense Jerome Hines, quien entonces estaba en una gira por Moscú. El 25 de octubre, con los soviéticos confusos acerca de las intensiones de Kennedy, Jrushchov decidió que los misiles tendrían que ser retirados de Cuba. Dos días más tarde, le ofreció a Kennedy las condiciones para el retiro. Jrushchov acordó retirar los misiles a cambio de que los Estados Unidos le prometiesen que no invadirían Cuba y que le prometiesen que retirarían los misiles estadounidenses de Turquía, cerca del corazón de la Unión Soviética. Como la última petición no fue anunciada públicamente hacia los Estados Unidos y no se conoció hasta justo antes de la muerte de Jrushchov en 1971, la resolución fue vista como una gran derrota para los soviéticos y contribuyó a la caída de Jrushchov menos de dos años más tarde. Castro instó a Jrushchov para lanzar un ataque nuclear preventivo contra los Estados Unidos en caso de cualquier invasión de Cuba, y se enojó por el resultado, refiriéndose a Jrushchov en términos profanos; Jrushchov lo invitó a Moscú más tarde y fueron capaces de restablecer las buenas relaciones.
Después de la crisis, las relaciones entre las superpotencias mejoraron, ya que Kennedy había pronunciado un discurso conciliador en la American University el 10 de junio de 1963, reconociendo el sufrimiento del pueblo soviético durante la Segunda Guerra Mundial y rindiendo un homenaje a sus logros. Jrushchov llamó a ese discurso como el mejor pronunciado por un Presidente de los Estados Unidos desde Franklin Roosevelt y en julio, negoció un Tratado de prohibición de ensayos nucleares con el estadounidense Averell Harriman y el británico Lord Hailsham. Los planes para una segunda cumbre entre Jrushchov y Kennedy fueron frustrados por el asesinato del Presidente estadounidense en noviembre de 1963. El nuevo Presidente, Lyndon Johnson, esperaba continuar la mejora en las relaciones pero estaba distraído por otras cuestiones y tuvo pocas oportunidades de desarrollar una relación con Jrushchov antes del derrocamiento del primer ministro.
Europa Oriental
El discurso secreto, combinado con la muerte del líder comunista polaco Boleslaw Bierut, quien sufrió un ataque al corazón mientras leía un discurso, provocó una considerable liberalización en Polonia y Hungría. En Polonia, la huelga de los trabajadores en Pozna? se convirtió en disturbios que dejaron más de 50 muertos en octubre de 1956. Cuando Moscú culpó de los disturbios a agitadores occidentales, los líderes polacos ignoraron la reivindicación y en cambio hicieron concesiones con los trabajadores. Con demostraciones antisoviéticas cada vez más comunes en Polonia y el liderazgo polaco crucial en las próximas elecciones, Jrushchov y otros miembros del Presidium viajaron a Varsovia. Mientras que a los soviéticos se les negó la
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