Joan Johnston - La novia huída

Здесь есть возможность читать онлайн «Joan Johnston - La novia huída» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La novia huída: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La novia huída»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Con tres hermanos mandones y sobreprotectores vigilándola permanentemente, Tate Whitelaw encontraba imposible convertirse en mujer. Todavía pensaban en ella como una niñita. Por lo tanto Tate dejó la propiedad familiar para caer directamente en los brazos viriles de Adam Philips. ¡Ella le demostraría a todo el mundo que era una adulta con todas las de la ley!
Lo último que el endurecido ranchero Adam Philips quería era socorrer una damisela en apuros. ¡Ya había tenido bastante de mujeres perdidas! Pero sus instintos protectores prevalecieron. Pronto se encontró consolando a Tate en sus brazos… y en su cama. Y cuando los hermanos de ella aparecieron, escopetas en mano, verse atrapado le pareció, repentinamente, una buena idea…

La novia huída — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La novia huída», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Adam recordó porqué no debía dejarse llevar por la emoción respecto a Tate o al bebé. Ya iba a ser bastante malo que Tate se fuera. Sería terrible sentirse también apegado al bebé.

Adam no dijo nada sobre lo que estaba pensando, pero, a partir de esa noche, Tate notó una diferencia en su actitud cada vez que mencionaba al bebé. Adam parecía indiferente. Nada de lo que dijera lo excitaba o le hacía sonreír. Era como si el bebé se hubiera convertido en una carga demasiado pesada de soportar.

Tate había olvidado convenientemente que le había prometido el divorcio en cuanto el bebé naciera. De manera que la única explicación para la actitud de Adam era que seguía creyendo que el bebé no era suyo. Decidió tratar de convencerlo una vez más de que era el padre del bebé.

Eligió bien el momento. Ella y Adam acababan de hacer el amor y estaban abrazados en la cama. El bebé estaba activo en aquellos momentos y Tate presionó su vientre contra Adam, sabiendo que así no podía evitar sentir sus movimientos.

– ¿Adam?

– Hmm.

– El bebé está dando muchas patadas esta noche.

– Hmm.

– Creo que va a parecerse mucho a su padre.

Tate sintió que Adam se puso rígido en cuanto le escuchó decir aquello.

– A ti, Adam. Se va a parecer mucho a ti.

Adam habló en tono cauteloso.

– No tienes por qué hacer esto, Tate. No tienes por qué tratar de hacerme creer que el bebé es mío. Me… -«me encantaría». Se mordió el labio antes de admitir aquello. No tenía sentido revelarle el dolor que le causaría llevándose al bebé.

– Pero este bebé es tuyo, Adam.

– Tate, ya hemos hablado antes de esto. Me hice pruebas…

– ¿Y tu ex-esposa? ¿Ella también se hizo pruebas? Tal vez era problema suyo, no tuyo.

– Anne se hizo todo tipo de pruebas. Ella no tenía ningún problema.

– Puede que los resultados de las tuyas se mezclaran con los de algún otro -insistió Tate-. Tú eres doctor. Sabes que esas cosas pasan. ¿Viste personalmente los resultados?

– Anne me llamó desde la consulta del médico.

– ¿Quieres decir que no estabas allí?

– Tuve que acudir a una urgencia. Yo…

– ¡Entonces ella pudo mentirte! -dijo Tate.

– ¿Por qué? Deseaba tener hijos tanto como yo. ¿Por qué iba mentirme?

– No lo sé -dijo Tate-. ¡Todo lo que sé es que un bebé está creciendo dentro de mí y que el único hombre que ha puesto su semilla en mi interior eres tú!

Por un instante, Adam se sintió esperanzado. Tal vez hubo alguna equivocación. Aunque Anne no le hubiera mentido, tal vez hubiera habido alguna clase de error. No podía creer que ella le hubiera mentido respecto a algo así. El había visto las pruebas de Anne. El problema no era de ella. De manera que él tenía que ser la causa de que se hubieran pasado ocho años sin lograr tener hijos.

Sintió que la esperanza moría en su interior con tanta rapidez como había nacido.

– Ojalá fuera cierto todo lo que estás diciendo, Tate -dijo, suspirando-. Ese bebé no es mío. Soy estéril.

Tate podría haber gritado de frustración.

– ¿Es por eso por lo que te niegas a verte implicado en nada relacionado con el bebé? ¿Porque piensas que no es tuyo?

– ¿Has olvidado que prometiste divorciarte de mí en cuanto el bebé naciera? -preguntó Adam.

– ¿Y si te dijera que no quiero divorciarme? ¿Te sentirías distinto respecto al bebé? -insistió Tate.

– ¿Qué quieres que diga, Tate? ¿Que seré como un padre para tu hijo? Lo seré. ¿Qué más quieres de mí? -las palabras de Adam parecían arrancadas con gran esfuerzo de algún profundo lugar en su interior.

Tate sintió un intenso frío en su corazón. Era evidente que Adam nunca llegaría a aceptar que el bebé era suyo. Y ella no estaba dispuesta a someter al niño a una vida de rechazo por parte de su padre, la persona que debía amarlo y protegerlo por encima de todos los demás. Desafortunadamente, lo mejor que podía hacer en aquellas circunstancias era irse.

Tate no dijo una palabra más. Simplemente dejó que Adam la abrazara por última vez. Cuando finalmente se quedó dormido, se apartó cuidadosamente de él. Luego se volvió y lo miró una vez más antes de salir de su habitación, y de su vida, para siempre.

Capítulo 11

Garth y Faron se sorprendieron mucho cuando Tate se presentó en la puerta del Hawk’s Way.

– ¿Qué ha pasado? -preguntó Garth-. ¿Qué te ha hecho ese desgraciado?

– Tienes un aspecto terrible, Tate -dijo Faron, pasando un brazo por el hombro se su hermana y haciéndola pasar.

– Si ese hombre te ha hecho daño voy a…

– No, Garth! -rogó Tate-. Déjalo. Adam y yo estaremos mejor así.

– ¿Quieres hablar de ello?

– Sólo quiero acostarme y dormir una semana entera -dijo Tate.

Faron y Garth intercambiaron una seria mirada. Había unas profundas ojeras bajo los ojos de su hermana. No parecía precisamente feliz.

– Pagará por cómo te ha tratado -dijo Garth.

– ¡No! ¡Escúchame! -dijo Tate con voz tensa por la fatiga y la ansiedad-. Tienes que confiar en mí. Este matrimonio ha sido una terrible equivocación. Voy a solicitar el divorcio.

– No te precipites -dijo Faron.

– No tienes idea de lo que estás diciendo -añadió Garth.

– ¡Basta ya! ¡Los dos! ¡Soy una mujer, no una niña! -Tate rió histéricamente-. ¿No os dais cuenta? ¡Voy a ser madre! Creo que ya va siendo hora de que admitáis que puedo hacerme cargo de mi propia vida. Tenéis que quererme lo suficiente como para comprenderlo.

Tate no esperó a comprobar si sus hermanos estaban dispuestos a ceder a sus deseos. Estaba demasiado disgustada como para seguir hablando con ellos. Subió corriendo las escaleras y entró en su habitación, cerrando la puerta a sus espaldas.

– Ha cambiado -dijo Faron.

– Y no para mejor -añadió Garth.

Faron frunció el ceño.

– No estoy seguro de eso. Ha madurado, Garth. Ya no es una niña. Hace seis meses no se habría enfrentado a ti así. Creo que debía estar sufriendo bastante para irse de aquí, y mucho más aún para volver. Puede que seamos responsables en parte.

– La culpa la tiene el miserable que la dejó embarazada -dijo Garth.

– Nada de esto habría sucedido si no hubiera huido de casa. Y no habría huido de casa si no le hubiéramos sujetado las riendas con tanta firmeza.

– Era por su propio bien.

– Pero parece que no ha sido ese el resultado -dijo Faron-. Creo que nuestra hermanita ha crecido a pesar de nosotros. Y yo no pienso volver a interferir en su vida.

Adam no había dejado de fruncir el ceño desde que había descubierto que Tate se había ido. Lo primero que hizo fue ir a buscar a Buck. Sintió una furia incontrolable cuando no encontró al vaquero en ningún sitio. Finalmente, otro de los vaqueros del rancho le dijo que Buck estaba pasando las noches con su ex-esposa.

Aquella noticia confundió a Adam. Condujo hasta casa de Velma y llamó a su puerta a primeras horas de la mañana. Buck abrió vestido con un pantalón de pijama y rascándose la cabeza.

– ¡Adam! ¿Qué haces aquí a estás horas de la mañana?

– ¿Dónde está Tate?

– ¿Cómo diablos voy a saberlo? -replicó Buck. Velma se unió a ellos con una bata y el pelo totalmente revuelto.

– ¿Qué sucede, Adam?

Era evidente que Tate no estaba allí. Pero Adam no sabía dónde más buscar.

– ¿Os importa si paso?

– Adelante. Prepararé un café -dijo Velma-. Entretanto, puedes contarle a Buck qué haces a estas horas de la mañana correteando por ahí como un polio sin cabeza.

Mientras Velma estaba en la cocina preparando el café, Adam apoyó los codos en la mesa y se frotó la frente con cansancio. Buck esperó pacientemente a que hablara.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La novia huída»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La novia huída» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La novia huída»

Обсуждение, отзывы о книге «La novia huída» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x