Liz Fielding - Ganar el Amor

Здесь есть возможность читать онлайн «Liz Fielding - Ganar el Amor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ganar el Amor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ganar el Amor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Jacqui Moore estaba huyendo… ¡de su trabajo de niñera! No podía volver a encariñarse con un niño y tener que enfrentarse a perderlo después…hasta que conoció a la pequeña huérfana Maisie y se comprometió a cuidarla durante las noches.
Pero las noches se convirtieron en semanas y las emociones de Jacqui amenazaron con desbordarse, porque además de Maisie, le había robado el corazón el dueño de la casa, el atractivo y asustado Harry Talbot.
No había lugar donde pudiera esconderse de sus sentimientos…

Ganar el Amor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ganar el Amor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿La gallina vive en la cocina? -preguntó, diciéndolo primero que se le pasó por la cabeza-. ¿O es que está enferma?

– Uno de los gatos la trajo un día que estaba lloviendo, cuando aún era un polluelo, y la trató como a una más de su carnada.

– ¿Está diciendo que la gallina cree ser un gato?

– Ésa es la teoría de tía Kate -dijo él, aunque su expresión sugería otra cosa.

– ¿Usted no se lo cree?

– No he notado ningún problema de identidad cuando el gallo se acicala las plumas, pero si usted tuviera que elegir entre una cesta frente a la estufa o el gallinero, ¿con qué se quedaría?

– Es un punto de vista bastante cínico.

– ¿Ésa es su respuesta?

– Es una gallina muy lista. Aunque seguro que los huevos confunden a los gatos.

¡Al fin! No fue exactamente una sonrisa, pero los labios de Harry se curvaron en una mueca delatora. Harry se apresuró a agarrar la cafetera y servirse una taza de café. Típica maniobra de distracción, pensó Jacqui. Ella habría hecho lo mismo si quisiera ocultar una carcajada. O un llanto. Tal vez aún había esperanza para Harry Talbot.

– ¿Adonde se dirigía? -le preguntó él, mirándola de reojo.

– A ningún sitio -respondió ella. ligeramente turbada porque la hubiese pillado mirándolo.

Él se giró y se apoyó contra la encimera, clavándole la mirada.

– Para sus vacaciones.

Oh, eso… Se había olvidado por completo de España. Además, en aquella cocina hacía bastante calor para tostarse la piel. La bata era demasiado cálida. Y también demasiado corta. Nunca había creído que tuviera que taparse los tobillos. Pero en esos momentos, unos tobillos desnudos sugerían unas piernas desnudas, y unas piernas desnudas sugerían un sinfín de posibilidades.

La bata era de su talla, pero había sido lavada a menudo y había encogido. Jacqui tuvo la incómoda sensación de que se le estaba abriendo a la altura de los muslos. No se atrevió a bajar la mirada para comprobarlo, pues con eso sólo conseguiría desviar la atención de Harry hacia sus piernas. Pero él parecía concentrado en la abertura de la bata sobre sus pechos. No la miraba con lujuria. Más bien parecía que intentaba recordar algo…

Se estaba volviendo loca. Se recordó que bajo aquella bata era la imagen de la pura modestia. Cuando había que levantarse en mitad de la noche para atender a un niño inquieto y asustado, lo más sensato para una niñera era dormir con pijama. En esos momentos sólo llevaba unos shorts y un top con finísimos tirantes, pero habría llevado aún menos ropa en una playa española. Pero no estaba en una playa. Estaba en una casa aislada del mundo con un hombre al que no conocía. Y ese hombre le estaba mirando el escote. Una situación bastante comprometida. Pero su escote estaba respondiendo.

Capítulo 5

QUIERE leche? -preguntó, pero no esperó su respuesta y se acercó al frigorífico, aprovechando para apretarse más el cinturón de la bata mientras estaba de espaldas a él.

– No, gracias -respondió cuando ella le ofreció la jarra. No esbozó ninguna sonrisa desdeñosa, pero Jacqui tuvo la sensación de que sabía lo que había hecho.

– ¿No es un poco tarde para tomar el café solo? -dijo, vertiendo leche en su propia taza.

Él no respondió, aunque su mirada le indicó a Jacqui que estaba caminando por una cuerda muy floja. Pero, a fin de cuentas, no la había mirado de otro modo desde su llegada.

– Es sólo mi opinión profesional -añadió.

– Guárdesela para Maisie, Mary Poppins.

Si quería que ella agachara la cabeza, tendría que hacerlo mejor. Después de todo, Mary Poppins era prácticamente perfecta en todo.

– La falta de sueño puede poner de malhumor a cualquiera -dijo, negándose a retroceder.

Mantener su mirada le estaba causando estragos en las rodillas, pero una vocecita no dejaba de susurrarle insidiosamente en su cabeza: «Tócalo. Necesita a alguien que lo abrace…»

– Pero tiene razón -añadió, intentando acallar la voz interior-. No es asunto mío. Pero luego no me culpe si no puede dormir.

– ¿Por qué no? Los dos sabemos que será usted la causa que me mantenga despierto…

Hizo una pausa, como si la imagen evocada por sus palabras lo hubiera pillado por sorpresa, haciéndole olvidar lo siguiente que iba a decir. El tiempo se ralentizó y Jacqui tomó conciencia de cada centímetro de su piel, mientras en su cabeza se formaba la imagen de Harry Talbot tendido en una cama, desnudo de cintura para arriba, pensando en ella…

No fueron sólo sus rodillas, sino todo el cuerpo lo que respondió a la inquietante imagen. Los pechos se le hincharon y los pezones se le endurecieron dolorosamente contra la bata. Había estado tan inmersa en un trabajo que lo exigía todo, que había olvidado las reacciones físicas de su cuerpo, y cómo éstas podían superar su fuerza de voluntad y dominar sus pensamientos…

– Como si fuera una espina en su colchón -dijo-. Iba a España -añadió para cambiar rápidamente de tema, respondiendo a su pregunta anterior.

– ¿España? -repitió él-. Ah, sí, sus vacaciones. ¿Se iba sola?

Jacqui tomó un sorbo de té, pues se había quedado con la boca seca.

– ¿Importa eso?

– Si fuera con su novio, imagino que estaría harto.

– Si fuera con mi novio, créame, sería yo la que estuviese harta. Pero no se preocupe. Ningún hombre fuera de sí va a presentarse en su puerta para empeorar aún más la situación.

Harry no pareció especialmente aliviado, aunque un hombre fuera de sí posiblemente hubiera sido un aliado para él.

– Hay muchos vuelos a España -dijo-. Sólo habrá perdido un día.

Jacqui no se dejó engañar. No era que Harry Talbot se preocupara por su bienestar. Simplemente, quería que se marchara de allí lo antes posible.

– Me temo que no es tan sencillo. Era una oferta de última hora. Si no me presento, pierdo el billete y su importe.

– ¿No puede cambiarlo?

¿Pero en qué planeta vivía ese hombre?

– No se moleste en intentar buscar una solución. Su prima y la agencia me compensarán por todo. Me han prometido que no perderé el dinero.

– Me alegra oírlo, pero no recuperará el dinero hasta dentro de un par de semanas, ¿verdad?

– No importa. En estos momentos sólo me dedico a hacer trabajos temporales, así que puedo programar mis vacaciones como mejor me convenga.

– Eso no me parece justo. Si le sirve de algo, yo correré con sus gastos y luego lo solucionaré con Sally.

– Santo Dios, sí que está desesperado por librarse de mí -dijo ella, intentando poner una mueca divertida-. Primero se ofrece a pagar la reparación de mi coche, y ahora a compensar la pérdida de mis vacaciones.

– Sólo intento hacer lo que es más razonable.

– ¡Razonable! Razonable sería lamentarse por las molestias y ofrecerle que se quedara en la casa mientras su incompetente familia solucionaba aquel desaguisado.

– No lo entiende, ¿verdad?

– ¿Entender el qué?

Jacqui tomó un sorbo de té y se arriesgó a mirarlo sobre el borde de la taza. No parecía tan insensible, sino más bien un poco desesperado, pero ella no quería sentirse culpable. No tenía motivos para ello. Era él quien se comportaba como un cretino.

– Tiene que entender que no podré ir a ninguna parte hasta asegurarme de que Maisie se queda en buenas manos.

– En ese caso le sugiero otra cosa, señorita Moore. Váyase a España y llévese a Maisie con usted -sugirió, y aguardó en silencio, como esperando una respuesta entusiasta que, obviamente, no se produjo-. De ese modo cobrará por estar tomando el sol.

Ella se echó a reír.

– Obviamente, tiene usted una idea muy limitada de lo que implica cuidar a un niño.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ganar el Amor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ganar el Amor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Liz Fielding - The Bride's Baby
Liz Fielding
Liz Fielding - Una Familia Prestada
Liz Fielding
Liz Fielding - Orgullo y amor
Liz Fielding
Liz Fielding - La traición
Liz Fielding
Liz Fielding - El Milagro del Amor
Liz Fielding
Liz Fielding - El Amor Secreto
Liz Fielding
Liz Fielding - Amores Olvidados
Liz Fielding
Liz Fielding - Amor vagabundo
Liz Fielding
Liz Fielding - Fairytale Christmas
Liz Fielding
Liz Fielding - His Runaway Bride
Liz Fielding
Отзывы о книге «Ganar el Amor»

Обсуждение, отзывы о книге «Ganar el Amor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x