• Пожаловаться

Lucy Gordon: Ganar una Esposa

Здесь есть возможность читать онлайн «Lucy Gordon: Ganar una Esposa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Lucy Gordon Ganar una Esposa

Ganar una Esposa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ganar una Esposa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Había perdido su tierra… ¡pero había ganado una esposa! Rinaldo Farnese y su hermano Gino acababan de descubrir que una inglesa llamada Alexandra había heredado parte de sus propiedades. Parecía haber sólo una solución para no perder la tierra: lanzarían una moneda al aire y el ganador se casaría con Alexandra. Gino era un hombre encantador, pero sólo salían chispas cuando Alex y Rinaldo se miraban… Él parecía odiarla, pero tampoco podía negar la atracción que había entre ellos.

Lucy Gordon: другие книги автора


Кто написал Ganar una Esposa? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Ganar una Esposa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ganar una Esposa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Espera, parece que Rinaldo quiere hablar contigo -murmuró Isidoro entonces.

– Quiero que se vaya. No debería estar aquí -dijo él a modo de saludo.

– Oiga…

– Márchese ahora mismo o la obligaré a hacerlo.

Signore Farnese… -empezó a decir Isidoro.

– Iba a marcharme de todas formas -lo interrumpió Alex-. Y si ésta no fuera una ocasión solemne, sería un placer decirle lo que pienso de usted -añadió, antes de salir de la sala sin darle tiempo a replicar.

Si pudiera vender la granja a un tercero para hacerle daño, lo haría, pensó.

El hotel Favello estaba en la Plaza de la República, en el corazón medieval de Florencia, cerca del Palazzo Vecchio, del Duomo, del fascinante Ponte Vecchio sobre el río Arno y muchos otros lugares que Alex se había prometido a sí misma visitar.

Y aquella noche pensaba cenar fuera, preferiblemente en un restaurante desde el que pudiera ver todos esos edificios.

La temperatura había bajado un poco al caer la tarde y la habitación del hotel tenía aire acondicionado, pero el calor de Florencia parecía penetrarle hasta los huesos.

Después de ducharse, Alex se puso un vestido de lino blanco sin sujetador. Con aquel calor, ni siquiera podía soportar las medias.

Pero cuando iba a salir de la habitación alguien llamó a la puerta.

Y quien estaba al otro lado era Rinaldo Farnese. Se había quitado la chaqueta negra y la sujetaba sobre el hombro de una camisa blanquísima.

– No la molestaré mucho -dijo, entrando en la habitación.

– No recuerdo haberlo invitado -protestó ella.

– Yo tampoco la he invitado a venir y aquí está -replicó Rinaldo.

– Iba a cenar…

Un caballero se habría ofrecido a invitarla, pero Rinaldo Farnese se encogió de hombros.

– Entonces seré breve. Isidoro me ha dicho que estaba usted a punto de marcharse de la recepción cuando me acerqué.

– Ya se lo dije. Me encontraba incómoda.

– Siento haberle hablado así.

Alex lo miró, sorprendida.

– ¿Lo siente? Supongo que decir eso le estará costando un mundo.

– No soy conocido por mi don de gentes -asintió él, burlón.

– ¿No me diga?

– ¿Piensa desconcertarme con esas ironías? No se moleste.

– Tiene razón. A usted la opinión de los demás le da completamente igual. Y seguro que la grosería tiene sus ventajas -replicó Alex-. Además, ¿puedo recordarle que asistí a la recepción por invitación de su hermano? No fue idea mía y, de haber sabido que ésa iba a ser su reacción, no habría aparecido por allí.

A pesar de su enfado, Alex sentía curiosidad por aquel hombre. En comparación con su refinado prometido, Rinaldo Farnese era como un animal salvaje, alguien que a duras penas podía controlar su temperamento.

Pensó entonces en David, que nunca hacía nada que no hubiese planeado de antemano. No podía imaginarlo perdiendo el control. Y estaba segura de que Rinaldo lo perdía con facilidad.

Extrañamente, eso no la asustaba, sino todo lo contrario; aumentaba su curiosidad.

Él empezó a pasear por la habitación, como si aquel sitio lo ahogara. Alex se percató de que era muy alto, más de metro ochenta y cinco, atlético y de espalda ancha.

– Ahora los ha visto a todos. A todos los buitres que esperan a la cola. Y creen que usted sólo está interesada en el dinero. ¿Es así?

– Yo… bueno, veo que es usted muy directo.

– He venido aquí para saber cuáles son sus planes. ¿Eso es suficientemente directo para usted?

– Sinceramente, aún no tengo un plan definido. Estoy esperando a ver qué pasa.

– ¿Se ve a sí misma como granjera?

– No, no soy granjera ni tengo deseos de serlo.

– Una decisión muy sabia. Entonces, ¿qué piensa hacer?

– Discutir la situación con usted. Los buitres pueden pensar lo que quieran, pero usted tendrá la oportunidad de redimir la deuda de su padre.

– ¿Seguro?

– Mire, no soy ningún monstruo y sé que a veces cuesta trabajo reunir dinero. Yo misma me dedico a la gestión de empresas…

– Lo sé, trabaja con dinero. Y eso es lo único que le importa -la interrumpió Rinaldo.

– Bueno, ya está bien. No voy a permitir que me hable en ese tono. Yo no soy responsable de su situación.

– Pero no le importa beneficiarse de ella.

– No me importa beneficiarme del testamento de mi tío Enrico porque eso es lo que él quería. Siento que haya sido una sorpresa para usted, pero no es culpa mía que su padre no les contase nada…

– ¡No se atreva a hablar de mi padre!

Alex lo miró, atónita. ¿Cómo se atrevía a hablarle en ese tono?

– Y usted deje de culparme por una situación de la que yo no soy responsable -replicó, intentando mantener la calma.

– Nadie duda de su derecho a la herencia, pero le sugiero que tenga cuidado.

– Lo que quiere decir es que me porte como a usted le conviene, ¿no? -replicó ella, a punto de perder la paciencia.

– Digamos que debería considerar la situación antes de hacer nada al respecto. Recibirá su dinero, pero a plazos.

– Eso no me vale, lo siento. Tengo otros planes.

– Si sus planes entran en conflicto con los míos, le sugiero que los cambie -le espetó Rinaldo-. Mientras tanto, creo que debería marcharse de Italia.

– No -contestó Alex.

– Es mejor que…

– La respuesta es no.

Signorina , usted no conoce este país.

– Más razón para quedarme. Soy medio italiana, así que también es mi país.

– No me entiende. Cuando he dicho «este país» no me refería a Italia, sino a la Toscana. Ahora no está en la fría Inglaterra. Éste es un sitio peligroso para los intrusos.

– ¿No me diga? Mire cómo tiemblo -replicó Alex, irónica.

– Quizá sería más inteligente que lo hiciera.

– Deje de intentar asustarme. No funcionará. Haré lo que me dé la gana, cuando me dé la gana. Y si no le gusta, peor para usted.

– Muy bien, usted decide. Aténgase a las consecuencias.

– Quiero el dinero y no lo quiero a plazos -dijo ella entonces-. Pero podemos solucionar el asunto a través de terceros. Un banco, por ejemplo.

El rostro del hombre se oscureció.

– No pienso involucrar a ningún extraño en esto. ¿Cree que dejaría que alguien interfiriese en un asunto familiar?

– Mire, ya estoy harta. No voy a dejarme intimidar… Si pensaba que iba a hacerlo, se ha equivocado.

– Sólo intento…

– Sé lo que intenta -lo interrumpió Alex-. Y ya he oído más que suficiente. Me voy. Si desea hablar conmigo, póngase en contacto con mi abogado.

– ¡Ni hablar!

– Pues entonces no tenemos nada más que decirnos, señor Farnese -dijo ella, tomando el bolso para salir de la habitación.

Rinaldo la siguió.

– ¿Con quién ha quedado? -preguntó él.

– ¡Pero bueno…!

– ¿Con cuál de los buitres?

– No es asunto suyo.

– Si va a encontrarse con Montelli, sí es asunto mío -dijo Rinaldo entonces, interrumpiéndole el paso.

– Si fuese a ver al señor Montelli lo haría en el despacho de mi abogado. Y ahora, por favor, apártese de mi camino. Tengo intención de salir a cenar.

– Puedo recomendarle un buen restaurante.

– ¿El restaurante de un amigo suyo, para vigilarme?

– Es usted muy suspicaz.

– ¿Yo? Eso sí que tiene gracia.

– Y también es una mujer inteligente.

– Lo suficiente como para elegir restaurante por mí misma. Usted me pondría arsénico en el vino.

Rinaldo contuvo una sonrisa.

– Sólo si me incluyera en su testamento.

Lo último que Alex había esperado era una broma, pero salió de la habitación y siguió adelante sin sonreír, con Rinaldo detrás de ella.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ganar una Esposa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ganar una Esposa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Robert Silverberg: Obsesión espacial
Obsesión espacial
Robert Silverberg
Lynsey Stevens: Volver a tus Brazos
Volver a tus Brazos
Lynsey Stevens
Christie Ridway: El Final del Camino
El Final del Camino
Christie Ridway
Отзывы о книге «Ganar una Esposa»

Обсуждение, отзывы о книге «Ganar una Esposa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.