Raye Morgan - Noches Reales

Здесь есть возможность читать онлайн «Raye Morgan - Noches Reales» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Noches Reales: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Noches Reales»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Seria una corona suficiente pago por todo lo que ella había hecho por él?
El príncipe Damián de Nabotavia era un Play boy que, aburrido de todo, claudicó ante las presiones de su familia y accedió a buscarse una mujer “adecuada” con la que contraer matrimonio… Y entonces un accidente lo cambió todo, dejándolo indefenso. Pero ¿realmente había sido un accidente o quizá alguien había querido poner en peligro su vida?
La única persona en la que podía confiar era su nueva terapeuta, la sensible Sara Joplin, que con su amabilidad y la dulzura de su voz había conseguido que volviera a sentirse vivo. Damián no tardó en confiar tanto en Sara como para contarle sus temores y, en su búsqueda de la verdad encontraron el peligro… y se descubrieron el uno al otro.

Noches Reales — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Noches Reales», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Todos los presentes permanecieron en silencio durante unos segundos, pero enseguida retomaron sus conversaciones. Damian siguió comiendo tranquilamente, porque a fin de cuentas ya había dejado claro lo que opinaba sobre aquel asunto.

Quería estar solo. Quería que lo dejaran en paz.

La situación le resultaba insoportable. Se sentía terriblemente frustrado y se veía en la obligación de hacer enormes esfuerzos por mantenerla calma. Sabía que ellos no tenían la culpa de su ceguera, aunque la preocupación que demostraban hacía que se sintiera aún peor.

No. No tenía nada contra ellos y no quería pagarles con su mal humor. Sólo quería vengarse del canalla que había provocado su desgracia.

Enseguida, comenzó a dar vueltas a sus sospechas. Pero rápidamente se dijo que en aquel momento su prioridad debía ser otra: librarse de la terapeuta y conseguir que se marchara.

Era la primera vez que cenaba con su familia desde el accidente y el simple hecho de no poder ver los cubiertos le resultaba humillante. Hasta el momento se las había arreglado bastante bien, pero tenía que concentrarse mucho para poder llevarse la comida a la boca. De vez en cuando, sin embargo, fallaba. Y tal situación, que ya habría resultado bastante embarazosa de encontrarse únicamente ante su familia, le parecía todavía más insoportable en presencia de Sara Joplin.

No quería que se quedara en la mansión. No lo deseaba en absoluto y estaba dispuesto a encontrar la forma de echarla. Además, ni siquiera entendía por qué se empeñaba en permanecer en un sitio donde no la querían.

Pero de todas formas, le pareció divertido que hubiera acertado al afirmar que se sentía impotente y enojado. Su irritación crecía día tras día, y era tan intensa que a veces pensaba que lo habría devorado por completo de no luchar con todas sus fuerzas para evitarlo.

Marco se excusó en aquel momento porque tenía que hablar por teléfono con alguien, pero Damian no le prestó atención. Aún pensaba en la mujer que se había sentado a su lado.

Podía notar su aroma. Era un olor fresco y limpio, como un día de sol. Pero también resultaba dulce y algo especiado. No supo qué era exactamente. Sin embargo, supo que no lo olvidaría.

Entonces, decidió hacer un esfuerzo por integrarse en la conversación, que al parecer, giraba sobre él.

– Debo advertirte que esperamos que haya mejorado en el plazo previsto -estaba diciendo su tía.

– ¿En el plazo previsto? -preguntó Sara.

– Sí, en dos semanas, antes del baile de la fundación. Es responsabilidad de Damian y debe estar mejor para entonces.

Sara dudó.

– ¿Qué quieres decir con eso de estar mejor?

– Mi tía está preocupada ante la posibilidad de que deje en mal lugar a la familia -intervino Damian-. Teme que estropee sus planes y que las cosas se compliquen para nosotros. Nuestra duquesa siempre ha sido una mujer muy previsora, pero se preocupa demasiado y por alguna razón siempre piensa lo peor.

– ¡Damian! -protestó Karina.

– No te pases, Damian -dijo Boris.

La duquesa no pareció molestarse por las palabras de su sobrino. Bien al contrario, miró a Sara y siguió hablando.

– Para el nuevo régimen es fundamental que Damian muestre fortaleza y confianza. Dirigir un país es, en muchos aspectos, una cuestión psicológica. Si la confianza desaparece, toda la estructura se derrumba. Y no nos podemos permitir el lujo de que alguien se intente aprovechar de nuestra debilidad… Los ciudadanos deben confiar plenamente en él.

Sara carraspeó.

– Pero la gente sabe que se ha quedado ciego, ¿no es verdad? Habrán sabido lo de su accidente…

– Oh, sí, por supuesto. Sin embargo, no conocen los detalles. Pero no se trata de que no sepan lo de su ceguera, sino de que pueda comportarse perfectamente a pesar de su condición actual. No queremos que tropiece con las plantas ni que se caiga encima de una tarta.

– Oh, vamos, tía… -dijo Karina, riendo. La duquesa continuó con su pequeño discurso.

– Sea como sea, debe estar preparado para entonces. Debe parecer tranquilo y confiado a toda costa. Es el único modo de que esto salga bien.

Karina decidió salir en defensa de su hermano.

– Si es algo tan importante, tal vez sería mejor que Marco o Garth se encargaran de…

– No -la interrumpió-. Todos saben que Damian está llamado a ser el próximo ministro de Economía y Finanzas. Es perfecto para ese cargo, y dado que la gala se ha organizado para obtener fondos, él es quien debe hacer las veces de anfitrión.

– Sé que es mi responsabilidad -dijo Damian-, y os aseguro que no tenéis motivos para preocuparos. Estoy seguro de que, para entonces, habré recobrado la vista.

La duquesa alzó los ojos al cielo.

– Sí, por supuesto, pero cabe la posibilidad de que no sea así -dijo, mirando a Sara-. No tenemos mucho tiempo, así que espero que lo ayudes tanto como puedas. Debe parecer tan normal como sea posible.

– Será difícil -advirtió Sara.

– Pero, ¿estás dispuesta a intentarlo?

– Si el príncipe lo está, puedo intentarlo. Aunque dos semanas no son tiempo suficiente.

– Esto no tiene ningún sentido -protestó Damian, mientras se levantaba de la mesa-. Recoge tus cosas y márchate, Sara. Tu trabajo aquí ha terminado.

Sara miró a los presentes con inseguridad. Todos parecían dispuestos a rendirse, habida cuenta de la actitud que había tomado Damian. Así que se dijo que tenía que hacer algo, y rápidamente, para impedir que la echaran de la mansión.

– Tengo una idea -dijo-. Es algo de lo que he oído hablar.

– ¿De qué se trata? -preguntaron Karina y la duquesa al unísono.

Sara se arrepintió de haber sacado el tema. Efectivamente, se trataba de algo de lo que había oído hablar. Pero nunca lo había probado.

– No estoy segura de que funcione, aunque podríamos probarlo.

– ¿Qué es?

Sara suspiró.

– En ciertos casos, la gente utiliza pequeños transistores que se pone en las orejas.

– Continúa -dijo la duquesa.

Sara se volvió hacia Damian. A fin de cuentas, era el principal interesado en aquel asunto.

– Me refiero a buscar alguna estrategia específica para el baile de la fundación. Podría llevar un transmisor y recibir constantes instrucciones sobre lo que sucede a su alrededor. De ese modo, nadie se daría cuenta de su problema.

Todos la miraron. Incluso Damian se quedó observándola, boquiabierto.

– Bueno, sí, creo que podría funcionar -dijo la duquesa, algo a la defensiva-. Pero ciertamente no lo sabremos si no lo intentamos.

– A mí me parece una verdadera locura – dijo Damian-. No funcionará, lo sé.

A pesar de lo que acababa de decir, Damian pensó que era la mejor idea que había oído en mucho tiempo. De hecho, le pareció tan buena que comenzó a reconsiderar su opinión sobre Sara.

Al fin y al cabo, sabía que existía la posibilidad de que no hubiera recobrado la vista a tiempo para asistir al baile. Y por mucho que le molestara, su tía estaba en lo cierto: para el nuevo régimen de Nabotavia era fundamental que demostrara convicción y fortaleza en público.

Simular que no se había quedado ciego, habría sido absurdo; sin embargo, podía dar una buena imagen. Y si existía la forma de impedir posibles complicaciones durante la gala, Damian estaba dispuesto a aplicarla. De hecho, la idea ya había servido para relajarlo un poco y para que se sintiera más optimista que en muchos días. Era la primera vez, desde el accidente, que alguien planteaba algo lógico y racional.

Además, a Damian le encantaba vivir nuevas experiencias.

– Yo creo que es una idea magnífica -dijo la duquesa-. Sara, querida… creo que vas a ser una bendición para esta familia. Nuestro destino está en tus manos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Noches Reales»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Noches Reales» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Noches Reales»

Обсуждение, отзывы о книге «Noches Reales» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x