Jennifer Greene - Fuerte como el amor

Здесь есть возможность читать онлайн «Jennifer Greene - Fuerte como el amor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Fuerte como el amor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Fuerte como el amor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Él era el tipo de hombre con el que sueñan todas las mujeres, pero al que Lexie nunca habría pensado conocer. Y, sin embargo, allí estaba Cash McKay, el hombre más atractivo del mundo… y que sería la sombra de Lexie Woolf durante cuatro semanas.
Lexie se había retirado a la montaña para relajarse durante un mes, pero sabía que no podría hacerlo mientras Cash estuviera cerca. Un guiño, una sonrisa, y se tropezaba con cualquier cosa. Aunque eso servía para que él la tomara en sus brazos y la hiciera sentir la mujer más atractiva de la tierra. ¿Podría aquella relación temporal convertirse en una auténtica historia de amor?

Fuerte como el amor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Fuerte como el amor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Hola, Bubba, ¿cómo están Trixie y los niños?

Cuando Lexie escuchó la voz de Cash, intentó cubrirse la espalda desnuda con la toalla, pero Bubba no se lo permitió.

«¿Trixie y los niños?», pensó entonces.

– Estupendamente -contestó el hombre.

– ¿No eras gay?

Bubba empujó su cabeza hacia abajo sin miramientos.

– No. Te lo dije para que no te pusieras nerviosa. Y deja de hablar. Estás tensa como un palo. Relájate.

¿Relajarse? ¿Cómo iba a relajarse con Cash mirándola?

Seguía teniendo el pelo un poco mojado y la miraba con… energía. Una energía vital, viril y muy sexy.

¿Nadie había oído hablar de la privacidad en aquel sitio? ¿De la paz, de la intimidad?

– Solo quería comprobar que estabas bien.

Lexie no sabía si se refería al ataque de ansiedad o a sus besos, pero daba igual.

– Sí y no.

– Voy a tener que darle un buen masaje -dijo Bubba-. No la fuerces mucho mañana. Es un poco floja.

– ¿Floja? -repitió ella, irritada-. Soy más dura que un peñasco.

– Sammy acaba de venir y me ha dicho al oído que la cuide. Parece su guardaespaldas -rió el masajista.

– Voy a charlar un rato con él -murmuró Cash, pasando un dedo por los hombros de Lexie. No había sido un roce sensual, ni atrevido. Pero a ella se le puso la carne de gallina-. Lexie, cuando Sammy esté en la cama, me gustaría hablar contigo.

– Claro -murmuró ella, con un nudo en la garganta. ¿Qué podría querer decirle que no le hubiera dicho por la mañana?

Capítulo 6

En cuanto Cash metió a Sammy en la cama, fue a colocar un poco el salón. Puso la NBC, colocó el Wall Street Journal sobre la mesa, encendió el ordenador y dejó un móvil a mano. Después, se apoyó en el respaldo del sillón, comprobando que había sacado todo el arsenal.

Cuando escuchó el golpecito en la puerta, se levantó de un salto, diciéndose a sí mismo que estaba preparado y… riéndose después por las mentiras que se contaba.

Nunca estaba preparado para Lexie.

Por supuesto, ella había vuelto a cambiarse de ropa. Su atuendo consistía en una blusa de seda y pantalones de un tono entre coral, salmón y melocotón. Y unas sandalias a juego. Además de unos pendientes con brillantes diminutos.

Pero había descubierto que la ropa era para ella una forma de defensa. Estaba claro que le gustaba vestir bien, pero había notado que cuando más se arreglaba era cuando estaba preocupada por algo.

Cash veía la ropa… pero en lo que realmente se fijaba era en la curva de su trasero y en que se había colocado el pelo detrás de las orejas aquella noche. En su mente, la veía sobre la camilla de masaje, con el trasero destacándose bajo la toalla. Tenía aceite en la espalda. Un aceite suave, fragante, que lo hacía imaginar cuál sería su aspecto cuando estuviera en la cama… con él. Porque Cash quería sudar, específicamente con ella.

Aquella pequeña reunión no -iba a funcionar, pensó.

– ¿Sammy está dormido?

– Afortunadamente. No suele quedarse dormido tan pronto, pero hoy he tenido suerte -dijo él-. ¿Te apetece una copa de vino? Di que sí.

– ¿Por qué? -sonrió ella.

– Porque Keegan me ha dicho que te ofrezca vino en lugar de cerveza y no quiero hacer el ridículo.

– En ese caso, quiero una copa de vino.

– Gracias a Dios -murmuró Cash, abriendo la pequeña nevera. Cuando terminó de quitar el corcho y servir las copas, esperaba encontrarla al borde del orgasmo frente al índice Dow Jones, pero ella ni siquiera estaba mirando la televisión. Seguía de pie, esperándolo.

Lexie parpadeó al ver la cantidad de vino que le había servido y después señaló alrededor.

– ¿Esta es vuestra zona privada?

– ¿Te gusta?

– Mucho -sonrió ella, observando un calcetín que asomaba por debajo del sofá.

– Estamos intentando ser civilizados -dijo Cash-. Siéntate.

– Lo que me sorprende es que me hayas dejado entrar en tu sancta sanctorum, Y que tengas encendida la televisión.

– La he encendido para ti. Quería que echaras un vistazo a ese índice Dow Jones que tanto te preocupa. El ataque de esta mañana me ha asustado, Lexie. Esto no es un campamento del ejército. Se supone que no debes seguir trabajando mientras estás aquí, pero si eso va a ser un problema, puedes entrar cuando quieras.

– ¿Por eso querías hablar conmigo?

– Sí. Por eso y porque hay un pequeño cambio en el programa. Nadie se va de esta montaña sin encontrarse mejor. Eso es muy importante para mí.

– Es una cuestión de orgullo -murmuró ella.

– Eso es -asintió Cash. Le parecía que aquello iba bien. Lexie no parecía darse cuenta de que él no quería hablar de sexo. Ni de besos. Ni de ellos-. Mi orgullo está directamente conectado con este negocio. De ello depende mi reputación. No es tanto por mí como por el futuro de Sammy. Y eso significa que no puedes volver a tener un ataque de ansiedad. Quiero que lo pases bien y he pensado que mañana podríamos ir a navegar.

Lexie levantó una ceja.

– Me parece que entiendo. Si no soy feliz, pongo en peligro el futuro de tu hijo, ¿ese es el mensaje?

– Sí.

– Vale. Pues ya soy feliz. Y mañana será aún más feliz. No vamos a poner el futuro de Sammy en peligro por una tontería. Lo que no entiendo es lo de navegar. Eso ya estaba en el programa, ¿no?

– Sí. Hay un lago al sur de aquí, un sitio muy bonito. Pero el asunto es que mañana vamos a navegar, pero yo haré todo el trabajo. Tú solo tendrás que relajarte y…

– Cash -lo interrumpió ella, muy seria.

– ¿Qué?

– ¿Crees que me falta un tornillo o algo así?

– No. Todo el mundo tiene algún problema. Y tú sufriste una experiencia muy traumática de pequeña.

– Ya -murmuró ella. Cash estaba nervioso y no podía disimularlo-. ¿Crees que te abracé esta mañana porque estaba sufriendo un ataque? ¿Crees que no pensaba con claridad?

Cash había planeado aquella conversación específicamente para no hablar de eso.

– Si la NBC no es tu canal favorito, podemos buscar otro. Tómate el vino, pon los pies en la mesa… mira, aquí hay noticias económicas.

– ¿Te interesan las noticias económicas, Cash?

– No demasiado -contestó él.

Lexie apagó el televisor.

– Sabía muy bien lo que estaba haciendo cuando te besé, Cash. No quiero que pienses que se me había ido la cabeza o algo así. Me encantó besarte.

– Ah, muy bien. De acuerdo -dijo Cash, aclarándose la garganta-. ¿Ahora quieres ver la tele?

– No -contestó ella, tomando su mano. Cash se puso rígido-. No sé por qué nos está pasando esto, pero sé que no tengo sitio en tu vida. Y también sé que a tu hijo le rompería el corazón que otra mujer lo abandonase. Así que deja de preocuparte. Pase lo que pase entre tú y yo, habrá que tomárselo con sentido del humor. Y ahora, ¿por qué no me hablas de la madre de Sammy?

– ¿Quieres que te hable de Hannah? -preguntó Cash, sorprendido por su sinceridad. Y también molesto por esa seguridad suya de que allí no había sitio para ella. Aunque debería sentirse aliviado, porque tenía razón.

– Sí, quiero que me hables de Hannah.

– Muy bien -murmuró Cash, intentando concentrarse. No le gustaba hablar de su hermana.

– Deja de mirar hacia la puerta. Yo te diré si Sammy asoma la cabeza. Solo quiero que me digas cuál es la situación, porque es posible que pueda ayudarlo. Me encanta ese crío.

– No me importa que lo sepas -empezó a decir él-. Pero es que no sé qué decir. Nunca sé qué decir cuando me preguntan por mi hermana. Mi madre la crió como si fuera una princesa y creo que ella sigue buscando a su Príncipe Azul. Cree que cuando un hombre se enamora de una mujer la cuida día y noche como si fuera de cristal.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Fuerte como el amor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Fuerte como el amor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jennifer Greene - Ruchome Piaski
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Wintergreen
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Wild in the Field
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Un regalo sorpresa
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Toda una dama
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Man From Tennessee
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Dziecko, on i ta trzecia
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Desafío de Amor
Jennifer Greene
Guy Maupassant - Fuerte como la muerte
Guy Maupassant
Jennifer Greene - Blame It on Chocolate
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Lucky
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Prince Charming's Child
Jennifer Greene
Отзывы о книге «Fuerte como el amor»

Обсуждение, отзывы о книге «Fuerte como el amor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x