Marion Lennox - En un lugar del corazón

Здесь есть возможность читать онлайн «Marion Lennox - En un lugar del corazón» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

En un lugar del corazón: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «En un lugar del corazón»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A Luke Grey lo acababan de dejar al cuidado de una hermanastra que ni siquiera sabía que existiera. Un ejecutivo soltero como él no podía hacerse cargo de una niña tan pequeña, así que… ¿a quién se lo podía pedir?
En el orfanato de Bay Beach llegó a un trato con Wendy Mather: ella cuidaría a la pequeña si él les proporcionaba un hogar donde pudiera cuidar también de otra niña. ¡La casa de Luke era perfecta para tal propósito! Siempre y cuando él no se acostumbrara a tener una familia tan perfecta…

En un lugar del corazón — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «En un lugar del corazón», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Yo… -Wendy se apartó un par de rizos de la cara e intentó retirar la mano de la de Luke, pero este no se lo permitió-. Por favor -intentó retirarla otra vez-. Tengo que tomar un tren.

– ¿Para vivir en un apartamento en Sidney cuando en realidad quiere quedarse aquí? ¿Y de qué va a vivir?

– Puedo conseguir un empleo cuidando niños mientras Gabbie va al colegio.

– Sabes perfectamente que esa clase de empleos no da para vivir -replicó Erin, y reparó en la mirada de su amiga. Oh, cielos, tal vez había ido demasiado lejos.

– Yo le pagaré bien -dijo Luke. Aquel hombre estaba acostumbrado a tomar decisiones rápidas, y acababa de tomar una-. Su amiga tiene razón. Puedo permitirme pagar a una niñera. Me enteraré de cuál es la tarifa normal, y le pagaré más. Además de los gastos diarios. Y puede vivir en la granja.

– ¿La granja?

– Sí, tengo una granja -él sonrió al observar la cara ele perplejidad de Wendy. Le apretó ligeramente la mano y luego la soltó. Ella la dejó caer, pero siguió mirándosela como si contuviera… ¿qué? No lo sabía. ¿Un presagio de problemas futuros? Algo que no entendía en absoluto.

– Ya le he dicho que mis abuelos tenían una granja a las afueras de Bay Beach -continuó él-. Está justo al sur de aquí y es preciosa. Tiene cien hectáreas de pastos, da al mar y el río forma el límite norte. Mis abuelos me la dejaron al morir. A mí me encanta, por eso nunca la ha vendido. Un granjero de la vecindad lleva a su ganado a pastar allí. Pero la casa está vacía. Si la quiere, es suya.

– ¿Si la quiero? -Wendy lo miró como si se hubiera vuelto loco. Una granja. Allí. ¡Que si la quería…!

– Claro que la quiere -dijo Erin rápidamente-. Di que sí, Wendy -atravesó a su amiga con la mirada-. Di que sí, idiota. ¡Vamos!

– ¡No! -Wendy sacudió la cabeza. Gabbie, por su parte, lo observaba todo, atemorizada. Recordándole que debía ser prudente. El mundo ya había golpeado demasiadas veces a aquella niña. Wendy no debía asumir ningún riesgo que volviera a ponerla en peligro. Una vocecita interior le gritaba que tuviera cuidado-.¿Dónde dice que está la granja? -preguntó.

– A dos kilómetros de la ciudad -Luke volvió a sonreír. Por fin parecía que aquel lío iba a resolverse.

– ¿Cómo se llamaban sus abuelos?

– Brehaut.

– ¡La granja Brehaut! -Wendy se quedó boquiabierta. Erin dejó escapar un gemido de alegría.

– Oh, es maravilloso. La granja de los Brehaut…

– En esa casa no vive nadie desde hace veinte años -dijo Wendy, aturdida-. Nadie sabía por qué.

– Pues ya lo sabemos -dijo Erin, exultarte-. ¿No es increíble?

– ¿Está habitable?

– Sí, creo que sí -una sombra de incertidumbre cruzó los ojos de Luke-. El granjero que usa los pastos se en carga de arreglar el tejado.

– Eso no significa que esté habitable.

– Oh, por Dios, Wendy -exclamó Erin-. Tú podrías arreglarla.

– ¿Mientras me ocupo de un bebé y de una niña de cinco años? -Wendy sacudió la cabeza-. Señor Grey…

– Luke.

– Luke -le sostuvo la mirada fríamente. En apariencia, aquella oferta era demasiado buena para rechazarla, pero debía pensar en Gabbie-. ¿El trato incluiría a Gabbie? -preguntó-. ¿Dispondría de la granja y Gabbie podría quedarse conmigo?

– La casa tiene cinco habitaciones -dijo él, sintiendo que su problema se disolvía rápidamente. Aquello iba cada vez mejor. Llevaba años resistiéndose a vender la gran ja. Por sentimentalismo, suponía, aunque se decía a sí mismo que era una inversión razonable. Y, ahora, Wendy iba a ocuparse de ella… a convertirla en un hogar…

– ¿Estaría dispuesto a firmar un acuerdo legal? -preguntó ella.

– Por supuesto -respondió él-. Tengo que irme a Nueva York esta noche, pero le enviaré a mi abogado desde Sidney. Le diré que se encargue de todo.

Wendy parpadeó, incrédula. Tenía que haber alguna pega. En alguna parte.

Contempló al bebé dormido en brazos de Luke. trace. trace y Gabbie. Se ocuparía de dos niñas peque¡las… Aquello podía ser perfecto. Así, cuando la madre de Gabbie quisiera pasar una temporada con su hija, su vida no se quedaría vacía. Seguiría haciendo lo que más le gustaba, y Gabbie tendría un hogar al que volver.

Pero en la granja no vivía nadie desde hacía muchos años. Y la madre del bebé podía volver en cualquier momento y reclamar a su hija. La había abandonado esa misma mañana. Era razonable suponer que cambiaría ¡ir opinión y, entonces, ¿qué sería de Gabbie y de ella?

¡No! Había peligros allí donde mirara, y, si no tomaba el tren, no llegaría a tiempo de recoger las llaves de su nuevo apartamento. Lo perdería y se quedaría sin alojamiento en Sidney.

Por otra parte, si aceptaba y se llevaba a las dos pequeñas a una granja desolada y Luke se marchaba aquella noche a Nueva York… Estaría atrapada, pensó sombríamente. Podía encontrarse metida en un atolladero, y no solo ella. También estarían Gabbie y'Grace. No tenía derechos legales para hacerse responsable del bebé. Y tampoco sabía si Luke los tenía. Probablemente, no. Así que, tenía que decirlo.

– No -dijo con firmeza, y se mordió el labio cuando se oyó a sí misma. Era una idea tan tentadora… Pero debía ser sensata.

– ¡Wendy! -exclamó Erin.

– ¿Puedo preguntar por qué? -dijo Luke en tono profesional, poniendo en marcha su capacidad de organización-. Es una oferta muy ventajosa.

– Puede que sí -dijo ella-. Pero si la granja está en ruinas, no lo es tanto. Y tampoco lo es si me acusan de llevarme a Grace sin tener derecho legal para ocuparme de ella. Imagino que no ha pensado usted en las complejidades legales de su situación, ¿verdad?

Él palideció. Evidentemente, no había pensado en ello.

– No.

– Entonces, le agradezco mucho su amable oferta -dijo ella con firmeza-, pero no puedo aceptarla. A menos que…

– ¿Qué?

– A menos que posponga su viaje y pase con nosotras el tiempo necesario para asegurarse de que la granja esté habitable. No se vaya a Nueva York hasta que todo esté legalmente aclarado y yo esté segura de que las niñas tienen un buen lugar donde vivir tranquilas.

A él no pareció gustarle la idea. Durante los siguientes diez minutos, sacó todos los argumentos que se le ocurrieron para hacerle cambiar de opinión. Pero Wendy tomó a Gabbie de la mano y salió de la habitación.

– Tenemos que tomar un tren -dijo sencillamente-. Tengo muy poco tiempo. Adiós, Luke.

Aturdido, él la siguió con la mirada. La puerta de la cocina se cerró tras ellas y Luke se volvió para mirar a Erin.

– Tiene razón -dijo esta, desalentada-. Wendy necesita un permiso legal para ocuparse del bebé. Y, si nadie ti.¡ vivido en la granja en los últimos veinte años, la casa debe de estar hecha un desastre.

– Pero tengo que irme a Nueva York…

– Entonces, es que tiene otras prioridades -dijo ella-. ¿Cuándo piensa marcharse?

Esta misma noche, si consigo llegar a tiempo a Sidney.

– ¿Y qué piensa hacer con Grace?

No puedo hacerme cargo de ella -contestó él débilmente, mirando a la niña dormida en sus brazos.

– En ese caso, déjela en el servicio de acogida y ellos le encontrarán un sitio en Sidney -Erin alzó la barbilla. Estaba corriendo un gran riesgo y lo sabía. Contuvo el aliento.

Él la miró otra vez y luego volvió a mirar a la niña.

– Yo…

– No quiere hacerlo, ¿verdad? -preguntó Erin amablemente.

– No.

– ¿Qué hay tan importante en Nueva York?

– Reuniones. Me dedico a la bolsa.

– Apuesto a que dispone de Internet y de correo electrónico y de toda clase dé artilugios tecnológicos para superar esta crisis -dijo ella vivamente-. ¿Teleconferencias, tal vez? He oído que funcionan muy bien.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «En un lugar del corazón»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «En un lugar del corazón» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «En un lugar del corazón»

Обсуждение, отзывы о книге «En un lugar del corazón» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x