• Пожаловаться

Lynne Graham: Duquesa por accidente

Здесь есть возможность читать онлайн «Lynne Graham: Duquesa por accidente» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Lynne Graham Duquesa por accidente

Duquesa por accidente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Duquesa por accidente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Seducida y luego desposada… pero sólo por el bien de su hijo… Leandro Carrera Márquez, duque de Sandoval, era tan aristocrático, orgulloso y arrogante como su propio título… y también guapo y arrebatador hasta lo imposible. ¿Cómo podía desear este banquero multimillonario a una pobre camarera como Molly? Sin embargo, así era. Leandro consiguió a Molly y la dejó embarazada por accidente. En el mundo tan tradicional de Leandro, sólo quedaba una opción posible: el matrimonio. Después de todo, ninguno de sus nobles antepasados se había casado por amor…

Lynne Graham: другие книги автора


Кто написал Duquesa por accidente? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Duquesa por accidente — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Duquesa por accidente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Leandro la colocó de costado y, a la luz de la luna, vio algo que le llamó la atención en la base de la espina dorsal. ¿Era una cicatriz? Extendió una mano y vio que se trataba de un tatuaje. Eran unos labios muy rojos. Tras apartar la sábana, vio otro en el tobillo. En esa ocasión, era una pequeña hilera de estrellas. Sonrió. Volvió a taparla con la sábana y la acurrucó contra su cuerpo. Molly era completamente diferente de cualquier otra mujer que hubiera conocido. Decididamente, no tenía madera de duquesa, pero era la perfecta candidata para ser su amante.

¿Por qué no? En la cama, era pura delicia y lo deseaba tanto como él a ella. A Leandro le gustaba mucho el sexo, pero habían pasado muchos años desde la última vez que había podido dar rienda suelta a su libido. La idea de poder tener unos momentos relajantes con una mujer cálida y dispuesta como Molly al final de un largo día en el banco resultaba muy atrayente. Le gustaba que ella lo tratara como si fuera una persona corriente. Era fresca y novedosa y él estaba dispuesto a liberarse de la red de deberes y responsabilidades que lo tenían atrapado. Sólo por una vez, decidió que iba a hacer exactamente lo que quería sin pensar en las consecuencias.

Molly se despertó y vio que estaba en una cama desconocida de una habitación igualmente ajena a ella. Aún estaba oscuro, pero la luz rosada del amanecer ya se iba abriendo paso en el horizonte. Al ver la refinada y cara decoración de la habitación, recordó lo que había ocurrido la noche anterior y se quedó rígida. Se había acostado con un hombre del que ni sabía pronunciar ni mucho menos escribir correctamente su nombre. Cuando trató de levantarse, una mano la agarró con fuerza y la obligó a volver a tumbarse.

– No pienses siquiera en marcharte, querida -susurró él-. Sólo son las siete.

– Me está dando mucha vergüenza de todo esto -musitó ella-. Ni siquiera tengo un cepillo dientes.

Leandro tuvo que contenerse para no soltar la carcajada ante aquel comentario.

– Yo tengo uno de sobra. Pediré el desayuno. Me gustaría hablar de algo contigo.

Lo único que Molly quería era tener una varita mágica que, con sólo agitarla una vez, pudiera transportarla de nuevo a su dormitorio. Vio que su ropa estaba desperdigada por el suelo. «Soy una zorra», pensó, sin poder evitarlo.

Leandro estaba hablando por teléfono en español a toda velocidad. Parecía alguien acostumbrado a dar órdenes. Sin embargo, ¿qué sabía ella sobre él? ¿Que era guapo? ¿Caballeroso? ¿Fantástico en la cama? ¿Que no le gustaba el frío? ¿Que era viudo? Bueno, ese último detalle sí que revelaba algo sobre su carácter. Había estado preparado para comprometerse con alguien y se había casado a una edad razonablemente temprana, lo que no era muy usual.

– Utilizaré el cuarto de baño de al lado -dijo él.

A ese listado de atributos, Molly añadió uno más: el tacto. Sin volver la cabeza, ella esperó hasta que oyó que la puerta se cerraba antes de salir de la cama. Entonces, recogió su ropa y se metió en el cuarto de baño que había dentro del dormitorio.

Tenía el cabello como si hubiera metido los dedos en un enchufe. Lanzó un grito de horror y empezó a buscar por los cajones del armario el cepillo de dientes que él le había prometido. La ducha funcionaba con un programador digital, por lo que ella no pudo averiguar cómo se utilizaba y tuvo que conformarse con lavarse en el lavabo lo mejor que pudo. Mientras se vestía, se dio cuenta de lo mucho que le dolía el cuerpo.

Recordaba vagamente que, durante la noche, se había vuelto a despertar y había vuelto a hacer el amor con Leandro. Ella había empezado, pero él había desplegado inmediata, pero lentamente, sus artes de seducción tan hábilmente que Molly tuvo que gritar su nombre. Mientras trataba de arreglarse el cabello, se arrepintió profundamente de tanta audacia.

Salió del cuarto de baño cuando ya no le quedó más excusa. Sólo sabía una cosa. Si hubiera tenido la oportunidad de dar marcha atrás, habría elegido a pesar de todo quedarse con él y experimentar todo lo ocurrido la noche anterior.

Desde el comedor se disfrutaba de una espléndida vista del Támesis. Allí, había un camarero con un carrito sobre el que llevaba una amplia selección de alimentos. Molly se quedó atónita. Miró a Leandro, que estaba junto a la ventana. Iba vestido con un traje de raya diplomática hecho a medida para él. Estaba muy guapo, aunque su apariencia resultaba fría y distante. Molly experimentó una extraña sensación en el estómago, como si presintiera una amenaza. No sabía cómo comportarse ni qué decirle.

Con un gesto de la cabeza, Leandro le indicó al camarero que se marchara. Molly se sonrojó y trató por todos los medios de evitar mirarlo a él al rostro. Se secó las manos contra la falda. Resultaba evidente que a él le resultaba muy fácil darle órdenes a la gente. Nunca antes había sido tan consciente de pertenecer a la clase baja como lo fue entonces, ataviada con sus ropas de camarera mientras él ordenaba a otra persona de esa misma profesión que se marchara con un simple movimiento de cabeza.

Como tenía mucha hambre, se sirvió cereales y comprobó que el apartamento era mucho más lujoso de lo que había creído en un primer momento. Se sintió más fuera de lugar que nunca.

– Anoche… -dijo Leandro, buscando las palabras adecuadas para poder transmitirle a Molly su oferta-… fue fantástico.

– Hmm…

Molly tuvo que limitarse a asentir. Tenía la boca demasiado llena para poder hablar. Además, tampoco habría sabido qué responder a ese comentario. Vestido y a plena luz del día, Leandro resultaba muy intimidante. Casi no se podía creer que hubiera pasado la noche entre sus brazos.

– De hecho, fue tan increíble que quiero que sigas a mi lado, querida.

Molly estuvo a punto de atragantarse con los cereales.

– ¿Que siga a tu lado?

– Llevo una vida muy ajetreada en la que raramente tengo tiempo para divertirme, lo que me parece razón más que buena para querer que formes parte de mi vida. Me gusta tu actitud alegre y necesito relajarme más. Los dos tenemos algo que el otro necesita. Sería un intercambio que nos beneficiaría a los dos. Tú disfrutarías de seguridad económica para llevar a cabo tu ambición de ser ceramista y yo estaría encantado de poder ayudarte.

– ¿Qué diablos estás tratando de decirme?

– Que estaría dispuesto a comprarte un lugar adecuado para que pudieras vivir y proporcionarte el dinero suficiente para que éste no fuera nunca más motivo de preocupación para ti. No tendrías que volver a trabajar como camarera. Yo cubriría todos tus gastos. Sería para mí un placer hacerlo.

Molly lo miró fijamente. El corazón le latía con tanta fuerza que parecía que lo tenía atrapado en la garganta.

– ¿Y por qué te ofreces a comprarme un lugar donde vivir? ¿Por qué quieres pagar mis facturas? ¿Exactamente qué clase de relación me estás ofreciendo?

– Quiero que seas mi amante y que permanezcas en mi vida como tal. Entre las bambalinas de mi vida en vez de en el escenario, si prefieres expresarlo así. Sin embargo, serías muy importante para mí.

Mientras él le explicaba su objetivo, Molly fue palideciendo poco a poco para luego, de repente, ruborizarse completamente. La ira se apoderó de ella. Los ojos se le llenaron de fiera incredulidad. Dio un golpe sobre la mesa con los puños cerrados y se levantó inmediatamente.

– ¡Eres una rata arrogante y condescendiente! -le espetó-. ¿Tu amante? ¿Qué se supone que fue la noche anterior? ¿La entrevista de prueba para el puesto? ¡Ni siquiera tienes derecho a sugerirme una cosa así!

– No es necesario que insultes para responderme -le censuró Leandro con gran frialdad-. En mi mundo, este tipo de relaciones entre hombres y mujeres con habituales y están aceptadas por todos.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Duquesa por accidente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Duquesa por accidente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Duquesa por accidente»

Обсуждение, отзывы о книге «Duquesa por accidente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.