• Пожаловаться

Isaac Asimov: Los piratas de los asteroides

Здесь есть возможность читать онлайн «Isaac Asimov: Los piratas de los asteroides» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1976, ISBN: 84-02-04973-7, издательство: Bruguera, категория: Космическая фантастика / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Isaac Asimov Los piratas de los asteroides

Los piratas de los asteroides: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los piratas de los asteroides»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El sistema solar ha sido colonizado por la Tierra, unificada bajo el gobierno del Consejo de Ciencias. En el ejambre de asteroides que orbitan entre Marte y Júpiter, como antaño en los archipiélagos del Caribe, se ocultan los feroces corsarios del espacio, que han sustituido el velero por la astronave y el trabuco por el rayo desintegrador. Pero tras sus correrías y pillajes se esconde una amenaza mucho mayor, un terrible misterio que Lucky Starr, joven agente especial del Consejo de Ciencias, deberá desentrañar.

Isaac Asimov: другие книги автора


Кто написал Los piratas de los asteroides? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Los piratas de los asteroides — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los piratas de los asteroides», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Hansen protestó:

—Pero le he matado. ¿Por qué, en el nombre de la Tierra misma, habría de matarle si fuese yo quien usted dice que soy?

—Porque él era un maniático. Estaba dispuesto a permitir que chocara con ustedes antes que echarse atrás y perder su ascendiente. Usted tiene planes mucho más ambiciosos y ni siquiera ha pensado en morir para halagar la vanidad de ese hombre. Además, sabía muy bien que aun cuando lográramos impedir que Antón se comunicara con Ganímedes, solo habría una demora. Al atacar la base de Ganímedes, luego, se produciría la guerra de todos modos. Por lo tanto, prosiguiendo con su papel de presunto ermitaño, siempre hallaría la ocasión de huir y retomar su verdadera identidad. ¿Qué podía importar la vida de Antón y la pérdida de una nave frente a todo lo demás?

—¿Qué pruebas tiene usted de todo lo que ha dicho? —inquirió Hansen—. ¡Es una presunción, nada más! ¿Dónde están las pruebas?

El almirante, que había mirado a uno y otro durante toda la conversación, intervino, excitado:

—Óigame usted, Starr, este hombre es mío. Ya le sacaremos toda la verdad.

—No hay prisa, almirante. Mi hora no ha transcurrido aún… ¿Presunción, Hansen? Prosigamos, pues. He intentado regresar a su roca, Hansen, pero usted no conocía las coordenadas, hecho extraño, a pesar de sus complejas explicaciones. Y he obtenido un conjunto de coordenadas a partir de la trayectoria que habíamos recorrido desde su roca hasta Ceres; el punto señalado resultaba estar en la zona prohibida, donde no puede haber asteroides, según el curso natural de esos cuerpos. Pero como yo estaba seguro de que mis cálculos eran exactos, comprendí que su roca se hallaba en ese lugar contra las leyes naturales.

—¿Qué? ¿Cómo? —exclamó el almirante.

—Quiero decir que una roca no necesita moverse dentro de su órbita. Se puede equiparla con motores hiper-atómicos y puede salirse de su órbita como una nave espacial. No hay otra explicación para la presencia de un asteroide en la zona prohibida.

Alterado, Hansen preguntó:

—¿Qué es esto? ¿Una trampa? Las cosas no son como usted pretende. No sé por qué me está haciendo esto, Starr. ¿O es que quiere probarme?

—Ni trampa ni prueba, señor Hansen —respondió Lucky—. Yo regresé a su roca porque no creía que se hubiese alejado mucho. Un asteroide que pueda trasladarse posee ciertas ventajas. No importa cuántas veces sea detectado, cuántas veces se anoten sus coordenadas y se calcule su órbita: siempre existe la posibilidad de desconcertar a observadores y perseguidores sacándolo de su órbita. Pero también presenta ciertos inconvenientes, un astrónomo, desde un telescopio, si lo observara en el instante preciso, se podría preguntar por qué un asteroide se mueve fuera de la elíptica o dentro de la zona prohibida. Y, si estuviese cerca, se preguntaría por qué un asteroide deja una estela en uno de sus extremos, como un reactor.

»Supongo que usted se ha movido para encontrarse con la nave de Antón y para que yo descendiera allí. También supuse que usted no se alejaría mucho tan poco tiempo después, tal vez sólo lo necesario para entrar en un grupo de asteroides y pasar desapercibido. De modo que, al regresar, he buscado entre los asteroides más cercanos uno que tuviese el tamaño y la forma. Y lo he hallado. He hallado al asteroide que en realidad era base, factoría y depósito, todo al mismo tiempo; allí he oído el zumbar de motores poderosos que bien podrían moverlo a través del espacio. Importados de Sirio, creo.

—Pero no era mi roca —adujo Hansen.

—¿No? Sin embargo, Dingo me aguardaba allí y me ha dicho que no había tenido necesidad de seguirme, que sabía hacia dónde me dirigiría yo. El único lugar al que él sabía que yo podría encaminarme era a su roca. De aquí deduzco que la misma roca tiene, en un extremo, su casa y, en el otro, la base pirata.

—No, no —interrumpió Hansen—. Dejo esto a criterio del almirante. Hay mil asteroides que pueden tener el tamaño y la forma del mío y no soy responsable de las observaciones eventuales que haya hecho un pirata.

—Existe otra evidencia que tal vez le parezca más concluyente a usted —dijo Lucky—. En la base pirata hay dos picos que encierran un valle; un valle cubierto de botes de lata, abiertos.

—¡Botes abiertos! —exclamó el almirante—. ¡Por la Galaxia! ¿Qué relación tiene eso con nuestro problema, Starr?

—Hansen tiraba los botes abiertos en un valle de su propia roca. Hasta me dijo que no quería que su roca fuera acompañada en el espacio por sus desperdicios; en realidad lo que no ha querido es que esos botes permitieran identificar su asteroide. Al partir de allí he visto el valle con las latas; y las he visto nuevamente cuando me aproximaba a la base pirata: por esa razón he escogido ese asteroide y no otro para investigar. Mire usted a este hombre, almirante, y dígame si es posible dudar de lo que he dicho.

El rostro de Hansen estaba deformado por la ira. No era el mismo individuo, toda su apariencia de pasividad había desaparecido.

—Está bien. ¿Y qué hay? ¿Qué quiere usted?

—Quiero que llame a Ganímedes. Estoy seguro de que usted ha realizado las negociaciones previas con ellos, y que le conocen. Dígales que los asteroides se han rendido a la Tierra y que se unirán a nosotros para luchar contra Sirio, si es preciso.

Hansen rió.

—¿Por qué habría de hacerlo? Me tienen a mí, pero no han dominado aún a los asteroides. No podrán limpiarlos.

—Podremos si tomamos su roca, la base. Allí están todos los pertrechos, ¿no es así?

—Trate de hallarla —desafió Hansen, con voz ronca—. Intente localizarla en medio de una miríada de rocas. Usted mismo ha dicho que puede moverse.

—Será muy simple: su valle de latas, ¿recuerda usted?

—Adelante. Inspeccione cada roca hasta hallar ese valle. Le llevará un millón de años.

—No; no mucho más de un día. Antes de abandonar la base pirata, tuve tiempo para arrojar un rayo calórico contra el valle; he fundido las latas y se han enfriado: ahora se ven como una reluciente lámina de metal. No hay atmósfera que pueda oxidarlas, de modo que esa superficie se ve como una de las plantas de metal que se utilizan como vallas en los duelos de pistolas impelentes. Cuando el Sol da allí, el reflejo es inconfundible. Todo lo que el Observatorio de Ceres tendrá que hacer es buscar en el firmamento un asteroide diez veces más brillante que lo que le permitiría su tamaño. Les he dejado mientras iniciaban la búsqueda, antes de partir a la caza de Antón.

—No es verdad.

—¿No? Mucho antes de atravesar el Sol, he recibido un mensaje sub-etérico junto con una fotografía. Aquí está. —Lucky extrajo la fotografía de una gaveta—. El punto brillante señalado con una flecha es su asteroide.

—No me asusta usted.

—Pues debería asustarse. Las naves del Consejo han descendido allí.

—¿Cómo? —rugió el almirante.

—No podemos perder tiempo, señor —dijo Lucky—. Ya hemos hallado la casa de Hansen al otro lado y también los túneles que conectan con la base pirata. Tengo aquí algunos documentos sub-eterizados que contienen las coordenadas de sus bases más importantes entre las secundarias, Hansen, y algunas fotografías de las mismas bases. ¿Las reconoce, Hansen?

El pirata estaba paralizado. Su boca se abrió para emitir algún sonido incoherente.

Lucky prosiguió:

—Le he dicho todo esto, Hansen, para convencerle de que está perdido. Está completamente derrotado. Le queda tan sólo su vida. No le prometeré nada, pero si hace lo que le he pedido, tal vez pueda salvar eso que le ha quedado. Llame a Ganímedes.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los piratas de los asteroides»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los piratas de los asteroides» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los piratas de los asteroides»

Обсуждение, отзывы о книге «Los piratas de los asteroides» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.