• Пожаловаться

Jean Rabe: El Dragón Azul

Здесь есть возможность читать онлайн «Jean Rabe: El Dragón Azul» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Jean Rabe El Dragón Azul

El Dragón Azul: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Dragón Azul»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Los grandes dragones amenazan con esclavizar Krynn. Han alterado la tierra por medios mágicos, esculpiendo sus dominios de acuerdo con sus viles inclinaciones, y ahora comienzan a reunir ejércitos de dragones, humanoides y criaturas, fruto de su propia creación. Incluso los antaño orgullosos Caballeros de Takhisis se han unido a sus filas y preparan el ataque contra los ciudadanos de Ansalon. Ésta es la hora más negra para Krynn. Sin embargo, un puñado de humanos no quiere rendirse. Incitados por el famoso hechicero Palin Majere y armados con una antigua Dragonlance, osan desafiar a los dragones en lo que quizá sea su último acto de valentía.

Jean Rabe: другие книги автора


Кто написал El Dragón Azul? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El Dragón Azul — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Dragón Azul», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Es curioso que un dragón se fíe de esta clase de magia —reflexionó en voz alta—. Los dragones tienen un poder arcano innato.

Estudió el dibujo con atención. La línea curva representaba cambio y renacimiento. La línea ondulada transversal estaba salpicada de polvo de oro y simbolizaba fuerza y energía, mientras que el círculo lleno de cera que atravesaba la media luna significaba...

—¡Palin! —llamó Feril, que se encontraba a unos metros de distancia. Ella y Ampolla estaban de rodillas, mirando algo en la arena. Sobre sus cabezas había una grieta en el techo de la caverna, y el hechicero vio que la arena se filtraba por ella y caía como copos de nieve—. Deberías ver esto.

La urgencia en la voz de la kalanesti hizo que Palin abandonara el examen del dibujo.

Rig, que había estado ocupado en medir la cueva, se reunió con los demás.

—Es parte de una huella gigantesca —observó, mirando por encima del hombro de la elfa—. Eso significa que tus amigos animales tenían razón: estamos en la madriguera del Dragón Azul. También significa que seguiré bajando hasta encontrar el tesoro. Os dije que el viaje no sería muy largo.

La elfa hizo una mueca de disgusto y señaló una depresión en el suelo.

—Ésa debe de ser la marca de la garra, y, por la posición, yo diría que es el dedo más pequeño de la pata delantera derecha.

—Vaya, vaya —susurró la kender.

—De modo que el dragón tenía una garra muy grande —dijo Rig—. ¿Y qué? Ya lo sabíamos. Lo vimos de cerca cuando mató a Shaon. Vamos, Ampolla, necesitaré ayuda para llenar esto.

Desprendió un par de bolsas de cuero del cinturón y le tendió una a la kender. Pero Ampolla no le hizo el menor caso. Estaba absorta en la contemplación de la huella.

—Esta marca es demasiado grande —señaló Feril—. El dragón que mató a Shaon y a Dhamon no era lo bastante grande para dejar esta huella. No me creeréis, pero tengo la impresión de que nos hemos equivocado de cueva.

—Vaya, vaya —repitió Ampolla en voz aun más baja.

—Y la huella parece reciente. Calculo que sólo tiene un día —prosiguió la elfa.

—¿Entonces no estamos en la cueva del dragón muerto? — preguntó Rig con voz súbitamente baja. Tragó saliva y miró a Palin—. La lanza está en el barco. No creí que fuéramos a necesitarla en la guarida de un dragón muerto. Será mejor que salgamos de aquí antes de que sea demasiado tarde.

—Ya es demasiado tarde —bramó una voz desde la entrada de la cueva.

El pánico se apoderó de los cuatro amigos, que se volvieron como un solo ser hacia el hablante. La criatura tenía el color del barro cocido, con manchas aquí y allí. Su cuerpo con forma de dragón estaba prácticamente cubierto de escamas y piel, y en su vientre había zonas que parecían cúmulos de grava. Las alas correosas se asemejaban a las de un murciélago y su hocico era grande y puntiagudo, con una doble fila de dientes afilados que se abrían y cerraban amenazadoramente. Sus grandes ojos con forma de pera, del color del cielo de la noche, se posaron sobre los cuatro amigos.

La criatura sacudió su cola armada de púas, flexionó las garras de sus patas traseras y dio un paso al frente. No tenía patas delanteras; sólo un par de alas con púas en los extremos y un aspecto tan temible como las garras. Las alas extendidas debían de medir quince metros, y su cuello era tan fino y flexible como una serpiente gigantesca. Al aletear levantaba grandes nubes de arena del suelo.

—Un wyvern —observó Palin.

—Es el dragón marrón que mencionó el lagarto —dijo Feril.

—Nunca había visto nada semejante —añadió Ampolla con un dejo de temor en la voz.

—Por lo menos no es un dragón auténtico —señaló Rig, relajándose un poco—. Y es evidente que no pudo dejar esta huella. —Empuñó el alfanje, cuya hoja destelló a la luz del orbe de Palin—. Tampoco es tan grande como el que mató a Shaon. Podré cogerlo.

—¿Coger qué? —rugió la bestia—. ¿Robar algo? Amo furioso.

—Tenía entendido que los dragones alados no hablaban —susurró Palin a Feril.

—Y así es —respondió ella.

—¿Qué encontrar? —Otra voz, tan estridente como una tiza al rozar una pizarra, resonó en la cueva—. ¿Encontrar algo?

El cuarteto vio otro wyvern. Era casi idéntico al primero, aunque algo más pequeño. Moviendo la cola de delante atrás, asomó el cuello por encima del ala extendida de su compañero para ver mejor.

—Personas —dijo el wyvern más pequeño—. Encontrado personas. ¿Deberían estar aquí?

—No sé —respondió el otro—. No estar aquí cuando marchamos. Ahora sí. Cuando marchamos, calor. Ahora, frío. Personas venir entre frío y calor. Personas tontas.

Rig apretó la empuñadura de su alfanje. Sus oscuros ojos iban y venían de un wyvern al otro.

—La idea de buscar el tesoro del dragón fue espléndida —murmuró Feril al marino. Inclinó la cabeza hacia Palin—. Y tú dijiste que la guarida del dragón nos enseñaría unas cuantas cosas. Si me hubierais escuchado, ahora estaríamos de camino a Ergoth del Sur.

—Podría haber sido peor —terció la kender—. Podríamos habernos topado con más dragones... o con el que dejó esa huella.

—Eso me da ánimos —dijo el marino.

—Dejar de hablar. Rendirse —insitió el wyvern más grande. Fijó la vista en Rig—. Arrojar rama brillante. Ahora.

—¡No! —rugió Rig.

Sus pies levantaron una nube de arena cuando cruzó la distancia que lo separaba de la bestia más grande. Alzando la cuchilla por encima de su cabeza, la arrojó con un movimiento basculante y atravesó la piel del vientre del wyvern. El corte no era muy profundo, y el gruñido que emitió la criatura no fue de dolor sino de sorpresa.

—No rendirse —observó el más pequeño, aparentemente impasible ante el ataque de Rig—. ¿Qué hacer ahora? —preguntó a su compañero—. ¿Hacer algo?

—Coger personas —respondió el dragón más grande mientras esquivaba el segundo ataque de Rig—. Entregar álamo.

—Entregar a Tormenta sobre Krynn al regresar —exclamó el otro—. Idea buena.

«Tormenta sobre Krynn», esbozó Palin con los labios.

—¡Estamos en la guarida de Khellendros! ¡Tenemos que salir de aquí!

—¿Khellendros? ¿El señor supremo de los dragones? —gritó Ampolla.

Metió la mano enguantada en uno de sus saquitos y rebuscó con los dedos entre los múltiples objetos del interior. Por fin se vio recompensada y sacó una honda. La kender la cargó con el siguiente objeto que encontró —una nuez—, sujetó la honda encima de su cabeza y arrojó el proyectil. La nuez voló hacia el wyvern más pequeño y le dio en el hocico.

—¡Personas hacer daño!

Palin procuró abstraerse de los sonidos circundantes y se concentró en el orbe que tenía en la mano. Observó cómo los colores se intensificaban y el calor aumentaba en la palma de su mano. Cuando el orbe se calentó tanto que comenzó a quemar, el hechicero lo dejó caer al suelo y continuó concentrándose en él.

Al mismo tiempo, Feril se arrojó sobre su estómago, extendió las manos y retiró frenéticamente la arena hasta que sus dedos tocaron la piedra fría. Palpó la superficie pulida, dura, antigua y poderosa. Cerró los ojos y dejó volar los sentidos hasta filtrarse en la piedra y fundirse con ella. La elfa se sintió fuerte y pesada, floja, imperturbable y primitiva. Percibió la arena sobre la roca, los pies de sus compañeros, el calor del fuego mágico de Palin y las garras de los wyverns.

Sé como el agua, pidió a la roca. Fluye conmigo.

Feril sintió que la piedra respondía a sus órdenes mentales y se volvía blanda como arcilla. Se esforzó para hundir los dedos en la piedra.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Dragón Azul»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Dragón Azul» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Dragón Azul»

Обсуждение, отзывы о книге «El Dragón Azul» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.