Margaret Weis - Ámbar y Cenizas

Здесь есть возможность читать онлайн «Margaret Weis - Ámbar y Cenizas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ámbar y Cenizas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ámbar y Cenizas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La Guerra de los Espíritus ha concluido, y la magia, al igual que los dioses, ha reaparecido. Pero éstos compiten por la supremacía, y los enfrentamientos, que han extendido la miseria y la desdicha, han desestabilizado el poder en Ansalon.
Ante la tumba de la Diosa de la Oscuridad, la guerrera Mina piensa que su existencia ha terminado. La llegada de Chemosh confirma su creencia pero las intenciones del dios no son lo que aparentan: no ha acudido a su encuentro para reclamar su muerte sino para que le entregue su fe.

Ámbar y Cenizas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ámbar y Cenizas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Es como lo recordaba —comentó Chemosh—. Estrellas a las que se retiene cautivas.

Las luces brillaban con el mismo fulgor de las estrellas, frío y aguzado. No iluminaban nada, no daban calor ni resplandor. Mina observó atentamente una de ellas.

—Mira ahí, mi señor —señaló.

—¿Qué es? —demandó Chemosh.

—Una de las luces se ocultó y después volvió a aparecer, como si alguien o algo hubiera pasado por delante. —¿Dónde? ¿Qué luz?

—Ahí arriba, unos dos niveles. Mi señor, puedes entrar en la torre —añadió Mina—. Eres un dios. Esos muros, tanto si son sólidos como si son una ilusión, no pueden detenerte.

—Sí, pero tú no puedes.

—Tienes que entrar, mi señor —insistió Mina—. Yo esperaré aquí fuera. Cuando encuentres la entrada, ven a buscarme.

—No me gusta dejarte sola —dijo él, aunque se sentía tentado de hacerlo. —Te llamaré si te necesito.

—Y vendré, aunque me encuentre en los confines del universo. Espérame aquí. No tardaré.

Nadó hacia el muro de cristal, nadó a través de él. La oscuridad, cálida y sofocante, se abatió sobre ella, opresiva.

Mina vigiló las luces semejantes a estrellas, se centró en ellas en lugar de hacerlo en la sed, que empezaba a ser extrema. Contó ocho luces esparcidas por la torre y sin haber más de una en un mismo nivel, si es que había niveles. Ninguna parpadeó ni se apagó, sino que lucían fijas, invariables.

Echaba de menos a Chemosh, echaba de menos su voz. El silencio era denso y pesado, como la oscuridad. De repente, muy cerca de ella, se encendió una novena luz.

Era distinta de las otras. Su color era amarillo y parecía más cálida, más brillante.

—Puedo quedarme aquí, sin pensar en otra cosa que el insoportable silencio y el sabor del agua fresca en la lengua, o puedo ir a descubrir la fuente de esa luz.

Mina se impulsó por el agua, medio nadando, medio reptando, y avanzó despacio, con sigilo, hacia la extraña luz.

A medida que se acercaba vio que no era un único punto de luz como había imaginado, sino múltiples luces, como un puñado de velas. Se dio cuenta de que las luces parecían diferentes —más cálidas y brillantes— porque estaban fuera de la torre. Las veía reflejadas en la superficie de cristal. Se acercó, picada la curiosidad.

La hilada de luces estaba suspendida en el agua como perlas ensartadas, como pequeñas linternas colgadas de una cuerda, en una hilera irregular, dentada, que se mecía, se desplazaba y se balanceaba con las corrientes submarinas.

«Qué extraño —se dijo para sus adentros la joven—. Parece una especie de red...»

El peligro surgió repentinamente ante ella en ese instante. Intentó huir, pero moverse bajo el agua era una tarea desesperadamente lenta. Las luces empezaron a girar con rapidez, aturdiéndola, y la cegaron y la confundieron. Una red de pesada cuerda surgió veloz en el centro de las luces giratorias y, sin darle tiempo a escapar, cayó sobre ella.

La joven luchó desesperadamente para soltarse de la trampa de pliegues de la pesada cuerda que le había caído sobre la cabeza y los hombros, enredándose en sus brazos, manos y piernas. Intentó levantar esos pliegues, apartarlos, quitárselos de encima, pero las luces eran tan brillantes que no veía lo que hacía.

La red se cerró a su alrededor, más y más ceñida hasta que los brazos se le quedaron pegados contra el pecho, y los pies y las piernas encogidos, de forma que no podía moverse.

Vio y sintió que la red era arrastrada por el agua, con ella dentro, y que se dirigía rápidamente hacia el muro de cristal. No se frenó al llegar al muro y Mina creyó que iba a estrellarse contra él. Cerró los ojos y se preparó para el violento impacto.

Una sensación de frío paralizante, como si hubiese caído en agua helada, fue todo lo que ocurrió. Jadeante por la impresión, abrió los ojos y se encontró con que había pasado a través de una portilla que se había abierto creando un remolino y que a continuación giraba de nuevo en espiral para cerrarse.

La red dejó de moverse y Mina se quedó suspendida en el agua, todavía atrapada en la red, así que le costó un ímprobo esfuerzo girar la cabeza un poco, y sólo vio parte del entorno. Por lo que alcanzó a vislumbrar, se hallaba en una especie de cámara pequeña y bien iluminada, llena de agua de mar.

Dos caras la observaban a través de la pared de cristal.

«Pescadores —comprendió de repente al recordar que los pescadores de Schallsea utilizaban luces de noche para atraer a los peces hacia las redes—. Y yo soy su captura.»

No llegó a ver bien a los que la habían atrapado porque la red empezó a girar y salieron de su campo visual. Al parecer, los dos estaban tan impresionados de verla como a la inversa. Se pusieron a hablar entre ellos; Mina los veía mover la boca aunque no oía lo que decían.

Fue entonces cuando se percató de que la superficie del agua por encima de su cabeza se rizaba, como si estuviese entrando aire en la cámara. Alzó los ojos y vio que el nivel comenzaba a bajar. Los pescadores estaban sacando el agua de la cámara y la sustituían por aire.

El agua es como aire para ti... el aire será como agua.

Mina recordó la advertencia de Chemosh sobre el encantamiento que le había lanzado, una advertencia que no había tomado muy en serio en aquel momento porque no imaginaba que iban a separarse el uno del otro.

El nivel del agua bajaba rápidamente.

Mina empujó la red con las manos y pateó con los pies en un frenético intento de liberarse. Sus esfuerzos fueron fútiles y sólo consiguieron que la red girara de manera descontrolada.

Trató de llamar la atención hacia su apremiante situación y a señalar hacia arriba.

Las caras tras el cristal observaron sus forcejeos con ávido interés, pero o no entendían o no les importaba lo que le pasaba.

Mina no había olvidado la advertencia de Chemosh de que lo llamara si tenía problemas. Cuando quedó atrapada en la red estaba demasiado sobresaltada para hacerlo, y después demasiado ocupada en tratar de liberarse por sí misma. Y después, la había podido el orgullo. Él no dejaba de recordarle que era débil, igual que lo eran todos los mortales. Quería demostrarle su valía, igual que la había demostrado en el Alcázar de las Tormentas, pero el sentido común le dictaba que buscara su ayuda en esta ocasión.

No obstante, Mina no quería gritar su nombre con pánico. Aunque muriera en ese mismo instante, el orgullo no le permitía suplicarle.

«Chemosh —llamó quedamente, para sus adentros, al recuerdo de los oscuros ojos y el ardiente contacto—. Chemosh, estoy en apuros. Los habitantes de esta torre me han capturado en una especie de red.»

Silencio. Si el dios la había oído, no respondió.

El nivel del agua descendió hasta sus hombros. No se atrevía a inhalar. Mantuvo el agua en los pulmones tanto tiempo como pudo, hasta que éstos empezaron a arderle y a dolerle. Cuando el dolor se hizo insoportable, abrió la boca. El agua le resbaló por la barbilla. Intentó respirar, pero era como un pez fuera del agua. Jadeó, boqueando, para llevar aire a sus pulmones.

—Chemosh —dijo, cuando la vida se le escapaba ya—. Voy a ti. No tengo miedo. Abrazo la muerte, porque ya no seré una mortal...

La red y su cautiva cayeron al suelo. Ansiosamente, los dos hechiceros giraron la manilla de la puerta de la esclusa de aire y entraron con premura a pesar de que el repulgo de las faldas de las túnicas chapoteaba en el agua que les llegaba a los tobillos. Los dos se inclinaron para ver mejor a su captura.

La mujer yacía de espaldas, enredada en la red, con los ojos abiertos de par en par, boqueando, los labios azulados. Las manos y los pies se sacudían con espasmos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ámbar y Cenizas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ámbar y Cenizas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Margaret Weis - Die Brüder
Margaret Weis
Margaret Weis - Drachenzauber
Margaret Weis
Margaret Weis - Drachenjäger
Margaret Weis
Margaret Weis - Ámbar y Sangre
Margaret Weis
Margaret Weis - Ámbar y Hierro
Margaret Weis
Margaret Weis - La Torre de Wayreth
Margaret Weis
Margaret Weis - The Magic of Krynn
Margaret Weis
Margaret Weis - The War of the Lance
Margaret Weis
Отзывы о книге «Ámbar y Cenizas»

Обсуждение, отзывы о книге «Ámbar y Cenizas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x