• Пожаловаться

Orson Card: Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón

Здесь есть возможность читать онлайн «Orson Card: Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1998, ISBN: 84-406-8119-4, издательство: Ediciones B, категория: Альтернативная история / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Orson Card Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón

Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En un futuro no demasiado lejano, un pequeño grupo de científicos e historiadores dedican sus horas a estudiar el pasado con una nueva máquina de observación a través del tiempo, la TruSite II. Por desgracia su mundo es un lugar trágico: la especie humana ha quedado reducida a una población de menos de mil millones de personas tras un siglo de guerras y plagas, de sequía, de inundaciones y de hambrunas. Ha habido demasiadas extinciones, demasiada tierra ha quedado envenenada y baldía. La gente que sobrevive lucha por renovar el planeta, mientras los especialistas observan el pasado en busca de las causas de su terrible presente. Un día, sin embargo, al contemplar la terrible matanza de las tribus caribeñas a manos de los españoles, que conducidos por Cristóbal Colón se dirigen a La Hispaniola, la observadora Tagin descubre que la mujer a quien está estudiando también la ve a ella y, a su vez, interpreta esa imagen como un mensaje de los dioses. ¿Podría alterarse el pasado? ¿Seria correcto que un pequeño grupo de observadores actuara deforma que, de tener éxito, hiciera desaparecer una línea temporal, aunque fuera la suya propia? ¿Se justificaría su acción si, gracias a ella, se evitara la muerte de todo el planeta?

Orson Card: другие книги автора


Кто написал Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Si alguna vez pidió perdón, o lo dio a entender siquiera, fue algo que Tagiri no llegó a ver. Había hecho lo que un hombre tenía que hacer para mantener su reputación en Ikoto. ¿Cómo iba a lamentar eso? Amami podía cojear, pero tenía un marido honorable cuyo prestigio no había menguado un ápice. No importaba que incluso la semana anterior a la muerte de Amami, algunos de los niños pequeños de la aldea todavía la siguieran, burlándose de ella con las palabras que habían aprendido de la hornada anterior de niños:

—¡Puta de Lotuko!

Cuanto más empezaba Tagiri a preocuparse e identificarse con la gente de Ikoto, más comenzaba a vivir en el flujo temporal de atrás hacia adelante. Cuando contemplaba las acciones de otras personas, dentro y fuera del tempovisor, en vez de esperar a ver los resultados de las acciones, esperaba ver las causas. Para ella el mundo no era un futuro potencial esperando su manipulación; para ella, era un conjunto irrevocable de resultados, y todo lo que podía encontrarse eran las causas irrevocables que conducían al momento presente.

Sus superiores advirtieron esto con gran curiosidad, pues aquellos novicios que habían experimentado con el flujo temporal hacia atrás en el pasado normalmente renunciaban muy pronto a seguir, ya que resultaba sumamente desorientador. Pero Tagiri no renunció. Volvía atrás y atrás en el tiempo, recorriendo la vida de las ancianas hasta el vientre de sus madres, y luego siguiendo a éstas, una y otra vez, encontrando la causa de todo.

Por ello se permitió que su período de noviciado se extendiera más allá de aquellos inseguros meses cuando aún adquiría soltura en el manejo del tempovisor y encontraba su camino en el problema significante. En vez de darle una misión en alguno de los proyectos en curso, le permitieron continuar explorando su propio pasado. No dejaba de ser una decisión muy práctica, naturalmente, pues al ser una buscadora de historias en vez de una buscadora de pautas no encajaba en ninguno de los proyectos en marcha. A los buscadores de historias normalmente se les permitía seguir sus propios deseos. Sin embargo, la continuada observación hacia atrás de Tagiri la convertía no en una novicia inusitada, sino única. Sus superiores sentían curiosidad por ver adonde la conduciría su trabajo y qué escribiría.

No eran como Tagiri. Ella se habría observado a sí misma para descubrir, no adonde la llevaría su peculiar investigación, sino de dónde procedía.

Si se lo hubieran preguntado, habría pensado un instante y se lo habría dicho, pues era y siempre había sido extraordinariamente consciente de sí misma. «Fue el divorcio de mis padres», habría dicho. Le habían parecido perfectamente felices toda su vida; entonces, cuando Tagiri cumplió catorce años, se enteró de que iban a divorciarse y, de repente, toda aquella infancia idílica resultó ser una mentira, pues sus padres habían estado fingiendo todos aquellos años en una terrible y sañuda competición por la supremacía en el hogar. Había sido invisible para Tagiri porque sus padres ocultaban su perniciosa competitividad incluso el uno al otro, incluso a sí mismos, pero cuando nombraron al padre jefe de la Restauración de Sudán, lo que suponía situarlo dos niveles por encima de la madre en la misma organización, el odio por los logros mutuos emergió finalmente, desnudo y brutal.

Sólo entonces pudo Tagiri pensar en las crípticas conversaciones mantenidas durante los desayunos o las cenas, cuando sus padres se felicitaban mutuamente por diversos éxitos. En ese momento, perdida la ingenuidad, Tagiri recordaba sus palabras y advertía que habían estado clavando cuchillos en el orgullo del otro. Y así, en la cúspide de su infancia, súbitamente volvió a experimentar toda su vida hasta entonces, sólo que en sentido inverso, con el resultado claro en su mente, pensando hacia atrás y hacia atrás, descubriendo las auténticas causas de todo. Así había sido su vida desde entonces, mucho antes de que pensara en usar sus títulos universitarios de etnología y lenguas muertas para ingresar en Vigilancia del Pasado.

No le preguntaron por qué su flujo temporal corría hacia atrás, y ella no se lo dijo. Aunque se sentía vagamente incómoda porque aún no le habían encomendado ninguna misión, Tagiri también se alegraba, pues estaba jugando al juego más grande de su vida, resolviendo rompecabezas tras rompecabezas. ¿No se había casado muy mayor la hija de Ama-mi? ¿Y no se había casado a su vez la hija de ésta demasiado joven y con un hombre que era mucho más testarudo y egoísta que el amable pero complaciente esposo de su madre? Cada mujer rechazaba las decisiones de la generación anterior, sin comprender nunca los motivos que regían la vida de su madre. Felicidad para una generación, miseria para la siguiente. Todo se remontaba hasta una violación y una paliza injusta a una mujer triste. Tagiri había oído cada una de las reverberaciones antes de dar por fin con la campana; había sentido todas las olas antes de acabar por descubrir la piedra lanzada a la laguna. Igual que había hecho en su propia infancia.

Todos los signos indicaban que seguiría una carrera extraña e intrigante. A su expediente personal le adjudicaron el raro status de una etiqueta plateada, lo que indicaba a cualquiera que tuviera autoridad para reasignarla que la dejaran en paz o la animaran a continuar con lo que estuviera haciendo. Mientras tanto, sin que ella lo supiera, se le asignaría un monitor permanente para seguir todo su trabajo. De este modo, si se daba el caso (como a veces sucedía con los extraños) de que nunca publicara, tras su muerte podría hacerse un informe sobre el trabajo de su vida, por si tenía algún valor. Sólo cinco personas tenían una etiqueta plateada en sus expedientes cuando Tagiri consiguió este estatus. Y Tagiri era la más extraña de todas.

Su vida podría haber continuado de esa forma, pues no permitía que nada externo interfiriera en el camino que ella seguía de modo natural. Pero al segundo año de su investigación personal, se topó con un acontecimiento en la aldea de Ikoto que la apartó de un sendero y la lanzó a otro, con consecuencias que cambiarían el mundo. Retrocedía a través de la vida de una mujer llamada Diko. Más que ninguna otra mujer que hubiera estudiado, Diko se había ganado el corazón de Tagiri pues, yendo hacia atrás desde el día de su muerte, había percibido en ella un aire de tristeza que la hacía parecer una figura de tragedia. Los que la rodeaban lo sentían también: la trataban con gran reverencia y a menudo le pedían consejo, incluso los hombres, aunque no era una de las profetisas y no ejecutaba más ritos sacerdotales que cualquier otro dongotona.

La tristeza permanecía, año a año, retrocediendo hasta su época de joven esposa, hasta que por fin dio paso a otra cosa: miedo, ira, incluso llanto. «Estoy cerca —pensó Tagiri—. Descubriré el dolor en la raíz de su tristeza.» ¿Se trataba también de alguna acción de su esposo? Resultaba difícil de creer, pues contrariamente al marido de Amami, el de Diko era un hombre amable y tranquilo, que disfrutaba de la posición de respeto que su esposa ostentaba en la aldea y nunca parecía buscar ningún honor para sí. No era un hombre orgulloso ni brutal. Y parecían, en sus momentos más íntimos, estar verdaderamente enamorados. Fuera lo que fuese lo que causó la tristeza de Diko, su marido era un consuelo para ella.

Entonces la ira de Diko se desvaneció y sólo quedó miedo. Toda la aldea se puso patas arriba, buscando, recorriendo los matorrales, el bosque y las orillas de los ríos en busca de algo que habían perdido. Alguien, más bien, pues no había posesiones entre los dongotonas que mereciera la pena buscar con tanto ahínco, si se perdían… Sólo los seres humanos tenían tanto valor, pues sólo ellos eran irreemplazables.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón»

Обсуждение, отзывы о книге «Observadores del pasado: La redención de Cristóbal Colón» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.