• Пожаловаться

Robert Heinlein: Estrella doble

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Heinlein: Estrella doble» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1987, ISBN: 84-270-1169-5, издательство: Martínez Roca, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Robert Heinlein Estrella doble

Estrella doble: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Estrella doble»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

También publicado como “Intriga estelar”. ¿Podría un miserable actor sustituir al político más famoso del imperio? Lorenzo Smith sintió un hormigueo en su cuerpo cuando le propusieron el trabajo, ya que Bonforte era el político más reputado en la Galaxia. Sería un gran desafío dar vida a este personaje, por supuesto. Pero cuando estudió el papel vio muy claro que se encontraba ante una peligrosa misión de cuyo resultado dependía el destino del Sistema Solar…

Robert Heinlein: другие книги автора


Кто написал Estrella doble? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Estrella doble — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Estrella doble», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Unas dos semanas antes del día de las elecciones teníamos que celebrar una reunión en la cual se repartirían los distritos “incondicionales”. Nuestra organización política siempre disponía de treinta a cuarenta distritos que podían utilizarse para hacer a alguien elegible para un cargo de Gobierno, o para conseguir el nombramiento de Representante para un secretario político indispensable; por ejemplo, una persona con el cargo de Penny era mucho más útil si tenía categoría oficial, con derecho a moverse o a hablar en la Asamblea, o de asistir a las reuniones más importantes del partido, o bien por otras razones políticas. El mismo Bonforte era elegido en uno de esos distritos “incondicionales”, ahorrándole así la necesidad de hacer su propia campaña electoral. Clifton tenía otro. Dak también lo habría tenido si no fuese por el hecho de que contaba con el apoyo unánime del Gremio de Pilotos. Roger hasta llegó a decirme en una ocasión que si alguna vez quería dedicarme a la política, sólo tenía que decir una palabra y mi nombre iría en la próxima lista.

Algunos de estos puestos siempre se reservaban para gente adicta al Partido, dispuesta a dimitir cuando fuese necesario, y dar estado oficial de Representante a otra persona, o por cualquier otra razón.

Pero todo aquello creaba intereses personales y, siendo lo que era la coalición, resultaba necesario que Bonforte en persona decidiera la parte que le correspondía a cada uno y que presentase la lista final a la Comisión Organizadora. Era un trabajo de última hora, que se hacía casi en el mismo instante en que se preparaban las listas de candidatos.

Cuando Dak y Roger entraron en mi despacho, yo estaba trabajando en un discurso y le había dicho a Penny que no dejase pasar a nadie a menos que llevara la camisa incendiada. La noche anterior, Quiroga había pronunciado un discurso absurdo en Sidney, Australia, y era tal la naturaleza de sus manifestaciones, que no me sería difícil hacer que se tragase sus palabras. Estaba intentando redactar el discurso sin ayuda de nadie, y tenía muchas esperanzas de que resultaría aprobado por los demás.

Cuando entraron, me recliné en la silla y les dije:

—Oigan esto —y les leí un par de los párrafos principales—. ¿Qué les parece?

—Con eso podremos arrancarle la piel y clavarla en la puerta —admitió Roger—. Aquí tiene la lista de los “incondicionales”, Jefe. ¿Quiere repasarla? Tenemos que asistir a la reunión dentro de veinte minutos.

—¡Oh, esa maldita reunión! No veo la necesidad de que yo repase la lista. ¿Hay algo de particular que quieran explicarme?

Sin embargo, cogí la lista de las manos de Roger y le di una ojeada. Los conocía a todos por sus fichas y a unos cuantos por haberme visitado; conocía la razón por la cual uno de ellos tenía que ser elegido.

Luego un nombre me saltó ante los ojos: Corpsman, William J.

Traté de dominar lo que creía que era una irritación justificada y dije en voz baja:

—Veo que Bill está en la lista, Roger.

—¡Oh, sí! Quería hablarle de eso. Mire, Jefe, como todos sabemos, han habido ciertas discusiones entre usted y Bill. No es que le eche la culpa a usted, ha sido Bill el causante. Pero siempre existen dos lados en una discusión. Lo que quizá usted no sabe es que Bill tiene un tremendo complejo de inferioridad; eso le hace muy suspicaz. Ahora lo arreglaremos.

—¿Bien?

—Sí. Es lo que él siempre ha deseado. Mire, todos nosotros tenemos categoría oficial, somos miembros de la Asamblea, quiero decir. Hablo de los que trabajamos cerca de… ¡uh! de usted. Bill se resiente. Le he oído decir, después de unas cuantas copas, que él no es más que un empleado. Está amargado por eso. No le importa, ¿no es cierto? El Partido puede hacerlo y creemos que vale la pena, a cambio de eliminar fracciones en nuestro Cuartel General.

Yo había conseguido dominarme por completo.

—Todo esto no me atañe a mí. ¿Por qué tiene que importarme, si eso es lo que Bonforte quiere?

Capté una mirada entre Dak y Roger. Añadí:

—¿Es eso lo que Bonforte quiere? ¿No es así, Dak?

Dak respondió bruscamente:

—Díselo, Roger.

Roger dijo lentamente:

—Dak y yo lo hemos arreglado entre los dos. Creemos que es lo mejor.

—¿Entonces Bonforte no ha aprobado la designación? Se lo habrán consultado, desde luego.

—No. No lo hemos hecho.

—¿Por qué no?

—Jefe, éste no es un asunto para molestar a Bonforte. Está enfermo y muy cansado. No quiero preocuparle con nada que no sea una decisión política importante… y esto no lo es. Se trata de un distrito que tenemos ganado sea quien sea el que se presente a la elección.

—Entonces, ¿por qué me lo preguntan a mí?

—Bien; creímos que debería saberlo… y la razón del porqué lo hacemos. Creemos que debería aprobarlo.

—¿Yo? Me piden que tome una decisión como si yo fuese Bonforte. Yo no soy Bonforte —golpeé la mesa con un gesto nervioso acostumbrado en él—. O bien esta decisión debe tomarla Bonforte y entonces tienen que consultarle a él o no lo es y entonces no tienen por qué consultarme a mí.

Roger mordió la punta de su cigarro y luego dijo:

—De acuerdo. Hágase cuenta de que no le he dicho nada.

—¡No!

—¿Qué quiere decir?

—Quiero decir ¡no! Ya me lo han preguntado; por lo tanto, es que no están seguros de ello. De modo que si esperan que yo presente esta lista a la Comisión como si yo fuese Bonforte, entonces entren ahí dentro y se lo preguntan a él.

Los dos se sentaron y se quedaron silenciosos por un momento. Por fin Dak suspiró y dijo:

—Dile todo lo demás, Roger. O se lo diré yo.

Esperé. Clifton se quitó el cigarro de la boca y dijo:

—Jefe, Bonforte ha tenido un ataque hace cuatro días. No se encuentra en condiciones de ser molestado.

Me quedé inmóvil y empecé a contar hasta cien. Cuando me hube repuesto de la sorpresa, pregunté:

—¿Cómo está su mente?

—Su mente parece bastante despejada, pero se encuentra terriblemente fatigado. Aquella semana que pasó prisionero fue una tortura mayor de lo que pensamos. El ataque lo ha tenido inconsciente durante veinticuatro horas. Ahora se ha repuesto, pero el lado izquierdo de su cara está paralizado y todo su costado izquierdo completamente inmóvil.

—¡Uh!… ¿Qué es lo que dice el doctor Capek?

—Cree que cuando el coágulo se disuelva, la parálisis desaparecerá. Aunque tendrá que llevar una vida reposada. Pero Jefe, en estos momentos está enfermo. Tenemos que seguir adelante durante el resto de la campaña sin contar con su ayuda.

Sentí la misma impresión que cuando había perdido a mi padre. Nunca había visto a Bonforte y no tenía otra ayuda de él que unas cuantas correcciones en un papel hechas con una mano temblorosa. Pero aquello me servía de sostén moral. El simple hecho de que se encontrara en aquella habitación cercana había hecho que todo fuese posible.

Respiré profundamente, como un boxeador antes de entrar en combate, y dije:

—De acuerdo, Roger. Tendremos que hacerlo solos.

—En efecto, Jefe —se puso en pie—. Tenemos que marcharnos a la reunión. ¿Qué hay de eso?

Hizo un gesto hacia la lista de “incondicionales”.

—¡Oh!

Traté de pensar con rapidez.

Era posible que Bonforte quisiera recompensar a Bill con el privilegio de poder llamarse Muy Honorable, para hacerle feliz. Bonforte no era tacaño con esas cosas; no era del tipo que ata la boca de los caballos que muelen el grano. En uno de sus ensayos políticos había dicho: “Yo no soy un intelectual. Si poseo algún talento especial es el de escoger colaboradores de gran capacidad y dejarles trabajar tranquilos”.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Estrella doble»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Estrella doble» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Stephen Baxter: Antihielo
Antihielo
Stephen Baxter
Robert Heinlein: Double étoile
Double étoile
Robert Heinlein
Christine Feehan: Juego Mortal
Juego Mortal
Christine Feehan
Cherise Sinclair: Apóyate en mí
Apóyate en mí
Cherise Sinclair
Отзывы о книге «Estrella doble»

Обсуждение, отзывы о книге «Estrella doble» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.