• Пожаловаться

Robert Sawyer: El cálculo de Dios

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Sawyer: El cálculo de Dios» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 2002, ISBN: 978-84-666-0711-7, издательство: Ediciones B, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Robert Sawyer El cálculo de Dios

El cálculo de Dios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El cálculo de Dios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una lanzadera espacial alienígena aterriza delante de un museo de la ciencia. Las compuertas de la nave se abren y de ésta desciende un ser con forma de araña gigantesca que, bajo la atónita mirada de los presentes solicita si puede ver a un paleontólogo. Así empieza una insólita investigación alienígena que pretende demostrar la existencia de Dios, pese a los recelos de Tom D. Jericho, un paleontólogo que, como tantos científicos racionalistas, parece no necesitar en absoluto la hipótesis de la existencia de un Dios creador. Pero tom no sólo se enfrentará a un dilema científico sino también a su propia e irremediable finitud, cuando le diagnostiquen un cáncer terminal. ¿Será entonces capaz de poner en cuestión sus teorías racionalistas acerca de la inexistencia del Creador?

Robert Sawyer: другие книги автора


Кто написал El cálculo de Dios? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El cálculo de Dios — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El cálculo de Dios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Me pregunté como podría usarse una piel de burbujas para producir el efecto de enfriamiento; quizá las burbujas pudiesen desinflarse.

—«Un» «cráneo» «fascinante» —dijo Hollus, alternando ahora palabras enteras entre las bocas—. «¿Qué» «edad» «tiene?»

—Como unos setenta millones de años —dije.

—«Exactamente» «el» «tipo» «de» «cosas» «que» «he» «venido» «a» «ver».

—Dijo que era un científico. ¿Es un paleontólogo, como yo?

—Sólo en parte —dijo el alienígena—. Mi campo original era la cosmología, pero en años recientes mis estudios se han trasladado a asuntos mayores —hizo una pausa momentánea. Como ya habrá deducido a estas alturas, mis colegas y yo hemos estado observando la Tierra durante algún tiempo… lo suficiente para absorber las lenguas más importantes y realizar estudios de sus distintas culturas a través de la televisión y la radio. Ha sido un proceso frustrante. Sé más de su música popular y de las técnicas de preparación alimenticia de lo que me gustaría… aunque me siento intrigado por el Preparador Automático de Pasta Popeil. También he visto suficientes acontecimientos deportivos para durarme toda una vida. Pero ha sido muy difícil encontrar información sobre asuntos científicos; dedican muy poco ancho de banda a las discusiones detalladas de esas áreas. Siento que conozco una cantidad desproporcionada de algunos temas específicos y nada en absoluto sobre otros. —Hizo una pausa—. Simplemente hay información que no podemos adquirir por nuestra cuenta escuchando sus medios de comunicación o a través de nuestras visitas secretas a la superficie del planeta. Es especialmente cierto en el caso de elementos escasos, como los fósiles.

Estaba empezando a tener un dolor de cabeza por su voz saltando de una pierna a otra.

—Por tanto, ¿quiere examinar los especímenes que tenemos en el RMO?

—Exacto —dijo el alienígena—. Para nosotros fue fácil estudiar la flora y fauna contemporánea sin revelar nuestra presencia a la humanidad, pero, como sabe, los fósiles bien conservados son muy raros. La mejor forma de satisfacer nuestra curiosidad sobre la evolución de la vida en este mundo parecía ser pedir permiso para examinar una colección existente de fósiles. Digamos que no es necesario reinventar la palanca.

Yo seguía atónito por la idea, pero no parecía haber razón para no cooperar.

—Por supuesto, puede examinar nuestros especímenes; vienen continuamente investigadores visitantes. ¿Está interesado en algún área en particular?

—Sí —dijo el alienígena—. Me intrigan las extinciones masivas como puntos decisivos en la evolución de la vida. ¿Qué puede decirme de el as?

Me encogí de hombros; era un tema amplio.

—Que sepamos, se han producido cinco extinciones masivas en la historia de la Tierra. La primera se produjo al final del Ordoviciense, quizás hace unos 440 millones de años. La segunda se produjo a finales del Devónico, hace como unos 365 millones de años. La tercera, y con diferencia la más importante, fue al final del Pérmico, hace 225 mil ones de años.

Hollus movió los pedúnculos de forma que los ojos se tocasen brevemente, y al hacerlo las cubiertas cristalinas produjeron un clic suave.

—«Cuénteme» «más» «de» «esa» «última».

—En ella —dije—, desaparecieron quizás un noventa y seis por ciento de las especies marinas, y murieron como tres cuartos de todas las familias de vertebrados terrestres. Tuvimos otra extinción masiva a finales del Triásico, hace como unos 210 millones de años. Perdimos como un cuarto de todas las familias, incluso todos los laberintodontes; probablemente fue crucial para que los dinosaurios, criaturas como las que sostiene, apareciesen.

—Sí —dijo Hollus—. Continúe.

—Bien, y la extinción masiva más famosa se produjo hace 65 mil ones de años, al final del Cretácico —volví a señalar el cráneo del Troödon —. Fue entonces cuando desaparecieron todos los dinosaurios, pterosaurios, mosasaurios, amonitas y otros.

—Esta criatura debió de ser bastante pequeña —dijo Hollus, sopesando el cráneo.

—Cierto. Desde el morro hasta el final de la cola, no más de cinco pies. Un metro y medio.

—¿Tenía parientes mayores?

—Oh, sí. De hecho, el animal terrestre más grande que haya existido. Pero murieron todos en esa extinción, dejando libre el camino para que mi tipo, una clase que llamamos mamífero, tomase el control.

—«In» «ere» «í» «ble» —dijeron las bocas de Hollus. En ocasiones alternaba dos palabras entre las ranuras parlantes y en ocasiones sólo sílabas.

—¿Por?

—¿Cómo han obtenido las fechas de las extinciones? —preguntó ignorando mi pregunta.

—Asumimos que todo el uranio de la Tierra se formó al mismo tiempo que el planeta, luego medimos la proporción de uranio 238 con su producto de desintegración final, plomo 206, y uranio 235 con su producto de desintegración final, plomo 207. Eso nos indica que el planeta tiene 4.500 millones de años. Luego…

—Bien —dijo una boca. Y «bien» confirmó la otra—. Las fechas deberían ser precisas. — Hizo una pausa—. Todavía no me ha preguntado de dónde vengo.

Me sentí como un idiota. Tenía razón, claro; probablemente debería haber sido mi primera pregunta.

—Lo siento. ¿De dónde viene?

—Del tercer planeta de la estrella que ustedes llaman Beta Hydri.

Había dado algunas clases de astronomía mientras estudiaba geología, y había estudiado tanto latín como griego —herramientas apañadas para un paleontólogo—. «Hydri» era el genitivo de «Hydrus», Hidra, la pequeña serpiente de agua, una constelación débil cerca del polo sur celeste. Y beta, claro está, era la segunda letra del alfabeto griego, lo que daba que Beta Hydri sería la segunda estrella más brillante de esa constelación vista desde la Tierra.

—¿Y a qué distancia está? —pregunté.

—Veinticuatro de sus años luz —dijo Hollus—. Pero no vinimos directamente aquí. Hemos estado viajando durante un tiempo y visitamos otros siete sistemas estelares antes de venir aquí. El viaje total hasta ahora ha sido de 103 años luz.

Asentí, todavía anonadado, y luego, comprendiendo que hacía lo que había hecho antes, dije:

—Cuando muevo la cabeza de arriba abajo significa que estoy de acuerdo, o siga, o vale.

—Lo sé —dijo Hollus. Golpeó los dos ojos—. Este gesto significa lo mismo —un breve silencio—. Aunque he estado en nueve sistemas estelares, incluyendo éste y mi sistema natal, el suyo es sólo el tercer mundo en el que hemos encontrado vida inteligente en existencia. El primero, claro, fue el mío propio, y el siguiente fue el segundo planeta de Delta Pavonis, una estrella como a 20 años luz de aquí, pero a sólo 9,3 años luz de mi planeta.

Delta Pavonis sería la cuarta estrella más brillante de la constelación del Pavo. Como Hidra, recordaba vagamente que sólo era visible en el hemisferio sur.

—Muy bien —dije.

—También se han producido cinco extinciones masivas importantes en la historia de mi planeta —dijo Hollus—. Nuestros años son mayores que los suyos, pero si las expresamos en años terrestres, se produjeron hace unos 440 millones de años, 365 millones de años, 225 mil ones de años, 210 mil ones de años y 65 mil ones de años.

Me quedé boquiabierto.

—Y —siguió diciendo Hollus—, Delta Pavonis II también experimentó las cinco mismas extinciones masivas. Su año es ligeramente más corto que el suyo, pero si expresamos las extinciones en años terrestres, también se produjeron aproximadamente hace 440, 365, 225, 210 y 65 mil ones de años.

Me dolía la cabeza. Ya era difícil hablar con un alienígena, pero un alienígena que soltaba tonterías era demasiado.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El cálculo de Dios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El cálculo de Dios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «El cálculo de Dios»

Обсуждение, отзывы о книге «El cálculo de Dios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.