Jack Mars - Atrapanda a Cero

Здесь есть возможность читать онлайн «Jack Mars - Atrapanda a Cero» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. ISBN: , Жанр: Триллер, Детектив, foreign_detective, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Atrapanda a Cero: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Atrapanda a Cero»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

“No dormirás hasta que hayas terminado con AGENTE CERO. El autor hizo un excelente trabajo creando un conjunto de personajes que están muy desarrollados y que los disfrutarás mucho. La descripción de las escenas de acción nos transporta a la realidad, que es casi como sentarse en el cine con sonido envolvente y 3D (sería una increíble película de Hollywood). Difícilmente esperaré por la secuela”. –-Roberto Mattos, Books and Movie Reviews
En TRAMPA CERO (Libro #4), una célula terrorista en el Medio Oriente gana un nuevo y fanático líder, uno que intenta orquestar lo que sería el ataque más mortal en suelo norteamericano. ¿Podrá el Agente Cero descubrir el complot y detenerlo a tiempo?
Aunque las hijas del Agente Cero están en casa a salvo, la angustia mental de su experiencia pesa mucho sobre su pequeña familia. Cero, trabajando para ser un buen padre y reparar el daño, decide que ha llegado el momento de someterse a una cirugía para recuperar todos sus recuerdos. Pero, ¿funcionará?
En medio de todo esto, de nuevo se ve obligado a cumplir con su deber cuando una embajada de los Estados Unidos es destruida en el Medio Oriente y al descubrir una nueva arma experimental. Pero sin sus recuerdos, con algunos de sus propios aliados de la CIA empeñados en su propia destrucción, ¿en quién puede confiar realmente?
TRAMPA CERO (Libro #4) es un thriller de espionaje insuperable que te mantendrá dando la vuelta a las páginas hasta altas horas de la noche.
“Escritura de suspenso en su esplendor”.
–-Midwest Book Review (con respecto a Por Todos Los Medios Necesarios)
“Una de las mejores series de suspenso que he leído este año”.
–-Books and Movie Reviews (con respecto a Por Todos Los Medios Necesarios)
También está disponible la serie #1 mejor vendida de Jack Mars, las series de THRILLER DE LUKE STONE (7 libros) que comienzan con Por Todos Los Medios Necesarios (Libro #1), ¡en descarga gratuita con más de 800 calificaciones de 5 estrellas!

Atrapanda a Cero — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Atrapanda a Cero», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

–Mira —empezó de nuevo—, durante mucho tiempo pensé que era el único que podía salir herido haciendo esto. Pero ahora veo lo equivocado que estaba. Así que he terminado. Todavía trabajo para ellos, pero hago cosas administrativas. No más trabajo de campo.

–¿Así que estamos a salvo?

El corazón de Reid se rompió de nuevo no sólo por la pregunta, sino por la esperanza en los ojos de su hija menor. «La verdad», se recordó a sí mismo. —No —le dijo—. La verdad es que nadie nunca lo es realmente. Por muy maravilloso y bello que pueda ser este mundo, siempre habrá gente malvada que quiera hacer daño a los demás. Ahora sé de primera mano que hay mucha gente buena que se asegura de que haya menos gente malvada cada día. Pero no importa lo que hagan, o lo que yo haga, no puedo garantizar que estarás a salvo de todo.

No sabía de dónde venían estas palabras, pero parecía que eran tanto para su propio beneficio como para el de sus chicas. Era una lección que necesitaba aprender. —Eso no significa que no lo intente —añadió—. Nunca dejaré de intentar mantenerlas a salvo. Así como ustedes siempre deben tratar de mantenerse a salvo también.

–¿Cómo? —Sara preguntó. La mirada lejana estaba en sus ojos. Reid sabía exactamente lo que estaba pensando: «¿cómo podía ella, una niña de catorce años que pesaba treinta y seis kilos empapada, evitar que algo como el incidente volviera a suceder?»

–Bueno —dijo Reid—, aparentemente tu hermana se ha estado escabullendo a una clase de defensa personal.

Sara miró fijamente a su hermana. —¿En serio?

Maya puso los ojos en blanco. —Gracias por venderme, papá.

Sara le echó un vistazo. —Quiero aprender a disparar un arma.

–Guau —Reid levantó una mano—. Pisa el freno, pequeña. Esa es una petición bastante seria…

–¿Por qué no? —Maya se metió—. ¿No crees que somos lo suficientemente responsables?

–Por supuesto que sí —respondió rotundamente—, yo sólo…

–Dijiste que también deberíamos mantenernos a salvo —añadió Sara.

–Yo dije eso, pero hay otras maneras de…

–Mi amigo Brent ha ido de caza con su padre desde que tenía doce años. —Maya intervino—. Sabe cómo disparar un arma. ¿Por qué nosotras no?

–Porque eso es diferente —dijo Reid con fuerza—. Y nada de hacer alianzas. Es injusto. —Hasta entonces, había pensado que esto iba bastante bien, pero ahora estaban usando sus propias palabras contra él. Señaló a Sara— ¿Quieres aprender a disparar? Puedes hacerlo. Pero sólo conmigo. Y primero, quiero que te pongas al día con la escuela y quiero informes positivos de la Dra. Branson. Y de ti. —Señaló a Maya—. No más clases secretas de autodefensa, ¿de acuerdo? No sé qué te está enseñando ese tipo. Si quieres aprender a pelear, a defenderte, me dices.

–¿En serio? ¿Me enseñarás? —Maya parecía optimista ante la perspectiva.

–Sí, lo haré —Él tomó su menú y lo abrió—. Si tienen más preguntas, las contestaré. Pero creo que eso es suficiente para una noche, ¿sí?

Se consideraba afortunado de que Sara no le hubiera preguntado nada que no pudiera responder. No quería tener que explicar el supresor de la memoria, que podría complicar las cosas y reforzar su duda sobre quién era, pero tampoco quería tener que responder que no sabía algo. Sospecharían inmediatamente que se lo estaba ocultando.

«Eso lo confirma», pensó. Tenía que hacerlo, y pronto. No más esperas ni excusas.

–Oigan —dijo en su menú—, ¿qué les parece si vamos a Zúrich mañana? Es una ciudad hermosa. Toneladas de historia, compras y cultura.

–Claro —Maya estuvo de acuerdo. Pero Sara no dijo nada. Cuando Reid miró su menú de nuevo, su cara estaba arrugada en un ceño pensativo—. ¿Sara? —preguntó él.

Ella lo miró. —¿Mamá lo sabía?

La pregunta había sido una bola curva una vez cuando Maya había preguntado, apenas hace un mes, y lo tomó por sorpresa al escucharla de nuevo de Sara.

Negó con la cabeza. —No. No lo sabía.

–¿No es eso… —Dudó, pero luego tomó un respiro y preguntó—: ¿No es eso algo así como mentir?

Reid dobló su menú y lo dejó sobre la mesa. De repente ya no tenía mucha hambre. —Sí, cariño. Es exactamente como mentir.

*

A la mañana siguiente, Reid y las chicas tomaron el tren al norte de Engelberg a Zúrich. No hablaron más sobre su pasado, o sobre el incidente; si Sara tenía más preguntas, las retuvo, al menos por ahora.

En cambio, disfrutaron de las vistas panorámicas de los Alpes suizos en el viaje de dos horas en tren, tomando fotos a través de la ventana. Pasaron la última mañana disfrutando de la impresionante arquitectura medieval de la Ciudad Vieja y caminaron por las orillas del río Limmat. A pesar de no pretender disfrutar de la historia tanto como él, ambas chicas se quedaron atónitas por la belleza de la catedral de Grossmünster del siglo XII (aunque se quejaron cuando Reid empezó a darles lecciones sobre Huldrych Zwingli y sus reformas religiosas del siglo XVI que tuvieron lugar allí).

Aunque Reid se lo pasaba muy bien con sus hijas, su sonrisa era al menos parcialmente forzada. Estaba ansioso por lo que se avecinaba.

–¿Qué sigue? —Maya preguntó después de un almuerzo en un pequeño café con vistas al río.

–¿Sabes lo que sería realmente genial después de una comida como esa? —Reid dijo—. Una película.

–Una película —repetía su hija mayor sin rodeos—. Sí, definitivamente deberíamos haber venido hasta Suiza para hacer algo que podamos hacer en casa.

Reid sonrió. —No cualquier película. El Museo Nacional Suizo no está lejos, y están mostrando un documental sobre la historia de Zúrich desde la Edad Media hasta el presente. ¿No suena genial?

–No —dijo Maya.

–No realmente —Sara estuvo de acuerdo.

–Huh. Bueno, yo soy el padre, y digo que vayamos a verlo. Entonces podemos hacer lo que ustedes dos quieran hacer y no me quejaré. Lo prometo.

Maya suspiró. —Lo justo es justo. Lidera el camino.

En menos de diez minutos llegaron al Museo Nacional Suizo, el cual realmente estaba exhibiendo un documental sobre la historia de Zúrich. Y Reid estaba realmente interesado en verlo. Y aunque compró tres entradas, sólo tenía la intención de usar dos de ellos.

–Sara, ¿necesitas usar el baño antes de que entremos? —él preguntó.

–Buena idea —Ella se metió en el baño. Maya empezó a seguirla, pero Reid la agarró rápidamente por el brazo.

–Espera. Maya… tengo que irme.

Ella le parpadeó. —¿Qué?

–Hay algo que tengo que hacer —dijo rápidamente—. Tengo una cita. —Maya levantó una ceja con recelo—. ¿Haciendo qué?

–No tiene nada que ver con la CIA. Al menos, no directamente.

Ella se burló. —No puedo creerlo.

–Maya, por favor —le suplicó—. Esto es importante para mí. Te lo prometo, te lo juro, no es trabajo de campo ni nada peligroso. Sólo tengo que hablar con alguien. En privado.

Las fosas nasales de su hija se abrieron. No le gustó ni un poquito, y peor aún, no le creyó de verdad. —¿Qué le digo a Sara?

Reid ya había pensado en eso. —Dile que hubo un problema con mi tarjeta de crédito. Alguien en casa tratando de usarla, y que tengo que aclararlo para no tener que dejar la cabaña de esquí. Dile que estoy afuera, haciendo llamadas telefónicas.

–Oh, está bien —dijo Maya burlonamente—. Quieres que le mienta.

–Maya… —Reid se quejó. Sara saldría del baño en cualquier momento—. Te prometo que te lo contaré todo después, pero no tengo tiempo ahora. Por favor, entra ahí, siéntate y mira la película con ella. Volveré antes de que termine.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Atrapanda a Cero»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Atrapanda a Cero» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Atrapanda a Cero»

Обсуждение, отзывы о книге «Atrapanda a Cero» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x