Harlan Coben - Sólo una mirada

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Sólo una mirada» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Sólo una mirada: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Sólo una mirada»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El mundo de una madre de clase media se desmorona por culpa de una simple instantánea. Cuando Grace Lawson recoge unas fotos de la familia recién reveladas descubre una, de hace al menos veinte años, en la que aparecen cinco personas. Grace no reconoce a cuatro de ellas, pero la quinta guarda un sorprendente parecido con su marido, Jack. Cuando éste ve la foto, niega ser él. Mas esa noche, mientras Grace lo espera en la cama, se marcha en coche sin dar explicación alguna y llevándose la foto. Conforme transcurren los días, ella duda cada vez más de sí misma y de su matrimonio y se plantea muchas preguntas acerca de su esposo.

Sólo una mirada — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Sólo una mirada», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Sandra empezó a golpear la mesa con las yemas de los dedos.

– Si eso es verdad -dijo-, el hombre al que quisiste te mintió todos esos años.

– Eso es verdad al margen de todo -dijo Grace-. Por cierto, ¿cómo conseguiste que cooperara?

– Se supone que eso es una pregunta retórica, ¿no?

Grace se encogió de hombros y prosiguió:

– La señora Alworth me dijo que eran pobres de solemnidad. Su hermano Paul no podía pagarse la universidad. Ella vivía en un tugurio. Pero me atrevo a suponer que tú los amenazaste. Si un miembro de Allaw salía perjudicado por eso, todos se verían afectados. Es probable que él pensara que no le quedaba más remedio.

– Vamos, Grace. ¿De verdad crees que un pobretón como Shane Alworth podía hacerse pasar por mi hermano?

– ¿Realmente habría sido tan difícil? Seguro que tu padre y tú lo ayudasteis. No habría sido ningún problema conseguir documentos de identidad. Ya tenías el certificado de nacimiento de tu hermano y todos los documentos necesarios. Bastaba con decir que le habían robado la cartera. Entonces era más fácil falsificar documentos. Se habría sacado un nuevo permiso de conducir, un pasaporte, lo que sea. Encontraste otro abogado especializado en fideicomisos en Boston… mi amigo se fijó en que ya no era el de Los Ángeles… alguien que no hubiera visto nunca a John Lawson. Si tú, tu padre y Shane ibais juntos a su despacho, con todos los documentos de identidad en regla, ¿quién lo pondría en duda? Tu hermano ya se había licenciado en la Universidad de Vermont, así que tampoco tenía que presentarse allí con una cara nueva. Shane ya podía irse al extranjero. Si alguien se encontraba con él, pues nada, diría que se llamaba Jack y que era otro John Lawson. Tampoco es un nombre muy raro.

Grace esperó.

Sandra cruzó los brazos.

– ¿Y se supone que ahora es cuando debo venirme abajo y confesar?

– ¿Tú? No, no lo creo. Pero vamos, ya sabes que se ha acabado. No será difícil demostrar que mi marido no era tu hermano.

Sandra Koval se tomó su tiempo.

– Eso es posible -admitió, ahora midiendo más sus palabras-. Pero no creo que haya ningún delito en eso.

– ¿Por qué?

– Digamos, de nuevo hipotéticamente, que tienes razón. Digamos que es verdad que conseguí que tu marido se hiciera pasar por mi hermano. Eso ocurrió hace quince años. Hay una ley de prescripción de derechos. Puede que mis primos intenten enfrentarse a mí por el fideicomiso, pero no les conviene el escándalo. Lo resolveríamos. E incluso si lo que dices es verdad, mi delito no sería muy grave. Si yo estaba en el concierto esa noche… en fin, en los primeros días de toda esa locura, ¿quién me echaría la culpa por haberme asustado?

Grace habló en voz baja.

– Yo no te culparía por eso.

– Pues ya ves.

– Y al principio tampoco hiciste nada demasiado malo. Fuiste a ese concierto a pedir justicia para tu hermano. Te enfrentaste al hombre que robó una canción compuesta por tu hermano y su amigo. Eso no es ningún delito. Las cosas se torcieron. Tu hermano murió. No podías hacer nada para recuperarlo. Así que actuaste como te pareció mejor. Jugaste las terribles cartas que te tocaron.

Sandra Koval extendió los brazos.

– Entonces, ¿qué quieres ahora, Grace?

– Respuestas, supongo.

– Por lo visto, ya has recibido unas cuantas. -A continuación, levantó el dedo y añadió-: Eso en términos hipotéticos.

– Y tal vez quiera justicia.

– ¿Qué justicia? Tú misma acabas de decir que lo que sucedió es comprensible.

– Esa parte -dijo Grace, todavía en voz baja-. Si hubiera acabado allí, sí, es probable que lo hubiera dejado estar. Pero no se acabó allí.

Sandra Koval se reclinó y esperó.

– Sheila Lambert también tuvo miedo. Sabía que lo mejor que podía hacer era cambiar de nombre y desaparecer. Todos acordasteis dispersaros y callar. En cuanto a Geri Duncan, ella se quedó donde estaba. Eso no importó, al principio. Pero de pronto se enteró de que estaba embarazada.

Sandra sólo cerró los ojos.

– Cuando aceptó ser John Lawson, Shane, mi Jack, tuvo que romper todos los lazos e irse al extranjero. Geri Duncan no sabía adónde se había ido. Al cabo de un mes se enteró de que estaba embarazada. Quería encontrar al padre desesperadamente. Así que fue a verte. Sospecho que quería partir de cero. Quería contar la verdad y tener a su hijo haciendo borrón y cuenta nueva. Y tú ya conocías a mi marido. Jamás le habría dado la espalda si ella insistía en tener el hijo. A lo mejor él también habría querido hacer borrón y cuenta nueva. Y entonces, ¿qué habría sido de ti, Sandra?

Grace se miró las manos. Seguían temblando.

– Así que tuviste que silenciar a Geri. Eras abogada criminalista. Representabas a criminales. Y uno de ellos te ayudó a encontrar a un asesino a sueldo que se llamaba Monte Scanlon.

– No puedes demostrar nada de esto -dijo Sandra.

– Los años pasan -prosiguió Grace-. Ahora mi marido es Jack Lawson. -Grace se interrumpió y se acordó de cuando Carl Vespa le dijo que Jack Lawson la había buscado. Había algo allí que seguía sin encajar-. Tenemos hijos. Le digo a Jack que quiero volver a Estados Unidos. Él no quiere. Yo insisto. Tenemos hijos. Quiero volver a mi país. Es mi culpa, supongo. Ojalá me hubiera dicho la verdad…

– ¿Y cómo habrías reaccionado, Grace?

Pensó por un momento.

– No lo sé.

Sandra Koval sonrió.

– Y supongo que él tampoco.

En eso tenía razón, Grace lo sabía, pero no era el momento para esa clase de reflexiones. Continuó:

– Al final nos fuimos a Nueva York. Pero ya no sé qué pasó después, Sandra, así que tendrás que ayudarme tú en eso. Creo que al celebrarse el aniversario y al salir en libertad Wade Larue, Sheila Lambert, o tal vez incluso Jack, decidió que había llegado el momento de decir la verdad. Jack nunca dormía bien. Tal vez los dos necesitaban descargar sus culpas, no lo sé. Pero tú eso no podías aceptarlo, claro. A ellos podían perdonarlos, pero no a ti. Tú mandaste asesinar a Geri Duncan.

– Y de nuevo te pregunto: ¿La prueba es…?

– Ya llegaremos a eso -dijo Grace-. Me mentiste desde el principio, pero sí me dijiste la verdad en una cosa.

– Ah, qué bien. -El sarcasmo era evidente-. ¿Y se puede saber en qué?

– Cuando Jack vio esa vieja foto en la cocina, buscó a Geri Duncan en el ordenador. Se enteró de que había muerto en un incendio, pero sospechó que no fue un accidente. Así que te llamó. Ésa fue la llamada de nueve minutos. Temiste que fuera a derrumbarse, así que pensaste que debías actuar rápido. Le dijiste a Jack que se lo explicarías todo pero no por teléfono. Concertaste un encuentro en la autopista de Nueva York. Después llamaste a Larue y le dijiste que era el momento perfecto para vengarse. Supusiste que Larue le pediría a Wu que matara a Jack, no que lo retuviera como hizo.

– No tengo por qué escuchar esto.

Pero Grace no se detuvo.

– Mi gran error fue mostrarte la foto ese primer día. Jack no sabía que yo había hecho una copia. Allí estaba, una foto de tu hermano muerto y su nueva identidad para que la viera el mundo entero. También tenías que hacerme callar a mí. Así que enviaste a ese hombre, al que llevaba la fiambrera de mi hija, para asustarme. Pero yo no le hice caso. Así que usaste a Wu. Tenía que averiguar qué sabía yo y luego matarme.

– Ya he oído suficiente. -Sandra Koval se puso en pie-. Sal de mi oficina.

– ¿No tienes nada que añadir?

– Sigo esperando pruebas.

– En realidad no las tengo -dijo Grace-. Pero es posible que confieses.

Sandra respondió con una carcajada.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Sólo una mirada»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Sólo una mirada» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Ni una palabra
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - The Innocent
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Sólo una mirada»

Обсуждение, отзывы о книге «Sólo una mirada» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x