John Grisham - La Apelación

Здесь есть возможность читать онлайн «John Grisham - La Apelación» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Apelación: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Apelación»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La política siempre ha sido un juego sucio. Ahora la justicia también lo es. Corrupción política, desastre ecológico, demandas judiciales millonarias y una poderosa empresa química, condenada por contaminar el agua de la ciudad y provocar un aumento de casos de cáncer, que no está dispuesta a cerrar sus instalaciones bajo ningún concepto. Grisham, el gran mago del suspense, urde una intriga poderosa e hipnótica, en la que se reflejan algunas de las principales lacras que azotan a la sociedad actual: la justicia puede ser más sucia que los crímenes que pretende castigar.

La Apelación — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Apelación», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Contamos con la financiación inicial y con capital asegurado para más adelante -dijo, con orgullo-. Por descontado, vuestras aportaciones también serán necesarias. Tenemos un plan de campaña, una estrategia y seremos nosotros, Visión Judicial, quienes llevaremos la batuta.

Más aplausos. La coordinación siempre era el mayor obstáculo; había demasiados grupos, intereses y egos. Recaudar el dinero era fácil, al menos para causas y con asociaciones como aquellas, pero el problema solía radicar en su empleo. El hecho de que Tony hubiera asumido el mando, aunque fuera de una manera un tanto agresiva, era una buena noticia. Los demás estaban más que contentos de tener que preocuparse únicamente de firmar los cheques y aportar a los votantes.

– ¿Y el candidato? -preguntó alguien.

Tony sonrió.

– Os encantará. Ahora mismo no puedo deciros su nombre, pero lo adoraréis. Está hecho para la televisión.

Ron Fisk todavía no había aceptado presentarse a las elecciones, pero Tony sabía que lo haría. Además, si por alguna razón decidía no hacerlo, seguía habiendo más nombres en la lista. Candidatos no iban a faltarles, aunque tuvieron que gastarse montañas de dinero.

– ¿Hablamos de los fondos? -preguntó Tony, y entró de cabeza en la cuestión, antes de darles tiempo a responder-. Tenemos un millón de dólares sobre la mesa y quiero invertir más de lo que ambos candidatos arriesgaron en las últimas elecciones. Eso fue hace dos años y no es necesario que os recuerde que vuestro candidato se quedó corto. El mío no perderá, pero para asegurarme necesito de vosotros, y de vuestros miembros, dos millones.

Tres millones para unos comicios de ese tipo era algo que se salía totalmente de lo común. En las últimas elecciones a gobernador, un cargo que afectaba a los ochenta y dos condados y no solo a un tercio de ellos, el ganador había invertido siete millones de dólares, y el perdedor la mitad. Además, la elección de un gobernador siempre era un gran espectáculo, el eje de la política estatal. Las pasiones se desbordaban y aún más el número de votantes.

Unos comicios para elegir a la persona que ocuparía el cargo de juez en el tribunal supremo del estado, cuando se celebraban, apenas conseguían llamar a las urnas a más de un tercio de los votantes censados.

– ¿Cómo tenéis pensado gastar esos tres millones? -preguntó alguien.

Lo verdaderamente importante era que la pregunta no hacía referencia a cómo iban a recaudar tanto dinero; por lo tanto, daban por hecho que tenían acceso a grandes sumas de capital.

– En televisión, televisión y más televisión -contestó Tony.

Era cierto, a medias. Tony jamás les revelaría todos los detalles de la estrategia. El señor Rinehart y él habían planeado invertir mucho más de tres millones, pero gran parte de los gastos se pagarían en efectivo o se realizarían fuera del estado, convenientemente disimulados.

En ese momento apareció un ayudante, que empezó a repartir unas voluminosas carpetas.

– Esto es lo que hemos hecho en otros estados -dijo Tony-. Por favor, lleváoslo y leedlo cuando tengáis un momento.

Hubo preguntas sobre el plan y muchas más sobre el candidato. Tony apenas soltó prenda, pero insistió en la necesidad de que debían comprometerse económicamente con la causa, y cuanto antes mejor. El único contratiempo a lo largo de toda la reunión fue cuando el presidente de COLT les informó de que su grupo había estado reclutando candidatos para presentarse contra McCarthy y que él ya tenía su propio plan para derrocarla. Afirmó que COLT contaba con ocho mil miembros, aunque la cifra era un poco dudosa. La mayoría de sus activistas eran demandantes que habían salido escaldados de algún juicio. La organización tenía credibilidad, pero no un millón de dólares. Tras un breve, aunque acalorado intercambio de palabras, Tony invitó al candidato de COLT a seguir adelante con su propia campaña, momento en el que el otro dio marcha atrás y volvió a las filas.

Antes de levantar la sesión, Tony les pidió discreción encarecidamente, algo vital para la campaña.

– Si los abogados litigantes descubren en estos momentos que vamos a presentarnos a las elecciones, pondrán en marcha su máquina de recaudar dinero, y la última vez os ganaron.

Les molestó aquella segunda alusión a «su» derrota en las últimas elecciones, como si hubieran podido ganar de haber contado con Tony. Sin embargo, todos lo pasaron por alto. La sola mención de los abogados litigantes volvió a concentrarlos en el objetivo de la reunión.

Estaban demasiado emocionados con la idea de la campaña como para ponerse a discutir.

La demanda conjunta aseguraba incluir a «más de trescientos» afectados, en distintos grados, por la negligencia grave cometida por Krane Chemical en la planta de Bowmore. Solo veinte constaban como demandantes y, de esos veinte, tal vez la mitad sufrían lesiones de importancia. Si sus dolencias estaban relacionadas con el agua contaminada era otra cuestión.

La demanda conjunta se presentó en Hattiesburg, en el tribunal federal, un buen ataque lanzado desde el juzgado de distrito del condado de Forrest, donde la doctora Leona Rocha y su jurado habían pronunciado su veredicto apenas dos meses antes. Los abogados Sterling Bintz, de Filadelfia, y F. Clyde Hardin, de Bowmore, se habían presentado en el edificio para interponer la demanda colectiva y para charlar con cualquier periodista que hubiera contestado a la nota informativa que previamente habían enviado a la prensa. Por desgracia, no había cámaras de televisión, solo un par de redactores de publicaciones ecologistas. Al menos, para F.Clyde era una aventura. Hacía más de treinta años que no pisaba un tribunal federal.

En cambio, para el señor Bintz, la escasa repercusión que habían conseguido era descorazonadora. Había imaginado grandes titulares, reportajes extensos y espléndidas fotos. Había presentado muchas demandas conjuntas importantes y casi siempre había conseguido que los medios de comunica ción cubrieran la noticia como se merecía. ¿Qué le pasaba a esa gente de campo?

F.Clyde regresó a Bowmore de inmediato, a su despacho, donde Miriam le esperaba, ávida de noticias.

– ¿ En qué canal salís? -le preguntó.

– En ninguno.

– ¿Qué?

Sin duda alguna era el día más importante de la historia del bufete de F.Clyde Hardin amp; Associates, y Miriam deseaba verlo en televisión.

– Al final decidimos sortear a los periodistas, no se puede confiar en ellos -dijo F.Clyde, echando un vistazo al reloj de pulsera. Eran las cinco y cuarto, ya hacía rato que Miriam debería haberse ido-. No hace falta que te quedes -dijo, arrojando la chaqueta a un lado-. Lo tengo todo controlado.

Miriam se fue enseguida, desilusionada, y F. Clyde se dirigió derecho a la botella que guardaba en el despacho. El denso y frío vodka lo tranquilizó inmediatamente, y Hardin empezó a repasar los acontecimientos del gran día. Con un poco de suerte, aparecería su foto en el periódico de Hattiesburg.

Bintz representaba a trescientos clientes. A quinientos dólares cada uno, a F. Clyde se le debía una buena tajada. Hasta el momento solo le habían pagado tres mil quinientos dólares, la mayoría de los cuales se habían destinado a pagar impuestos atrasados.

Se sirvió una segunda copa y lo mandó todo a la porra.

Bintz no iba a joderlo porque lo necesitaba. Él, F. Clyde Hardin, era ahora uno de los abogados que constarían en una de las demandas conjuntas más importantes del país. Todos los caminos conducían a Bowmore y F.Clyde era su hombre.

13

Se dijo en el bufete que el señor Fisk estaría en Jackson todo el día, algo relacionado con asuntos personales. En otras palabras: que no preguntaran. Como socio, se había ganado el derecho de ir y venir a su antojo, aunque Fisk era tan disciplinado y organizado que cualquiera del bufete podía localizarlo en menos de cinco minutos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Apelación»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Apelación» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


John Grisham - Camino Island
John Grisham
John Grisham - The Client
John Grisham
John Grisham - The Whistler
John Grisham
John Grisham - Partners
John Grisham
John Grisham - The Last Juror
John Grisham
John Grisham - The Activist
John Grisham
libcat.ru: книга без обложки
John Grisham
John Grisham - Calico Joe
John Grisham
John Grisham - Die Bruderschaft
John Grisham
John Grisham - The abduction
John Grisham
John Grisham - El profesional
John Grisham
John Grisham - The Brethren
John Grisham
Отзывы о книге «La Apelación»

Обсуждение, отзывы о книге «La Apelación» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x