C. Sansom - El gallo negro

Здесь есть возможность читать онлайн «C. Sansom - El gallo negro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El gallo negro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El gallo negro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Invierno de 1537, Inglaterra. Bajo el reinado de Enrique Vlll, la disolución de los monasterios está en marcha.Thomas Cromwell, el temido vicario general del rey se enfrenta a la vieja Iglesia católica con leyes draconianas y la mayor red de informadores nunca vista. La reina Ana Bolena ha sido decapitada y los monasterios, amenazados con la desamortización, sufren el expolio de sus tesoros y ven peligrar sus tierras, codiciadas por cortesanos y aristócratas.Y mientras la tensión aumenta, los acontecimientos toman un giro desgraciado cuando, en el monasterio benedictino de Scarnsea, el comisionado cíe Cromwell aparece muerto con la cabeza separada del cuerpo. Ante la gravedad del hecho, el vicario envía al monasterio al abogado Matthew Shardlake, un reformista de aguda inteligencia y carácter noble, para que dirija la investigación. Pero cuando Shardlake y su joven secretario y protegido Mark Poer llegan a Scarnsea, el panorama no puede ser más desolador. Bajo la aparente calma monacal se esconde un mundo de delitos sexuales, malversación de fondos, traición y; para colmo, otros dos nuevos y terribles crímenes.Además, el trabajo del abogado se ve perturbado por una serie de desagradables descubrimientos sobre Cromwell y la Reforma que harán vacilar su fe.
Con una trama minuciosamente elaborada, El gallo negro es una apasionante novela de intriga que se desarrolla durante los tempestuosos albores del estado de derecho moderno, una época en que las leyes civiles iniciaban el largo y difícil camino para despojar al poder eclesiástico del papel normativo que ejercía en la sociedad.

El gallo negro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El gallo negro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Jerome? -balbucí.

– No, señor -respondió la voz de Mark-. No gritéis. -La daga me presionó el cuello-. Sentaos en la cama. Moveos despacio.

Atravesé la habitación con paso vacilante y me derrumbé en la carriola. Alice se levantó, corrió hacia Mark y le rodeó la cintura con el brazo.

– Creí que no llegarías nunca. Lo he entretenido hablando.

Mark cerró la puerta y se quedó guardando el equilibrio sobre las puntas de los pies, con la daga a un palmo de mi garganta; en un momento podía inclinarse hacia mí y rebanarme el pescuezo. En su rostro ya no había frialdad, sino una firme determinación.

– Hace un momento, en el patio, ¿eras tú? -le pregunté mirándolo a los ojos-. ¿Me seguías?

– Sí. ¿Quién más lo sabe, señor?

Seguía llamándome «señor». Casi me eché a reír.

– El mensajero era uno de los servidores de lord Cromwell, así que Su Señoría debe de conocer el contenido del mensaje. Entonces, ¿sabes lo que ha hecho Alice?

– Me lo contó la primera vez que nos acostamos juntos, el día que partisteis a Londres. Le dije que erais un hombre listo. Al ver que estabais a punto de desvelar la identidad del asesino, hicimos los preparativos para partir esta noche. Si hubierais llegado unas horas más tarde, no nos habríais encontrado aquí. Ojalá hubiera sido así.

– Ya no hay huida posible. En Inglaterra, no.

– No nos quedaremos en Inglaterra. En el río nos espera un bote que nos llevará a un barco.

– ¿Contrabandistas?

– Sí -dijo Alice con toda naturalidad-. Os mentí. Mis amigos de la infancia no desaparecieron durante una tormenta y siguen siendo mis amigos. Hay un barco francés esperando frente a la costa; mañana por la noche recibirán un cargamento del monasterio, pero van a mandar un bote para recogernos esta noche.

– ¿Un cargamento del monasterio? -pregunté asombrado-. ¿Sabes de quién, o qué es?

– Eso me trae sin cuidado. Esperaremos en el barco hasta mañana por la noche y luego partiremos a Francia.

– Mark, ¿sabes qué es ese cargamento?

– No -contestó el chico mordiéndose el labio-. Lo siento, señor. Ahora lo único que me importa es Alice y nuestra huida.

– En Francia no sienten demasiado aprecio por los reformistas ingleses…

Mark me miró con lástima.

– Yo no soy reformista. Nunca lo he sido. Y, ahora que sé cómo trabaja lord Cromwell, menos que nunca.

– Eres un traidor -le espeté-. Desleal con tu rey y desleal conmigo, que te he tratado como a un hijo.

– Para vos no soy un hijo, señor -replicó Mark mirándome con conmiseración-. Nunca he estado de acuerdo con vuestras ideas en materia de religión. Os habríais dado cuenta si hubierais escuchado lo que os decía en lugar de utilizarme como caja de resonancia de vuestras opiniones.

Solté un gruñido.

– No merecía que me hicieras esto, Mark. Ni tú, Alice.

– ¿Quién sabe lo que se merece cada uno? -dijo Mark con inesperada vehemencia-. En este mundo no hay ni orden ni justicia, como veríais si no estuvierais tan ciego. Después de lo que me contó Alice, ya no me queda ninguna duda. Me voy con ella; lo decidí hace cuatro días.

Y, sin embargo, mientras hablaba, vi que su rostro se demudaba, que estaba avergonzado y que el afecto que sentía por mí no había desaparecido por completo.

– ¿Vas a decirme que te has convertido en un papista? No estoy tan ciego como piensas, Mark. Muchas veces me he preguntado en qué creías realmente. ¿Qué piensas de que esta mujer profanara la iglesia? Porque fuiste tú, ¿verdad, Alice? Después de matar a Singleton, depositaste ese gallo sacrificado sobre el altar para dejar una pista falsa…

– Sí -respondió Alice-. Lo hice. Pero si creéis que Mark y yo somos papistas estáis muy equivocado. Sois todos iguales, papistas y reformistas; os inventáis credos que imponéis a las personas so pena de muerte, mientras vosotros os disputáis el poder, la tierra y el dinero, que es lo único que en realidad os importa.

– Eso no es lo que yo quiero.

– Puede que no. Tenéis buen corazón, y habría preferido no verme obligada a engañaros. Pero en lo que concierne a lo que está ocurriendo en Inglaterra estáis tan ciego como un murciélago -dijo Alice con una mezcla de cólera y lástima-. Deberíais ver las cosas a través de los ojos del pueblo, pero la gente de vuestra clase nunca lo hará. ¿Creéis que me importa alguna Iglesia después de lo que he visto de la una y de la otra? Me dolió más tener que matar aquel gallo que lo que hice en el altar.

– ¿Y ahora qué? -les pregunté-. ¿Vais a matarme?

Mark tragó saliva.

– No podría hacerlo. A menos que me obliguéis -dijo, y se volvió hacia Alice-. Podemos atarlo, amordazarlo y encerrarlo en el aparador. No se les ocurrirá mirar aquí. ¿Cuándo descubrirá el hermano Guy que has desaparecido?

– Le he dicho que me acostaría temprano. No me echará en falta hasta que vea que no aparezco por la enfermería, a las siete. Para entonces, ya estaremos en el barco.

– Por favor, Mark, escúchame -dije tratando de ordenar mis ideas-. ¿Te has olvidado del hermano Gabriel, de Simón Whelplay de Orphan Stonegarden?

– ¡Yo no tuve nada que ver con sus muertes! -gritó Alice.

– Lo sé. Había considerado la posibilidad de que hubiera dos asesinos actuando juntos, pero nunca se me ocurrió que podía haber dos asesinos sin relación entre sí. Piensa en lo que has visto, Mark. Orphan Stonegarden, pudriéndose en el estanque; el hermano Gabriel, aplastado como un insecto; Simón, trastornado por un veneno… Me has ayudado, has estado a mi lado… ¿No te importa que el asesino siga suelto?

– Íbamos a dejaros una nota diciéndoos que Alice mató a Singleton.

– Por favor, escúchame. El hermano Edwig. ¿Lo han cogido?

Mark negó con la cabeza.

– No. Os seguí hasta la puerta del refectorio y oí a Bugge cuando os comunicó que teníais un mensaje. Os seguí hasta la portería y luego vi que os dirigíais a la enfermería. Pero el prior Mortimus me vio y me dijo que el tesorero no estaba en la contaduría ni en su celda. Parece que ha huido. Por eso he tardado tanto, Alice.

– ¡No podemos permitir que escape! -exclamé con exasperación-. Ha vendido tierras, creo que a espaldas del abad; tiene mil libras escondidas en alguna parte. Piensa huir en ese barco. Por supuesto, tenía que ganar tiempo hasta que llegara. Por eso mató a Simón, porque temía que el novicio me hablara de Orphan Stonegarden y yo lo hiciera detener.

Mark bajó la daga y me miró asombrado. Había conseguido captar su atención.

– ¿El hermano Edwig mató a Orphan Stonegarden?

– ¡Sí! Y luego intentó matarme a mí en la iglesia. Con esta nieve, pasarían días o semanas antes de que llegara alguien de Londres para reemplazarme, y para entonces ya estaría lejos. Harás el viaje a Francia en compañía de un asesino.

– ¿Estáis seguro de eso? -me preguntó Mark.

– Sí. Me equivoqué con el hermano Gabriel, pero esta vez no hay error posible. Lo que me has contado sobre el barco ha despejado mis últimas dudas. Edwig es un ladrón y un asesino despiadado. En conciencia, no puedes dejarlo escapar.

Por un segundo, lo vi titubear.

– ¿Estáis seguro de que el hermano Edwig mató a la muchacha? -me preguntó Alice.

– Totalmente. Tenía que ser uno de los obedienciarios que visitó a Simón Whelplay. Tanto el prior Mortimus como el hermano Edwig habían acosado a mujeres; Mortimus también te molestó a ti, pero Edwig no lo hizo… porque temía perder el control, como lo perdió con Orphan.

Mark se mordió el labio.

– No podemos permitir que escape, Alice.

– Me colgarán -dijo la joven mirándome con desesperación-, si es que no me queman. Y me acusarán de brujería por matar al gallo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El gallo negro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El gallo negro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El gallo negro»

Обсуждение, отзывы о книге «El gallo negro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x