Michael Connelly - El último coyote

Здесь есть возможность читать онлайн «Michael Connelly - El último coyote» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El último coyote: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El último coyote»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La vida de Harry Bosh es un desastre. Su novia le ha abandonado, su casa se halla en un estado ruinoso tras haber sufrido los efectos de un terremoto, y él está bebiendo demasiado. Incluso ha tenido que devolver su placa de policía después de golpear a un superior y haber sido suspendido indefinidamente de su cargo, a la espera de una valoración psiquiátrica. Al principio, Bosch se resiste a al médico asignado por la policía de Los Ángeles, pero finalmente acaba reconociendo que un hecho trágico del pasado continúa interfiriendo en su presente. En 1961, cuando tenía once años, su madre, una prostituta, fue brutalmente asesinada. El caso fue repentinamente cerrado y nadie fue inculpado del crimen. Bosch decide reabrirlo buscando, sino justicia, al menos respuestas que apacigüen la inquietud que le ha embargado durante años.
El último coyote fue la cuarta novela que escribió Michael Connelly y durante diez años permaneció inédita. El hecho de que, con el tiempo, el escritor se haya convertido en un referente del género policiaco actual, así como se trate de una novela que desvela un episodio clave en la vida de Bosch, hacían imperiosa su publicación.

El último coyote — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El último coyote», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¡Era un anciano! -gritó Bosch enfurecido-. ¿Por qué, maldita sea?

– Detective Bosch, no levante la voz o Jonathan tendrá que hacerle callar.

– Esta vez no se va a librar -dijo Bosch con voz más baja y controlada.

– Por lo que se refiere a Conklin, supongo que la conclusión final será suicidio. Estaba muy enfermo, ¿sabe?

– Sí, un tipo sin piernas camina hasta la ventana y decide saltar.

– Bueno, si las autoridades no creen eso, entonces quizá lleguen a un escenario alternativo cuando descubran sus huellas en la habitación. Estoy seguro de que habrá sido tan amable de dejar unas cuantas.

– Junto con mi maletín.

La respuesta golpeó a Mittel como un bofetón en la cara.

– Exacto. Lo dejé allí. Y contiene lo suficiente para que suban a esta montaña a verle, Mittel. ¡Vendrán a por usted!

Bosch le gritó la última frase a modo de prueba.

– ¡Jan! -rugió Mittel.

Casi antes de que la palabra saliera de la boca de Mittel, Bosch fue golpeado desde atrás. El impacto le alcanzó en el lado derecho del cuello y Bosch cayó de rodillas, con cuidado de mantener el brazo doblado y la pesada bola en su lugar. Lentamente, más despacio de lo que necesitaba, se levantó. Puesto que había recibido el impacto en la derecha, supuso que Jonathan le había golpeado con la mano que empuñaba la pistola.

– Al decirme la localización del maletín, ha respondido a la pregunta más importante que tenía -dijo Mittel-. La otra, por supuesto, es qué había en el maletín y en qué me concernía. La cuestión es que sin el maletín ni la posibilidad de recuperarlo no tengo forma de comprobar la veracidad de lo que me diga aquí.

– Entonces supongo que está jodido.

– No, detective, creo que esa expresión se ajusta más a su situación. No obstante, tengo otra pregunta antes de acabar con usted. ¿Por qué, detective Bosch? ¿Por qué se ha molestado con algo tan antiguo y tan insignificante?

Bosch lo miró unos segundos antes de responder.

– Porque todo el mundo cuenta, Mittel. Todo el mundo.

Bosch vio que Mittel hacía una señal con la cabeza en la dirección de Jonathan. La reunión había terminado. Tenía que actuar.

– ¡Socorro!

Bosch lo gritó con todas sus fuerzas. Y sabía que el pistolero haría su asalto hacia él de inmediato. Anticipando el mismo balanceo de la pistola a la derecha del cuello, Bosch giró hacia su derecha. Al moverse, estiró el brazo izquierdo y aprovechó la fuerza centrífuga para que la bola de billar rodara por la manga hasta su mano. Al continuar el movimiento, lanzó el brazo hacia arriba y hacia afuera. Y mientras volvía la cara vio a Jonathan detrás de él, a escasos centímetros, bajando la mano con los dedos enroscados en la Beretta. También vio la sorpresa en el rostro de Jonathan al darse cuenta de que su golpe seguramente fallaría y que su impulso le impedía corregir la trayectoria.

Después de que el brazo de Jonathan pasara sin hacerle daño y el sicario quedara en posición vulnerable, el brazo de Bosch se arqueó hacia abajo. Jonathan hizo una embestida hacia su izquierda en el último segundo, pero la bola de billar que estaba en el puño de Bosch le alcanzó de refilón en la sien derecha. La cabeza del gorila sonó como una bombilla al estallar y Jonathan cayó de bruces al suelo, con el cuerpo encima del arma.

Casi inmediatamente, el hombre trató de levantarse y Bosch le propinó una tremenda patada en las costillas. Jonathan perdió el control del arma y Bosch cayó con las rodillas sobre su cuerpo, golpeándolo dos veces con el puño en la parte posterior de la cabeza antes de darse cuenta de que todavía empuñaba la bola de billar y que ya había herido lo suficiente al hombre.

Respirando como si acabara de salir de bucear, Bosch miró alrededor y vio la pistola. Enseguida la levantó y buscó a Mittel. Pero éste se había ido.

El ligero sonido de pasos en la hierba captó la atención de Bosch, que atisbó a Mittel en el extremo norte del jardín, justo cuando éste desaparecía en la oscuridad, en el lugar donde el césped llano y perfectamente cuidado daba paso a la zona de matorral de la cima de la colina.

– ¡Mittel!

Bosch se levantó de un salto y continuó. En el lugar donde había visto a Mittel por última vez, encontró un sendero gastado que llevaba a los matorrales. Se dio cuenta de que era el viejo rastro de un coyote que pies humanos habían ensanchado con el tiempo. Bajó corriendo por él, con el precipicio a medio metro a su derecha.

No vio señal de Mittel y siguió la pista a lo largo del borde del abismo hasta que la casa se perdió de vista detrás de él. Finalmente se detuvo al confirmar que nada indicaba que Mittel estuviera cerca o que alguna vez hubiera seguido ese camino.

Respirando pesadamente, con un latido en la sien en el lugar donde tenía la herida, Bosch llegó a un empinado risco que se alzaba a un lado del camino y vio que estaba rodeado de cascos de cerveza y otros desperdicios. El risco era un mirador popular. Se puso la pistola en la cintura y utilizó las manos para equilibrarse y tomar impulso en la escalada de tres metros. Hizo un lento giro de trescientos sesenta grados en lo alto, pero no vio nada. Escuchó, pero el siseo del tráfico de la ciudad impedía cualquier posibilidad de oír a Mittel moviéndose entre los matorrales. Decidió rendirse, regresar a la casa y llamar a una unidad aérea antes de que Mittel lograra escapar. Lo localizarían con el foco si el helicóptero despegaba lo bastante rápido.

Cuando volvía a resbalar con cuidado risco abajo, Mittel apareció de repente desde la zona oscura de la derecha. Había permanecido escondido detrás de una espesura de arbustos y cactus. Se lanzó al diafragma de Bosch, derribándolo y colocándose encima de él en el suelo. Bosch sintió que las manos del hombre buscaban la pistola que todavía tenía en la cintura. Pero él era más joven y más fuerte. El ataque por sorpresa era la última carta de Mittel. Bosch cerró los brazos en torno a él y rodó a su izquierda. De repente, el peso no estaba y Mittel había desparecido.

Bosch se incorporó y miró. Se asomó al borde del precipicio y saco la pistola de la cintura. Sólo había oscuridad cuando miró por la ladera de la colina escarpada. Vio los tejados rectangulares de las casas ciento cincuenta metros más abajo. Sabía que estaban construidas a lo largo de los sinuosos caminos que salían de Hollywood Boulevard y Fairfax Avenue. Dio otro giro completo y volvió a mirar hacia abajo. No vio a Mittel en ninguna parte.

Bosch examinó en su integridad la escena que se abría debajo de él hasta que vio que se encendían las luces del patio trasero de una de las casas que había justo debajo. Observó mientras un hombre salía de la casa empuñando lo que parecía un rifle. El hombre se acercó lentamente a una plataforma redonda apuntando con el rifle. El hombre se detuvo en el borde del jacuzzi y se estiró hacia lo que debía de ser la caja eléctrica exterior.

La luz del jacuzzi se encendió mostrando la silueta de un hombre que flotaba en un círculo azul. Incluso desde lo alto de la colina, Bosch distinguió los remolinos de sangre que escupía el cadáver de Mittel. Entonces la voz del hombre del rifle subió intacta por la colina.

– Linda, no salgas. Llama a la policía. Diles que hay un cadáver en el jacuzzi.

El hombre miró hacia la ladera de la colina y Bosch retrocedió del borde. Inmediatamente se preguntó por qué había tenido la reacción instintiva de esconderse.

Se levantó y lentamente retrocedió por el sendero hasta la casa de Mittel. Mientras caminaba miró hacia las luces de la ciudad que iluminaban la noche y pensó que era hermoso. Pensó en Conklin y en Pounds y después apartó la culpa de su mente con pensamientos de Mittel, acerca de cómo su muerte cerraba por fin el círculo que se había abierto hacía tanto tiempo. Pensó en la imagen de su madre en la foto de Monte Kim. Su forma de mirar con timidez por el borde del brazo de Conklin. Aguardó la llegada de la sensación de satisfacción y triunfo que sabía que supuestamente tenía que venir cuando se cumplía la venganza. Pero ésta no llegó. Sólo se sentía vacío y cansado.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El último coyote»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El último coyote» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Micael Connelly - The Last Coyote
Micael Connelly
Michael Connelly - The Wrong Side of Goodbye
Michael Connelly
Michael Connelly - Murder in Vegas
Michael Connelly
Michael Connelly - The Crossing
Michael Connelly
Michael Connelly - The Drop
Michael Connelly
Michael Connelly - The Fifth Witness
Michael Connelly
Michael Connelly - Nueve Dragones
Michael Connelly
Michael Connelly - Cauces De Maldad
Michael Connelly
Michael Connelly - Cmentarzysko
Michael Connelly
Michael Connelly - The Last Coyote
Michael Connelly
Michael Connelly - Último Recurso
Michael Connelly
Отзывы о книге «El último coyote»

Обсуждение, отзывы о книге «El último coyote» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x