Peter James - Muerte Prevista

Здесь есть возможность читать онлайн «Peter James - Muerte Prevista» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Muerte Prevista: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Muerte Prevista»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando encuentra un CD de ordenador que alguien ha olvidado en el asiento contiguo del tren en el que viaja, Tom Bryce hace lo que cualquier persona decente haría: lo recoge y cuando llega a casa intenta averiguar a quién pertenece para poder devolvérselo. Sin embargo, su buena fe topará con el horrible contenido del disquete: un estremecedor asesinato. En un principio, duda sobre la veracidad de los hechos de los que es testigo, ¿realidad o ficción? Sin embargo, a partir de ese momento, su vida y la de su familia comienzan a correr peligro.
Al poco tiempo aparece el cadáver decapitado de una joven cuya identidad se desconoce; la única pista de la que dispondrá la policía será la presencia de un escarabajo oculto entre los restos de la víctima, en lo que parece ser el indicio de un juego macabro. Al frente de la investigación se colocará el peculiar detective Roy Grace, especializado en la resolución de casos que llevan años sin resolver, y cuyo pasado y personales métodos, entre los que se halla su fe en la videncia para la resolución de los crímenes más complicados, le confieren una discutida posición dentro del cuerpo de policía.

Muerte Prevista — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Muerte Prevista», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Ese es el Thameslink, el servicio de London Bridge -le informó Glenn Branson-. El suyo llegará dentro de un par de minutos.

Tom pasó la cinta hacia delante, luego la paró cuando un nuevo tren apareció en la vía. Se puso nervioso. El tren se detuvo. Se abrieron las puertas y unas treinta personas bajaron al andén. Pulsó el botón de pausa y las examinó detenidamente a todas.

Ni rastro del capullo.

– ¿Es el tren correcto? -preguntó.

– No hay duda. Es el tren rápido de las 18.10 que sale de Victoria, el que usted me dijo que mirara -contestó Branson-. Avance un poco la cinta. Es probable que aún no se haya bajado todo el mundo.

Tom pulsó el play y toda la gente cobró vida de nuevo. Escudriñó las puertas abiertas del tren, muchas de las cuales volvieron a cerrarse, intentando calcular en qué vagón se había sentado. Era más o menos el cuarto si empezaba a contar por el principio, creía que era el que estaba mirando ahora.

Y entonces lo vio.

El hombre corpulento de rostro aniñado, vestido con una camisa estilo safari y unos pantalones anchos sin forma y con una bolsa de viaje pequeña en la mano, estaba bajando ahora al andén y miraba a su alrededor detenidamente, casi como si quisiera asegurarse de que no había moros en la costa antes de salir.

«¿Por qué?», se preguntó Tom, clavando un dedo en el botón de pausa.

El hombre se detuvo a medio paso, el pie izquierdo enfundado en una deportiva en el aire, la cara ligeramente inclinada hacia la cámara, pero sin percatarse de ella. Aunque la expresión de profunda consternación de su rostro era manifiesta.

Tom Bryce pulsó el play otra vez y al cabo de unos momentos, las preocupaciones del hombre parecieron desvanecerse y comenzó a caminar, casi con garbo, hacia la salida. Paró la cinta otra vez.

– Es éste -dijo.

Branson miró al hombre, estupefacto.

– Acerque la imagen, ¿quiere? Hacia la cara.

Tom toqueteó a tientas los controles, luego acercó la imagen, un poco a sacudidas, hasta que tuvo enfrente la cara del capullo.

– ¿Está absolutamente seguro?

Tom asintió.

– Sí. Es él. Segurísimo.

– ¿No existe ninguna posibilidad de que se equivoque?

– No.

– Muy interesante -dijo el sargento.

– ¿Sabe quién es?

– Sí -dijo Branson; su voz se volvió sombría-. Sabemos quién es.

Capítulo 54

Poco antes de las cinco, el sargento Jon Rye estaba sentado a su mesa en la Unidad de Delitos Tecnológicos, trabajando aún en el ordenador de Tom Bryce, cuando sonó su línea directa. Descolgó el teléfono.

– Jon Rye -dijo.

– Hola. Soy Tom Bryce. En realidad estoy en su edificio, arriba, en la sala de visionado… Me preguntaba si…, si mi ordenador estaba listo. Podría…, podría pasarme… a recogerlo. Ne…, necesito trabajar esta noche. Yo… tengo…, tengo que preparar una reunión muy importante para mañana. ¿Cómo le va?

«Suenas fatal. Tú necesitas trabajar y yo necesito ir a casa y salvar mi matrimonio», pensó Jon Rye. En el departamento sólo quedaban él y Andy Gidney, sentado a poca distancia al otro lado de la sala, a estas horas, un domingo por la tarde. ¿No eran unos seres patéticos?

Gidney, con el iPod enchufado a las orejas como siempre, estaba encorvado sobre el teclado, la mesa llena de latas vacías de Coca-Cola y tazas de café de plástico de las máquinas expendedoras, haciendo clic sin cesar, tratando de descifrar el código que llevaba toda la semana resistiéndosele.

A Rye le preocupaba el freak, parecía un alma perdida. Al menos, cuando él se marchaba del edificio, tenía un hogar esperándole. Nadine podía ser rancia a veces, pero habría un plato en la mesa, podría hablar con los niños. Una especie de normalidad. ¿Cuál era la normalidad de Gidney?

Aunque, ¿cuál era la normalidad de la gente que trabajaba aquí? La mayoría de las semanas consistían en ver porno en ordenadores incautados. Y la inmensa mayoría no eran imágenes normales excitantes y agradables, tipo desplegable del Playboy, sino hombres de mediana edad con niños pequeños, algunos de los cuales ni siquiera habían cumplido los dos años. Algo que nunca, ni en mil millones de años, podría llegar a comprender. ¿Cómo podía excitar eso a alguien? ¿Cómo podía alguien hacer eso con niños inocentes? ¿Cómo podía un hombre de cuarenta años sodomizar a un niño pequeño, y luego vivir sabiendo lo que había hecho?

La respuesta, tristemente, era demasiado fácil y excesivamente habitual.

Sabía exactamente qué habría hecho si hubiera sorprendido a alguien toqueteando a sus hijos cuando eran pequeños. Habrían intervenido una hoja de afeitar y un soplete.

Oyó un estruendo repentino de ruidos electrónicos extraños que, para su fastidio, cada vez le resultaba más familiar. El móvil de Gidney. El freak se quitó los auriculares del iPod y contestó al teléfono con voz monótona, carente de emoción.

– Ah, hola -dijo.

Rye sabía más o menos dónde vivía Gidney, cerca del Level, por el hipódromo, en un estudio. Era una zona de casas adosadas victorianas y eduardianas muy juntas, construidas originariamente como viviendas para artesanos, monopolizadas ahora en su mayoría por estudiantes y solteros jóvenes. ¿Quién esperaba al freak en casa cuando volvía a casa, si es que volvía alguna vez? ¿Una lata de alubias que calentaba en el único fogón de la cocina? ¿Otra pantalla de ordenador? ¿El Guardian -que siempre llevaba debajo del brazo a trabajar pero que nunca parecía leer- y un fajo de revistas informáticas?

– Necesito una media hora más -le dijo Rye a Tom Bryce-. ¿Puede esperar o quiere que pase a devolvérselo cuando me vaya a casa?

– Sí. Yo… tengo hijos, necesito volver. Gracias -dijo Bryce-. Si puede pasarse se lo agradecería.

– De acuerdo, tengo su dirección. Iré en cuanto pueda.

Miró la hora, quería asegurarse de que tendría tiempo suficiente de llegar a casa para ver el único programa de televisión al que estaba enganchado, Top Gear. Aunque hacía años que había dejado de ser policía de Tráfico, seguía siendo un loco de los coches.

Mientras colgaba, vio que Gidney, con el anorak puesto y una mochila pequeña al hombro, se dirigía hacia la puerta. Sin despedirse. Dios santo, siempre hacía igual, ¡qué modales!

Rye tardó más de lo que había pensado en terminar su examen y vio, sintiéndose un poco culpable, que había pasado más de una hora y media desde que había hablado con Tom Bryce. Por fin cerró el portátil del hombre y estaba a punto de levantarse cuando sonó el teléfono.

Era un operador del centro de atención de llamadas situado en un edificio de Mailing House, la comisaría central de la policía, donde se atendían las llamadas no urgentes de los ciudadanos.

– ¿Es la Unidad de Delitos Tecnológicos? -dijo el operador.

Rye respiró hondo, resistiendo la tentación de decirle al hombre que se había equivocado de número.

– Al habla el sargento Rye.

– Tengo a un tipo que se queja de que alguien está utilizando su conexión inalámbrica a Internet sin su permiso.

– ¡Por favor! -dijo Rye, casi explotando. No tenía tiempo para aquello en absoluto-. ¡Si tiene una conexión inalámbrica a Internet, sólo tiene que activar la contraseña para protegerla!

– ¿Le importaría hablar con él, señor? -dijo el operador-. Es la tercera vez que registramos una llamada suya este mes. Está un poco nervioso.

«Bienvenido al club», pensó Rye.

– Pásemelo -dijo a regañadientes.

Al cabo de un momento, oyó la voz de un hombre mayor, con un acento gutural alemán.

– Sí, hola. Me llamo Andreas Seiler. Soy ingeniero. Ahora estoy jubilado, pero estaba construyendo puentes. -Luego sólo oyó un silbido de interferencias. Rye esperó un poco.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Muerte Prevista»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Muerte Prevista» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Muerte Prevista»

Обсуждение, отзывы о книге «Muerte Prevista» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x