Arturo Pérez-Reverte - Un Día De Colera

Здесь есть возможность читать онлайн «Arturo Pérez-Reverte - Un Día De Colera» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Día De Colera: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Día De Colera»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este relato no es ficción ni libro de Historia. Tampoco tiene un protagonista concreto, pues fueron innumerables los hombres y mujeres envueltos en los sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid. Héroes y cobardes, víctimas y verdugos, la Historia retuvo los nombres de buena parte de ellos: las relaciones de muertos y heridos, los informes militares, las memorias escritas por actores principales o secundarios de la tragedia, aportan datos rigurosos para el historiador y ponen límites a la imaginación del novelista. Cuantas personas y lugares aparecen aquí son auténticos, así como los sucesos narrados y muchas de las palabras que se pronuncian. El autor se limita a reunir, en una historia colectiva, medio millar de pequeñas y oscuras historias particulares registradas en archivos y libros. Lo imaginado, por tanto, se reduce a la humilde argamasa narrativa que une las piezas. Con las licencias mínimas que la palabra novela justifica, estas páginas pretenden devolver la vida a quienes, durante doscientos años, sólo han sido personajes anónimos en grabados y lienzos contemporáneos, o escueta relación de víctimas en los documentos oficiales.

Un Día De Colera — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Día De Colera», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¡Quítese de ahí, señora! -la intima el cabo Alonso.

– ¡Quítate tú, malasombra!

La maja -lo sabrán más tarde los artilleros- se llama Ramona García Sánchez, tiene treinta y cuatro años y vive en la cercana calle de San Gregorio. Al poco rato la releva un artillero. No es la única que en este momento participa en el combate. La inquilina del número 11 de la calle de San José, Clara del Rey y Calvo, de cuarenta y siete años, ayuda al teniente Arango y al artillero Sebastián Blanco a cargar y apuntar uno de los cañones, en compañía de su marido, Juan González, y sus tres hijos. Otras mujeres traen cartuchos, vino o agua para los que pelean. Entre ellas está la joven de diecisiete años Benita Pastrana, vecina del barrio, que salió a la calle al saber herido a su novio Francisco Sánchez Rodríguez, cerrajero de la plazuela del Gato. También combaten la malagueña Juana García, de cincuenta años; la vecina de la calle de la Magdalena Francisca Olivares Muñoz; Juana Calderón, que tumbada en un zaguán carga y pasa fusiles a su marido José Beguí; y una muchachita quinceañera que cruza a menudo la calle sin inmutarse por las descargas francesas, llevando en el delantal munición para su padre y el grupo de paisanos que disparan contra los franceses desde el huerto de las Maravillas, hasta que en una descarga cerrada cae muerta por una bala. El nombre de esta joven nunca llegará a saberse con certeza, aunque algunos testigos y vecinos afirman que se llama Manolita Malasaña.

– ¿Que el parque de artillería qué? -pregunta Murat, fuera de sí.

Alrededor del duque de Berg, instalado en el Campo de Guardias con toda su plana mayor y fuerte escolta, sus generales y edecanes tragan saliva. Los partes de bajas propias son estremecedores. El capitán Marcellin Marbot -quien acaba de informar de que la infantería del coronel Friederichs ha tomado la puerta del Sol, pero continúan los combates en Antón Martín, Puerta Cerrada y la plaza Mayor- ve a Murat estrujar entre las manos el informe del comandante del batallón de Westfalia, empeñado en el parque de Monteleón. Allí, la resistencia de los sublevados está siendo tenaz. Los artilleros, reforzados con algunos soldados, se han unido al pueblo. Sus cañones, bien situados en la calle, hacen estragos.

– Quiero que los borren de la faz de la tierra -exige Murat-. Inmediatamente.

– Se está en ello, Alteza. Pero tenemos muchas bajas.

– Me importan poco las bajas. ¡A ver si nos enteramos de una vez!… ¡Me importan un rábano!

Murat, que se ha inclinado sobre el plano de Madrid extendido en una mesa de campaña, golpea con el dedo un punto de la parte superior: un contorno cuadrangular rodeado de calles rectas, que hasta ahora traía a todos sin cuidado. Monteleón. Ni siquiera tiene un nombre en el plano.

– ¡Quiero que se tome a cualquier precio! ¿Me oyen? ¡A cualquier precio!… Esos canallas necesitan un escarmiento ejemplar… A ver, Lagrange. ¿A quién tenemos cerca?

El general de división Joseph Lagrange, que hoy oficia de ayudante personal del duque de Berg, echa un vistazo al mapa y consulta las notas que le muestra un edecán. Parece aliviado al confirmar que, en efecto, disponen de alguien en las inmediaciones.

– El comandante Montholon, Alteza. Coronel en funciones del Cuarto de infantería. Espera órdenes con un batallón entre la puerta de Santa Bárbara y la de los Pozos.

– Perfecto. Que refuerce a los westfalianos inmediatamente… ¡Mil quinientos hombres bastarán para planchar a esa chusma, maldita sea!

– Supongo, Alteza.

– ¿Lo supone?… ¿Qué coño que lo supone?

En la plazuela de Antón Martín, situada a media subida de Atocha hacia la plaza Mayor, al manolo Miguel Cubas Saldaña, que tras batirse en la puerta de Toledo pudo escapar refugiándose en San Isidro, se le acaba la suerte. Ha llegado hasta allí peleando donde podía, unido a un pequeño grupo que al final se ve disperso por una andanada de metralla. Aturdido Saldaña por el impacto, sangrando por los oídos y la nariz, cuando levanta la cabeza del suelo se encuentra rodeado de bayonetas francesas. Mientras lo llevan a empujones, tambaleante y maniatado, en dirección al Prado, el manolo observa con desconsuelo que se apaga la resistencia de los que pelean en las callejas próximas. Apoyada por un cañón que bate la ancha avenida, la infantería francesa avanza de casa en casa, disparando de modo preventivo hacia cada balcón, ventana o bocacalle. Por tierra hay numerosos muertos y heridos que nadie retira.

Poco después de que Cubas Saldaña caiga prisionero, las dos últimas partidas que combaten en Atocha y Antón Martín son aniquiladas. Acosados hasta la puerta de una corrala de la Magdalena, ametrallados por el cañón que tira desde la plaza, caen Francisco Balseyro María, jornalero de cuarenta y nueve años, la gallega de treinta Manuela Fernández, herida en la cabeza por una esquirla, y el sirviente asturiano Francisco Fernández Gómez, a quien la metralla arranca el brazo derecho. De esa cuadrilla sólo consiguen escapar el cabrero Matías López de Uceda, moribundo de un balazo, y dos hombres también heridos que lo transportan: su hijo Miguel y el jornalero palentino Domingo Rodríguez González. Dando un rodeo intentan dirigirse al Hospital General, sin que en ninguna de las casas a las que llaman se les abra ni socorra.

– ¡Dispersaos!… ¡Sálvese quien pueda!

El otro grupo corre la misma suerte. Deshecho a metrallazos, en plena fuga, caen junto a la calle de la Flor, cazados como conejos, el músico de veintisiete años Pedro Sessé y Mazal el criado de la Inclusa Manuel Anvías Pérez, de treinta y tres, y el mozo de cuerda leonés Fulgencio Álvarez, de veinticuatro. Este último, al que dan alcance los franceses por ir herido en una pierna, se defiende con su navaja hasta que lo rematan a bayonetazos. No es mucho mejor la suerte que corre el joven de dieciocho años Donato Archilla y Valiente, a quien su compadre y compañero de combate Pascual Montalvo, panadero, que huye con él por la calle del León, ve capturar y llevarse atado calle del Prado abajo. Desprendiéndose en un portal del sable francés que lleva en la mano, Montalvo camina detrás de su amigo, siguiéndolo de lejos para ver adónde lo conducen y procurar, si puede, su liberación. Poco después, escondido tras unos setos del paseo del Prado, lo verá fusilar en las tapias de Jesús Nazareno, en compañía de Miguel Cubas Saldaña.

No todos los muertos en Antón Martín son combatientes. Tal es el caso del cirujano de ochenta y dos años Fernando González de Pereda, que fallece de un balazo junto a la fuente de la plaza cuando, con algunos camilleros voluntarios, socorre a las víctimas de uno y otro bando. Como él, varios médicos, cirujanos y mozos de hospital caen hoy mientras realizan su tarea humanitaria: el cirujano Juan de la Fuente y Casas, de treinta y dos años, muere cuando intenta cruzar la plazuela de Santa Isabel con enfermeros y material sanitario; Francisco Javier Aguirre y Angulo, médico de treinta y tres años, recibe un balazo de un centinela francés mientras atiende a unos heridos abandonados en la calle de Atocha; y a Carlos Nogués y Pedrol, catedrático de clínica de la universidad de Barcelona, una bala le rompe la cadera cuando, tras atender a innumerables heridos en la puerta del Sol, se retira a su casa de la calle del Carmen. Caen también Miguel Blanco López, de sesenta años, enfermero de la sacramental de San Luis; el mancebo de cirugía Saturnino Valdés Regalado, que con otro compañero transporta en camilla a un herido por la calle de Atocha; y el capellán de las Descalzas José Cremades García, a quien los franceses matan de un tiro mientras da los auxilios espirituales a un moribundo, en la puerta misma de la iglesia.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Día De Colera»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Día De Colera» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Arturo Pérez-Reverte - El Sol De Breda
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - La Carta Esférica
Arturo Pérez-Reverte
libcat.ru: книга без обложки
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Purity of Blood
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - The Sun Over Breda
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Der Club Dumas
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El maestro de esgrima
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El pintor de batallas
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Corsarios De Levante
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El Capitán Alatriste
Arturo Pérez-Reverte
libcat.ru: книга без обложки
Arturo Pérez-Reverte
Отзывы о книге «Un Día De Colera»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Día De Colera» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x