Mark Twain - Las aventuras de Tom Sawyer

Здесь есть возможность читать онлайн «Mark Twain - Las aventuras de Tom Sawyer» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Las aventuras de Tom Sawyer: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Las aventuras de Tom Sawyer»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«La mayoría de las aventuras que refiero en este libro son reflejo de la realidad, una o dos me han ocurrido a mí mismo, el resto son anécdotas de otros niños, compañeros míos de la escuela. Huck Finn ha existido, Tom Sawyer también, si bien no se trata de un solo individuo, es una combinación de las características de tres chiquillos amigos. Es pues un trabajo arquitectónico de orden compuesto.
Las raras supersticiones de las que doy fe prevalecían entre los niños y los esclavos del Oeste en la época de este relato.
A pesar de que destino este libro a pasatiempo de muchachos, espero que no lo despreciarán los hombres ni las mujeres, ya que en parte está compuesto con la idea de despertar recuerdos del pasado en los adultos y exponer cómo sentían, pensaban y hablaban, y en qué raras empresas se embarcaban».

Las aventuras de Tom Sawyer — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Las aventuras de Tom Sawyer», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¡Tom! ¡Oye! ¿Qué te pasa? -y se acercó a él, sacudiéndole y mirándole la cara, ansiosamente.

– ¡No, Sid, no! -gimoteó Tom-. ¡No me toques!

– ¿Qué te pasa? Voy a llamar a la tía.

– No; no importa. Ya se me pasará. No llames a nadie.

– Sí; tengo que llamarla. No llores así, Tom, que me da miedo. ¿Cuánto tiempo hace que estás así?

– Horas. ¡Ay! No me muevas, Sid, que me matas.

– ¿Por qué no me llamaste antes? ¡No,Tom, no! ¡No te quejes así, que me pones la carne de gallina! ¿Qué es lo que te pasa?

– Todo te lo perdono, Sid (Quejido.) Todo lo que me has hecho. Cuando me muera…

– ¡Tom! ¡Que no te mueres! ¿Verdad? ¡No, no! Acaso…

– Perdono a todos, Sid. Díselo. (Quejido.) Y, Sid, le das mi falleba y mi gato tuerto a esa niña nueva que ha venido al pueblo, y le dices…

Pero Sid, asiendo de sus ropas, se había ido. Tom estaba sufriendo ahora de veras -con tan buena voluntad estaba trabajando su imaginación-, y así sus gemidos habían llegado a adquirir un tono genuino.

Sid bajó volando las escaleras y gritó:

– ¡Tía Polly, corra! ¡Tom se está muriendo!

– ¿Muriendo?

– ¡Sí, tía…! ¡De prisa, de prisa!

– ¡Pamplinas! No lo creo.

Pero corrió escaleras arriba, sin embargo, con Sid y Mary a la zaga. Y había palidecido además, y le temblaban los labios. Cuando llegó al lado de la cama, dijo sin aliento:

– ¡Tom! ¿Qué es lo que te pasa?

– ¡Ay tía, estoy…!

– ¿Qué tienes? ¿Qué es lo que tienes?

– ¡Ay tía, tengo el dedo del pie irritado!

La anciana se dejó caer en una silla y rió un poco, lloró otro poco, y después hizo ambas cosas a un tiempo. Esto la tranquilizó, y dijo:

– Tom, ¡qué rato me has dado! Ahora, basta de esas tonterías, y a levantarse a escape.

Los gemidos cesaron y el dolor desapareció del dedo. El muchacho se quedó corrido, y añadió:

– Tía Polly, parecía que estaba irritado, y me hacía tanto daño que no me importaba nada lo del diente.

– ¿El diente? ¿Qué es lo que le pasa al diente?

– Tengo uno que se menea y me duele una barbaridad.

– Calla, calla; no empieces la murga otra vez. Abre la boca. Bueno, pues se te menea; pero por eso no te has de morir. Mary, tráeme un hilo de seda y un tizón encendido del fogón.

– ¡Por Dios, tía! ¡No me lo saques, que ya no me duele! ¡Que no me mueva de aquí si es mentira! ¡No me lo saques, tía! Que no es que quiera quedarme en casa y no ir a la escuela.

– ¡Ah!, ¿de veras? ¿De modo que toda esta trapatiesta ha sido por no ir a la escuela y marcharse a pescar, eh? ¡Tom, Tom, tanto como yo te quiero, y tú tratando de matarme a disgustos con tus bribonadas!

Para entonces ya estaban prestos los instrumentos de cirugía dental. La anciana sujetó el diente con un nudo corredizo y ató el otro extremo del hilo a un poste de la cama. Cogió después el tizón hecho ascua, y de pronto lo arrimó a la cara de Tom casi hasta tocarle. El diente quedó balanceándose en el hilo, colgado del poste.

Pero todas las penas tienen sus compensaciones. Camino de la escuela, después del desayuno, Tom causó la envidia de cuantos chicos le encontraron porque la mella le permitía escupir de un modo nuevo y admirable. Fue reuniendo un cortejo de rapaces interesados en aquella habilidad, y uno de ellos, que se había cortado un dedo y había sido hasta aquel momento un centro de fascinante atracción, se encontró de pronto sin un solo adherente, y desnudo de su gloria. Sintió encogérsele el corazón y dijo, con fingido desdén, que era cosa de nada escupir como Tom; pero otro chico le contestó: «¡Están verdes!», y él se alejó solitario, como un héroe olvidado.

Poco después se encontró Tom con el paria infantil de aquellos contornos, Huckleberry Finn, hijo del borracho del pueblo. Huckleberry era cordialmente aborrecido y temido por todas las madres, porque era holgazán, y desobediente, y ordinario, y malo…, y porque los hijos de todas ellas lo admiraban tanto y se deleitaban en su velada compañía y sentían no atreverse a ser como él. Tom se parecía a todos los muchachos decentes en que envidiaba a Huckleberry su no disimulada condición de abandonado y en que había recibido órdenes terminantes de no jugar con él. Por eso jugaba con él en cuanto tenía ocasión. Huckleberry andaba siempre vestido con los desechos de gente adulta, y su ropa parecía estar en una perenne floración de jirones, toda llena de flecos y colgajos. El sombrero era una vasta ruina con media ala de menos; la chaqueta, cuando la tenía, le llegaba cerca de los talones; un solo tirante le sujetaba los calzones, cuyo fondillo le colgaba muy abajo, como una bolsa vacía, y eran tan largos que sus bordes deshilachados se arrastraban por el barro cuando no se los remangaba. Huckleberry iba y venía según su santa voluntad. Dormía en los quicios de las puertas en el buen tiempo, y si llovía, en bocoyes vacíos; no tenía que ir a la escuela o a la iglesia y no reconocía amo ni señor ni tenía que obedecer a nadie; podía ir a nadar o de pesca cuando le venía la gana y estarse todo el tiempo que se le antojaba; nadie le impedía andar a cachetes; podía trasnochar cuanto quería; era el primero en ir descalzo en primavera y el último en ponerse zapatos en otoño; no tenía que lavarse nunca ni ponerse ropa limpia; sabía jurar prodigiosamente. En una palabra: todo lo que hace la vida apetecible y deleitosa lo tenía aquel muchacho. Así lo pensaban todos los chicos, acosados, cohibidos, decentes, de San Petersburgo. Tom saludó al romántico proscrito.

– ¡Hola, Huckleberry!

– ¡Hola, tú! Mira a ver si te gusta.

– ¿Qué es lo que tienes?

– Un gato muerto.

– Déjame verlo, Huck. ¡Mira qué tieso está! ¿Dónde lo encontraste?

– Se lo cambié a un chico.

– ¿Qué diste por él?

– Un vale azul y una vejiga que me dieron en el matadero.

– ¿Y de dónde sacaste el vale azul?

– Se lo cambié a Ben Rogers hace dos semanas por un bastón.

– Dime: ¿para qué sirven los gatos muertos, Huck?

– ¿Servir? Para curar verrugas.

– ¡No! ¿Es de veras? Yo sé una cosa que es mejor.

– ¿A que no? Di lo que es.

– Pues agua de yesca.

– ¡Agua de yesca! No daría yo un pito por agua de yesca.

– ¿Que no? ¿Has hecho la prueba?

Yo no. Pero Bob Tanner la hizo.

– ¿Quién te lo ha dicho?

– Pues él se lo dijo a Jeff Thatcher, y Jeff se lo dijo a Johnny Baker, y Johnny a Jim Hollis, y Jim a Ren Rogers, y Ben se lo dijo a un negro, y el negro me lo dijo a mí. ¡Conque ahí tienes!

– Bueno, ¿y qué hay con eso? Todos mienten. Por lo menos, todos, a no ser el negro: a ése no lo conozco, pero no he conocido a un negro que no mienta. Y dime, ¿cómo lo hizo Bob Tanner?

– Pues fue y metió la mano en un tronco podrido donde había agua de lluvia.

– ¿Por el día?

– Por el día.

– ¿Con la cara vuelta al tronco?

– Puede que sí.

– ¿Y dijo alguna cosa?

– Me parece que no. No lo sé.

– ¡Ah! ¡Vaya un modo de curar verrugas con agua de yesca! Eso no sirve para nada. Tiene uno que ir solo en medio del bosque, donde sepa que hay un tronco con agua, y al dar la media noche tumbarse de espaldas en el tronco y meter la mano dentro y decir:

¡Tomates, tomates, tomates y lechugas;

agua de yesca, quítame las verrugas!

y, en seguida dar once pasos deprisa, y después dar tres vueltas, y marcharse a casa sin hablar con nadie. Porque si uno habla, se rompe el hechizo.

– Bien; parece un buen remedio; pero no es como lo hizo Bob Tanner.

Ya lo creo que no. Como que es el más plagado de verrugas del pueblo, y no tendría ni una si supiera manejar lo del agua de yesca. Así me he quitado yo de las manos más de mil. Como juego tanto con ranas, me salen siempre a montones. Algunas veces me las quito con una judía.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Las aventuras de Tom Sawyer»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Las aventuras de Tom Sawyer» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Las aventuras de Tom Sawyer»

Обсуждение, отзывы о книге «Las aventuras de Tom Sawyer» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x