Andrew Gross - Código Azul

Здесь есть возможность читать онлайн «Andrew Gross - Código Azul» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Código Azul: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Código Azul»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El FBI lo llama código azul: cuando se sospecha que la identidad del testigo ha sido descubierta, cuando ha dejado la seguridad del programa, cuando no se sabe si está muerto o vivo… La vida de Kate se convierte en una pesadilla cuando descubre que su padre está involucrado en el caso judicial contra un poderoso cartel de narcos. Todos los miembros de su familia se convierten en testigos protegidos: han de dejar atrás su casa, su ciudad, sus trabajos, sus amigos… toda su vida. Kate se niega a entrar en el programa, aunque eso signifique separarse de los que más quiere. Una vez sola, comienza a descubrir que el FBI y su propio padre le están ocultando algo. Y que a veces, los que tenemos más cerca son los que más hemos de temer. Andrew Gross nos sumerge en el oscuro y peligroso mundo de los testigos protegidos, donde el engaño impregna todos los aspectos de la vida y cualquier paso en falso puede ser el último.

Código Azul — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Código Azul», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Por eso estamos aquí. -El hombre del WITSEC hizo una pausa y la miró a los ojos-. Por desgracia, tu padre ha desaparecido, Kate.

29

– ¿Desaparecido? -Los labios de Kate pronunciaron la palabra con dificultad-. ¿Desaparecido desde cuándo?

– La semana pasada dejó a tu hermana en un club de squash y luego desapareció -dijo Cavetti, volviendo a formar una pila con las fotografías y dejándolas a un lado-. No sabemos dónde se encuentra. ¿Estás segura de que no se ha puesto en contacto contigo?

– ¡Pues claro que estoy segura! -La angustia hizo presa en ella. Su padre había desaparecido. Habían asesinado salvajemente a la agente que llevaba su caso-. ¡Mi madre! ¡Mis hermanos! ¿Están bien?

– Están a salvo, Kate -la tranquilizó Cavetti levantando la palma de la mano con cautela-. Bajo custodia.

Kate volvió a mirarlo, tratando de averiguar lo que aquello significaba exactamente. ¡Bajo custodia!

Se levantó del taburete y se llevó una mano a la cara. Sus peores temores se habían hecho realidad. Habían intentado llegar hasta ella. Habían matado a Margaret Seymour. Era posible que hubieran encontrado a su familia. Kate se encaminó hacia el sofá y se sentó en el brazo. Una cosa sí sabía: su padre, fuera lo que fuera lo que hubiera hecho, amaba a su familia.

Si había desaparecido, es que había pasado algo. Nunca se iría así sin más.

– ¿Está muerto mi padre, agente Cavetti?

Él negó con la cabeza.

– La verdad es que no lo sabemos. Vamos a asignarte protección, Kate. Tal vez tu padre esté bien, de un modo u otro. Tal vez intente ponerse en contacto contigo. Tú misma podrías ser un objetivo.

– Ya lo he sido -respondió Kate. Entonces levantó de repente la mirada, sobresaltada-. Ha dicho que sabían lo de Tina.

Al principio Cavetti no respondió. Algo incómodo, se limitó a mirar en dirección a Nardozzi.

Kate se levantó y los miró fijamente.

– Sabían lo de Tina y no se pusieron en contacto conmigo en ningún momento. Ustedes…

– Kate, sabemos cómo debe de sentirse con lo ocurrido, pero la policía…

Aturdida, trató de relacionar mentalmente la cronología de los acontecimientos: lo de Tina había sido tres días atrás; lo de Margaret Seymour, según decían, el jueves pasado. Su padre… ¿Cómo podía estar su padre desaparecido desde entonces? ¿Por qué no la habían avisado?

– Quiero hablar con mi familia -exigió a Cavetti-. Quiero asegurarme de que estén bien.

– Lo siento, Kate, no es posible. Ahora están bajo custodia, para su protección.

– ¿Qué quiere decir para su protección?

– Kate -dijo Cavetti, impotente-, quienes están al mando de las operaciones de Mercado serían capaces de cualquier cosa para tomar represalias contra tu padre. Puede que ya lo hayan hecho. Han traspasado la seguridad de la agencia. Hasta que sepamos lo que ha pasado, lo peor que podemos hacer es comprometer la seguridad de tu familia. No hay otra manera de hacer las cosas.

Kate le respondió fulminándolo con la mirada.

– ¿Me está diciendo que son prisioneros? ¿Que yo también soy prisionera?

– Nadie sabe lo que la agente Seymour puede haber revelado, Kate -dijo Nardozzi en voz baja-. Ni a quién.

Fue como si un coche la hubiera atropellado de frente, embistiéndola con un golpe brutal de duda e incertidumbre que la hubiera dejado dando tumbos.

Su padre había desaparecido. Margaret Seymour estaba muerta. No la dejaban ponerse en contacto con el resto de su familia. Kate miró a Cavetti. Era la persona a quien su familia había confiado sus vidas. Y le estaba mintiendo. Lo sabía. Le ocultaba algo.

– Quiero hablar con mi familia -exigió Kate mirándolo a los ojos-. Mi padre puede estar muerto. Tengo derecho.

– Lo sé -dijo Cavetti-. Pero debes confiar en nosotros, Kate… Están bien.

30

A Kate le asignaron un agente de protección para que la vigilara.

El tipo bajito con bigote y gorra de béisbol que la había seguido al bajar del autobús resultó ser un agente del FBI llamado Ruiz.

«Quizá todo acabara bien», se dijo Kate a sí misma: todo lo que estaba pasando, lo que le había sucedido a Tina. Greg estaba trabajando otra vez y no volvería hasta tarde. A decir verdad, Kate dormiría algo más tranquila sabiendo que había alguien allí.

Pero no podía dormir: no sabía lo que le había pasado a su padre, si estaba vivo o muerto. Pensó en su madre y en Em y Justin. En dónde diablos estarían. En si se encontrarían bien. En lo aterrados que debían de estar. «Dios mío, daría cualquier cosa por oír sus voces.» Si algo sabía Kate era que, hubiera hecho lo que hubiera hecho su padre, fuera quien fuera, nunca los abandonaría sin más.

Se notaba la boca pastosa. Necesitaba beber algo. Notaba un hormigueo en los dedos de las manos y los pies. Tanta tensión no le convenía. Sacó el Accu-Chek del bolso y comprobó su nivel de azúcar. Maldita sea, se le había disparado. Eso no era nada bueno.

Era consciente de que últimamente había bajado el ritmo. No corría ni remaba desde hacía una semana.

Hoy no había comido más que la poca ensalada que había picado en la cafetería del hospital.

Sacó una jeringuilla del armario de la cocina, cogió la ampolla de Humulin de la nevera y se pinchó.

«Venga, Kate, tienes que cuidarte o tanto dará quién coño te encuentre.»

Atrajo al perro hacia sí y le acarició las orejas caídas.

– ¿Estás bien, Fergus?

Kate se preparó algo de comer: un poco de atún de lata, mayonesa, kétchup, chutney y un huevo picado. La famosa receta de papá. Se llevó el cuenco al escritorio del ordenador, junto a la ventana. Entró en Yahoo! Sabía que sería en vano, pero hubiera dado cualquier cosa sólo por ver un mensaje de Em o su madre.

Nada.

Kate tecleó el correo electrónico de Sharon: Yogagirl123. No le llegaban los mensajes directamente, sino que se reenviaban a través de algún tipo de sitio web de intercambio de información del WITSEC, así que siempre tenía que andar con cuidado con lo que decía. Esta vez empezó a escribir sin más, con copia para Em y Justin.

Mamá, chicos, estoy preocupada por vosotros. Ni siquiera sé si llegaréis a recibir esto. Sé que papá ha desaparecido. Tengo mucho miedo de que le haya ocurrido algo malo.

Tengo algo que explicaros, algo que ha pasado aquí, pero sobre todo quiero oír vuestras voces. Me han dicho que estáis bajo custodia protectiva. Si os llega esto, por favor pedid permiso para llamarme.

Os quiero a todos. Ruego a Dios que papá esté bien y vosotros también. Mi corazón está con vosotros, chicos. Escribidme, llamadme, dad señales de vida. No sabéis lo mucho que deseo oír vuestra voz.

K.

Kate hizo clic en «Enviar» y vio desaparecer el mensaje. Se dio cuenta de que no le estaba enviando el mensaje a nadie.

Llamó a Greg, le salió el contestador y colgó sin dejar mensaje. Nunca se había sentido tan sola. Se acurrucó con Fergus en la cama, con la tele puesta.

A eso de las dos de la madrugada Greg la despertó de un sueño ligero. En la tele estaban poniendo una reposición de Urgencias.

– Qué bien que estés en casa -murmuró Kate, buscándole a tientas la mano.

– He pasado a ver a Tina -respondió él-. Han tenido que intervenirla para rebajar la presión del cerebro. Le han sacado algo de líquido y le han raspado un poco de tejido muerto.

Kate se incorporó, alarmada.

– ¿Está bien?

– Está luchando, Kate. -Greg se encaramó a la cama junto a ella, aún vestido-. Ya conoces a Tina; alargará esto una eternidad sólo para hacernos sudar la gota gorda -dijo, tratando de parecer optimista-. Lo siento, cariño. Lo de Ben. Lo de tu familia. Siento no haber podido estar aquí contigo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Código Azul»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Código Azul» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Código Azul»

Обсуждение, отзывы о книге «Código Azul» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x