Qiu Xiaolong - Visado Para Shanghai

Здесь есть возможность читать онлайн «Qiu Xiaolong - Visado Para Shanghai» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Visado Para Shanghai: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Visado Para Shanghai»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La nueva novela de Qiu Xiaolong retoma las andanzas protagonizadas por el Inspector Chen en su anterior gran éxito, Muerte de una heroína roja. En esta ocasión, Chen ha de investigar la misteriosa desaparición de la bailarina Wen Liping durante su regreso a China desde Estados Unidos. La vigorosa trama policial propicia la radiografía de un país en plena mutación, sirviéndose de un personaje que está ya en las antologías del género: un amante de la literatura que resuelve intrincados enigmas en tanto recita proverbios de Confucio y moderna poesía china. El estilo de Xiaolong ha hecho ya las delicias de miles de lectores en todo el mundo. A pesar de su juventud se trata de un autor contrastado, cuyo futuro se adivina enormemente brillante.

Visado Para Shanghai — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Visado Para Shanghai», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Alguna noticia sobre el caso de Wen?

– Hablaremos cuando llegue.

– Iré en cuanto haya desayunado.

Era temprano, aún no eran las siete y media. Debía de ser urgente. Normalmente, Li no llegaba a su oficina hasta las nueve y media.

Chen abrió su pequeño frigorífico. Sólo había un bollo medio cocido de la cantina del departamento, de hacía dos o tres días y duro como una piedra. Lo puso en un cuenco con agua caliente. Le quedaba poco del sueldo del mes. No todos los gastos en que incurría en compañía de la inspectora Rohn le podrían ser rembolsados. Como la compra de la chuchería de jade. Mantener la imagen de un policía chino tenía un precio.

Volvió a sonar el teléfono. Esta vez era el Ministro Huang desde Beijing. El ministro, que nunca le había llamado a casa, parecía muy preocupado por los progresos realizados en el caso de Wen.

– Es un caso especial -dijo Huang-, importante para la relación entre los dos países. Unos buenos resultados en nuestra cooperación con los norteamericanos ayudarán a reducir la tensión después del incidente de Tiananmen.

– Comprendo, Ministro Huang. Hacemos todo lo que podemos, pero es difícil encontrar a alguien en tan poco tiempo.

– Los norteamericanos comprenden que están haciendo un trabajo concienzudo. Sólo están ansiosos por adelantar algo. Nos han llamado varias veces.

Chen no sabía si debía compartir con el ministro sus sospechas, en especial de los vínculos de la banda con la policía de Fujian. Decidió no hacerlo. Al menos, no directamente. La política que hubiera detrás de esta relación podía ser complicada. La investigación sería más difícil si el ministro decidía apoyar a la policía local.

– El inspector Yu tiene dificultades en Fujian. La policía local no le da ninguna pista. Al parecer tienen demasiadas cosas entre manos. Yu no puede tratar solo con esos gánsteres. Y yo no puedo dictar órdenes a miles de kilómetros de distancia.

– Claro que puede. Tiene plena autoridad, inspector jefe Chen. Yo mismo llamaré al Superintendente Hong. Toda decisión política que tome usted el ministerio la apoya firmemente.

– Gracias, Ministro Huang -hasta el momento no había tenido que tomar ninguna decisión política. Tampoco sabía qué quería decir el ministro con esa frase.

– El trabajo de policía implica un montón de problemas. Se requiere un hombre muy capaz para que haga bien el trabajo. No hay muchos jóvenes agentes como usted en la actualidad -Huang finalizó con énfasis-: el Partido cuenta con usted, camarada inspector jefe Chen.

– Entiendo. Sea lo que sea lo que el Partido quiera de mí, lo haré, aunque tenga que atravesar montañas de cuchillos y mares de fuego -pensó en dos versos de la dinastía Tang: «Obligado con vos por hacer de mí un general en el escenario dorado, / blandiendo la espada del Dragón de Jade, pelearé por vos hasta el final». El viejo ministro no sólo le había (recomendado para el trabajo, sino que también le había llamado a casa, personalmente, para hablar del caso-. No le defraudaré, Ministro Huang.

Sin embargo, cuando colgó, el inspector jefe Chen se sentía lejos de blandir la espada del Dragón de Jade.

El ministro Huang debería haber llamado al Secretario del Partido Li. La frase «un montón de problemas» no le resultaba para nada tranquilizadora. El anciano ministro había omitido algo. Chen tuvo un mal presagio. Si el Ministro Huang había quitado a propósito a Li del circuito, ¿qué consecuencias tenía eso para su propia carrera?

Veinte minutos más tarde entraba en el despacho del Secretario del Partido Li, nada distanciado, a diferencia del jugador de go japonés descrito en el periódico Ximming.

– Hoy tendré reuniones todo el día -dijo Li, respirando por encima de una taza de sopa de soja caliente-. Quiero tener una charla con usted.

El inspector jefe Chen empezó informándole de su entrevista con Qiao, la mujer embarazada de Guangxi.

– Ha trabajado usted mucho, inspector jefe Chen, pero los sujetos de sus entrevistas no estaban bien elegidos.

– ¿Por qué lo dice, Secretario del Partido Li?

– Está bien dejar que la inspectora Rohn vaya con usted cuando entrevista a algún pariente de Wen, pero llevarla a ver a Qiao, la mujer embarazada de Guangxi, no fue una decisión acertada. Los norteamericanos siempre levantan protestas por nuestra política de control de la natalidad.

Chen decidió no mencionar de momento su entrevista con Gu. Negocios sucios, relaciones con la tríada, protección policial… todo esto no presentaría una imagen ideal de la China socialista.

– No sabía que se desarrollaría así -dijo él-. Discutí con la inspectora Rohn sobre nuestra política de control de la natalidad.

– Defendió usted nuestros principios, no me cabe ninguna duda -dijo Li despacio, cogiendo el cenicero de cristal en forma de cisne, que relució como una bola de cristal en la mano de una adivina-. ¿Sabe lo que ocurrió después de que visitara a la mujer de Guangxi?

¿Qué?

– Fue secuestrada por un grupo de hombres desconocidos. Dos o tres horas después de su visita. Más tarde la encontraron inconsciente en un bosque no lejos de allí. Nadie sabía quién la había dejado en aquel lugar. Aunque no la habían golpeado ni violado, sufrió un aborto. La llevaron a toda prisa al hospital local.

– ¿Su vida corre peligro?

– No, pero sangró mucho, por lo que el médico tuvo que operarla. No podrá tener más hijos.

Chen se maldijo para sus adentros.

– ¿Hay alguna pista respecto a los secuestradores?

– No eran de allí. Llegaron en un jeep, afirmando que la mujer era una fugitiva del sur. De manera que nadie intentó detenerles.

– Debieron de confundirla con Wen y la soltaron cuando descubrieron la verdad.

– Es posible.

– ¡Es indignante! Secuestrar a una mujer embarazada a plena luz del día, y en Qingpu, Shanghai -los pensamientos de Chen habían empezado a darle vueltas en la cabeza como un frenético remolino. Debían de haberle seguido desde el principio y hasta Qingpu. Ahora no le cabía ninguna duda. El accidente con la moto. El escalón roto.

La intoxicación alimentaria. Y ahora el secuestro de Qiao-. ¡Sólo dos o tres horas después de nuestra visita! Esos gánsteres debieron de recibir el soplo de alguien de allí. En el departamento hay alguna filtración.

– ¡Bueno, no creo que haga daño a nadie ir con un poco de cuidado.

– Nos han declarado la guerra. Y después está el cadáver del Bund Park. ¡Para el departamento de Policía de Shanghai es una fuerte bofetada en la cara! Tenemos que hacer algo, Secretario del Partido Li.

– Haremos algo. Es cuestión de tiempo. También es cuestión de prioridades. En este momento, la seguridad de la inspectora Rohn tiene que ser nuestra principal preocupación. Si ahora intentamos emprender alguna acción enérgica contra las tríadas, puede que tomen represalias.

– ¿O sea que no vamos a hacer nada, sólo esperar a que vuelvan a atacar?

Li no respondió a la pregunta.

– En el curso de esta investigación es posible que se produzca algún encuentro accidental con esos gánsteres. Son capaces de cualquier cosa. Si le ocurre algo a la inspectora Rohn, será una gran responsabilidad para nosotros.

– Una gran responsabilidad -masculló Chen, pensando en «el montón de problemas» que había mencionado antes el Ministro Huang-. Somos policías, ¿no?

– No tiene que mirarlo de ese modo, inspector jefe Chen.

– Entonces, ¿de qué modo, Secretario del Partido Li?

– El inspector Yu ha estado realizando la investigación en Fujian. Si le parece necesario, puede decidir que ha de haber otra persona allí con él -dijo Li-. En cuanto a las entrevistas que realiza usted aquí, me pregunto si realmente pueden llevar a alguna parte. La inspectora Rohn no tiene que participar en ellas. Lo único que tiene que hacer usted es mantenerla informada de cualquier progreso. No creo que esos gánsteres intenten nada contra ella si da un tranquilo paseo por el Bund.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Visado Para Shanghai»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Visado Para Shanghai» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Visado Para Shanghai»

Обсуждение, отзывы о книге «Visado Para Shanghai» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x