Qiu Xiaolong - Visado Para Shanghai

Здесь есть возможность читать онлайн «Qiu Xiaolong - Visado Para Shanghai» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Visado Para Shanghai: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Visado Para Shanghai»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La nueva novela de Qiu Xiaolong retoma las andanzas protagonizadas por el Inspector Chen en su anterior gran éxito, Muerte de una heroína roja. En esta ocasión, Chen ha de investigar la misteriosa desaparición de la bailarina Wen Liping durante su regreso a China desde Estados Unidos. La vigorosa trama policial propicia la radiografía de un país en plena mutación, sirviéndose de un personaje que está ya en las antologías del género: un amante de la literatura que resuelve intrincados enigmas en tanto recita proverbios de Confucio y moderna poesía china. El estilo de Xiaolong ha hecho ya las delicias de miles de lectores en todo el mundo. A pesar de su juventud se trata de un autor contrastado, cuyo futuro se adivina enormemente brillante.

Visado Para Shanghai — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Visado Para Shanghai», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Es el propietario del Dynasty Karaoke Club. Es un lugar de diversión para gente joven. Cantan, bailan. Usted no tendrá que hacer nada. Sólo relajarse y disfrutar del lugar como invitada norteamericana nuestra.

Salieron a la carretera. Chen miraba por el retrovisor de vez en cuando. Media hora más tarde llegaron al cruce de las calles Shanxi y Julu. Allí, giró a la derecha y se paró ante la verja entreabierta de una mansión rodeada de un muro. Un letrero vertical blanco decía: asociación de escritores de Shanghai. El portero reconoció a Chen y acabó de abrir la verja.

– ¿Hoy nos trae una invitada norteamericana?

– Sí, de visita.

Ella le miró con asombro mientras el coche seguía el sendero hasta que se detuvo al lado de un coche aparcado.

– ¿Quiere enseñarme primero la Asociación de Escritores?

– Cerca del Dynasty no hay sitio para aparcar. Dejaremos el coche aquí y tomaremos un atajo por la parte trasera. Está a dos o tres minutos.

Este era sólo uno de los motivos para dejar el coche en la Asociación. Chen no quería aparcar un coche con placa del departamento delante del club. Podrían reconocerlo. Y no podía quitarse de encima la sensación de que le habían estado siguiendo, aunque se preguntaba cómo una banda de Fujian podía tener tantos recursos tan lejos de su territorio. Mientras conducía había ido mirando por el retrovisor, pero con el tráfico tan denso le resultaba difícil estar seguro.

La condujo por un pasillo y luego salieron por una puerta trasera. Apareció a la vista el edificio de cinco pisos del Dynasty Karaoke Club. Al entrar se encontraron en un espacioso vestíbulo cuyo suelo de mármol brillaba como un espejo. En un extremo del salón principal había un estrado con una banda sentada bajo una enorme pantalla de televisión, en la que aparecían cantantes actuando junto con los subtítulos. Frente al estrado había unas treinta mesas. Algunas personas estaban sentadas, bebiendo, mientras otros bailaban en el espacio que quedaba entre el estrado y las mesas. En el otro extremo una escalinata de mármol conducía al segundo piso. Era una distribución diferente de los otros clubes que Chen había visitado.

Un hombre joven con una camiseta blanca y vaqueros negros apareció en el escenario e hizo un gesto hacia la banda. Esta se puso a tocar una pieza de jazz que era una adaptación de la moderna Beijing Opera Toma de la montaña del tigre por sorpresa. Había sido extremadamente popular a principios de los setenta, y contaba la historia de un pequeño destacamento del Ejército de Liberación del Pueblo que luchaba contra las tropas nacionalistas. Jamás había imaginado Chen que una melodía sobre soldados del Ejército de Liberación del Pueblo persiguiendo tigres y bandidos en tormentas de nieve pudiera adaptarse con tanto éxito y convertirse en una pieza para bailar.

«Las palabras del presidente Mao encienden mi corazón, / y traen la primavera que funde la nieve…».

¿Cuántas veces había oído este estribillo, sentado con sus amigos del instituto en el cine? Por un segundo, el pasado y el presente se fundieron en una escena como un remolino. Los que bailaban, vestidos con elegancia pero también los soldados de uniforme, brincaban frenéticos ante sus ojos; jóvenes modernos haciendo pasos disparatados, exóticos.

Luego un hombre fornido, sin afeitar, se acercó despacio al centro de la pista, haciendo chasquear los dedos, arrancando un gran clamor a los espectadores. Los rasgos del bailarín se parecían extrañamente a los del camarada Yang Zirong, el héroe de la Beijing Opera original.

Chen hizo una seña a una joven azafata con un vestido de terciopelo púrpura, que se acercó y haciendo una inclinación preguntó:

– ¿Qué puedo hacer por ustedes?

– Necesitamos una habitación privada. La mejor.

– La mejor, claro. Sólo queda una.

Les condujeron al piso de arriba y les hicieron pasar por un corredor curvo con salas privadas a ambos lados hasta llegar a una habitación suntuosamente decorada, con una pantalla plana de televisión Panasonic en la pared. A su lado había un equipo estereofónico Kenwood de gran capacidad con varios altavoces. Sobre una mesilla auxiliar de mármol había un mando a distancia y dos micrófonos, frente a un sofá desmontable de piel negra.

La azafata desplegó un menú para ellos.

– Tráiganos una fuente de fruta. Un café para mí y un té verde para ella -se volvió a Catherine-. La comida aquí es buena, pero comeremos más tarde en el Jing River Hotel, un hotel de cinco estrellas.

– Lo que usted diga -dijo ella, intrigada por esta exhibición de derroche. ¿Y cómo sabía si la comida era buena o no?

La habitación estaba decorada como para una cita de amantes. En la mesa esquinera había un jarrón de cristal con un ramo de claveles. El suelo estaba cubierto con mullidas alfombras. También había un mueble bar en la pared, cuyos estantes de cristal mostraban botellas de brandy Napoleón y Mao Tai. La luz era suave, adaptable a varias intensidades. Las paredes con papel pintado de estampado floral estaban insonorizadas. Con la puerta cerrada, no oían ningún ruido de fuera, aunque todas las otras habitaciones seguramente estaban ocupadas por cantantes de karaoke.

No era de extrañar que el negocio prosperara, incluso a un precio de doscientos yuanes la hora, pensó Chen. Y este no era el precio de las horas punta. De las siete de la tarde a las dos de la madrugada podía ascender hasta quinientos yuanes la hora, según el Viejo Cazador.

La azafata les trajo otra clase de menú: una lista de títulos de canciones en inglés y en chino. Debajo de cada título había un número.

– Puede elegir la canción que le guste, Catherine -dijo él-. Lo único que tiene que hacer es pulsar el número en el mando a distancia y cantar leyendo los subtítulos que aparecen en la pantalla.

– No sabía que el karaoke era tan popular aquí.

El karaoke había sido importado de Japón a mediados de los ochenta. En un principio se había limitado a unos cuantos grandes restaurantes. Después los empresarios vieron una oportunidad. Convirtieron los restaurantes en salones de karaoke, abiertos las veinticuatro horas del día. A continuación se pusieron de moda las habitaciones privadas, todas amuebladas con gusto para dar una sensación de intimidad. Algunos empresarios llegaron al extremo de hacer renovar un edificio entero para este fin. Pronto la gente acudió no sólo para el karaoke, sino para otra cosa disfrazada de karaoke.

Como los hoteles aún pedían la tarjeta de identidad y certificados de matrimonio para poder registrarse, estas habitaciones privadas de los karaokes, con sus puertas cerradas con llave, satisfacían una necesidad que se comprendía aunque no se expresaba en una ciudad que sufría una gran escasez de vivienda. La gente allí no sentía vergüenza. Aparentemente sólo asistían a una fiesta en el karaoke.

También aparecieron las chicas de karaoke, a menudo llamadas chicas K. Teóricamente, tenían que cantar con un cliente que no tuviera compañera femenina. Sin embargo, cuando la puerta estaba cerrada era fácil imaginar los otros servicios que proporcionaban las chicas K.

Aquella tarde Chen no vio a una sola chica K. Quizá era debido a la hora del día. O quizá porque él ya iba con alguien.

No le explicó nada de esto a la inspectora Rohn.

Cuando la azafata regresó con lo que habían pedido, Chen dijo:

– ¿Quién es tu jefe?

– El director general Gu.

– Dile que venga.

La azafata preguntó con asombro.

– ¿Qué le digo?

Chen miró a Catherine.

– Tengo que hablar con él de unas oportunidades de negocios internacionales.

Casi de inmediato apareció un hombre de edad madura, con gafas de montura negra, luciendo una buena barriga cervecera así como un anillo con un diamante en el dedo. Le tendió su tarjeta de visita a Chen. Decía: Gu Haiguang.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Visado Para Shanghai»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Visado Para Shanghai» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Visado Para Shanghai»

Обсуждение, отзывы о книге «Visado Para Shanghai» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x