• Пожаловаться

Jeff Abbott: Pánico

Здесь есть возможность читать онлайн «Jeff Abbott: Pánico» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Jeff Abbott Pánico

Pánico: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Pánico»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El vértigo y la incontenible alegría que sintió al despertar aquella mañana eran para Evan Casher la mejor prueba de que estaba profundamente enamorado. Sí, sin duda aquél era el inicio de una nueva y feliz vida que compartiría junto a Carrie, la joven responsable de aquel cambio sustancial en él. Sin embargo, un solo instante puede cambiar toda una vida: una llamada de su madre, apremiándolo a reunirse con ella de inmediato, iba a provocar un vuelco radical en la hasta entonces tranquila existencia de Evan. Para su horror, descubrirá que su madre ha sido asesinada, y sin tiempo siquiera para asumirlo, a punto estará de ser asesinado él también. Sólo la súbita intervención de un misterioso personaje, aparentemente surgido de la nada, le permitirá salvar la vida, al menos por esta vez… No obstante, esto es sólo el principio de un peligroso viaje sin retorno, durante el cual Evan descubrirá que su vida hasta entonces no ha sido más que una sucesión de engaños y artificios donde nadie era quien aparentaba ser: empezando por sus propios padres y por la adorable Carrie, a la que, como pronto averiguará, en realidad no conocia en absoluto. Perseguido por un implacable traficante de información convencido de que posee unos valiosos documentos, Evan deberá salvar su vida y descubrir la verdad, consciente de que, esta vez, no tendrá una segunda oportunidad.

Jeff Abbott: другие книги автора


Кто написал Pánico? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Pánico — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Pánico», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Con la habitación de Mitchell Casher, por favor -le dijo Evan al recepcionista.

El recepcionista de noche (eran casi las cuatro de la madrugada en Sidney) era agradable, pero serio.

– Lo siento señor, pero no tenemos a nadie registrado con ese nombre.

– Por favor, compruébelo otra vez, C-a-s-h-e-r. Quizá lo registraron mal y pusieron Mitchell como apellido.

Pausa.

– Lo siento mucho señor, no tenemos registrado a nadie llamado Mitchell Casher.

– Gracias. -Evan colgó y miró a Durless-. No está donde se suponía que estaría. No entiendo nada.

Durless cogió el itinerario.

– Déjenos encontrar a su padre, Evan. Tomaremos la declaración y la descripción mientras se le refresca la memoria.

Refrescar. «No creo que pueda olvidarlo.» Evan se recostó, mirando las nubes de color humo a través del parabrisas trasero del coche de policía mientras se alejaba de su casa. Su mente daba vueltas con nerviosismo, en una extraña danza de lógica y emoción. Se preguntaba dónde pasaría la noche. Un hotel. Tendría que llamar a los amigos de su familia; pero sus padres, aunque fueran personas de éxito, tenían un círculo de amistades pequeño. Debía pensar también en preparar el funeral. Se preguntaba cuánto tardaría la policía en hacer la autopsia, en qué iglesia debería hacer el funeral de su madre. Se preguntó también cómo lo habría vivido su madre, si se habría dado cuenta, si había sufrido o pasado miedo. Eso era lo peor. Quizá los asesinos se habrían acercado a ella igual que a él. «Espero que no se haya enterado, que el miedo no haya invadido su corazón.»

Cerró los ojos. Intentó razonar y dejar la conmoción y el dolor atrás. Si no lo hacía, se vendría abajo. Necesitaba un plan de ataque. Primero, encontrar a su padre. Contactar con los clientes de éste en la zona, ver si sabían para quién trabajaba en Australia. Segundo, encontrar a Carrie. Tercero… Cerró los ojos. Tercero: buscarle sentido a que alguien quisiera ver muerta a su madre.

«Pero miraron tu ordenador. ¿Y si no se trata de ella? ¿Y si se trata de ti?» Ese pensamiento lo dejó súbitamente helado, lo enfureció y al fin le rompió el corazón.

El oficial de policía que había respondido a la llamada inicial de emergencias conducía el coche y Durless iba sentado en el asiento de delante. Salieron del vecindario remodelado con bungalows de los Casher hacia el bulevar Shoal Creek, una carretera serpenteante que conectaba el centro de Austin con el norte.

– Lo tenían todo planeado -dijo Evan, casi para sí mismo.

– ¿Cómo dice? -preguntó Durless.

– Lo planearon. Quiero decir, los asesinos mataron a mi madre, luego me colgaron para que pareciese un suicidio. Para que ustedes, en un primer momento, creyeran que yo la maté y luego me suicidé.

– Siempre iríamos más allá de lo evidente.

– Pero sería la primera teoría, y la más obvia.

El teléfono de Evan sonó en su bolsillo. Respondió.

– ¿Evan? -Era Carrie.

– Carrie, Dios mío, he intentado localizarte…

– Escucha. Corres peligro. Un gran peligro. Tienes que coger a tu madre y volver a Houston. Inmediatamente.

– Carrie, mi madre está muerta. La han asesinado.

– ¡Dios mío, Evan! ¿Dónde estás?

– Estoy con la policía.

– Bien. Eso es bueno. Quédate con ellos. Cariño, lo siento tanto, tanto.

– ¿Qué peligro? -sus primeras palabras resonaron en su cabeza-. ¿Qué demonios sabes tú de todo esto?

De repente, un coche, un Ford sedán azul, los adelantó y les cortó el paso bruscamente, forzando al coche patrulla a entrar en un jardín delantero. Durless protestó con un «¡Mierda, joder!», mientras el frenazo lo arrojaba contra el parabrisas. Evan no llevaba puesto el cinturón y quedó aplastado contra la parte de atrás del asiento delantero. Se le cayó el teléfono.

Miró por el parabrisas y vio a Durless despotricando mientras el policía de la patrulla abría la puerta del conductor.

Al otro lado del parabrisas, el hombre calvo salió del Ford azul. Levantó una escopeta con la que apuntó directamente a Evan.

Capítulo 5

A tientas, Evan buscó las manillas de la puerta. No podía salir del coche, las cerraduras se controlaban desde el asiento delantero. Estaba atrapado entre la malla y el cristal.

El joven oficial saltó a la acera y se agachó mientras abría la puerta. El hombre calvo saltó sobre el capó del coche de policía y derribó al policía con dos golpes precisos en la sien con la culata de la escopeta. Bajó de un salto del capó y apuntó con la escopeta a través del cristal a Durless, que sangraba por un corte profundo en la nariz.

– ¡Es él! -gritó Evan-. ¡El tipo de mi casa!

Oía la voz de Carrie muy bajita llamándolo desde el teléfono que estaba en el suelo.

– Pon las manos donde pueda verlas -ordenó el hombre con voz sosegada-, no hagas estupideces.

Durless levantó las manos.

– Deja salir a Evan de la parte de atrás.

– Durless, ¡es él!

Durless saltó fuera del coche y aterrizó con la espalda en la hierba, sacó el arma de servicio con un rápido gesto y disparó. Falló y el hombre calvo lo golpeó con ambos pies en el pecho, poniéndole la cara morada. Luego dio una patada al revólver y lo lanzó al césped.

El calvo se inclinó y le asestó a Durless dos acertados golpes en la mandíbula.

Aquello duró apenas unos diez segundos.

Evan se balanceó sobre su espalda y le dio una patada a la ventana. Estaba reforzada. El cristal aguantaba.

– No es necesario -dijo el hombre calvo.

Evan bajó a gatas del asiento. Apoyándose en la parte del conductor, el hombre calvo estudió los mandos y desactivó los seguros traseros.

Inclinándose hacia delante, Evan empujó la puerta del lado del acompañante y la abrió. Pero el hombre había abierto ya la puerta del conductor y apoyaba la escopeta en la espalda de Evan. Éste se quedó helado.

– Ven conmigo -ordenó el hombre.

– Por favor, ¿qué es lo que quiere? -chilló Evan.

– Es por tu propia seguridad. Venga.

Evan sopesó qué debía hacer. Aquel hombre había despachado a un policía mucho más joven y a Durless con sorprendente facilidad. Puede que la policía hubiera escuchado el ataque por la radio. O tal vez lo hubiera hecho Carrie, y puede que llamara a emergencias e informase del ataque. O incluso podría haberlo hecho cualquier vecino que estuviera mirando por la ventana en aquel momento. La policía podía llegar en cualquier instante.

– No, no voy a ningún sitio.

– Maldita sea -dijo el hombre-. No he matado a esos policías, aunque podría haberlo hecho. ¿Crees que voy a matarte a ti?

– ¿Quién eres? -Evan habló más alto, quizá Carrie pudiera oír esta conversación. Tenía que darle información para que le ayudase-. ¿Qué quieres de mí?

– ¡Quiero que colabores, maldita sea! Si no vienes conmigo estarás muerto en un día. Te lo contaré todo, te lo prometo. Pero tienes que venir conmigo.

– ¡No! Primero dime de qué va todo esto. ¿De qué conoces a mi madre?

– Eso más tarde.

El hombre lo agarró por el pelo y lo sacó a rastras de la parte de atrás del coche. Luego, con aparente facilidad, le puso las manos alrededor del cuello, estrujando la quemadura de la cuerda. A Evan se le nubló la vista.

El calvo le levantó la mandíbula con el cañón de la escopeta y la apretó contra ella.

– No tengo tiempo para andarme con tonterías.

La culata estaba fría al contacto con el cuello, y Evan asintió. El hombre bajó la escopeta y empujó a Evan hacia su Ford.

– Tú conduces. Si intentas algo te disparo en la pierna y te dejo cojo de por vida.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Pánico»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Pánico» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Carmen Laforet: Nada
Nada
Carmen Laforet
Janet Evanovich: Qué Vida Ésta
Qué Vida Ésta
Janet Evanovich
Danielle Steel: Un Hotel En Hollywood
Un Hotel En Hollywood
Danielle Steel
Alberto Vázquez-Figueroa: Sultana roja
Sultana roja
Alberto Vázquez-Figueroa
Отзывы о книге «Pánico»

Обсуждение, отзывы о книге «Pánico» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.