Nelson DeMille - Isla Misterio

Здесь есть возможность читать онлайн «Nelson DeMille - Isla Misterio» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Isla Misterio: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Isla Misterio»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Herido en acto de servicio, John Corey, detective de la brigada de homicidios de la policía de Nueva York, se recupera en un pueblecito de Long Island habitado por agricultores, pescadores y, por lo menos, un asesino. Tom y Judy Gordon, una joven y atractiva pareja de biólogos conocidos de Corey, han sido hallados en su jardín con sendas balas en la cabeza. Los primeros indicios apuntan a un robo frustrado, pero el rumor de guerra bacteriológica que salpica al centro de investigación de patologías animales de Long Island hace que circule el rumor de que los Gordon se habían apoderado de una sustancia muy peligrosa. El asesinato del matrimonio se convierte en un crimen de repercusiones mundiales y Corey acaba tomando cartas en el asunto. Sus investigaciones nos conducen por tradiciones, leyendas y secretos ancestrales del norte de Long Island, a la vez que el astuto detective se ve envuelto en una trama mucho más compleja de lo que esperaba. Isla Misterio, con un ritmo trepidante y salpicada de ingeniosas pinceladas cómicas, constituye sin duda la novela más lograda de Nelson DeMille.

Isla Misterio — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Isla Misterio», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Cuéntaselo a tus nietos.

– Por supuesto.

Nos quedamos mirándonos.

– No me llamaste -dijo por fin.

– No, no lo hice.

– Dom Fanelli ha tenido la amabilidad de mantenerme informada.

– ¿En serio? Le daré un puñetazo en la nariz cuando me lo encuentre.

– No, no lo harás. Me gusta, lástima que esté casado.

– Eso es lo que él dice siempre. ¿Te has matriculado en mi asignatura?

– Por supuesto. Quince clases de dos horas cada una, todos los miércoles.

– Y te desplazas desde… ¿Dónde vives?

– Huntington. Tardo menos de dos horas en coche o en tren. La clase termina a las nueve, de modo que puedo estar en casa para ver las noticias de las once. ¿Y tú?

– Llego a mi casa para ver las noticias de las diez.

– Me refiero a lo que haces, aparte de dar clases.

– Me basta con esto. Tres clases diurnas y una nocturna.

– ¿Echas de menos el trabajo?

– Supongo que sí. Echo de menos el trabajo, los compañeros, la sensación de estar haciendo algo, pero, definitivamente, no añoro la burocracia ni la imbecilidad. Había llegado el momento de hacer un cambio. ¿Y tú? ¿Todavía en plena euforia?

– Desde luego; soy una heroína. Todos me quieren. Soy un ejemplo para la policía y para mi sexo.

– Yo lo soy para el mío.

– Ésa es sólo la opinión de tu propio sexo. -Rió Beth.

Evidentemente, su conversación era mejor que la mía.

– Me he enterado de que has hablado varias veces con el fiscal de Suffolk -dijo Beth.

– Sí. Todavía intentan dilucidar lo ocurrido. Les ayudo tanto como puedo, teniendo en cuenta mi conmoción cerebral, que me ha causado amnesia selectiva.

– Eso he oído. ¿Es ésa la razón por la que te olvidaste de llamarme?

– No. No lo olvidé.

– Entonces… -Empezó a decir antes de cambiar de tema-. ¿Has vuelto por el norte de Long Island desde…?

– No. Y probablemente nunca vuelva. ¿Y tú?

– En cierto modo me enamoré del lugar y he comprado un pequeño chalet de fin de semana en Cutchogue con un par de hectáreas de terreno, rodeado de campos de cultivo. Me recuerda la granja de mi padre cuando era niña.

Empecé a hablar, pero decidí no hacerlo. No estaba seguro de cuál era el propósito de Beth Penrose, pero dudaba de que hiciera un viaje de tres o cuatro horas todos los miércoles sólo para oír las sabias palabras del maestro, que ya había oído en setiembre y que en parte había rechazado. Evidentemente, la señorita Penrose aspiraba a algo más que a los tres créditos de la facultad. Por otra parte, yo apenas empezaba a acostumbrarme a la libertad.

– En la inmobiliaria local me comunicaron que tu tío había vendido la casa -dijo Beth.

– Sí. Por alguna razón me supo mal.

– Puedes visitarme cualquier fin de semana en Cutchogue.

– Pero antes debo llamar por teléfono -dije después de mirarla.

– Estoy sola -respondió-. ¿Y tú?

– ¿Qué te ha contado mi ex compañero?

– Dice que estás solo.

– Pero no solitario.

– Sólo me ha dicho que no salías con nadie en particular.

No respondí. Consulté mi reloj.

– Mis fuentes de la oficina del fiscal me han dicho que irá a juicio, sin negociación previa. Quieren la pena de muerte por homicidio en primer grado.

Asentí. Puede que no lo haya mencionado, pero el destripado y despeluchado Fredric Tobin había sobrevivido. No me había sorprendido excesivamente, porque sabía que no le había infligido ninguna herida necesariamente mortal. Había evitado sus arterias, no le había apuñalado el corazón ni cortado la yugular, como probablemente debí haber hecho. Creo que inconscientemente no fui capaz de cometer un asesinato, aunque si en mis esfuerzos por capturarlo hubiera fallecido del trauma o de la pérdida de sangre, no me habría importado. Actualmente, estaba en una celda aislada de la cárcel del condado, con la perspectiva de pasar el resto de su vida entre rejas o de ser electrocutado, o tal vez recibir una inyección letal. Ojalá el Estado se decidiera. En cuanto a Fredric, soy partidario de la silla eléctrica y me gustaría ser uno de los testigos oficiales para ver cómo le sale el humo por las orejas.

No me autorizan a visitar a ese pequeño cabrón, pero me he asegurado de que tuviera mi número de teléfono. El gusano me llama cada dos semanas desde la prisión. Yo le recuerdo que su vida de vino, mujeres, canciones, Porsches, lanchas y viajes a Francia ha terminado y que pronto lo sacarán de su celda antes del amanecer para ejecutarlo. Por su parte, me asegura que vencerá sus dificultades y que más me vale que me ande con cuidado cuando salga. Es increíble la vanidad de ese cabrón.

– He visitado la tumba de Emma Whitestone, John -dijo Beth.

No respondí.

– La enterraron en un hermoso cementerio antiguo, junto a todas las tumbas de los Whitestone. Algunas tienen trescientos años de antigüedad.

Tampoco dije nada.

– Sólo la vi en una ocasión, en tu cocina -prosiguió Beth-, pero me gustó y quise llevar unas flores a su tumba. Tú también deberías hacerlo.

Asentí. Debí haber pasado por la floristería y haber asistido al funeral, pero no lo hice. No pude.

– Max ha preguntado por ti.

– No me sorprende. Cree que tengo veinte millones de dólares en oro y joyas.

– ¿Los tienes?

– Por supuesto. Por eso estoy aquí para completar mi pensión.

– ¿Cómo está tu pulmón?

– Bien -respondí mientras me daba cuenta de que varios alumnos se habían impacientado y estaban en el pasillo, algunos para ir al lavabo y otros para fumar un cigarrillo-. Debo volver a clase -agregué.

– De acuerdo.

Lentamente caminamos juntos por el pasillo.

– ¿Crees que algún día encontrarán el tesoro del capitán Kidd? -preguntó ella.

– No. Creo que el paranoico de Paul Stevens lo escondió tan concienzudamente que permanecerá oculto otros trescientos años.

– Puede que tengas razón. Lástima.

– Tal vez no. Quizá debería quedarse donde diablos esté.

– ¿Eres supersticioso?

– No lo era. Ahora no estoy seguro.

Llegamos a la puerta del aula.

– He descubierto que hay una piscina en este edificio. ¿La usas alguna vez? -preguntó.

– De vez en cuando.

– La próxima semana traeré mi bañador. ¿De acuerdo?

– De acuerdo. Beth…

– ¿Sí?

– ¿No va a ser esto un poco embarazoso?

– No. Pero espero conseguir un diez.

Sonreí.

– Haré lo que sea necesario para conseguirlo.

– No acepto sobornos.

– ¿Qué apuestas?

Varios estudiantes nos observaban, sonreían y cuchicheaban.

Entramos en el aula. Beth se dirigió al fondo y yo a la tarima.

– Tenemos otro detective de homicidios entre nosotros -dije a la clase-. Se trata de la detective Beth Penrose del Departamento de Policía del condado de Suffolk. Puede que su nombre les resulte familiar de un caso de asesinato reciente y todavía abierto en el norte de Long Island. Trabajé con ella en el caso y ambos aprendimos algo de nuestras técnicas y estilos respectivos. También me salvó la vida y, para compensarla, la llevaré a tomar unas copas después de la clase.

Todos aplaudieron.

Nelson DeMille

1Spirochete significa espiroqueta N del t 2Plum significa - фото 2
***
1Spirochete significa espiroqueta N del t 2Plum significa ciruela - фото 3

[1]Spirochete significa «espiroqueta». (N. del t.)

[2]Plum significa «ciruela» y prune, «ciruela pasa». (N. del t.)

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Isla Misterio»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Isla Misterio» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Nelson DeMille - Spencerville
Nelson DeMille
Nelson Demille - The Quest
Nelson Demille
Nelson Demille - Rendezvous
Nelson Demille
Nelson Demille - The Panther
Nelson Demille
Nelson DeMille - Death Benefits
Nelson DeMille
Nelson DeMille - Mayday
Nelson DeMille
Nelson DeMille - Conjura de silencio
Nelson DeMille
Nelson DeMille - Night Fall
Nelson DeMille
Nelson DeMille - The Lion
Nelson DeMille
Nelson Demille - The Lion's Game
Nelson Demille
Nelson DeMille - Plum Island
Nelson DeMille
Nelson Demille - Wild fire
Nelson Demille
Отзывы о книге «Isla Misterio»

Обсуждение, отзывы о книге «Isla Misterio» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x