Peter Tremayne - Nuestra Señora De Las Tinieblas

Здесь есть возможность читать онлайн «Peter Tremayne - Nuestra Señora De Las Tinieblas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nuestra Señora De Las Tinieblas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nuestra Señora De Las Tinieblas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nuestra Señora de las tinieblas, sor Fidelma se enfrenta a una auténtica carrera contra el tiempo de cuyo resultado depende la vida de su compañero Eadulf, declarado culpable del brutal asesinato de una joven y pendiente sólo de que se cumpla la sentencia a muerte.
Nunca una investigación había implicado tan personalmente a alguien cercano a Fidelma, pero aun así deberá mantener la sangre fría para desentrañar una escabrosa historia de sexo, ignominia y muerte. Fidelma es incapaz de creer en la culpabilidad de su buen amigo, pero a medida que avanzan sus pesquisas, para las que sólo cuenta con veinticuatro horas, el puzzle al que creía enfrentarse empieza a tener más piezas de las que ella (y el lector) esperaban; ¿o quizá el puzzle es mayor de lo que parecía inicialmente?
La combinación de fidelidad histórica, potencia de las tramas y pulso narrativo hacen de Tremayne uno de los grandes escritores de ficción histórica de nuestro tiempo.

Nuestra Señora De Las Tinieblas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nuestra Señora De Las Tinieblas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Disculpad, señora -murmuró éste a la abadesa-. No sabía que estuvierais ocupada. La administradora me ha dicho que queríais verme. Volveré más tarde.

Haciendo caso omiso de la presencia de Fidelma, abandonó la sala cerrando la puerta.

Fidelma se volvió hacia la abadesa Fainder con cierto regocijo.

– Esto sí que resulta fascinante. Nunca había visto a un marinero tan a sus anchas en una abadía, hasta el punto de tener acceso a la cámara privada de la abadesa a voluntad.

La abadesa Fainder parecía avergonzada.

– Ese hombre es un zafio. No tiene ningún derecho a creer que puede entrar aquí -dijo tras vacilar un instante, si bien en un tono nada convincente-. De todas maneras, ¿quién sois vos para juzgarme en estos menesteres?

Sor Fidelma sonrió con serenidad sin hacer comentario alguno al respecto.

La abadesa Fainder esperó un momento y a continuación se encogió de hombros.

– Ese hombre comercia con la abadía, eso es todo -dijo a la defensiva.

Fidelma se mantuvo en silencio, sentada, como si esperara a que la abadesa prosiguiera.

– El obispo Forbassach fue a visitaros anoche -empezó a decir la abadesa-. En cuanto se supo que el sajón había huido… o más bien, cuando se supo que lo habían ayudado a escapar, hice llamar al obispo. A él le pareció evidente que vos sabríais dónde estaba. Pero al parecer no os encontró.

– No fue así -replicó Fidelma-. Me despertó en mitad de la noche buscando en vano al hermano Eadulf.

La abadesa abrió bien los ojos. Era evidente que nadie la había informado de la visita nocturna del obispo Forbassach.

– ¿Registró vuestro cuarto y no halló nada? -preguntó, frunciendo el ceño con incertidumbre.

– Parecéis sorprendida. No, no encontró al hermano Eadulf bajo mi cama, si a eso os referís, madre abadesa. Y, si fuera inteligente, tampoco debería haber esperado encontrarlo allí. El obispo Forbassach no halló nada.

– ¿Nada? -repitió la abadesa con un tono de incredulidad.

Guardó silencio para reflexionar, como si estuviera asimilando la noticia. Luego pareció que su actitud altanera se hubiera desmoronado y se mostró contenida.

– Muy bien -prosiguió-. Si necesitáis reanudar el interrogatorio, adelante. Creo que todos en esta abadía sospechan la identidad de aquellos que han ayudado a huir al sajón.

Fidelma se levantó con tranquilidad.

– Gracias por vuestra colaboración, madre abadesa. Es bueno saber que todos en esta abadía sospechan quiénes ayudaron a huir a Eadulf.

El comentario desconcertó a la abadesa. En su mirada se reflejó una pregunta, a la que Fidelma decidió responder.

– Si en esta abadía todos tienen sospechas acerca de quién puede haber ayudado al hermano

Eadulf a escapar, quizá puedan informarme a fin de poder resolver pronto este misterio. Puede que hasta sepan quién mató en realidad a esa niña, de cuyo asesinato se le acusa falsamente.

La abadesa Fainder recuperó su actitud desdeñosa.

– Y a pesar de todo lo ocurrido, ¿seguís sosteniendo que el sajón es inocente?

– Confieso que sí, a pesar de todo.

La abadesa movió la cabeza muy despacio.

– Debo decir, sor Fidelma, que sois firme en vuestra fe.

– Me alegra saber que os hayáis dado cuenta, madre abadesa. También os daréis cuenta de que no me rindo hasta que la verdad no sale a la luz.

– La verdad es poderosa y prevalecerá -citó la abadesa Fainder con sarcasmo.

– Una buena máxima, sólo que no siempre se cumple. No obstante, es un ideal por el que esforzarse y así lo he hecho toda mi vida. -De súbito tomó asiento otra vez y se inclinó sobre la mesa-. Y ahora que tengo la oportunidad, os haré unas preguntas.

La abadesa Fainder estaba atónita ante aquel cambio de actitud. Hizo una seña con la mano, como si así la invitara a proceder.

– Supongo que sor Fial sigue sin aparecer.

– Que yo sepa, aún no se sabe nada de su paradero. Parece que ha decidido abandonar la abadía.

– ¿Qué podéis decirme de sor Fial, esa misteriosa y joven novicia?

La abadesa Fainder hizo una mueca de disgusto.

– Tenía unos doce o trece años. Vino de las montañas del norte. Creo que dijo que ella y Gormgilla vinieron juntas para unirse a la comunidad.

– Doce o trece años es menos que la edad de elegir -señaló Fidelma-. Eran bastante jóvenes para plantearse por sí mismas formar parte de una comunidad. ¿O acaso las trajeron sus padres?

– No tengo la menor idea. Sor Fial estaba muy afectada, lo cual es normal, tras presenciar la muerte de su amiga. Se negó a hablar de ello, aparte de narrar los detalles de los hechos acaecidos esa noche. No me sorprende en absoluto que nos haya dejado. Seguramente habrá regresado a su casa.

De pronto Fidelma soltó una exclamación al venirle a la mente una idea. La abadesa se desconcertó.

– Una niña de catorce años carece de responsabilidades legales. Para ello debe haber cumplido la edad de elegir.

La abadesa Fainder esperó cortésmente. Molesta, Fidelma recalcó lo que aquello implicaba.

– Esto significa que, ante la ley, una niña de su edad no puede declarar en un juicio. Debería haberlo mencionado en mi apelación. Cualquier posible declaración de Fial no se habría aceptado en el tribunal.

La abadesa parecía regocijada.

– En eso os equivocáis, dálaigh. El obispo Forbassach me lo explicó: el testimonio de un niño en su propia casa puede utilizarse como prueba contra un sospechoso.

Fidelma estaba confusa.

– No entiendo esa interpretación de la ley. ¿Cómo iba a estar esa niña, Fial, en su propia casa?

Fidelma sabía muy bien que, según la ley, el testimonio de un niño que aún no había cumplido la edad madura se permitía en determinadas circunstancias; por ejemplo, si el niño declaraba sobre algo que había sucedido en su propia casa, por tener conocimiento directo de ello. Sólo entonces se tenía en cuenta la declaración de un niño.

La abadesa Fainder respondió con una sonrisa de superioridad:

– Forbassach consideró que esta comunidad era la casa de quienes formaban parte de ella. La niña estaba aquí como parte de la comunidad. Éste era su hogar.

– ¡Eso es ridículo! -saltó Fidelma-. Eso pervierte el sentido de la ley. Llegó aquí como novicia y, por lo que se ha dicho, apenas hacía unos días que estaba en la abadía. ¿Cómo iba a considerarse la abadía su propia casa, su comunidad, de acuerdo con el espíritu de la ley?

– Porque el obispo Forbassach así lo juzgó. Si alguien debe discutir esta ley con él soy yo y no vos.

– ¡El obispo Forbassach! -exclamó Fidelma, apretando los labios con irritación, pues el juez de Laigin mucho había modificado la ley.

La idea de que una menor de edad pudiera declarar no se le había ocurrido hasta ese momento; aunque si Forbassach estaba dispuesto a modificar la ley hasta ese extremo, era sin lugar a dudas porque estaba resuelto a proteger sus sentencias anteriores. Si al menos Barrán hubiera estado presente durante la apelación, a aquellas alturas Eadulf sería libre…

El tono desdeñoso de Fidelma había sonrojado a la abadesa Fainder.

– El obispo Forbassach es un juez sabio y honesto -respondió en actitud protectora-. Tengo plena fe en sus conocimientos.

Fidelma percibió el tono sincero en la voz de la abadesa al defender al brehon.

– Parece que requerís a menudo los servicios del obispo Forbassach en esta abadía -observó Fidelma con tranquilidad.

El rostro de la abadesa se ruborizó todavía más.

– Ello se debe a que en las últimas semanas se han dado una serie de incidentes que han turbado la paz de nuestra comunidad. Además, Forbassach no es solamente brehon, sino también obispo, y dispone de sus propias dependencias en la abadía.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nuestra Señora De Las Tinieblas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nuestra Señora De Las Tinieblas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Peter Tremayne - Dancing With Demons
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Master of Souls
Peter Tremayne
libcat.ru: книга без обложки
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Our Lady of Darkness
Peter Tremayne
libcat.ru: книга без обложки
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Suffer Little Children
Peter Tremayne
Alberto Vázquez-Figueroa - El señor de las tinieblas
Alberto Vázquez-Figueroa
Peter Tremayne - El Valle De Las Sombras
Peter Tremayne
Irene Laura di Palma - Nuestra Señora de Guadalupe
Irene Laura di Palma
Отзывы о книге «Nuestra Señora De Las Tinieblas»

Обсуждение, отзывы о книге «Nuestra Señora De Las Tinieblas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x