Karen Rose - Grita Para Mi

Здесь есть возможность читать онлайн «Karen Rose - Grita Para Mi» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Grita Para Mi: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Grita Para Mi»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Daniel Vartarian es el agente del FBI asignado al caso del asesinato de una joven en la localidad de Dutton, pueblo donde Daniel nació. El asesinato es exactamente igual a uno que ocurrió en el mismo lugar trece años atrás. Al investigarlo, Daniel reconocerá a aquella adolescente del pasado… Ha visto su rostro en una de las fotos que pertenecían al asesino en serie más cruel que haya conocido: su propio hermano Simon. Así, Daniel tendrá que enfrentarse a sus propios vecinos, a sus fantasmas familiares y a sus conflictos de adolescencia mientras investiga los viejos y nuevos crímenes con la ayuda de Alexandra, la hermosa hermana gemela de una de las víctimas del asesino.

Grita Para Mi — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Grita Para Mi», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

«Concéntrate, Bailey. Tienes que salir de aquí. No permitas que ese hombre sacrifique su vida en vano. Céntrate y busca la puerta.» Al cabo de unos minutos más, vislumbró luz.

«La luz al final del túnel.» Estuvo a punto de echarse a reír, pero en vez de eso arrastró a la chica con energía renovada. Abrió la puerta. Esperaba oír alguna alarma o ladridos de perros.

Sin embargo, allí solo había silencio. Y aire fresco, y árboles, y sol.

Y libertad. «Gracias, Beardsley.»

Y entonces todas sus esperanzas se frustraron. Frente a ella estaba Frank Loomis. Y tenía una pistola en la mano.

Capítulo 24

Dutton, viernes, 2 de febrero, 14.50 horas.

La caja estaba llena de fotografías y dibujos hechos por Simon. Daniel se percató de que algunas fotos eran idénticas a las que su padre había quemado, pero había muchas más. Cientos de ellas. Muy serio, extrajo un par de guantes de su bolsillo y empezó a sacar las fotografías de la caja. En ellas se veían los rostros de algunos de los jóvenes mientras cometían las obscenidades, y de algún modo habían conseguido que pareciera que algunos de los actos lascivos eran consentidos, tal como había dicho Annette O'Brien. Daniel apretó la mandíbula mientras revolvía cada montón. Ya sabía lo que iba a encontrar, pero la realidad era mucho peor de lo que había imaginado. Observó los rostros de los chicos, horrorizado y materialmente enfermo.

– Se están… riendo -susurró Alex-. Se incitan unos a otros.

Una oleada de ira se abrió paso en su interior, y con ella un genuino deseo de despojar de vida aquellos cuerpos viles y despreciables.

– Jared O'Brien y Rhett Porter. Y Garth Davis -dijo él en tono áspero, y recordó lo preocupado que se había mostrado el alcalde aquella noche en Presto's Pizza mientras le exigía respuestas acerca del hombre que había asesinado a las mujeres de Dutton-. Qué hijo de puta. Estaba en Presto's. Permitió tan tranquilo que Sheila le sirviera la comida sabiendo lo que le había hecho.

– Será un auténtico placer darle a Garth Davis su merecido -comentó Luke con gravedad.

Daniel miró la siguiente fotografía.

– Randy Mansfield. -Pensó en las malas noticias que había recibido de Chase mientras esperaba fuera de la casa a que llegaran Luke, Susannah y Alex. Mansfield había violado a chiquillas. Ahora Daniel sabía que también era un asesino.

A su lado, Alex se estremeció cuando destapó la siguiente fotografía. Era Wade, con Alicia.

– Lo siento -se disculpó Daniel, y colocó la fotografía al final de la pila-. No quería que la vieras.

– Ya la había visto -musitó ella-. En mi imaginación.

Daniel siguió revolviendo las fotos y se paró de golpe cuando vio a Susannah. Joven. Inconsciente. Violada. En un acto reflejo, le dio la vuelta. Y se quedó mirando el dorso de la espantosa foto mientras se debatía en las emociones.

La había dejado allí, sola. Sin protección. Con Simon. Y él… le había hecho aquello. Su agitado estómago empezó a contraerse. Entonces no lo sabía. Claro que eso no cambiaba en nada lo ocurrido. Simon había permitido… No. Simon había animado a aquellos bestias a violar a su propia hermana. «Mi hermana.» Ella estaba asustada; la habían violado. «Y yo no hice nada.»

La bilis le inundaba la garganta y las lágrimas le anegaban los ojos. Se guardó la foto en el bolsillo de la chaqueta, separándola de las otras. Apartó la vista.

– La quemaré -musitó con un hilo de voz-. Lo siento. Dios, Suze. -La voz se le quebró-. Lo siento mucho.

Nadie pronunció una palabra. Entonces Susannah sacó la foto de su bolsillo y la dejó con las otras. La colocó al final del montón, pero dentro de la caja.

– Si tengo que recuperar mi amor propio, tendré que aprender a vivir con eso -dijo con una calma que partió a Daniel por la mitad. Él, incapaz de responder, se limitó a asentir.

Luke se colocó a su lado y le tomó el relevo con las fotografías mientras Daniel recobraba la compostura. Luego Luke y él siguieron trabajando en silencio, y para cuando hubieron terminado habían conseguido identificar a cinco hombres, todos unos monstruos.

– Garth, Rhett, Jared y Randy. -Enumeró Alex en tono quedo-. Y Wade. Solo son cinco.

– El sexto era Simon, que fue quien tomó las fotos -comentó Daniel con una frustración que minaba su autocontrol-. Pero seguimos sin saber quién es el séptimo. Mierda.

– Creía que Annette había dicho que en las fotos salían todos -repuso Alex-. Que así era como Simon los controlaba.

Luke se despojó de los guantes.

– Puede que estuviera equivocada.

– Tenía razón en todo lo demás. -Daniel se esforzó por pensar, por hacer encajar todo lo que sabía-. Pero alguien más tenía las dos llaves de la caja de seguridad; si no, habríamos encontrado las fotos dentro. La última vez que alguien accedió a ella fue seis meses antes de que Simon se marchara, y de eso hace doce años. -Daniel señaló la caja con las fotos-. Estas fotos han estado aquí desde entonces, o sea que para empezar tenemos que suponer que por lo menos había dos copias de cada una.

Luke asintió al comprender adónde quería ir a parar.

– Simon mintió; no todos estaban implicados por igual. Tenía un cómplice. El séptimo hombre.

– Cuyo nombre seguimos sin conocer -añadió Daniel con amargura-. Mierda.

– Pero habéis descubierto a Garth y a Randy -dijo Alex con apremio-. Detenedlos. Haced que hablen. Haced que os digan dónde tienen a Bailey.

– Ya lo he hecho -repuso Daniel, colocando la tapa sobre la caja-. Mientras esperaba a que llegarais. Le he pedido al agente que vigila a Garth que lo detuviera. -Vaciló, temeroso de su reacción cuando le dijera lo que seguía-. Pero Mansfield… Alex, el agente que lo seguía ha muerto.

Alex palideció.

– ¿Mansfield lo ha matado?

– Eso parece.

Sus ojos emitieron sendos destellos de ira.

– Mierda, Daniel. Ayer ya sabías lo de Mansfield. Te supliqué que lo detuvieras. Si… -Omitió el resto de la acusación, pero aun así se sentía dolida.

– Alex, no es justo -musitó Luke. Pero ella sacudió la cabeza con gesto enérgico.

– Ahora Mansfield es consciente que sabéis lo que ha hecho -dijo con voz entrecortada-. Si tiene a Bailey, la matará.

Daniel no pensaba insultar a su inteligencia negando sus palabras.

– Lo siento -se disculpó.

Ella dejó caer los hombros con abatimiento y a él se le encogió el corazón.

– Ya lo sé -susurró ella.

Luke cogió la caja.

– Vamos a llevar esto a Atlanta y empezaremos a interrogar a Garth. Él sabe quién era el séptimo hombre. Hagámosle hablar.

– Yo prestaré declaración -dijo Susannah, mirando el reloj-. Tengo el vuelo a las seis.

Susannah ya estaba saliendo por la puerta detrás de Luke cuando Daniel cobró ánimo.

– Suze. Espera. Necesito… Necesito hablar contigo. Alex, ¿nos concedes un minuto?

Alex asintió con rigidez.

– ¿Me das las llaves? Estoy empezando a notar una migraña y tengo el Imitrex en el bolso.

Él observó el dolor en su mirada y sintió deseos de eliminar la tensión que lo había hecho aparecer. En vez de eso, sacó las llaves.

– No te apartes de Luke.

Ella apretó la mandíbula y le arrancó las llaves de la mano.

– No soy estúpida, Daniel.

– Ya lo sé -musitó él después de que se marchara.

Pero eso no evitaba que él estuviera constantemente preocupado por ella. También en otro momento debió haberse preocupado por Susannah. Daniel se obligó a mirar a su hermana a los ojos. Tenía la mirada cuidadosamente despojada de toda emoción. Se la veía delicada, frágil. Sin embargo, Daniel sabía que Susannah, igual que Alex, no era delicada ni frágil.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Grita Para Mi»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Grita Para Mi» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Grita Para Mi»

Обсуждение, отзывы о книге «Grita Para Mi» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x