John Verdon - No abras los ojos

Здесь есть возможность читать онлайн «John Verdon - No abras los ojos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

No abras los ojos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «No abras los ojos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

David Gurney se sentía casi invencible… hasta que se topó con el asesino más inteligente con el que jamás había tenido que enfrentarse.
Dave Gurney, el protagonista de la primera novela de John Verdon, Se lo que estás pensando, vuelve para afrontar el caso más difícil de su carrera, una batalla con un adversario implacable que no solo es un inteligente y frío asesino, sino que no tiene reparos en atacar directamente al punto débil de Gurney: su esposa.
Ha pasado un año desde que el exdetective de la Policía de Nueva York consiguió atrapar al asesino de los números y, aunque es su intención retirarse definitivamente junto a su esposa Madeleine, un nuevo caso se le presenta de forma imprevista. Una novia es asesinada de manera brutal durante el banquete de bodas, con cientos de invitados en el jardín, y ese es un reto al que es imposible resistirse.
Todas las pistas apuntan a un misterioso y perturbado jardinero pero nada encaja: ni el móvil, ni la situación del arma homicida y sobre todo, el cruel modus operandi. Dejando de lado lo obvio, Gurney empieza a unir los puntos que le descubrirán una compleja red de negocios siniestros y tramas ocultas.

No abras los ojos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «No abras los ojos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Mientras hablaba, comenzó poco a poco a levantarse del sillón. Hizo una pausa, buscando un lugar para apoyar su copita. Se encogió de hombros y la colocó con delicadeza en la maceta de la enorme planta que tenía al lado. Luego, sujetando los brazos del sillón con las dos manos, se puso en pie con un esfuerzo considerable y se encaminó hacia el comedor a través del arco.

La característica más llamativa de la estancia era un retrato de tamaño natural en un marco dorado que colgaba en el centro de la pared más grande, de cara al arco. Con su conocimiento limitado de la historia del arte, Gurney situó su origen en algún punto del Renacimiento holandés.

– Es fascinante, ¿no?

– dijo Jykynstyl.

Gurney mostró su conformidad.

– Me alegro de que le guste. Le hablaré de él mientras comemos.

Habían preparado dos lugares en la mesa, uno frente al otro. La comida a la que Jykynstyl había hecho referencia estaba dispuesta entre los dos en cuatro platos de porcelana, junto con botellas de Puligny-Montrachet y Château Latour, vinos que incluso alguien que no era un enófilo como Gurney sabía que eran tremendamente caros.

Gurney optó por el Montrachet y la lubina; Jykynstyl, por el Latour y el steak tartare .

– ¿Las dos chicas son hijas suyas?

– Así es, sí.

– ¿Y viven aquí juntos?

– De vez en cuando. No somos una familia con domicilio fijo. Yo voy y vengo. Es la naturaleza de mi vida. Mis hijas viven aquí cuando no están viviendo con otra persona. -Habló en un tono que a Gurney le pareció tan engañosamente informal como su mirada somnolienta.

– ¿Dónde pasan la mayor parte de su tiempo?

Jykynstyl puso el tenedor en el borde del plato, como si se deshiciera de un obstáculo para expresarse con claridad.

– Yo no lo veo de esa manera, no pienso que esté aquí durante una temporada o allá durante otra temporada. Estoy… en movimiento. ¿Entiende?

– Su respuesta es más filosófica que mi pregunta. Se lo preguntaré de otra manera. ¿Tiene casas como esta en algún otro sitio?

– Los familiares en otros países a veces me reciben, o me soportan. No es lo mismo, ¿verdad? Pero tal vez en mi caso ambas cosas son ciertas. -Exhibió su sonrisa de frío marfil-. Así que yo soy un hombre sin hogar y con muchos hogares. -El acento híbrido, de ninguna parte y de todas, pareció hacerse más marcado para reforzar su declaración de nomadismo-. Al igual que el maravilloso señor Wordsworth, vago solitario como una nube. En busca de narcisos dorados. Tengo buen ojo para los narcisos. Pero tener buen ojo no basta. También hay que mirar. Ese es mi doble secreto, David Gurney: tengo buen ojo y siempre estoy mirando. Esto para mí es mucho más importante que vivir en un lugar determinado. Yo no vivo aquí o allí. Vivo en la actividad, en el movimiento. No soy un residente. Soy un buscador. Tal vez sea un poco como su propia vida, como su propia profesión. ¿Estoy en lo cierto?

– Entiendo su tesis.

– Entiende mi tesis, pero en realidad no está de acuerdo con ella. -Parecía más divertido que ofendido-. Y al igual que todos los policías, cuando se trata de preguntas prefiere hacerlas que responderlas. Una de las características de su profesión, ¿no?

– En efecto.

Jykynstyl hizo un sonido que podría haber sido una risa o una tos. Sus ojos no proporcionaron ninguna pista al respecto.

– Entonces le ofreceré respuestas en lugar de preguntas. Pienso que quiere saber por qué este hombrecillo un poco loco de nombre extraño quiere pagar tanto dinero por estos retratos que tal vez usted hace deprisa y con facilidad.

Gurney sintió una chispa de irritación.

– No tan deprisa ni con tanta facilidad. -Y mostró, a continuación, una chispa de disgusto al expresar la objeción.

Jykynstyl parpadeó.

– No, por supuesto que no. Perdone mi lenguaje. Creo que hablo este idioma mejor de lo que lo hago, pero fallo con los matices. ¿Lo intento de nuevo o ya entiende lo que estoy tratando de decirle?

– Creo que lo entiendo.

– Entonces, la pregunta fundamental: ¿por qué le ofrezco tanto dinero por este arte suyo?-Hizo una pausa, destelló la sonrisa gélida-. Porque lo vale. Y porque lo quiero en exclusiva, sin competencia. Así que le hago lo que creo que es una oferta preferente, una oferta que puede aceptar sin más, sin subterfugios, sin negociación. ¿Lo entiende?

– Creo que sí.

– Bien. Creo que se ha fijado en la pintura de la pared de detrás de mí. El holbein.

– ¿Eso es un verdadero Hans Holbein?

– ¿Verdadero? Sí, por supuesto. No poseo reproducciones. ¿Qué piensa usted de él?

– No tengo las palabras adecuadas.

– Diga las primeras que se le ocurran.

– Sorprendente. Asombroso. Vivo. Desconcertante.

Jykynstyl lo estudió durante un largo momento antes de hablar otra vez.

– Deje que le diga dos cosas. En primer lugar, estas palabras que usted asegura que no son las adecuadas se acercan más a la verdad que las estupideces de los críticos de arte profesionales. En segundo lugar, son las mismas palabras que me vinieron a la cabeza cuando vi su retrato de Piggert, el asesino. Las mismas palabras. Miré a los ojos de su Peter Piggert y podía sentirlo en la habitación conmigo.

»Sorprendente. Asombroso. Vivo. Desconcertante. Todas esas cosas que ha dicho sobre el retrato de Holbein. Por el holbein pagué un poco más de ocho millones de dólares. La cantidad es un secreto, pero se la digo, de todos modos. Ocho millones ciento cincuenta mil dólares… por un narciso de oro. Tal vez un día lo venda por el triple de esa cantidad. Así que ahora pago cien mil dólares por cada uno de unos pocos narcisos de David Gurney, y un día, tal vez, los venderé por diez veces esa cantidad. ¿Quién sabe? ¿Me haría el favor de brindar conmigo por ese futuro? Brindemos por que los dos podamos obtener de la transacción lo que deseamos.

Jykynstyl parecía percibir el escepticismo de Gurney.

– Solo le parece mucho dinero porque no está acostumbrado a él. No es porque su trabajo no lo merezca. Recuérdelo. Usted está siendo recompensado por su extraordinaria perspicacia y su capacidad de transmitir ese conocimiento, lo mismo que Hans Holbein. Usted es un detective no solo de la mente criminal, sino también de la naturaleza humana. ¿Por qué no habrían de pagarle de un modo adecuado?

Jykynstyl levantó la copa de Latour. Gurney imitó el gesto con incertidumbre con su Montrachet.

– Por su perspicacia y su trabajo, por nuestro acuerdo comercial y por usted, detective David Gurney.

– Y por usted, señor Jykynstyl.

Bebieron. La experiencia sorprendió gratamente a Gurney. A pesar de que distaba mucho de ser un connaisseur , pensó que el Montrachet era el mejor vino que había probado en su vida, y uno de los pocos que recordaba capaz de encender el deseo instantáneo de una segunda copa. Cuando terminó la primera, la joven que lo había acompañado en el ascensor apareció a su lado con un brillo extraño en la mirada para llenársela de nuevo.

Durante los siguientes minutos, los dos hombres comieron en silencio. La lubina fría era exquisita y el Montrachet la hacía más deliciosa aún. Cuando Sonya había mencionado el interés de Jykynstyl dos días antes, había dejado volar su imaginación y se había entretenido con todo lo que el dinero podía comprar, fantasías de viajes que lo transportaron a la costa noroeste, a Seattle y al estrecho de Puget y a las islas San Juan con el sol del verano, el cielo claro y el agua azul, las montañas Olympic en el horizonte. Ahora esa imagen regresó, aparentemente impulsada por la confirmación de una promesa económica para el proyecto artístico de las fotografías de archivo policial; y también por la segunda, y aún más deliciosa, copa de Montrachet.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «No abras los ojos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «No abras los ojos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Gianrico Carofiglio - Con los ojos cerrados
Gianrico Carofiglio
Mercedes Valdivieso - Los ojos de bambú
Mercedes Valdivieso
Sandra Bou Morales - El club de los ojos claros
Sandra Bou Morales
Paula Siles Sellés - Amar con los ojos abiertos
Paula Siles Sellés
Natalia S. Samburgo - Abre los ojos
Natalia S. Samburgo
Néstor Tellechea - Al cerrar los ojos
Néstor Tellechea
Отзывы о книге «No abras los ojos»

Обсуждение, отзывы о книге «No abras los ojos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x