Christine Feehan - Corrientes Ocultas

Здесь есть возможность читать онлайн «Christine Feehan - Corrientes Ocultas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Corrientes Ocultas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Corrientes Ocultas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Elle Drake ha desaparecido. Es una fuerte telépata pero ni siquiera sus seis hermanas mágicas pueden encontrarla, aunque todas están de acuerdo en que está viva. Algo terrible le ha sucedido o habría contactado con ellas y les habría hecho saber donde está. Jackson Deveau, uno de los ayudantes del sheriff del pequeño pueblo de Sea Haven, al norte de la costa de California, ha sabido siempre que Elle está destinada para él. Cuándo ésta desaparece, se reúne con sus amigos, Jonas Harrington e Ilya Prakenskii, y las hermanas de Elle para encontrarla y traerla de vuelta a la seguridad de la casa. Pero Sea Haven ya no es seguro para ninguno de ellos y hará falta cada gramo de la fuerza combinada de todas los Drake y sus hombres para sobrevivir a la tormenta que se avecina.

Corrientes Ocultas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Corrientes Ocultas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Sus manos continuaban lavando gentilmente las heridas, el agua caliente y los dedos cuidadosos probaron ser un bálsamo para su cuerpo torturado. Cerró los ojos de nuevo, estremeciéndose, temblando, completamente dependiente de él. Sus brazos comenzaron a doblarse y él tuvo que envolver un brazo alrededor de su cintura para evitar que cayera. Muy gentilmente le alzó el resto de su cuerpo y después sacó el tapón de la ornamentada y profunda bañera.

La envolvió en una toalla suave y mullida, la levantó en brazos, acunándola como si fuera la mujer más preciosa del mundo. La cabeza de Elle cayó hacia atrás sobre el hombro de él, y después se giró para enterrar la cara contra su cuello. Fue su primer acto de sumisión y la asustó. Necesitaba consuelo, necesitaba alguien que la abrazara y la consolara, que la meciera como él estaba haciendo. La llevó a la cama y la posó gentilmente sobre el estómago, masajeando un ungüento en las finas laceraciones que le cubrían el cuerpo.

Sabía que él había notado su desliz, esa pequeña caída de su cabeza; había sentido como el corazón de él saltaba y sus ojos se empañaban. Los dientes le castañeteaban incontrolablemente, pero su cerebro estaba empezando a funcionar de nuevo. Esto no podía continuar. Iba a perderse, o tal vez ya estaba perdida. No había salida. Stavros era demasiado poderoso, su isla privada demasiado aislada. Nadie sabía donde estaba. Estaba atada o encadenada la mayor parte del tiempo, encerrada en una habitación, y ni siquiera podía utilizar el más pequeño talento psíquico. El cuerpo le dolía cada minuto del día. Estaba exhausta y cansada de luchar contra él.

Él le dio la vuelta y frotó el ungüento por sus pechos y estómago, y todavía más abajo, siguiendo las finas laceraciones hasta el interior de sus muslos y a través del dolorido montículo depilado. Indeseado llegó el humillante recuerdo de él afeitándola, justo antes de tomar su virginidad. Se mordió el labio para evitar llorar, pero las lágrimas surgieron entre sus pestañas. Él se inclinó para lamerlas.

– Te ves tan hermosa, dulzura. -Su lengua trazó un camino por el borde de su boca, bajando por una laceración a lo largo de la hinchazón de sus pechos-. Tu cuerpo solo conoce el mío, y siempre anhelarás mi toque.

Abrió los ojos entonces para mirarle. Parecía invencible. Todopoderoso. Intentó emitir un sonido, pero su boca estaba demasiado seca e inmediatamente él sostuvo un vaso de agua contra sus labios, ayudándola a beber. Parecía tan preocupado que casi le creyó, pero él había sido el que le infringió el daño.

– ¿Por qué sigues haciéndome daño? -Apenas pudo formar las palabras.

– Debes aprender obediencia, Sheena. Existes para servirme, para mi placer. Cuando te diga que hagas algo, nunca debes discutir. Debes obedecer sin cuestionar. -La volvió a bajar hacia la cama y le acarició con los dedos el cuerpo estremecido-. Algunas veces puede complacerme hacerte daño y aprenderás a disfrutar de ello. -Inclinó la cabeza hacia su pecho, su lengua le lamió el pezón.

Le dolió tanto que no pudo evitar un pequeño estremecimiento que la atravesó, pero aún así, él había entrenado su cuerpo para aceptar el dolor y encontrar placer en él también. Ya sus dedos estaban probando el territorio entre sus piernas, e, ignorando su sobresalto y pequeño grito, empujó la cabeza entre sus muslos, dejando que la mandíbula ensombrecida se deslizara a lo largo de las marcas de latigazos.

Oh, Dios, ya no podía soportar esto. No tenía fuerzas para luchar contra él. Sus dedos se aferraron a la sábana de seda, cerrándose en puños mientras las lágrimas recorrían su cara. Tenía que haber una salida. Sólo tenía que pensar. Encontrarla. Dejar de sentirse indefensa como la víctima en la que él la había convertido.

Elle. Nena. Permanece viva por mí. Sea lo que sea lo que tengas que hacer, permanece viva por mí. Voy a por ti.

El aliento se le quedó atascado en la garganta. ¿Era Stavros tendiéndole una trampa? La voz era tan familiar, tan cálida y preocupada… tan dolorosamente familiar. Se quedó absolutamente inmóvil, intentando no responder, no abrir su mente. Sabía que si lo hacía, el dolor estallaría en su cerebro y perdería el tentativo control que había logrado.

Como si presintiera su retirada, Stavros la mordió haciendo que arqueara el cuerpo, y se le escapara un pequeño chillido de dolor.

Sabes que nunca me detendré hasta que te encuentre. Sé fuerte, nena. Por mí. Por tus hermanas. Por Jonas e Ilya y por el maldito pueblo entero. Permanece viva, Elle.

Jadeó. Jackson. Era Jackson. Venía a por ella. Podía aguantar tanto tiempo como hiciera falta, aceptar cualquier castigo que Stavros quisiera infringirle.

Débilmente, intentó apartarse de Stavros. Él cerró las manos sobre sus caderas, presionando deliberadamente en las heridas abiertas, todo mientras su lengua y sus dientes la devastaban. Su cuerpo se derramó en una respuesta impotente, ya entrenado para obedecer aun cuando su mente gritaba una negativa.

– Stavros, no. Duele. -Tal vez pudiera comprar un alivio temporal con súplicas.

– Solo vives para servirme -siseó él-. ¿No te he enseñado eso?

Le mordió el interior del muslo, dejando atrás marcas de dientes y añadiendo magulladuras a su carne ya marcada y Elle se arqueó apartándose de él, gritando.

– Tu dolor me complace, Sheena. Ahora tengo tu completa atención, ¿verdad?

Elle. Demonios. ¿Dónde estás? Respóndeme. La voz de Jackson era orden pura, toda voluntad de hierro… una voluntad horneada y formada por la violencia… exigente. Respóndeme ahora.

Elle no habría podido evitar responderle incluso si hubiera querido. Jackson lo era todo para ella ahora. Era esperanza. Estaba débil y él estaba a una gran distancia y con el campo de energía, no estaba segura de poder llegar hasta él. Reunió cada gramo de disciplina y fuerza que había aprendido a lo largo de los años y abrió su mente al hombre que la había dejado escapar. Jackson.

Instantáneamente el dolor atravesó su cabeza, su cuerpo se convulsionó y gritó en voz alta. Saboreó la sangre en su boca. Su cerebro rechazó el abuso, su cuerpo se retorció apartándose del dolor, su conciencia retrocedió y el mundo se volvió nebuloso.

Estoy aquí. Estoy contigo. Dime donde estás, Elle.

Se abrazó a sí misma, demasiado consciente de lo que ocurriría, pero decidida a alcanzarle de todos modos. No lo sé. No puedo pensar con claridad. Mi cabeza… Se interrumpió, y la conexión entre ellos vaciló mientras el dolor los atravesaba a ambos. Tenía que hablarle del campo de energía, pero sentía la cabeza como si mil agujas atravesaran su cráneo.

¡No! La voz de Jackson fue aguda. Quédate conmigo, nena. Necesito que mires alrededor. ¿Qué ves? ¿Quién está contigo?

Stavros la puso en posición vertical, por primera vez su cara estaba oscurecida hasta formar una máscara de furia.

– ¿Por qué eres tan testaruda? -Le abofeteó un pecho con fuerza, después el otro, sacudiendo su cuerpo.

Elle sollozó débilmente, aferrándose la cabeza, incapaz de soportar el dolor que aplastaba su cráneo.

Stavros suspiró, su falsa sonrisa era fea.

– Tienes que aprender, y no me molestan estas pequeñas lecciones si insistes en necesitarlas.

Se alejó rodando de él, mirando por la ventana a la tormenta que se avecinaba. Su corazón saltó y, por un momento, el dolor de su cuerpo retrocedió y el tiempo se relentizó.

Las nubes de tormenta hervían sobre la casa y oscurecían los cielos. El trueno resonaba. El relámpago estallaba, convirtiendo el cielo en una lona de turbulencias. El viento golpeó y aulló hacia el cristal, salpicando agua de mar sobre las ventanas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Corrientes Ocultas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Corrientes Ocultas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Christine Feehan - Samurai Game
Christine Feehan
Christine Feehan - El Despertar
Christine Feehan
Christine Feehan - Fuego Ardiente
Christine Feehan
Christine Feehan - Juego del Depredador
Christine Feehan
libcat.ru: книга без обложки
Christine Feehan
libcat.ru: книга без обложки
Christine Feehan
Christine Feehan - Dark Hunger
Christine Feehan
Отзывы о книге «Corrientes Ocultas»

Обсуждение, отзывы о книге «Corrientes Ocultas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x