Stephenie Meyer - Luna Nueva

Здесь есть возможность читать онлайн «Stephenie Meyer - Luna Nueva» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Остросюжетные любовные романы, Фантастические любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Luna Nueva: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Luna Nueva»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«Cuando el papel me cortó el dedo, solo salió una gota de sangre del pequeño corte. Entonces, todo pasó muy rápido. "¡No!", rugió Edward… Aturdida y desorientada, miré la brillante sangre roja que salía de mi brazo y después a los ojos enfebrecidos de seis vampiros repentinamente hambrientos…»
Para Bella Swan, hay una cosa más importante que su propia vida: Edward Cullen. Pero enamorarse de un vampiro es más peligroso de lo que Bella nunca podría haber imaginado. Edward ya ha rescatado a Bella de las garras de un diabólico vampiro, pero ahora, a medida que su arriesgada relación amenaza todo lo que es cercano y querido para ellos, se dan cuenta de que sus problemas puede que sólo estén empezando…

Luna Nueva — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Luna Nueva», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Y ahora que por fin había llegado, resultaba aún peor de lo que temía. Casi podía sentirlo: era mayor. Cada día envejecía un poco más, pero hoy era diferente y notablemente peor. Tenía dieciocho años.

Los que Edward nunca llegaría a cumplir.

Cuando fui a lavarme los dientes, casi me sorprendió que el rostro del espejo no hubiera cambiado. Examiné a conciencia la piel marfileña de mi rostro en busca de algún indicio inminente de arrugas. Sin embargo, no había otras que las de mi frente, y comprendí que desaparecerían si me relajaba, pero no podía. La desazón se había aposentado en mi ceño hasta formar una línea de preocupación encima de los ansiosos ojos marrones.

Sólo ha sido un sueño, me recordé una vez más. Sólo un sueño, y también mi peor pesadilla.

Con las prisas por salir de casa lo antes posible, me salté el desayuno. No me encontraba con ánimo de enfrentarme a mi padre y tener que pasar unos minutos fingiendo estar contenta. Intentaba sentirme sinceramente entusiasmada con los regalos que le había pedido que no me hiciera, pero notaba que estaba a punto de llorar cada vez que debía sonreír.

Hice un esfuerzo para sosegarme mientras conducía camino del instituto. Resultaba difícil olvidar la visión de la abuelita -no podía pensar en ella como si fuera yo- y sólo pude sentir desesperación cuando entré en el conocido aparcamiento que se extendía detrás del instituto de Forks y descubrí a Edward inmóvil, recostado contra su pulido Volvo plateado como un tributo de marfil consagrado a algún olvidado dios pagano de la belleza. El sueño no le hacía justicia. Y estaba allí esperándome sólo a mí, igual que cualquier otro día.

La desesperación se disipó momentáneamente y la sustituyó el embeleso. Después del casi medio año que llevábamos juntos, todavía no podía creerme que mereciera tener tanta suerte.

Su hermana Alice estaba a su lado, esperándome también.

Edward y Alice no estaban emparentados de verdad, por supuesto -la historia que corría por Forks era que los retoños de los Cullen habían sido adoptados por el doctor Carlisle Cullen y su esposa Esme, ya que ambos tenían un aspecto excesivamente joven como para tener hijos adolescentes-, aunque su piel tenía el mismo tono de palidez, sus ojos el mismo extraño matiz dorado y las mismas ojeras marcadas y amoratadas. El rostro de Alice, al igual que el de Edward, era de una hermosura asombrosa, y estas similitudes los delataban a los ojos de alguien que, como yo, sabía qué eran.

Puse cara de pocos amigos al ver a Alice esperándome allí, con sus ojos de color tostado brillando de excitación y una pequeña caja cuadrada envuelta en papel plateado en las manos. Le había dicho que no quería nada, nada, ni regalos ni ningún otro tipo de atención por mi cumpleaños. Evidentemente, había ignorado mis deseos.

Cerré de un golpe la puerta de mi Chevrolet del 53 y una lluvia de motas de óxido revoloteó hasta la cubierta de color negro. Después me dirigí lentamente hacia donde me aguardaban. Alice saltó hacia delante para encontrarse conmigo; su cara de duende resplandecía bajo el puntiagudo pelo negro.

– ¡Feliz cumpleaños, Bella!

– ¡Shhh! -bisbiseé mientras miraba alrededor del aparcamiento para cerciorarme de que nadie la había oído. Lo último que me apetecía era cualquier clase de celebración del luctuoso evento.

Ella me ignoró.

– ¿Cuándo quieres abrir tu regalo? ¿Ahora o luego? -me preguntó entusiasmada mientras caminábamos hacia donde nos esperaba Edward.

– No quiero regalos -protesté con un hilo de voz.

Al fin, pareció darse cuenta de cuál era mi estado de ánimo.

– Vale…, tal vez luego. ¿Te ha gustado el álbum de fotografías que te ha enviado tu madre? ¿Y la cámara de Charlie?

Suspiré. Por descontado, ella debía de saber cuáles iban a ser mis regalos de cumpleaños. Edward no era el único miembro de la familia dotado de extrañas cualidades. Seguramente Alice habría «visto» lo que mis padres planeaban regalarme en cuanto lo hubieran decidido.

– Sí, son maravillosos.

– A mí me parece una idea estupenda. Sólo te haces mayor de edad una vez en la vida, así que lo mejor es documentar bien la experiencia.

– ¿Cuántas veces te has hecho tú mayor de edad?

– Eso es distinto.

Entonces llegamos a donde estaba Edward, que me tendió la mano. La tomé con ganas, olvidando por un momento mi pesadumbre. Su piel era suave, dura y helada, como siempre. Le dio a mis dedos un apretón cariñoso. Me sumergí en sus líquidos ojos de topacio y mi corazón sufrió otro apretón aunque bastante menos dulce.

Él sonrió al escuchar el tartamudeo de los latidos de mi corazón. Levantó la mano libre y recorrió el contorno de mis labios con el gélido extremo de uno de sus dedos mientras hablaba.

– Así que, tal y como me impusiste en su momento, no me permites que te felicite por tu cumpleaños, ¿correcto?

– Sí, correcto -nunca conseguiría imitar, ni siquiera de lejos, su perfecta y formal facilidad de expresión. Eso era algo que solamente podía adquirirse en un siglo pretérito.

– Sólo me estaba asegurando -se pasó la mano por su despeinado cabello de color bronce-. Podrías haber cambiado de idea. La mayoría de la gente disfruta con cosas como los cumpleaños y los regalos.

Alice rompió a reír y su risa se alzó como un sonido plateado, similar al repique del viento.

– Pues claro que lo disfruta. Se supone que hoy todo el mundo se va a portar bien contigo y te dejará hacer lo que quieras, Bella. ¿Qué podría ocurrir de malo? -lanzó la frase como una pregunta retórica.

– Pues hacerme mayor -contesté de todos modos, y mi voz no fue tan firme como me hubiera gustado.

A mi lado, la sonrisa de Edward se tensó hasta convertirse en una línea dura.

– Tener dieciocho años no es ser muy mayor -dijo Alice-. Tenía entendido que, por lo general, las mujeres no se sentían mal por cumplir años hasta llegar a los veintinueve.

– Es ser mayor que Edward -mascullé.

Él suspiró.

– Técnicamente -dijo ella sin perder su tono desenfadado-, ya que sólo lo adelantas en un año de nada.

Se suponía que… si estaba segura del futuro que deseaba, segura de pasarlo para siempre con Edward, Alice y el resto de los Cullen (mejor si no era como una menuda anciana arrugada)… uno o dos años arriba o abajo no me importarían demasiado. Pero Edward se había cerrado en banda respecto a cualquier clase de futuro que incluyera mi transformación. Cualquier futuro que me hiciera como él, inmortal igual que él.

Un impasse, lo llamaría Edward.

Para ser sinceros, la verdad es que no entendía su punto de vista. ¿Qué tenía de bueno la mortalidad? Convertirse en vampiro no parecía una cosa tan horrible, al menos no a la manera de los Cullen.

– ¿A qué hora vendrás a casa? -continuó Alice, cambiando de tema. A juzgar por su expresión, ya se había dado cuenta de qué era lo que yo estaba intentando evitar.

– No sabía que tuviera que ir allí.

– ¡Oh, por favor, Bella, no te pongas difícil! -se quejó ella-. No nos irás a arruinar toda la diversión poniendo esa cara, ¿verdad?

– Creía que mi cumpleaños era para tener lo que yo deseara.

– La llevaré desde casa de Charlie justo después de que terminemos las clases -le dijo Edward, ignorándome sin esfuerzo.

– Tengo que trabajar -protesté.

– En realidad, no -repuso Alice con aire de suficiencia-, ya he hablado con la señora Newton sobre eso. Te cambiará el turno en la tienda. Me dijo que te deseara un feliz cumpleaños.

– Pero… pero es que no puedo dejarlo -tartamudeé mientras buscaba desesperadamente una excusa-. Lo cierto es que, bueno, todavía no he visto Romeo y Julieta para la clase de Literatura.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Luna Nueva»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Luna Nueva» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Stephenie Meyer - The Chemist
Stephenie Meyer
Stephenie Meyer - New Moon
Stephenie Meyer
Stephenie Meyer - Twilight
Stephenie Meyer
Stephenie Meyer - Breaking Dawn
Stephenie Meyer
Stephenie Meyer - Eclipse
Stephenie Meyer
Stephenie Meyer - Intruz
Stephenie Meyer
libcat.ru: книга без обложки
Stephenie Meyer
Stephenie Meyer - Księżyc w nowiu
Stephenie Meyer
Stephenie Meyer - The Host
Stephenie Meyer
Stephenie Meyer - Brėkštanti aušra
Stephenie Meyer
Отзывы о книге «Luna Nueva»

Обсуждение, отзывы о книге «Luna Nueva» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x