• Пожаловаться

Carly Phillips: Sensaciones Al Límite

Здесь есть возможность читать онлайн «Carly Phillips: Sensaciones Al Límite» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Остросюжетные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Carly Phillips Sensaciones Al Límite

Sensaciones Al Límite: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Sensaciones Al Límite»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando el investigador privado Ben Callahan asumió el encargo de vigilar y proteger a la rica heredera Grace Montgomery, creyó que sería una misión fácil. Pero pronto descubrió que la maravillosa Grace representaba una seria amenaza para su libido. No le preocupaba poder mantenerla a salvo de cualquier amenaza, pero… ¿quién podría protegerla de él? Grace era finalmente libre: libre para descubrir quién era y lo que quería. Y lo que quería en aquel momento era a su nuevo y sexy vecino. Pensaba explorar su propio lado sensual, despojarse de todas sus inhibiciones y descubrir lo que significaba ser una mujer: la mujer de Ben. Aunque jamás hubiera podido imaginar que a Ben le habían pagado por obtener ese privilegio.

Carly Phillips: другие книги автора


Кто написал Sensaciones Al Límite? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Sensaciones Al Límite — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Sensaciones Al Límite», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No tengo que hacerlo. Ya lo has hecho tú -le tendió la mano para ayudarla a levantarse.

Grace aceptó su ayuda, pero esbozó una mueca. Sujetándola de la muñeca, Ben le volvió el dorso de la mano para descubrir unas magulladuras en su palma.

– ¿Cómo está la otra?

Grace le enseñó la mano derecha, que tenía unas heridas similares.

– Nada que no pueda curarse con un poco de antiséptico.

– Sí -pero por dentro no se sentía tan tranquilo como aparentaba. Una incómoda sensación se alojó en su estómago a la vista de aquellas magulladuras, y era auténtico terror lo que sentía al imaginar lo que hubiera podido ocurrirle.

Vio que se pasaba una mano por los ojos, como si estuviera a punto de llorar. Así que no era tan valiente como había querido hacerle creer. Bien. En ese caso no tenía que preocuparse de que volviera a aquel barrio cuando él no estuviera presente. Eso aliviaba un tanto la dolorosa tensión que seguía sintiendo.

– No ibas a entregarle la cámara, ¿verdad?

– ¡Pues claro que no! Esa cámara cuesta una fortuna. No puedo permitirme comprar otra y, además, ese chico no tenía ningún derecho a tomar lo que no le pertenecía.

Ben se echó a reír ante aquella inocente proclamación del derecho a la propiedad.

– ¿Y cómo pensabas impedírselo?

– Si me hubiera agarrado la cámara, no habría podido dar dos pasos sin que yo le hubiera puesto la zancadilla. Pero tú me evitaste tener que hacerlo. Y, además, yo no solté la cámara, ¿no?

– Podía haberte partido el cuello.

– Pero no lo hizo, ¿ves? -se apartó la melena rubia de un hombro, mostrándole su delicado cuello de cisne.

Pero Ben no se dejó engañar, y le retiró la correa de la cámara para examinarle el cuello con atención.

– No parece tener mucho mejor aspecto que tus manos, Gracie. ¿Has pensado alguna vez en hacer un curso de defensa personal?

– Todavía no he tenido la oportunidad, pero encontraré tiempo… pronto.

Evidentemente le había mentido a su abuela. Ben no pudo menos que preguntarse en qué otras cosas le habría mentido, y qué más podía estar haciendo en aquel barrio.

– Gracias por tu ayuda, Ben -hundiendo los hombros, gran parte de su bravucona actitud desapareció con el temblor que sacudió por un instante su menuda figura. Para su sorpresa, dio media vuelta y se marchó.

– Hey.

– Así es como se habla a los caballos -pronunció ella sin volverse.

La alcanzó en dos zancadas. Aunque admiraba su carácter independiente, estaba demasiado preocupado como para dejarla sola. Diablos, quería estar con ella después de lo que acababa de suceder. Con las manos en los bolsillos, se puso a caminar a su paso. Podía percibir la necesidad que sentía de moverse, de dejar de pensar en el asalto que había sufrido. Probablemente todavía estaba bajo sus efectos, lo cual no era extraño. Pero aquel aturdimiento no tardaría en desaparecer, y Ben quería estar allí cuando recibiera plenamente el impacto de lo sucedido.

– ¿Adonde vas? -le preguntó.

– Al metro.

Ben sacudió la cabeza. No podía dejarla sola. Las otras veces que la había seguido, había tenido que meterse en un atestado vagón de metro y mantenerse a una prudente distancia. Ese día, para guardar las apariencias, había tomado su coche para ir al barrio.

– El metro no es seguro.

Grace se detuvo en seco y se volvió para mirarlo con expresión decidida.

– Siempre lo ha sido, al menos desde que tengo por costumbre venir aquí.

– También era seguro el barrio hasta hoy. Permíteme que te lleve yo. Tengo el coche en la esquina.

La gratitud relumbró por un instante en sus ojos, pero negó con la cabeza.

– No, gracias. Puedo volver a casa sola.

– Claro que puedes -incapaz de contenerse, extendió una mano para tocarle delicadamente una mejilla. Grace no sólo no se apartó, sino que ladeó la cabeza para dejarse acariciar.

Era tan suave… Su piel, su voz… pero no lo que albergaba dentro. Emma conocía bien a su nieta. Grace era dura. Y por mucho que se sintiera tentada de ceder, no se permitiría la debilidad de apoyarse en él.

– No hay nada malo en aceptar un poco de ayuda de vez en cuando.

– Ya lo sé.

– Entonces acepta la mía ahora -esbozó la más seductora de sus sonrisas-, y te prometo que no me quejaré si me dejas plantado más tarde.

Ben esperaba que lo hiciera. Porque no estaba seguro de contar con la fuerza de voluntad necesaria para alejarse de ella.

Capítulo 3

Grace le entregó las llaves a Ben para que abriera la puerta del apartamento. Estaba demasiado cansada para hacerlo ella y, además, le escocían terriblemente las magulladuras que tenía en las palmas de las manos. No estaba preparada para analizar detenidamente la prueba que había tenido que pasar ese día: el asalto del que había sido víctima antes de que Ben ahuyentara a su agresor.

De repente recordó la amenaza que había recibido: «Mantente alejada de esa barriada, o de cualquier otra». Cuadró los hombros. No iba a ceder a ninguna amenaza sólo porque se hubiera llevado un susto de muerte. Grace procedía de una familia compuesta por personas voluntariosas que lograban lo que se proponían, costara lo que costara. Esa tal vez fuera su única virtud. Decidió que, después de curarse esos arañazos, se desembarazaría de Ben. Su fuerte presencia la tentaba a apoyarse demasiado en él, a perder la independencia que había empezado a ganarse a pulso.

Ben entró y se hizo a un lado para dejarla pasar. Estaba despeinado y hacía bastante que no pisaba una peluquería, pero aun así seguía siendo el hombre más guapo que había conocido en su vida… Al diablo con su independencia. Apoyarse en Ben no le haría ningún daño. De hecho, eso era algo que probablemente le encantaría, y evidentemente la compañía de Ben hacía parecer mucho menos real la amenaza de peligro.

– Puedes dejar las llaves y la cámara encima de esa estantería.

– Tienes que curarte esas heridas -al ver que asentía, Ben le preguntó-: ¿Dónde tienes el antiséptico?

Que alguien cuidara de esa forma de ella era una novedosa experiencia, lo cual probablemente aumentaba su atractivo. A excepción de su abuela, nadie de su familia la había hecho sentirse querida y valorada por lo que era. Su madre lo había intentado, pero siempre había fracasado por la intervención de su padre. Y salvo su hermano Logan, ningún hombre de su familia la había hecho sentirse mimada o apreciada. De hecho, su padre, con sus imposibles exigencias y expectativas, había conseguido rebajarle la autoestima e incrementar su inseguridad.

Pero Ben la había ayudado a levantarse y la había llevado hasta su coche, haciéndola sentirse a salvo, segura. Después de haberlo visto con los chicos en el parque y de la preocupación que le había demostrado, ahora estaba segura de que no solamente se sentía atraída hacia él desde un punto de vista sexual. Ben le suscitaba una inmensa gama de sentimientos, y ninguno de ellos platónico: todos eran bien sólidos y reales.

– ¿Grace? El antiséptico.

– Está en la cocina. En el armario, a la izquierda del microondas.

Ben rebuscó en el armario y encontró un frasco de antiséptico para los arañazos, algodón, pomada con antibiótico y un curioso paquete de vendas, que examinó con atención.

– ¿Vendas para niños? ¿De colores y con dibujos? -inquirió, extrañado.

– Bueno, tenía que comprar material de botiquín para casa y… -se ruborizó-… eso era lo único que tenían en la tienda.

Ben se echó a reír, suavizada de repente su expresión, y un delicioso hoyuelo se dibujó en su mejilla derecha. En un impulso, Grace extendió una mano para tocárselo. Sintió el tacto cálido de su piel, áspera por la barba de varios días. Ben suspiró profundamente y ella dejó caer la mano.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Sensaciones Al Límite»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Sensaciones Al Límite» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Susan Mallery: Vivir Al Límite
Vivir Al Límite
Susan Mallery
Carly Phillips: En Busca Del Pasado
En Busca Del Pasado
Carly Phillips
Carly Phillips: Hasta el final
Hasta el final
Carly Phillips
Carly Phillips: Volver a ti
Volver a ti
Carly Phillips
Отзывы о книге «Sensaciones Al Límite»

Обсуждение, отзывы о книге «Sensaciones Al Límite» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.