Somos afortunados por tener algunas de las cartas que recibió Cicerón durante aquel período, incluyendo mensajes de César y Pompeyo. También contamos con un puñado de cartas cada vez más descontentas, anteriores a la pérdida de Corfinio, escritas por Pompeyo a Lucio Domicio y a los cónsules.
Hay más detalles, proporcionados por historiadores antiguos, como Apiano y Dión Casio, por biógrafos como Suetonio y Plutarco, y por el poeta Lucano, en La Farsalia , su epopeya sobre la guerra. En el viaje de Gordiano y Tirón es posible que los lectores vean ecos de Horacio, Sátiras , I, 5, que describe un viaje de Roma a Brindisi.
El Vitruvio que Gordiano conoce en las afueras de Brindisi es, naturalmente, Marco Vitruvio Polión. Por algunos pasajes de su famoso tratado de arquitectura, Vitruvio parece que fue ingeniero militar de César en la campaña africana. Su participación en el asedio de Brindisi es una conjetura mía.
Los mensajes de Cicerón interesándose por la salud de Tirón en Patrás figuran entre sus cartas más famosas. El papel que desempeñan aquí esas cartas y Tirón es otra conjetura.
El curioso método de Sila de enviar mensajes secretos ha llegado a nosotros a través de un autor del siglo II, Polieno, que reunió tales «estratagemas» en un compendio que lleva este título y que dedicó a Marco Aurelio. Es presunción mía que el mismo Sila se jactara del incidente en sus (por desgracia perdidas) memorias.
En este libro no he intentado dar una explicación detallada de las causas de la guerra civil romana, diabólicamente complicadas y discutidas. Para los lectores con apetito maquiavélico, hay dos libros que profundizan en los detalles políticos de la antigua república con muy diferentes interpretaciones: The Last Generation of the Roman Republic , de Erich S. Gruen (University of California Press, 1974), y The Education of Julius Caesar , de Arthur D. Kahn (Schoken Books, 1986). Una explicación más sucinta (aunque decididamente partidaria de César) de los sucesos que llevaron al conflicto se puede encontrar en las primeras nueve páginas de la introducción de Jane F. Gardner a la edición de los Comentarios de la guerra civil publicada por Penguin.
Mi búsqueda de información transcurrió básicamente en la Doe Library, de la Universidad de California en Berkeley. Mi más profundo agradecimiento a Penni Kimmel, por su lectura atenta del primer borrador, y a Terri Odom por leer las galeradas. Gracias también, por su apoyo firme y su ánimo, a mi agente Alan Nevins y a mi editor Keith Kahla. También quiero dar las gracias a Rick Solomon, y renovar la dedicatoria que le escribí al principio de la década anterior en Sangre romana :
AUSPICIUM MELIORIS AEVI
STEVEN SAYLOR se graduó en Historia por la Universidad de Tejas. Su pasión por la escritura le llevó a trabajar de editor y a publicar numerosos artículos y cuentos en diversos periódicos y revistas de San Francisco, tales como San Francisco Bay Guardian, Ellery Queens Mistery Magazine y Magazine of Fantasy and Science Fiction.
Su serie de novelas policiacas ambientadas en pleno apogeo del Imperio Romano, que él mismo denominó ROMA sub rosa (sub rosa: “dícese de lo furtivo y encubierto”), tienen como protagonista a Gordiano el sabueso, sagaz detective y amante de la buena vida que resuelve con aparente desparpajo los casos más enmarañados, tales como los que se plantean en los cinco casos que componen esta serie.
[Quien tenga interés en conocer algo más del autor puede consultar http://www.stevensaylor.com/]
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