Donna Leon - Un mar de problemas

Здесь есть возможность читать онлайн «Donna Leon - Un mar de problemas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un mar de problemas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un mar de problemas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La décima novela del comisario Brunetti se desarrolla en Pellestrina, una isla de pescadores del el sur de la laguna de Venecia. Dos pescadores de almejas, un padre y un hijo, han sido asesinados: un caso aparentemente fácil para Brunetti. Cuando el comisario se da cuenta de que no puede vencer la dificultad de entenderse en un dialecto diferente y la desconfianza que la cerrada cofradía de almejeros abriga contra la policía, accede a que la enigmática signorina Elettra pase unos días de vacaciones con unos parientes en la isla y averigüe, de incógnito, lo que esconde la impenetrable comunidad. El protagonismo de la infatigable signorina Elettra, los códigos de lealtad de una población sumamente peculiar, las alianzas, la amistad y el amor, convierten a Un mar de problemas en una de las creaciones más ricas de la gran «dama del crimen» actual.

Un mar de problemas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un mar de problemas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Brunetti pulsó « Rewind » y, parando y arrancando, buscó el principio de la llamada que no figuraba en los formularios. La escuchó hasta el final, prestando atención a la voz del comunicante. Su madre hubiera identificado el acento al momento; si era de la isla principal, probablemente, hasta hubiera podido decir de qué sestiere procedía aquel hombre. Lo más que podía suponer Brunetti era que correspondía a una de las islas, quizá a Pellestrina. Volvió a escuchar la conversación y percibió la sorpresa de Targhetta al oír el nombre de Spadini. No había podido disimularla, y entonces había empezado a disuadir al denunciante: no había otra palabra para describir el tono que revelaba la cinta. Cuanto más intentaba el hombre dar información más insistía Targhetta en pedirle su nombre, petición que no podía menos que desmotivar a cualquier testigo, especialmente, si tenía que habérselas con la Guardia di Finanza.

Brunetti reconoció el acierto de la Guardia di Finanza en grabar las llamadas. Así se vigilaba a los vigilantes. Targhetta, ignorante de que se estaba grabando la llamada, pensaría que, si omitía llenar el formulario, no habría constancia de la denuncia. Si se habían cotejado los formularios con la lista de llamadas, suponiendo que éste fuera el procedimiento de control, habría dicho que se había extraviado el impreso. Evidentemente, no le habían creído, ¿o cómo explicar si no su brusca separación del servicio, después de diez años?

Pero, alguien que había trabajado una década para la Finanza, ¿podía ser tan estúpido como para no darse cuenta de que se grababan las llamadas? Brunetti sabía por experiencia que el hecho de que se graben las llamadas no supone necesariamente que se escuchen. Quizá Targhetta, confiando en la desidia burocrática, esperaba que su omisión pasara inadvertida. O quizá, a juzgar por el sonido de su voz, estaba tan sorprendido que respondió instintivamente y trató de silenciar al denunciante sin pensar en las consecuencias.

Sólo quedaba una pieza del puzzle por colocar o, pensó Brunetti sacando la hoja de papel en la que había trazado líneas entre los nombres de las personas involucradas, sólo una línea por dibujar: la que enlazaba a Targhetta con Spadini. Y era fácil: hacía mucho tiempo que la geometría le había enseñado que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. Pero eso no le permitía ver la relación; para eso tendría que derribar el muro de silencio de los pellestrinotti.

23

Cuando decidió que necesitaba hablar con Targhetta, Brunetti estuvo algún tiempo debatiendo consigo mismo si llamaba o no a Paola para decirle que iba a Pellestrina. No deseaba que ella cuestionara sus motivos, ni él mismo se sentía muy inclinado a analizarlos. Así pues, valía más pedir a Bonsuan que lo llevara y dejarse de disquisiciones.

Prefería no llevar a Vianello, y tampoco se molestó en averiguar por qué. Rebobinó la cinta, la guardó en el bolsillo y pasó por la oficina de los agentes a pedir una grabadora a pilas, por si acaso encontraba en Pellestrina a alguien que estuviera dispuesto a escuchar y, quizá, identificar la voz del hombre que había hecho la llamada.

El día había refrescado y al norte se veían unas nubes oscuras que hacían esperar que por fin llegara la lluvia. Durante la travesía, Brunetti permaneció abajo, en la cabina de pasaje, leyendo el periódico de la víspera y una revista náutica que uno de los pilotos había olvidado. Cuando llegaron a Pellestrina, había descubierto muchas cosas sobre motores de 55 caballos, pero ninguna más sobre Carlo Targhetta ni Vittorio Spadini.

Cuando se acercaban al puerto, subió a reunirse con Bonsuan en el puente.

El piloto, miró a la ciudad, a su espalda, y dijo:

– Esto no me gusta nada.

– ¿El qué? ¿Venir aquí? -preguntó Brunetti.

– No. Cómo pinta el tiempo.

– ¿Qué quiere decir? -preguntó Brunetti, impacientándose con los marineros y sus intuiciones.

– Este aire. Y el viento. Me huele a bora.

El periódico anunciaba bonanza y aumento de las temperaturas. Así lo dijo Brunetti, pero Bonsuan resopló con desdén.

– Se palpa -insistió-. Tendremos bora. No deberíamos estar aquí.

El comisario miró hacia adelante y vio danzar el reflejo del sol en un agua tranquila. Cuando la lancha se aproximaba al muelle, salió a cubierta. El aire estaba inmóvil y, al apagar Bonsuan el motor, ningún ruido turbaba el silencio del día.

Brunetti saltó a tierra y amarró la lancha, sintiéndose muy orgulloso de ser capaz de hacer esa operación. Dejando a Bonsuan que se buscara a otros marineros para hablar del tiempo, se dirigió hacia el pueblo y el restaurante en el que había empezado la investigación.

Cuando él entró, se hizo una pausa en las conversaciones, que se reanudaron con brusca arrancada, al tratar de llenar todos a la vez el silencio creado por la llegada de un comisario de policía. Brunetti fue al mostrador y pidió un vaso de vino blanco. Mientras esperaba, miró en derredor, sin sonreír pero sin dar la impresión de que su presencia tenía un motivo concreto.

Cuando el camarero le sirvió el vino, Brunetti movió la cabeza de arriba abajo y levantó una mano para retener al hombre.

– ¿Conoce a Carlo Targhetta? -preguntó, decidido a no perder más tiempo en vanos intentos de sorprender a los pellestrinotti.

El camarero ladeó el mentón, en señal de que sopesaba la pregunta, y respondió:

– No, señor, en absoluto.

Antes de que Brunetti pudiera volverse hacia el anciano que estaba a su lado en la barra, el camarero preguntó con voz lo bastante alta como para hacerse oír por todos los presentes:

– ¿Alguno de ustedes conoce a un tal Carlo Targhetta?

La clientela respondió a coro:

– No, en absoluto.

Se reanudaron las conversaciones con aparente normalidad, aunque Brunetti observó rápidos intercambios de sonrisas cómplices.

Brunetti concentró la atención en el vino y alargó la mano hacia Il Gazzettino del día que estaba doblado en la barra. Lo abrió por la primera página y leyó los titulares. Notaba cómo, poco a poco, se apartaba de él la atención de la concurrencia, especialmente, con la entrada de un hombre de cara grande y colorada que anunció que había empezado a llover.

Brunetti abrió el periódico encima del mostrador. Con la mano izquierda, sacó la grabadora del bolsillo y la deslizó debajo del papel. Había rebobinado la cinta hasta el punto en el que el denunciante levantaba la voz para acusar directamente a Spadini. Levantó una punta del diario para mirar la grabadora, subió el volumen al máximo, puso el índice en la tecla « Play » y bajó otra vez el periódico. Sin mover el dedo de la tecla, levantó el vaso y bebió un sorbo, aparentemente abstraído en la lectura.

Salieron tres hombres a ver cómo llovía, y los del bar callaron, esperando su regreso y sus impresiones.

Brunetti oprimió « Play » .

– Ese hijo de puta de Spadini pesca millones cada día. Y no paga ni una lira de impuestos. Todo, negro. Todo lo que gana es negro. No lo declara.

Al viejo que estaba a su lado le resbaló de la mano el vaso de vino, y se estrelló en el suelo.

Mar i a Santissima ! -exclamó-. Es Bottin. No está muerto.

Su voz ahogó parte de la conversación grabada, pero todo el bar oyó decir a Targhetta:

– … tenemos por norma comprobar la identidad del denunciante.

O Dio -dijo el viejo buscando el apoyo del mostrador con una mano temblorosa-. Es Carlo.

Brunetti deslizó la mano bajo el periódico y oprimió « Stop » . El fuerte chasquido hirió el silencio sin alterarlo. El viejo seguía moviendo los labios, pero su invocación, o su protesta, era muda.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un mar de problemas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un mar de problemas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un mar de problemas»

Обсуждение, отзывы о книге «Un mar de problemas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x