• Пожаловаться

Liza Marklund: Dinamita

Здесь есть возможность читать онлайн «Liza Marklund: Dinamita» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Детектив / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Liza Marklund Dinamita

Dinamita: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Dinamita»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En las bulliciosas y estresantes oficinas editoriales del periódico Kvällspressen la periodista Annika Bengtzon intenta conseguir el artículo entre los artículos. Para ello se debate en una constante lucha interior entre las exigencias que le suponen su vida familiar y su ambición profesional. Valiente, compasiva, inteligente, con un lado oscuro y autodestructivo, se obstina por informar sobre la verdad, sin importarle cómo conseguirla. Durante los meses pre-Olímpicos una bomba estalla en uno de los estadios de la ciudad. Christina Furhage, una de las mujeres más importantes del país, vuela en pedazos. Ésta es la oportunidad de Annika para catapultarse a la fama y el reconocimiento de sus compañeros. Tendrá que averiguar quién intenta sabotear los Juegos y por qué. Tiene una pista como punto de partida: en la explosión se utilizó dinamita de la empleada en la construcción.

Liza Marklund: другие книги автора


Кто написал Dinamita? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Dinamita — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Dinamita», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Schyman se levantó, dando a entender que la conversación había terminado. Annika se sentía aliviada por dos razones: por un lado el director había respaldado su posición con respecto a la investigación sobre los Juegos y por otro, ella misma le había contado al jefe que se había enfadado. Es cierto que la gente se enfadaba diariamente en el periódico, pero ella era mujer y jefa por primera vez; tenía que estar preparada ante los que se la quisieran comer.

Fue directamente a recoger una gran bolsa con el logotipo del periódico y después se dirigió a la sala de fotografía. Ulf Olsson estaba solo, sentado, y leía una revista para hombres.

– Te pido disculpas por haberte ofendido -dijo Annika-. Mete en esta bolsa unos calzoncillos largos, zapatos calientes, gorro y guantes y guárdala en tu armario o en el maletero del coche.

El hombre la miró enfadado.

– Deberías haberme dicho antes dónde íbamos a ir…

– Eso discútelo con el redactor gráfico o el redactor jefe. ¿Has revelado las fotos?

– No, yo…

– Entonces hazlo.

Salió y sintió los ojos de Olsson en su espalda. De camino a su despacho se dio cuenta de que no había comido nada en todo el día, ni siquiera había desayunado. Pasó por la cafetería y compró un sándwich y una Coca-Cola light.

La noticia de la explosión en el estadio olímpico había dado la vuelta al mundo. Las principales cadenas de televisión y los periódicos internacionales habían tenido tiempo de enviar a alguien a la rueda de prensa de las dos de la tarde en la jefatura central de la policía. CNN, Sky News, BBC y los canales nórdicos, los corresponsales de Le Monde, European, Times, Die Zeit y muchos otros estaban ahí. Los autobuses con antenas parabólicas de los canales de televisión bloqueaban gran parte de la entrada a la jefatura de policía.

Annika llegó junto a cuatro compañeros del periódico, los reporteros Patrik y Berit y dos fotógrafos. La sala desbordaba de material y personas. Annika y los otros reporteros se sentaron en unas sillas cerca de la salida; los fotógrafos avanzaron a codazos hacia delante. Como de costumbre, los de la televisión se habían colocado en medio del estrado, de forma que nadie podía ver nada, todo el mundo tropezaba con los cables kilométricos que serpenteaban por la sala, todos se resignaban a que los de la televisión hicieran las preguntas en primer lugar. Los focos de las cámaras iluminaban a uno y otro lado de la sala, aunque la gran mayoría apuntaba hacia el escenario provisional, desde donde la policía se dirigiría a ellos al cabo de unos instantes. Muchas de las cadenas emitían en directo, entre ellas CNN, Sky y el sueco Rapport. Los periodistas ensayaban sus actuaciones y escribían sus guiones, los fotógrafos de prensa cargaban sus cámaras, los reporteros de radio controlaban sus grabadoras: «Probando uno dos, uno dos». El zumbido de voces sonaba como una catarata. El calor ya era insoportable. Annika resopló y dejó la ropa de abrigo amontonada en el suelo.

Varios hombres entraron por una puerta lateral hacia el estrado. El murmullo cesó y fue sustituido por el chasquear de las cámaras. Eran cuatro: el responsable de prensa de la policía de Estocolmo, el fiscal general Kjell Lindström, un inspector de la brigada criminal del que Annika no recordaba el nombre y Evert Danielsson, del comité organizador de los Juegos. Se sentaron meticulosamente frente a la mesa y bebieron al unísono de los vasos con agua mineral.

El responsable de prensa comenzó con el relato de los hechos ya sabidos; una explosión había tenido lugar, una persona había muerto, los daños materiales ocasionados y señaló que la investigación técnica proseguía. Parecía agotado. «¿Cómo estará cuando hayan pasado unos días?», pensó Annika.

Luego continuó el fiscal general.

– Todavía no hemos podido identificar a la víctima del estadio -informó-. El trabajo se ha visto dificultado debido al mal estado del cuerpo. Si bien tenemos otras pistas que investigar. El explosivo está siendo analizado en Londres. Aún no hemos recibido ninguna respuesta segura, pero parece ser que se trata de un explosivo de uso civil. Esto quiere decir que no se han utilizado ni explosivos ni armas militares.

Kjell Lindström bebió un poco de agua. Las cámaras chasqueaban.

– Buscamos al hombre que fue condenado por los dos atentados con bomba que hace siete años dañaron otros dos estadios. No es sospechoso de ningún crimen, sólo será interrogado.

El fiscal general miró sus papeles como si dudase un momento. Cuando habló de nuevo lo hizo directamente a la cámara de Rapport:

– Una persona con ropa oscura fue vista en las proximidades del estadio momentos antes de la explosión. Queremos pedirle a la gente que llame para ayudarnos con todas las observaciones que puedan esclarecer los hechos acaecidos en el estadio Victoria. La policía quiere entrar en contacto con todas las personas que se encontraban en Södra Hammarbyhamnen entre media noche y las tres y veinte de la mañana. Aunque los datos no parezcan importantes, pueden ser de gran ayuda para la policía.

Recitó de memoria unos números de teléfono que más tarde Rapport mostraría en la pantalla.

Cuando el fiscal general acabó, Evert Danielsson, del comité organizador de los Juegos Olímpicos, carraspeó.

– Esto es una tragedia -dijo nervioso-. Tanto para Suecia, país organizador de los Juegos Olímpicos, como para el deporte en general. Los Juegos representan la competición bajo las mismas condiciones, sin importar raza, religión, ideología política o sexo. Por lo tanto, es lamentable que alguien ataque a un símbolo como es el estadio, el escenario mismo de la competición.

Annika se alzó cuanto pudo para poder ver mejor por encima de la cámara de la CNN. Observó cómo los policías y el fiscal reaccionaron ante la parrafada sobre los Juegos de Danielsson. Se sobresaltaron, como era de esperar: allí estaba el jefe del comité organizador proponiendo un motivo y una descripción del delito: que la explosión era un acto terrorista dirigido contra los mismos Juegos Olímpicos. Sin embargo todavía no sabían quién era la víctima, ¿o sí lo sabían? ¿El jefe del comité organizador no sabía lo que ya le habían confirmado a Annika, que probablemente era la acción de un miembro de la organización?

El fiscal interrumpió e intentó hacer callar a Danielsson, que aún no había terminado.

– Les pido -continuó el jefe del comité organizador-, a todos los que crean haber visto algo que se pongan en contacto con la policía. Es muy importante que el culpable sea detenido… ¿qué pasa?

Miró sorprendido al fiscal general, quien seguramente le había pellizcado o dado una patada.

– Sólo quiero añadir -dijo Kjell Lindström y se inclinó sobre ios micrófonos-, que no podemos señalar ningún motivo en estos momentos. -Miró con grandes ojos a Evert Danielsson-. No hay nada, repito, nada, que indique que esto sea una acción terrorista contra los Juegos Olímpicos. No se han recibido amenazas contra las instalaciones ni contra la misma organización de los Juegos. En estos momentos trabajamos con todas las pistas y motivos.

Se echó hacia atrás.

– ¿Alguna pregunta?

Los reporteros de televisión estaban preparados. En cuanto tuvieron la palabra lanzaron directamente sus preguntas. «Confrontación» lo llamaban. Las primeras preguntas siempre tenían que ver con cosas ya sabidas, pero que habían sido dichas demasiado lenta o enrevesadamente para ocupar un espacio de un minuto y medio. Por eso los reporteros de televisión preguntaban siempre la misma cosa una y otra vez, con la esperanza de conseguir una respuesta clara y simple:

– ¿Hay algún sospechoso?

– ¿Tienen alguna pista?

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Dinamita»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Dinamita» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Ángeles Mastretta: El Cielo De Los Leones
El Cielo De Los Leones
Ángeles Mastretta
Liza Marklund: Red Wolf
Red Wolf
Liza Marklund
Liza Marklund: Studio Sex
Studio Sex
Liza Marklund
Liza Marklund: The Bomber
The Bomber
Liza Marklund
Liza Marklund: Paraíso
Paraíso
Liza Marklund
Отзывы о книге «Dinamita»

Обсуждение, отзывы о книге «Dinamita» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.