Lawrence Block - Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar

Здесь есть возможность читать онлайн «Lawrence Block - Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El crimen es el crimen, pero el asesinato es algo mayor, diferente. Nadie tiene derecho a arrojar al río la cabeza de un pequeño ladrón y chantajista. Por lo menos según el codigo de honor de Matt Scudder…
Giros Jablon, un delincuente de poca monta, acude a donde un antiguo policía al que respetaba, Matt Sudder, para entregarle un sobre que debe abrir tan sólo si muere violentamente. Cuando es asesinado Scudder lo abre y averigua que estaba chantajeando a tres personas importantes una de las cuales, con casi total seguridad, es el responsable de su asesinato.

Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El sábado por la mañana me despertó el teléfono. Parecía que había sonado mucho tiempo antes de que me despejara lo bastante como para cogerlo. Logré tirarlo de la mesita de noche al suelo y antes de cogerlo y ponerlo al oído, estaba cerca de la conciencia.

– Eres difícil de localizar -dijo-. Llevo desde ayer intentando hablar contigo. ¿No recibiste mis mensajes?

– No paré en recepción.

– Tengo que hablar contigo.

– ¿De qué?

– Cuando te vea. Estaré ahí dentro de diez minutos.

Le dije que me diera una media hora. Dijo que me vería en el vestíbulo. Contesté que de acuerdo.

Me puse debajo de la ducha, primero caliente, después fría. Tomé un par de aspirinas y bebí un montón de agua. Tenía resaca, que por cierto merecía, pero aparte de eso me encontraba bien. Beber me había purgado. Todavía llevaría la muerte de Henry Prager conmigo -no puedes negar el peso de tales cargas-, pero logré ahogar algo de la culpabilidad, y ya no era tan opresiva como había sido.

Cogí la ropa que había tenido puesta, la enrollé y la metí en el armario. Con el tiempo decidiría si la lavandería podría devolverle su forma, pero de momento, ni siquiera lo quería pensar. Me afeité, me puse ropa limpia y bebí dos vasos más de agua del grifo. La aspirina me había quitado el dolor de cabeza, pero estaba deshidratado de tantas horas de haber bebido fuertemente, y cada célula de mi cuerpo tenía una sed insaciable.

Alcancé el vestíbulo antes de que llegara. Miré en recepción y descubrí que había llamado cuatro veces. No había más mensajes y ningún correo de importancia. Estaba leyendo una carta sin importancia -una compañía de seguros me daría un memorándum forrado de cuero completamente gratis si les decía mi fecha de nacimiento-, cuando entró Guzik. Llevaba un traje bien hecho, tenías que mirar bien para ver que llevaba pistola.

Se me acercó y tomó la silla al lado mío. Me volvió a decir que era difícil de localizar.

– Quise hablarte después de ver a Ethridge -dijo-. ¡Dios, cómo es!, ¿verdad? Viene con clase y la abandona y viceversa. Un minuto no puedes creer que alguna vez fuera puta, y al minuto siguiente, no puedes creer que fuera algo más que eso.

– Es bastante extraña, es verdad.

– ¡Vaya que sí! Sale hoy.

– ¿Bajo fianza? Pensaba que la acusarían de asesinato en primer grado.

– Fianza no. No la acusamos de nada, Matt. No tenemos ninguna prueba.

Le miré. Sentía los músculos del antebrazo tensándose.

– ¿Cuánto le costó? -le pregunté.

– Ya te dije, no es bajo fianza, Matt. Nosotros…

– ¿Cuánto le costó comprar la salida de una acusación de asesinato? Siempre oí que podías lavar un homicidio si tenías bastante pasta. Nunca lo vi hacer, pero oí hablar de ello, y…

Estuvo en un tris de pegarme y, Dios mío, estaba esperando que lo hiciera, porque quería una excusa para empotrarle en la pared. Un tendón destacaba en su cuello y los ojos se le cerraron casi por completo como los de un gato. Entonces de repente, se relajó y la cara recuperó su color original.

– Bueno, tendrías que tomarlo así, ¿verdad? -dijo.

– ¿Entonces?

Negó con la cabeza.

– No tenemos pruebas -dijo otra vez-. Eso era lo que intentaba decirte.

– ¿Y Giros Jablon?

– Ella no le mató.

– Su valentón lo hizo. Su chulo, lo que fuera. Lundgren.

– Imposible.

– ¡Joder!

– Imposible -dijo Guzik-. Estaba en California. En una ciudad llamada Santa Paula, que queda a medio camino de Los Ángeles y Santa Bárbara.

– Voló aquí y volvió volando.

– Imposible. Estuvo allí desde unas semanas antes de pescar a Giros del río hasta un par de días después, y nadie va a cambiar esa coartada. Estuvo treinta días en la cárcel municipal de Santa Paula. Le detuvieron por asalto y dejaron que se confesara culpable de embriaguez y desorden público. Cumplió los treinta días enteros. No hay manera de que estuviera en Nueva York cuando Giros se murió.

Le miré fijamente.

– Bueno, tal vez tuviera otro novio -siguió-. Pensamos que eso era posible. Podríamos intentar encontrarlo, pero ¿tiene sentido hacerlo así? No usaría un tío para matar a Giros y otro para seguirte a ti. No tiene sentido.

– ¿Y qué hay de mi asalto?

– ¿Qué sobre eso? -Se encogió de hombros-. Quizás ella lo provocó. Quizás no. Jura que no. Su historia es que lo llamó para pedirle consejo cuando empezaste a apretarle los tornillos, y él vino en avión a ver si podía ayudar. Dice que le dijo a él que no se pusiera bruto, que pensaba que podría pagarte. Ésa es su historia, pero, ¿qué puedes esperar que diga? Quizás quería que te matara y quizás no, pero ¿cómo puedes reunir lo suficiente como para hacer un caso? Lundgren está muerto, y nadie más tiene información que la comprometa a ella de todas formas. No hay pruebas para asociarla con el ataque tuyo. Puedes probar que conocía a Lundgren y puedes probar que tenía un motivo para quererte muerto. No puedes probar ningún tipo de cargo, de cómplice o conjura. No puedes encontrar nada para conseguir una acusación, ni siquiera puedes encontrar algo que hiciera a los de la oficina del fiscal tomarlo todo en serio.

– ¿No hay manera de que el historial de Santa Paula esté equivocado?

– No. Giros habría tenido que pasar un mes en el río, y no fue así.

– No. Estaba vivo diez días antes de cuando se encontró el cadáver. Hablé con él por teléfono. No lo entiendo. Ella tenía que tener otro cómplice.

– Quizás. El polígrafo dice que no.

– ¿Consintió en pasar el detector de mentiras?

– Nunca se lo pedimos. Lo exigió ella. Le suelta por completo del anzuelo en cuanto a lo de Giros. No está tan claro en cuanto al ataque tuyo. El experto que le administró la prueba dice que hay un poco de estrés implicado, que imaginaba que ella sabía y a la vez no sabía que Lundgren iba a intentar matarte. Como que lo sospechaba, pero no lo habían hablado, y ella había conseguido evitar pensar en ello.

– Esas pruebas no son siempre el cien por cien acertadas.

– Son bastante ciertas, Matt. A veces le hacen parecer culpable a una persona cuando no lo es, sobre todo si el operador no es muy bueno. Pero si dicen que eres inocente, es una apuesta bastante segura de que lo eres. Creo que deberían ser admisibles en el Juzgado.

Siempre pensé de esa manera. Me quedé sentado allí un rato intentando pasarlo todo por la mente, hasta asimilarlo todo. Tardó. Mientras tanto, Guzik seguía hablando del interrogatorio de Beverly Ethridge, subrayando sus comentarios con observaciones sobre lo que le gustaría hacer con ella. No le presté mucha atención.

– Lo del coche no fue cosa de él. Debí haberme dado cuenta de eso -dije.

– ¿Cómo?

– El coche -contesté-. Te dije que un coche intentó atropellarme una noche. La misma noche en que me fijé en Lundgren por primera vez, y el lugar fue el mismo que donde me atacó con la navaja, así que tuve que pensar que fue el mismo hombre en ambas ocasiones.

– ¿Nunca viste al conductor?

– No. Me figuré que era Lundgren porque me había estado siguiendo anteriormente esa noche, pensé que me había estado controlando. Pero no pudo ser así. No sería su estilo. Le gustaba demasiado aquella navaja.

– ¿Entonces, quién era?

– Giros dijo que alguien saltó el bordillo detrás de él. Lo mismo.

– ¿Quién?

– Más la voz por teléfono. Entonces no hubo más llamadas.

– No te sigo, Matt.

Le miré.

– Estoy intentando hacer encajar las piezas. Eso es todo. Alguien mató a Giros.

– La cuestión es quién.

Asentí con la cabeza.

– Ésa es la cuestión -dije.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Lawrence Block - The Ehrengraf Reverse
Lawrence Block
Lawrence Block - A Stab in the Dark
Lawrence Block
Lawrence Block - Killing Castro
Lawrence Block
Lawrence Block - Un baile en el matadero
Lawrence Block
Jordi Sierra i Fabra - Sin tiempo para soñar
Jordi Sierra i Fabra
Lawrence Block - Hit Parade
Lawrence Block
Eduardo Zannoni - Razón para matar
Eduardo Zannoni
Blake Pierce - Causa para Matar
Blake Pierce
Blake Pierce - Razão Para Matar
Blake Pierce
Отзывы о книге «Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar»

Обсуждение, отзывы о книге «Tiempo Para Crear, Tiempo Para Matar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x